1. Seguramente tu ya sabes que los elementos de la comunicación son emisor, receptor y
mensaje. Sencillo, pero… cierto?
Emisor y receptor son personas y como tales emiten y reciben mensajes filtrándolos a
través de sus propias creencias, lo que les da una interpretación del mensaje, que puede
ser diferente a lo que quiso transmitir quien lo emitió.
Lo que un emisor transmite no es lo importante, lo que un receptor entiende es lo que
vale.
El que y el quien
Revisa la siguiente lista de actores: Sean Connery, Timothy Dalton, George Lazenby,
Roger Moore, Pierce Brosnan, y Daniel Craig.
Que tienen en común?
Todos ellos han interpretado a James Bond, el agente 007 durante una época de sus
vidas, ellos han sido el vehículo que le ha dado vida al mítico personaje del cine.
Pero cada uno es un ser humano diferente, probablemente con pocas cosas en común
con los demás y muy seguramente también con el personaje.
La persona que desempeña el rol, es decir el actor que da vida al personaje, es un ser
de carne y hueso, que tiene sus propios gustos, intereses, afanes y satisfacciones. El
“Quien”, es el ser humano que hay en cada uno de ellos y desempeña roles diferentes
en su vida, para ser padre, hermano, esposo, amigo, actor y muchas cosas más.
Cada uno de los roles con los cuales se da a conocer, le permiten mantenerse activo,
desarrollarse, crecer, ser feliz, sentir, amar, soñar. El “que” es cada una de las
actividades que realiza. No se es actor, se es persona y se interpreta al personaje en su
rol como actor.
Con frecuencia se confunde el que, con el quien. Muchas personas no han desarrollado
suficientemente su mundo interior y deben soportarse en sus roles, logros y posesiones.
A uno de ellos si les preguntas quien es, te dirá que un médico, vendedor, gerente,
arquitecto, lo que tiene, sus títulos, sus posesiones, difícilmente será capaz de
identificar quien es y difícilmente encontrará sentido a su vida lejos de lo que es y de lo
que tiene.
Ser un médico, un ingeniero, un arquitecto, un vendedor o un gerente, es solo uno de los
roles en los que actuará a lo largo de su vida, si es todo lo que tiene, no sabrá como
actuar cuando deba usar su yo interno para compartir con otros. Acaso para conquistar
a una pareja le hará un diagnóstico médico? O quizá diseñará el mejor uso y
aprovechamiento del espacio físico?, Tal vez organice, planee y ejecute un plan de
mediano y largo plazo?. Si lo que trata de hacer es mostrarse a si mismo, deberá
descubrir quien es y ser capaz de presentarse lejos de su rol profesional, de trabajo o de
negocios. No te enamoras de un médico, te enamoras de una persona que te parece
interesante y que además es médico, si te parece interesante te habría impactado,
también siendo arquitecto, contador, vendedor, gerente, ingeniero o incluso un humilde
2. desempleado. No te enamoras de James Bond o de la mujer maravillas, ellos son
ficción, te enamoras de quien interpreta al personaje, y seguirás posiblemente
enamorado, cuando el mismo actor interprete a un malhechor, un obispo, un soldado o
cualquier otro personaje a lo largo de su carrera.
Y la comunicación?
Volviendo al tema, si emisor y receptor son personas, además del rol que desempeñen,
que puede ser común a un grupo incluso numeroso, para comunicarte con cada uno de
ellos deberás tener presente no solo lo que hace ( el que), sino el personaje que lo hace
(el quien), no todos los profesionales de una misma especialidad ( un “que” común),
tienen una persona común dentro (un “quien” diferente), por ello no será igualmente
válido el mensaje para todos ellos.
Por supuesto que para que haya comunicación además de los interlocutores, se requiere
un mensaje. Para que el mensaje sea entendido debe ser expresado en términos
conocidos por los interlocutores, con la sencillez o la profundidad suficiente para
facilitar el entendimiento pero a la vez interesar a la otra parte en el contenido. No basta
con que el mensaje parezca interesante para el emisor, debe resultar interesante para el
receptor y además debe ser entendido en forma similar por ambos para que se produzca
la comunicación y no se generen rupturas inconvenientes.
Lo costoso de comunicar es la emisión, pero lo valioso es lograr transmitir el mensaje
deseado.
El mensaje comprende no solo lo que se dice, también la forma como se dice, el
momento y las circunstancias en que ello ocurre y todos los elementos “decorativos”
que acentúan o atenúan el contenido, los cuales deben tenerse en cuenta a la hora de
comunicar.
Si el mensaje es telefónico, tenga en cuenta el tono de la voz, susurrar, gritar, acentuar,
hacer pausas……… , hablar “de afán”, comunican tanto como el contenido mismo.
Si el mensaje es escrito, TENGA EN CUENTA, el uso de mayúsculas, negrillas,
emoticones [ ;), :) ], fondos, colores, e s p a c i o s, también inciden en la
forma como el receptor interpretará el mensaje!
Si el mensaje es presencial, mirar fijamente o desviar la mirada, manotear, caminar,
pararse de determinada forma, adoptar una actitud amenazante o sumisa, con frecuencia
dice más de lo que usted dice a través de sus palabras e incluso muchas veces impide
que ellas sean tenidas en cuenta.
Adicionalmente a la forma como usted se comunica, el mensaje es filtrado por quien lo
recibe de acuerdo con sus propios y personales códigos. Algunas personas considerarán
que su energía para decir las cosas es grosería y agresividad, mientras que otras lo
verán como signo de motivación y compromiso.
Su actitud muchas veces motivará al interlocutor a suponer lo que usted quiere.
Imagínese esa situación: Usted entra a un restaurante, dando muestras de mucho afán y
le dice al mesero “estoy muy urgido, quiero…” En ese momento el mesero le
3. interrumpe “señor yo estoy muy ocupado, es la hora pico y no puedo hacer ninguna
excepción”. Su actitud sugirió al mesero cual era su pregunta, si el, no hubiera
interpretado le habría permitido completar la frase “ saber cual es el plato menos
demorado para ordenarlo”.
Su inteligencia emocional le permitirá lograr el grado de empatía con cada uno de sus
interlocutores para “hacerse entender”, no basta con que usted crea que está diciendo
todo claramente! Es necesario que verifique si esa misma claridad es la que los otros
perciben y adopte una actitud que sea convenientemente interpretada por su interlocutor
para que puedan comunicarse.