Este documento discute las razones para recibir la Confirmación y lo que significa ser un cristiano confirmado. Explica que la Confirmación no debe ser un fin en sí misma, sino una oportunidad para un encuentro más profundo con Dios y fortalecer el don del Espíritu Santo recibido en el Bautismo. También enfatiza la importancia de cultivar los dones del Espíritu Santo después de la Confirmación para servir a los demás.