La acetona es un líquido incoloro utilizado como solvente en la fabricación de plásticos, fibras y drogas. Es inflamable y soluble en agua y solventes orgánicos. La exposición a la acetona puede irritar los ojos y el sistema respiratorio, y causar mareos y somnolencia. Aunque menos tóxica que otros disolventes, la acetona se absorbe y distribuye rápidamente por el cuerpo después de la inhalación o ingestión, y generalmente se descompone de manera segura en el hígado.