Este artículo de opinión argumenta que las mujeres chilenas, especialmente las dueñas de casa, están en alto riesgo de estrés. Se apoya en datos de una encuesta que muestra que las dueñas de casa reportan los niveles más altos de estrés. También critica la doble moral de decir que la familia es importante pero no reconocer que recae principalmente en las mujeres. El autor concluye que este es un tema prioritario que pone en peligro la salud de las mujeres y futuras generaciones.