Este documento discute los desafíos del tiempo postrero y cómo prepararse para el Juicio Final. Explica que todos compareceremos ante el trono celestial y debemos estudiar las preguntas de Mateo 25:31-46, enfocarnos en lo que Cristo espera de nosotros y demostrar con frutos que vivimos en él. Para ser aprobados, nuestro nombre debe estar inscrito en el Libro de la Vida y debemos tener vestiduras blancas a través de la sangre del Cordero, es decir, vivir en Cristo.