El documento debate si los videojuegos pueden ser una adicción y sus posibles efectos. Algunos estudios han encontrado que aquellos que juegan mucho tiempo pueden desarrollar actitudes antisociales debido a la falta de interacción social real. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de daños cerebrales. Los videojuegos no son inherentemente dañinos, pero dependen de cada persona y es importante que los padres establezcan límites para niños y jóvenes para no afectar su desempeño escolar y social.