El documento discute la eutanasia desde la perspectiva de la Iglesia. La Iglesia se opone a la eutanasia porque cree que va en contra del amor cristiano y el espíritu de lucha. En su lugar, la Iglesia propone vivir en el amor de Dios y acompañar al paciente hasta el final de su vida natural. El documento también cita varios pasajes bíblicos que instan a los creyentes a no temer a la muerte y a amar y cuidar a los que sufren.