Asumir responsabilidad significa dejar de culpar a otros por lo que te pasa y lo que sientes, y en cambio reconocer que tus pensamientos y emociones son tu responsabilidad. Implica también aprender a enfocarse en pensamientos positivos en lugar de negativos, tener claro tus objetivos y tomar acciones para lograrlos, y ser consciente de que puedes elegir cómo responder a situaciones difíciles. El propósito final es ayudarte a tomar el control de tu vida.