Este documento discute la naturaleza y orígenes de la toma de decisiones. Examina las motivaciones y características de quienes toman decisiones, así como los diferentes tipos de decisiones que existen como la certidumbre total, la incertidumbre y el riesgo. También analiza las visiones determinista y liberal sobre la toma de decisiones, destacando que mientras la visión determinista ve las opciones como limitadas, la visión liberal enfatiza la racionalidad, linealidad y libertad del ser humano para decidir.
1. 1
Índice
Introducción ..........................................................................................................2
1. La situación de decisión ....................................................................................3
2. Motivaciones y características de los encargados de tomar decisiones ..............3
3. ¿Qué es un modelo de toma de decisiones?........................................................4
4. ¿Por qué necesitamos modelos de toma de decisiones? .....................................5
5. La importancia de la Decisión ...........................................................................5
6. La visión Determinista.......................................................................................6
7. La otra cara de la moneda: El enfoque liberal ..................................................7
8. La importancia del factor ideológico ...............................................................10
TIPOS DE DECISION....................................................................................................................11
1. Certidumbre total......................................................................................................................12
2. Incertidumbre ............................................................................................................................12
3. Riesgo..........................................................................................................................................14
4. Causas del riesgo y de la incertidumbre..................................................................................16
Conclusiones........................................................................................................17
Bibliografía..........................................................................................................19
2. 2
Introducción
Análisis de la toma de decisiones: su naturaleza y orígenes
Las decisiones son, según la terminología de David Easton, los "resultados"
del sistema político, mediante el cual valores son autoritariamente distribuidos
dentro de una sociedad. El concepto de toma de decisiones durante largo
tiempo ha estado implícito en algunos de los enfoques más viejos de la
historia diplomática y el estudio de las instituciones políticas. El estudio de
cómo son tornadas las decisiones fue primero sujeto de investigación
sistemática en otros campos externos a la ciencia política. Los psicólogos
estaban interesados en los motivos subyacentes a las decisiones de un
individuo y por qué algunas personas tenían mayores dificultades que
otras para tomar decisiones.
Los economistas se centraban en las decisiones de los productores, los
consumidores, los inversores y otros cuyas elecciones afectaban la
economía. Los teóricos de la administración de empresas buscaban analizar
y aumentar la eficacia de la toma de decisiones ejecutiva. En el gobierno y
especialmente en la planificación de defensa de los años sesenta, las
técnicas conocidas por lo general como "efectividad de costo" se utilizaban
en el proceso de toma de decisiones, incluida la adquisición de nuevas
armas. La toma de decisiones era un punto central para los especialistas
en ciencia política interesados en analizar el comportamiento decisorio de los
votantes, legisladores, funcionarios oficiales, políticos, líderes de grupos de
interés y otros agentes de la arena política. Así, el estudio de la toma de
decisiones de política exterior se concentraba en un segmento de un
fenómeno más general de interés para las ciencias sociales y los
encargados de trazar políticas. La toma de decisiones simplemente es el acto
de elegir entre alternativas posibles sobre las cuales existe incertidumbre. En
la política exterior quizás más que en la política nacional porque el terreno de
la anterior por lo general es menos familiar las alternativas políticas pocas
veces están "dadas". A menudo deben formularse a tientas en el contexto de
una situación total en la cual los desacuerdos surgirán en torno de cuál
evaluación de la situación es más válida, qué alternativas existen, las
consecuencias que es probable que fluyan en diversas elecciones y los
3. valores que deberían servir como criterio para distribuir las diversas
alternativas de las más preferibles a las menos.
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1. La situación de decisión
Braybrooke y Lindblom sugieren que la toma de decisiones, si bien no puede
identificarse plenamente con la resolución racional de un problema, sin
embargo puede equipararse de manera general con ella. La pregunta ahora
surge respecto de cómo los encargados de trazar políticas definen la
situación en relación con el problema con el cual se enfrentan. ¿Cómo ven
los objetos, las condiciones, a los otros agentes y sus intenciones? ¿Cómo
definen las metas de su propio gobierno? ¿Qué valores les resultan más
importantes, no in abstracto sino en la medida en que parecen estar en juego
en esta situación particular?
Snyder observa que algunas situaciones están más altamente estructuradas
que otras. Algunas se captan rápidamente en su sentido, mientras que otras
pueden ser más fluctuantes y ambiguas. La urgencia de las situaciones, o la
presión para emprender una acción, también variarán ampliamente. Que un
problema se considere primordialmente político, económico, militar, social o
cultural normalmente tendrá consecuencias respecto de cómo se lo manejará
y por parte de quién.
2. Motivaciones y características de los encargados de tomar decisiones
Snyder ha trazado una útil distinción entre dos tipos de motivación:
motivos "a fin de" y motivos "debido a". Los primeros son conscientes y
articulables, los encargados de tomar decisiones están tomando esta
decisión particular a fin de lograr tal objetivo. Los motivos “debido a", por el
otro lado, son inconscientes o semiconscientes, surgiendo de la experiencia
vital previa y el condicionamiento organizativo previo. La mayoría de los
teóricos de la toma de decisiones, al igual que la mayoría de los historiadores
políticos, coincidirían en que el conocimiento biográfico de los encargados de
trazar políticas incluida su educación, religión, experiencias vitales críticas,
entrenamiento profesional, viajes al exterior, salud mental y física y
actividades políticas anteriores puede ayudar a arrojar luz sobre los motivos
4. más profundos y los valores de aquellos que toman decisiones específicas.
Sin embargo; se sabe poco acerca e la relación entre la experiencia psíquica
interna total de los individuos y sus abiertas elecciones políticas en un
contexto organizativo.
Una cosa es reconocer que los antecedentes de un individuo son
significativos, especialmente en casos en que hay aberraciones de comportamiento
poco comunes respecto de lo que "normalmente" se esperaría sobre
la: base del análisis de los papeles sociales conocidos y los procesos. Pero
es otra cosa bastante diferente trazar un vínculo causal definido entre el
acontecimiento psíquico previo (quizás años antes) y la actual acción desviada.
Una de las dificultades con la explicación de la psicohistoria es que
puede librarse al funcionamiento de una imaginación dramática en exceso
activa como sustituto del análisis riguroso de la evidencia real.
4
3. ¿Qué es un modelo de toma de decisiones?
Los modelos de este libro cumplen con los siguientes criterios:
Simplifican: no abarcan todos los aspectos de la realidad, sino sólo
aquellos que parecen relevantes.
Son pragmáticos: se centran en lo que es útil.
Resumen: son síntesis de interrelaciones complejas.
Son visuales: mediante imágenes y diagramas, expresan conceptos
que resultan difíciles de explicar con palabras.
Organizan: proporcionan una estructura y crean un sistema de
clasificación.
Son métodos: no ofrecen respuestas sino que plantean preguntas; las
respuestas aparecen una vez que se han usado los modelos, es decir,
cuando éstos ya se han rellenado y han sido trabajados.
5. 5
4. ¿Por qué necesitamos modelos de toma de decisiones?
Cuando nos enfrentamos al caos, buscamos maneras de estructurarlo, de ver
a través de él o al menos de tener una visión de conjunto. Los modelos nos
ayudan a reducir la complejidad de una situación, ya que nos ayudan a dejar
a un lado lo superfluo para concentrarnos en lo que es importante. A los
críticos les gusta señalar que los modelos no reflejan la realidad. Y es cierto,
pero es erróneo afirmar que nos obligan a pensar de una forma determinada.
Los modelos no definen sobre qué o cómo deberíamos pensar, sino que son
el resultado de un activo proceso mental.
“Cada modelo es tan bueno como la persona que lo usa”.
5. La importancia de la Decisión
La decisión es tal vez el más humano de los actos. Es la combinación de las
facultades analíticas de observación, conocimiento e intuición de los seres
humanos. En las tradiciones culturales de muchos pueblos, la independencia
del hombre respecto a los dioses está ligada a una decisión que él adopta
usando sus facultades de raciocinio, para valorar, en una coyuntura
determinada, cuál es el camino a seguir.
En la tradición judeo-cristiana, por ejemplo, Eva decidió comer la manzana
que le ofrecía la serpiente y así fundó, fuera del jardín del Edén, el universo
humano. Lo mismo puede decirse del Prometeo griego y muchas otras
tradiciones que resaltan la decisión humana de emanciparse de los dioses y
decidir por ellos mismos su destino.
Es claro, y en eso las tradiciones no mienten, que la independencia para
decidir implica automáticamente responsabilidad y riesgo sobre el futuro. A
pesar de que debemos a Eva la facultad y la responsabilidad de decidir,
durante un largo periodo de la historia de occidente la vida de los hombres y
de los pueblos ha oscilado entre los determinismos estructurales, es decir, los
elementos que deciden por nosotros o incluso antes que nosotros, y la suma
6. de las capacidades y voluntades humanas para decidir de manera
absolutamente libre los rumbos de su existencia.
En el fondo del problema de toda concepción histórica, social y política
(incluso administrativa y psicológica) está el grado de libertad de que gozan
los hombres, los gobiernos y las naciones para decidir la ruta que más les
conviene o les apetece seguir. Entre la libertad absoluta para decidir y la
predeterminación de las decisiones posibles ha transcurrido la historia
humana. Conviene entonces que estudiemos, de entrada, los dos extremos
del problema.
6
6. La visión Determinista
En los enfoques deterministas las capacidades de decisión reales son
limitadas. Los elementos estructurales reducen de tal forma el abanico de
alternativas que la decisión propiamente dicha es un impulso de la estructura.
El riesgo y la responsabilidad del curso de las cosas no depende del albedrío
de una persona sino de una instancia suprahumana que puede ser el destino,
la tradición, Dios, las instituciones, el mercado, etcétera.
El determinismo es un problema viejo y nuevo. Las sociedades dominadas
por cosmovisiones teológicas son un ejemplo claro de la función de los
determinismos. Entre los antiguos mexicanos, por citar un caso, el mito del
quinto sol, ligado a una concepción cíclica e inevitable de la historia,
descargaba a la clase sacerdotal de la decisión de proceder o no con
sacrificios humanos para saciar el apetito hemático de los dioses. No había
elección posible. El imperativo de la supervivencia de la comunidad pasaba
por encima de cualquier valoración alternativa. En otras tradiciones, como la
cristiana, es posible encontrar formas deterministas similares. Durante el
medioevo, la historia de los hombres y de los pueblos estaba escrita en el
cielo. La línea temporal no hacía distinción alguna entre pasado, presente y
futuro. El mundo había sido igual y presumiblemente lo seguiría siendo hasta
que Dios no dispusiera otra cosa. La vida política estaba directamente
anclada en la relación entre física y metafísica, que explicaba y determinaba
todo. No había lugar ni para la deliberación, es decir, el pensamiento, ni para
la decisión, esto es, el compromiso con alguna de las alternativas pensadas,
en un mundo diseñado y dirigido por la mano celestial con alguna esporádica
7. intervención del diablo. La dominación política se fundaba en la soberanía
absoluta de los reyes que gobernaban por el mandato divino y sólo eran
responsables de sus actos ante Dios. Cuando Felipe II, el monarca católico
de España, resolvió enviar a la "Armada invencible" a invadir Inglaterra
sugirió a quienes dudaban del éxito de la audaz empresa que el verdadero
jefe del almirantazgo no era él sino Dios.
7
7. La otra cara de la moneda: El enfoque liberal
La contraparte de la visión determinista se basa en la idea de un hombre libre
para decidir su circunstancia y construir su futuro. Esta corriente se basa en
tres pilares cartesianos que son:
a. Lógica lineal (lineariedad).
b. Racionalidad.
c. Libertad.
La lineariedad tiene que ver con un principio lógico basado en la relación
causa-efecto: si hago X por ejemplo, debo obtener Y, de acuerdo con la
experiencia y con el saber disponibles en un momento histórico determinado.
La racionalidad es el elemento que orienta la decisión. El carácter racional del
ser humano se aplica mecánicamente a sus decisiones. El individuo que
enfrenta una disyuntiva adopta un camino a seguir en función de una lógica
que es coherente con un modelo de pensamiento. Por eso se habla de
racionalidad religiosa, económica, política, administrativa, etcétera. Es decir,
un conjunto de normas y de fines que se explican de manera autónoma y
hacen operante la relación lineal causa-efecto.
El tercer elemento, la libertad del hombre para elegir, se funda en que toda
persona posee una dotación natural de atributos, voluntades y capacidades
que le permiten elegir entre las diferentes opciones de acuerdo con su libre
albedrío.
Estos supuestos del modelo clásico de la decisión han sido objeto de
infinidad de críticas, ampliaciones y revisiones. Una de las propuestas de
revisión crítica más sistemáticas es la planteada por Sfez. La crítica de este
autor a la decisión tradicional contempla tres puntos fundamentales. El más
8. importante tiene que ver con la insuficiencia lógica y explicativa de la visión
lineal. A esta forma de pensar el autor opone el enfoque sistémico. Éste, que
en la literatura más reciente ha sido ampliamente manejado, ha impregnado
gran parte de las concepciones políticas y administrativas. Las ideas de
complejidad y retroalimentación han sustituido a las premisas de la lógica
lineal. En las ciencias políticas y administrativas la idea de causa-efecto lineal
(si hago X tengo Y) está completamente desfasada, ya que no existen
condiciones en donde la variable X se mantenga constante.
El segundo es una consecuencia del reconocimiento de la complejidad. La
monorracionalidad, es decir, una racionalidad única o universalizable, que era
típica del pensamiento positivista, se ha visto suplantada por una razón
multirreferencial. Hoy existen múltiples racionalidades en juego y gran parte
de los nuevos postulados políticos contemplan la diversidad como un valor a
preservar. El reconocimiento de una pléyade de racionalidades, cada una con
su propia lógica y su propia dignidad, ha adquirido una estatura política
importante. Prueba de ello es el avance en Estados Unidos de la corriente
conocida como "corrección política". En todo caso, la implicación más clara
de la multirracionalidad en la teoría de la decisión es que abre el ángulo de
lectura sobre los fundamentos lógicos, éticos y políticos de una decisión.
El tercer punto, la libertad basada en un sujeto creativo y monofinalista es
criticada por Sfez por insuficiente. Para suplir las carencias conceptuales de
esta figura ideal el autor propone la multifinalidad de la acción histórica e
individual.
Los fundamentos de la autonomía de los sujetos que es lo que nos interesa
en este trabajo figuran en la historia del pensamiento occidental desde la
concepción humanista del mundo. Esta corriente ubica a la decisión en el
centro de la historia y el devenir. En el fondo de la misma está la misión
baconiana del hombre en el mundo (controlar la naturaleza) y la máxima de
Vicco (padre de la filosofía de la historia): si los hombres hacen la historia les
toca a ellos explicarla, así como toda la visión progresista (la fe en el
progreso humano) de la condición humana. No entramos en estas páginas a
una discusión más profunda de este tema; por ahora nos bastará con saber
que esta ubicación del hombre, como piloto de la historia, ha impregnado las
dos corrientes de pensamiento más influyentes del siglo xx: el liberalismo y el
socialismo.
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9. La tradición del individualismo liberal supone que el sujeto dejado a su libre
albedrío siempre perseguirá el bien común con sus acciones. Según los
liberales, todo hombre procederá así por su innata disposición a buscar el
reconocimiento de la sociedad en la que vive. Este es el fundamento
filosófico de las bondades de la libre empresa como el sustento del bien
común. En la visión socialista, como se recordará, el bien común no se confia
a las decisiones individuales sino a la decisión colectiva. A pesar de estas
diferencias entre las dos corrientes de pensamiento, existe un punto de
convergencia y una semejanza metodológica que vale la pena destacar.
El punto de convergencia es la preservación de los bienes públicos que
garantizan la convivencia. En ambas corrientes las decisiones sobre los
elementos constitutivos de la comunidad no son confiados al individuo sino a
la colectividad. Cuando analicemos la teoría de las decisiones colectivas
volveremos sobre este punto.
La similitud de metodologías se aprecia claramente en la visión teleológica de
la historia que comparten. Las dos filosofías están ancladas en una óptica
secuencial y progresista de la historia. Ambas conciben una sucesión de
etapas que se van superando hasta llegar a la meta. Esa meta puede ser,
según las diferentes ideologías, el desarrollo, el consumo generalizado o la
supresión de las clases sociales, puntos culminantes de la historia humana.
En ambos casos los hombres van decidiendo en cada momento la ruta a
seguir, pero existe una especie de "camino real de la historia" al final del cual
hay un polo magnético del progreso humano y social que atrae, de manera
imperceptible, la acción de las sociedades hasta llevarlas al fin de la historia,
es decir, al último momento del progreso humano más allá del cual no hay
horizonte. En la interpretación marxista, todas las sociedades hacen un
recorrido similar: esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo,
comunismo. Cuando las sociedades llegan a la etapa comunista termina la
historia. En la interpretación liberal, un país llega al final de su recorrido
cuando accede a la economía de mercado con consumo generalizado y se
rige por una democracia liberal.
La mayoría de los proyectos nacionales se encuentran en el espectro que
abarcan estas dos ideologías. Todos los pueblos, al momento de trazar las
líneas de su proyecto, tienen en cuenta el tipo de país que aspiran a
construir. Esta imaginaria maqueta del proyecto nacional retoma
diferencialmente elementos de una u otra corriente de pensamiento. Por lo
9
10. tanto, es fundamental considerar la importancia del factor ideológico en la
decisión.
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8. La importancia del factor ideológico
Existe una especie de determinismo histórico, al que llamaremos paradigma,
que no ahoga la decisión pero sí restringe los cauces de acción y la
capacidad de pensar horizontes alternos. Las decisiones gubernamentales
usualmente se encuadran dentro de los paradigmas dominantes: liberalismo,
desarrollismo, etcétera, pero, es justo decirlo, también hay decisiones
revolucionarias que rompen con el paradigma establecido.
En todo caso, el elemento ideológico siempre está presente en la decisión.
Depende de los valores políticos que profese el grupo gobernante al seguir
un curso de acción u otro. Pensemos en el siguiente caso: a un gobierno se
le pide que otorgue un subsidio al transporte público. Supongamos que no
tiene presiones políticas ni intereses creados. ¿Qué decisión va a tomar?
Aquella que su paradigma ideológico considere la mejor. Si es liberal dirá que
los subsidios son inflacionarios y, en última instancia, empobrecen más a los
beneficiarios. Si es populista o socialista argumentará que el subsidio es un
compromiso ineludible del gobierno con los que menos tienen.
La decisión pública tiene, pues, un elemento ideológico que no se puede
perder de vista. Todas las ideologías intentan disfrazar de ciencia sus
decisiones. Si se escuchan los argumentos de un tecnócrata liberal, ciencia,
modelos y experiencias internacionales vendrán a ser el cimiento de su
discurso. Si escucha usted a un populista tendrá que vérselas con la razón
histórica, los derechos de las naciones y la interpretación histórica de las
luchas de los pueblos.
Finalmente, las ideologías actúan como los teólogos dicen que actúa el
diablo: la máxima astucia de Satán es hacernos creer que no existe. Intentan,
en todo momento, hacer creer que las decisiones que promueven no están
impregnadas de doctrina, sino de consideración y deliberación objetivas.
11. 11
TIPOS DE DECISION
...Aureliano saltó once páginas para
no perder el tiempo en hechos demasiado
conocidos, y empezó a descifrar
el instante que estaba viviendo,
descifrándolo a medida que lo vivía,
profetizándose a sí mismo en el acto
de descifrar la última página
de los pergaminos...
Gabriel García Márquez. Cien años de Soledad
En todos los capítulos anteriores, sobre toma de decisiones se ha hecho
una suposición muy fuerte: que las consecuencias futuras de una decisión
de inversión, son determinísticas, o sea que son predecibles con certeza
total.
No es necesario insistir en este punto, pues es obvio que los hechos futuros
son impredecibles. Con relación a las consecuencias futuras de una decisión,
se pueden presentar tres situaciones:
1. Determinísticas
2. No determinísticas
3. Ignorancia total
Uno de los problemas que se presentan en la comprensión de los temas de
administración y gerencia es que muchos términos tienen significados
múltiples; ejemplos de esto se encuentran con mucha frecuencia en los
temas contables y financieros (términos como ingreso, flujo de caja, flujo de
fondos, para citar solo tres). En particular, cuando se habla de riesgo o
incertidumbre la confusión se incrementa porque existe un conocimiento
previo –intuitivo tal vez– de lo que es la incertidumbre. Para muchos, la
incertidumbre es el desconocimiento del futuro; en este contexto se considera
que el riesgo y la incertidumbre se producen por la variabilidad de los hechos
futuros y por su desconocimiento. Aquí se entiende por incertidumbre,
primero, la situación general de desconocimiento del futuro. Igualmente, se
usará la misma palabra en contraposición al concepto de riesgo, como se
aclara a continuación. En esos casos se hablará de que una decisión se toma
bajo riesgo o bajo incertidumbre. En la literatura se presenta confusión al
12. definir la segunda situación. Por ejemplo, Hillier (1963) habla de riesgo e
incertidumbre como si fueran iguales, lo mismo sucede con Hespos y
Strassman (1965), para sólo citar unos pocos; Morris (1964), por otro lado,
hace la distinción entre riesgo e incertidumbre. Lo cierto es que existen
grados de incertidumbre y en la medida en que ella disminuye con la
información recolectada, se puede manejar en forma analítica cada vez más.
Los casos de riesgo, como lo distingue Morris, son muy particulares y los más
comunes están relacionados con situaciones de azar (loterías, ruletas, rifas,
etcétera.) o con decisiones a cuyos resultados posibles se les ha asignado
una distribución de probabilidad. Para la incertidumbre, por el contrario, no se
posee información suficiente como para asignarle una distribución de
probabilidad. Por esta razón se presentan en este capítulo las tres
situaciones: determinísticas, no determinísticas y de ignorancia total.
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1. Certidumbre total
Un ejemplo del primer caso y para el cual sería válido todo lo expuesto a lo
largo del texto, es un papel de descuento: suponga que se compra un título
del Estado al 95% de su valor nominal y después de 3 meses se vende por el
100% de su valor. Hay certeza absoluta de que a los noventa días, si compró
$950.000 en ese título se recibirá $1.000.000. Con esta información y dada
una tasa de descuento, se podrán establecer criterios de decisión sobre la
conveniencia de esa alternativa. El segundo caso no puede ilustrarse con un
solo ejemplo, ya que se reconoció la existencia de grados de incertidumbre.
Por esta razón se presentan dos casos posibles: incertidumbre y riesgo.
2. Incertidumbre
Se dice que una decisión se toma bajo incertidumbre cuando no es
posible asignar probabilidades a los eventos posibles.
EJEMPLO 1:
Un muchacho desea establecer una venta de periódicos en la cafetería de la
universidad y tiene que decidir cuántos deberá comprar; calcula vagamente la
cantidad que podría vender en 15, 20, 25 ó 30 periódicos (para simplificar la
situación, se acepta que cantidades intermedias no ocurrirán). Por lo tanto,
considera que tendrá que adquirir 15, 20, 25 ó 30 periódicos.
13. 13
Con esta información se puede construir una tabla de resultados
que indique el número de periódicos faltantes o sobrantes, así:
Para convertir estos resultados en pérdidas o ganancias monetarias
se deben utilizar las siguientes fórmulas:
1. Resultado = PV x ventas - PC x compras + PR x
(compras - demanda) cuando compras > demanda
2. Resultado = PV x compras - PC x compras cuando compras < demanda
Donde:
PV = Precio de venta de cada periódico = $6
PC = Precio de compra de cada periódico = $5
PR = Precio de venta de los periódicos sobrantes como retal de papel
= $0,25
Por lo tanto, la tabla de ganancias que se conoce como matriz de
resultados, será:
14. En este caso, sin llegar a la completa ignorancia, el decisor no tiene, ni
siquiera en forma subjetiva, un cálculo de la probabilidad de ocurrencia de los
diferentes eventos.
14
3. Riesgo
Cuando, además de prever los posibles resultados futuros asociados a una
alternativa, se les puede asignar probabilidades –aunque sean subjetivas– a
cada uno de ellos, entonces se dice que se encuentra frente a una situación
bajo riesgo. El riesgo es aquella situación sobre la cual tenemos información,
no sólo de los eventos posibles, sino de sus probabilidades. Para ilustrar la
diferencia con una situación de incertidumbre se presenta el siguiente
ejemplo.
EJEMPLO 2
En una empresa se ha reunido un grupo de ejecutivos para estudiar la
introducción de un nuevo producto. Estas personas, basándose en estudios
de mercado y en su experiencia han producido cálculos calificados, han sido
15. capaces de determinar ciertas cifras relacionadas con la inversión que se va
a realizar y sus resultados. Estos datos se muestran en la tabla siguiente.
15
Flujo neto de caja en miles de pesos para el producto nuevo:
En forma similar a lo expuesto en relación con la idea de no incluir los
intereses en el flujo de caja, pues se contarían dos veces, en este caso se
está considerando explícitamente el riesgo a través de los cálculos de la
desviación estándar; por lo tanto, la tasa de descuento que se va a utilizar
debe estar libre de riesgo. Esto significa que la tasa de descuento, si fuera el
costo de oportunidad del dinero, debe medirse como la rentabilidad que
producen inversiones que están libres de riesgo, como títulos de inversión
emitidos por el gobierno. En este ejemplo, se calculo en 20% anual y sin
modificaciones hacia el futuro. Cuando en el contexto de las finanzas se
habla de riesgo, muchas personas piensan sólo en los mecanismos que
diseña la ingeniería financiera para protegerse del riesgo implícito en ciertas
operaciones financieras. Éstas se relacionan más con actividades
especulativas, de inversión de excedentes de tesorería. El contexto en que se
maneja esta idea está relacionado con lo que ocurre después de que se
emprende un proyecto, por ejemplo. Pero no se puede soslayar el estudio del
riesgo del proyecto mismo, que es el objeto de estudio de este libro. Los
riesgos asociados a una alternativa de inversión tienen diversas causas y hay
que vivir con sus efectos. Si se intenta predecir un evento, pueden intervenir
16. tantas variables, que a su vez, generan otros tantos elementos que se deben
predecir, que es una especie de explosión de un árbol que se ramifica hasta
el infinito. En la demanda del mercado por un bien o servicio, se deben tener
en cuenta la disponibilidad de dinero de la gente, sus gustos, la
obsolescencia, la innovación tecnológica, el desempleo, la inflación, la tasa
de cambio, las tendencias demográficas, la moda, el clima... Y ello, a su vez,
depende de muchos otros parámetros. Todo esto se constituye en causa de
riesgo, y lo único que se puede hacer es tratar de medirlo; una vez medido,
hay que asegurarse de haber tomado todas las precauciones posibles y
esperar a que ocurra lo mejor. Si el resultado es que la probabilidad de éxito
es muy baja, sólo por suerte se puede esperar a que salga bien. Y allí no hay
poder humano que pueda influenciar a la suerte para que sea favorable.
Aquí conviene resumir las consideraciones de los casos no determinísticos.
Se acepta que el concepto de incertidumbre implica que no se asignan
distribuciones de probabilidad (definidas en términos de sus parámetros,
como la media y la desviación estándar); el riesgo, por el contrario, implica
que sí se le puede asignar algún tipo de distribución probabilística. Conviene
aclarar también que el término incertidumbre se utiliza para indicar una
situación de desconocimiento del futuro y el hecho mismo de lo impredecible
de los hechos. Por último, la situación de ignorancia total es, en realidad, una
situación irreal, en la práctica no existe. Algo similar se podría decir de la
certidumbre total, porque, en rigor, ni siquiera la estabilidad económica del
Estado, responsable de las inversiones que se hacen en ciertos títulos, se
puede garantizar y en consecuencia es posible que no ocurra el evento en
teoría cierto.
4. Causas del riesgo y de la incertidumbre
Las causas de la variabilidad son básicamente atribuibles al comportamiento
humano. Más aún, la incertidumbre es consecuencia de nuestra naturaleza
humana, del conocimiento limitado que se tiene de las cosas, esto es, de la
ignorancia. Sin embargo, existen fenómenos no atribuibles directamente al
ser humano que también causan incertidumbre y riesgo.
16
17. 17
Algunas manifestaciones de ambos se mencionan a continuación:
1. Inexistencia de datos históricos directamente relacionados con las
alternativas que se estudian.
2. Sesgos en el cálculo de datos o de eventos posibles.
3. Cambios en la economía, tanto nacional como mundial.
4. Cambios en políticas de países que en forma directa o indirecta
afectan el entorno económico local.
5. Análisis e interpretaciones erróneas de la información disponible.
6. Obsolescencia.
7. Situación política.
8. Catástrofes naturales o comportamiento del clima.
9. Baja cobertura y poca confiabilidad de los datos estadísticos con
que se cuenta.
En una investigación desarrollada entre 1985 y 1986 por García y
Marín (1987), los ejecutivos de las empresas más grandes de Colombia
percibían como principales causas del riesgo las siguientes:
1. Inestabilidad de las medidas económicas y falta de continuidad en
los programas sectoriales.
2. Factores políticos e institucionales.
3. Inestabilidad política.
4. Política cambiaria y de comercio exterior.
5. Inestabilidad social.
6. Inseguridad.
7. Orden público.
18. 18
Conclusiones
El campo de la toma de decisiones es amplio y no pretendo cubrirlo en
su totalidad. El proceso de toma de decisiones es una función de muchos
factores diferentes vinculados con el comportamiento de los individuos y
de grandes estructuras organizativas. El papel de la TD está configurado
tanto por el sistema como por la interpretación de él por parte del individuo, y
la influencia de la personalidad en comparación con la ideología social
variará notablemente de un sistema al otro.
Hay una tendencia inevitable de parte de los especialistas en ciencias
sociales, a menos que se cuiden de ella, a universalizar a partir de lo
particular y a suponer que al menos ciertos aspectos de un fenómeno
estudiado en un contexto cultural-político pueden recibir una aplicación más
generalizada.
El ser humano depende de las decisiones que toma, por eso ha invertido
muchos años de estudio en ello, como se menciona en este reporte: “La
decisión es tan buena, como la persona que la usa”.
19. 19
Bibliografía
"Decision Making as an Approach to the Study of lntemational
Politics" en Richard C. Snyder, H.W. Bruck y Burton, Foreign Policy
Decision. Making (Nueva York “ The Free Press”, 1963), p. 65; ver también
pp. 85-86.
Teorías en pugna en las relaciones internacionales, James E. Dougherty,
Robert L. Pfaltzgraff, Grupo Editor Latinoamericano, 1993 - 592 páginas.
“El pequeño libro de las grandes decisiones ”, Mikael Krogerus y Roman
Tschäppeler, Alienta es un sello editorial de Centro Libros PAPF, S.L.U.
Grupo Planeta, Av. Diagonal, pág: 662-664, 08034 Barcelona (España).
“Sociología del riesgo”, Niklas Luhman, UIA-Universidad de Guadalajara,
México, 1992.
“Le Macmscope, Seuil”, Joel Rosnay, París,1982.
“lntroduction á la penseé complexe”, Edgar Morín, ESF editor, París,
1990.
“Una interesante propuesta de reflexión sobre una política que
reconozca la complejidad y la diversidad” , Edgar Morín y Anne Brigitte
Kem, Tierra Patria, Kairós, Barcelona, 1993.
CABAL , M. F., Actitud de los ejecutivos ante el riesgo: Aplicación de la
teoría de utilidad a un grupo de gerentes de Bogotá . Trabajo de
grado, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 1982.