Husserl considera que la ética se basa en la responsabilidad histórica y cultural de las personas y que los juicios éticos pueden alcanzar un sentido objetivo. La ética posee un carácter transpersonal y transnacional regulado por la razón. Husserl también cree que es posible un progreso ético continuo guiado por la razón y el buen sentido, con el objetivo final de lograr una humanidad mejor.