Un estudio de 1500 aplicaciones infantiles encontró que el 41% no cumple con los estándares de seguridad para proteger datos personales de usuarios menores. El 67% de las aplicaciones almacena nombres, direcciones y correos electrónicos de niños, y la mitad comparte esta información con terceros. Solo el 24% de las aplicaciones sugiere a los padres supervisar el uso que hacen sus hijos.