El tejido adiposo se encuentra distribuido por todo el cuerpo y representa alrededor del 20% del peso corporal. Está compuesto por células adipocitas que almacenan una gota de grasa y cumplen funciones como aislamiento térmico, amortiguación de impactos y reserva energética. Existen dos tipos principales de tejido adiposo: el tejido adiposo blanco que almacena grasa de manera unilocular y el tejido adiposo marrón multilocular involucrado en la producción de calor.