2. En homenaje y gratitud
A Dios Todopoderoso
A su Hijo Jesucristo
Al Espíritu Santo
A la Santísima Virgen María
A mi esposa
A mi hija
A mi madre
Al Padre Emilio
A Mery
A John
A Juan
A Jorge
A memo y esposa
A William y familia
A Anibal y familia
A Alejo y familia
A mi familia
A mis empleados
A mis amigos

3. PRESENTACION
He recibido muchísimos comentarios sobre el libro Una Media Al
Revés los cuales, en su totalidad, han sido de gran beneficio para mi
enriquecimiento espiritual. Muchas personas me han llamado ó me
han escrito, mostrando su simpatía por el contenido, incluso
manifestando que les ha servido para aclarar muchas cosas que han
ocurrido en cada una de sus vidas y a las cuales hasta el momento no
les habían encontrado explicación. Algunos afirman incluso, también
ser medias al revés. Sin embargo, no han sido sus halagos sino las
múltiples inquietudes que se les ha despertado y por supuesto,
algunas diferencias de opiniones, el caldo de cultivo que me ha
llevado a profundizar en algunos temas.
Cuando escribí Una Media Al Revés, pensé que ya había hecho la
tarea que Dios me había puesto: Presentar mi Testimonio. Me
equivoqué. Una Media al Revés es sólo el abre bocas del propósito
que DIOS tiene con mi vida. Luego de sembrarme, el Señor me ha
venido abonando y podando y apenas ahora, empieza mi etapa de
cosecha.
Es maravilloso ver como, en un principio, me valí de mucha literatura
para poder entender los sucesos que se derivan de las prácticas
ocultistas mientras que hoy, es el Señor, a través del Espíritu Santo,
quien me permite que, como un verdadero guerrero espiritual al
servicio su Ejército, evidencie el alcance del mal, mediante el
ministerio de sanación y Liberación.
También he encontrado que la mayor tontería del hombre creyente
por tradición ó creyente por conversión, es pensar que porque se
acerca a las Sagradas Escrituras y se congrega con personas que
comparten su punto de vista, ya se pueden sentar en la Palabra. La
búsqueda de Dios debe ser constante. Hay que ver más allá de la
nariz ó de lo que nuestros guías espirituales nos dicen. Muchos se
quedan en La Ley y dicen tajantemente: ―Yo soy radical con la
palabra de Dios y no me salgo de lo que está escrito‖.
Parecen olvidar las palabras de Pablo en la Carta a los Gálatas 2:19
en la que corrige a Pedro: “Para la Ley estoy muerto, y lo estoy
por causa de la ley misma. Sin embargo, ¡Ahora vivo para
Dios!” ó lo que les dice en la Carta a los Romanos 3:21-28: “La
Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos
acepta sin necesidad de cumplir la ley. Dios acepta a todos los
que creen en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son.
Todos hemos pecado y por eso estamos lejos de Dios. Pero él
nos ama mucho y nos declara inocentes sin pedirnos nada a
cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que
merecían nuestros pecados. Dios envió a Jesucristo para morir

4. por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros,
Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y
que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo
que antes hicimos. El es justo, y solo acepta a los que confían
en Jesús. Ante Dios no tenemos nada de qué estar orgullosos.
Pues Dios nos acepta porque confiamos en Jesucristo, y no por
obedecer la ley de Moisés”.
Al respecto, recordemos a los maestros de la Ley, quienes con su
“sabia terquedad” atacaron constantemente a nuestro Señor
Jesucristo, tildándolo de blasfemo, hereje y de ser el diablo mismo,
llevándolo a la cruz. Lastimosamente múltiples sectas derivadas del
protestantismo atacan igualmente a su cuerpo místico, la Iglesia,
tomando el texto sagrado, armando su propio contexto y
convirtiéndolo en un pretexto para seguirse dividiendo.
Pablo nos advierte en la primera carta a los corintios 1:20-21: “Dios
ha demostrado que la gente de éste mundo es tonta, pues cree
saberlo todo. En realidad no hay tal cosa como sabios, o
expertos en la Biblia, o gente que cree tener todas las
respuestas. Dios es tan sabio que no permitió que la gente de
este mundo lo conociera mediante el conocimiento humano.
En lugar de eso, decidió salvar a los que creyeran en el
mensaje que anunciamos, aún cuando este mensaje parezca
una tontería”.
Dios trasciende la Biblia. Dios es mucho más que una colección de
libros. El dijo: “Busca y Hallarás”. La verdad, más allá de los
corrales doctrinales, la encontramos aceptando a Jesucristo y
permitiendo que el Espíritu Santo more en nosotros y nos guíe en
nuestras oraciones con discernimiento espiritual, ciencia, sabiduría y
entendimiento.
Antes de disponerme a redactarles muchos conceptos y experiencias
resultantes de mi encuentro con Dios, voy a puntualizar en el capítulo
I, algunos asuntos del libro Una Media al Revés.

5. CAPITULO I
MAS ALLA DE LAS RELIGIONES Y SECTAS
DIVIDE Y REINARÁS
En el capítulo XVI, “Más allá de de las religiones y sectas”, hice
muchas menciones sobre costumbres y tradiciones paganas que nos
ponen en riesgo de separarnos del camino del Señor.
Algunas personas me preguntan si cambié de religión y si me volví
“Cristiano” ya que en su sentir, critico severamente a la Iglesia
Católica (aunque menciono diferentes sectas y religiones). Lo primero
que quiero puntualizar es que Católico significa Universal. Es decir, La
Iglesia Católica, es la Iglesia Cristiana Universal instituida por
Jesucristo en la tierra, con Pedro como pilar.
Recordemos el evangelio de Mateo 16:17-19: “!Bendito seas,
Pedro hijo de Jonás! Porque no sabes esto por tu propia
cuenta, sino que te lo enseñó mi Padre que está en el cielo.
Por eso te llamaré Pedro, que quiere decir “piedra”. Sobre
esta piedra construiré mi Iglesia y la muerte no podrá
destruirla. A ti, Pedro, te daré autoridad en el reino de Dios.
Todas las cosas que tú prohíbas aquí en la tierra, desde el
cielo Dios las prohibirá. Y las cosas que tú permitas, también
Dios las permitirá.” Aquí se observa claramente la transmisión de
poder y autoridad.
Pablo como principal misionero del cristianismo, nos advierte una y
otra vez sobre las divisiones que se pueden presentar por la
interpretación a la ley o el seguimiento a doctrinas de hombres.
Veamos:
En la primera carta a los Corintios 1:10-13, nos dice: “Hermanos
míos, yo les ruego de parte de Nuestro Señor Jesucristo, que
se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre
ustedes. Al Contrario, vivan unidos y traten de ponerse de
acuerdo en lo que piensan….Mientras que algunos dicen “Yo
soy seguidor de Pablo”, otros dicen: “Yo no, yo soy seguidor
de Apolo.” Y hay otros que responden: “Pues yo soy seguidor
de pedro, y aún otros dicen: “Yo sigo a Cristo”. ¡Pero no hay
tal cosa como un Cristo dividido!”
En Antioquia –cuna del Cristianismo-, Pablo confrontó a Pedro al
considerar que no estaba bien lo que hacía, pero no por ello
abandonó su Iglesia. Recordemos la carta a los Gálatas 2:14: …”Tú,
que eres judío, has estado viviendo como si no lo fueras. ¿Por
qué, entonces, quieres obligar a los que no son judíos a vivir
como si lo fueran?” Continúa en el versículo 18: “Si yo digo que

6. la Ley no sirve, pero vuelvo a obedecerla, demuestro que
estoy totalmente equivocado. Para la Ley estoy muerto, y lo
estoy por causa de la Ley misma. Sin embargo, ¡Ahora vivo
para Dios!”.
Pudiéramos profundizar mucho más sobre el tema. Sin embargo,
basta mirar citas en Hechos de los Apóstoles, Filipenses, Tito, 1
Pedro, Hebreos, para saber que la Iglesia de Jesucristo en la tierra se
conformó con una jerarquía: Un vicario –Pedro-, obispos, sacerdotes,
diáconos. Preguntémonos por un momento: ¿Aparte de la Iglesia
Cristiana Católica, donde está la base, la historia y la jerarquía de sus
divisiones? Nuestros hermanos llamados protestantes nos dicen que
son la iglesia auténtica y que la iglesia católica es de falsa doctrina.
La pregunta que aquí cabría es: ¿si realmente es la iglesia auténtica,
como es posible que hoy haya más de 600 sectas derivadas de su
reforma? Recordemos que la iglesia católica sigue siendo una sola.
Por mi parte, puedo decir abiertamente que soy cristiano porque creo
en Jesucristo como Dios hecho hombre, soy evangélico porque vivo el
evangelio y lo difundo, soy pentecostal porque creo que el Espíritu
Santo es el paráclito, guía y consolador nuestro y soy católico porque
pertenezco a la iglesia universal que instituyó Jesucristo en la tierra,
creo en la Santísima trinidad y acepto que la Virgen María es la Madre
de Dios y la Madre nuestra. Lo que pasa es que soy del principio que
“antes de mirar la paja en el ojo ajeno, debo mirar primero la
viga que tengo en el mío”.
Para ello, fue necesario despojarme de costumbres, tradiciones y
congregaciones, tomando la decisión de buscar al Señor sin
intermediarios. Luego de escudriñar la Palabra de Dios y las doctrinas
de diferentes religiones y sectas, El Espíritu Santo me ha traído de
regreso a la Iglesia Católica, participando de la Eucaristía y de los
sacramentos. Ahora no me congrego por tradición ni para agradar a
los hombres, sino para adorar, bendecir, glorificar, darle gracias a
Dios y recibir la palabra, el cuerpo y sangre de Jesucristo como mi
alimento espiritual.
Algunos amigos, al notar que había dejado de congregarme, me
decían que yo parecía una rueda suelta, animándome a acercarme a
sus sectas y a olvidarme de la Iglesia Católica. De hecho, un Pastor
Evangélico, quería que yo fundara una nueva Iglesia bajo el nombre:
“Señor Jesucristo, Rey de Reyes”. Pues bien, al enterarse que,
después de mi “retiro espiritual”, he vuelto a congregarme en la
Iglesia Católica, me han reclamado: ―¿cómo es posible que hayas
vuelto? Volver a la Iglesia católica es como dejar las drogas pero
seguir andando con los drogadictos‖. Pero…qué equivocados están
mis queridos amigos.

7. Qué tal que todos los hijos que se encuentren inconformes con la
forma de ser de sus padres ó con las reglas que se establecen en
cada familia, opten por buscar otros padres ú otras familias? La
respuesta no está muy lejos. Eso precisamente es lo que hacen
millones de jóvenes que ingresan a sectas y “estilos de vida”, en las
que se sientan a compartir sus propias desdichas, terminando en las
drogas, la prostitución, el suicidio. ¿sabes de los góticos? de los
emos? de los raperos? de los rockeros? de los sicarios? alguno de tus
hermanos, hijos ó familiares se han marchado de la casa? cómo les
ha ido?
¡No hermano! La solución no es cambiar de Iglesia ni buscar pastores
agradables en sus prédicas y que compartan nuestros puntos de
vista. La solución la llevas dentro de tu corazón. Busca a Dios, no a
los hombres. No critiques ni dividas la única Iglesia de Cristo-.
¡Edifícala!
Les confieso que muchas cosas que anteriormente juzgaba
severamente de la Iglesia Católica –desde la barrera-, hoy las
entiendo con mayor claridad –desde el ruedo-. Es igual a lo que nos
ocurre cuando dejamos de jugar el rol de hijos y nos convertimos en
padres de familia. Empezamos a entender la actuación de nuestros
progenitores, que otrora también juzgábamos.
Si bien es cierto que la Iglesia Católica ha cometido muchos errores
humanos a través de la historia, también lo es que durante todo su
pontificado y especialmente en el Jubileo del 2000, el papa Juan
Pablo II pidió perdón por todos esos errores. Al pedir perdón a la
humanidad incluyendo a indígenas, iglesias cristianas y mujeres, el
“mea culpa” de la Iglesia es absoluto.
El documento completo fue titulado "Memoria y Reconciliación" que
fue escrito por la Comisión Teológica Internacional, sobre el cuál me
referiré brevemente.
Comenzando por la Inquisición, Juan Pablo II se refirió a los "errores
de exceso" y en varias ocasiones ha condenado el uso de "la
intolerancia y hasta la violencia en el servicio de la verdad" de los
inquisidores.
Sobre el Holocausto expresó su pesar por las conciencias
adormecidas de algunos cristianos durante el Nazismo y la
inadecuada "resistencia espiritual" de otros grupos ante la
persecución de los judíos.
Sobre las Cruzadas, caracterizó las expediciones armadas como
errores. Alabó el celo de los cruzados medievales pero afirmó que

8. ahora debíamos "dar gracias a Dios" por el diálogo y no recurrir a las
armas.
Sobre los pueblos nativos pidió disculpas a los africanos por la forma
en la que fueron tratados en los siglos recientes. Pidió perdón por los
excesos de los misioneros y reconoció que los cristianos estuvieron
entre los que destruyeron la forma de vida de los indios.
Sobre el ecumenismo, el Papa habló en varias ocasiones del perdón
mutuo entre las iglesias cristianas separadas. Pidió disculpas "en
nombre de todos los católicos, por los errores ante los no católicos a
lo largo de la historia".
Sobre las mujeres, examinó brevemente la discriminación histórica de
las mujeres, el Papa afirmó que dentro de los responsables se
encontraban "no pocos miembros de la Iglesia", algo que lamentaba
profundamente.
El Papa tuvo similares pronunciamientos sobre la esclavitud y el
racismo, la cercanía con el poder político dictatorial, y hacia teorías
científicas como las de Galileo, que fue condenado por decir que la
Tierra giraba alrededor del sol. Vale abonar que durante la ceremonia
no solo se pronunció el papa Juan Pablo II. Lo hicieron también siete
cardenales, cada uno confesando un pecado de la iglesia.
Estas siete confesiones públicas eran fruto del examen de conciencia
que hizo la Iglesia. No sólo se recuerdan los pecados pasados, sino
también los actuales. “Confesamos con mayor motivo nuestras
responsabilidades de cristianos por los males de hoy: frente al
ateísmo, la indiferencia religiosa, el secularismo, el relativismo ético,
las violaciones del derecho a la vida, el desinterés por la pobreza de
muchos países, no podemos dejar de preguntarnos cuáles son
nuestras responsabilidades‖, dijo el papa.
Al final de la celebración Juan Pablo II explicó el significado de este
gesto: “El Año Santo es tiempo de purificación: La Iglesia es santa
porque Cristo es su Cabeza y Esposo; ahora bien, los hijos de la
Iglesia conocen la experiencia del pecado, cuyas sombras se reflejan
en ella oscureciendo su belleza. No se trata de un juicio sobre la
responsabilidad subjetiva de los hermanos que nos han precedido:
esto es algo que sólo le corresponde a Dios, quien -a diferencia de
nosotros, seres humanos- es capaz de escrutar el corazón y la
mente. El acto que hoy se ha realizado es un reconocimiento sincero
de las culpas cometidas por los hijos de la Iglesia en el pasado
remoto y en el reciente, y una súplica humilde del perdón de Dios.
Esto no dejará de despertar las conciencias, permitiendo que los

9. cristianos entren en el tercer milenio más abiertos a Dios y a su
designio de amor‖.
El gesto histórico de Juan Pablo II no fue sólo una petición de
perdón. Ofreció también el perdón para todos aquellos que han
atacado, perseguido, martirizado a los cristianos, ayer y hoy.
“Mientras pedimos perdón, perdonamos‖, añadió.
Pero el deber de corregir esos errores no es solo de los prelados sino
de todos los miembros de la Iglesia. De qué vale que los dirigentes se
den golpes de pecho, si nosotros seguimos impávidos. Para la
reconciliación debe pedirse perdón pero también se debe perdonar.
Sin embargo, unos a otros nos seguimos criticando por tal o cuál
acto; nos decimos cristianos pero seguimos separados sin
preocuparnos siquiera como es nuestra real relación con Dios –“Ama
a tu prójimo como a ti mismo”-.
Todos nosotros somos parte de la Iglesia que instituyó Jesucristo en
la tierra y por tanto, todos somos responsables de su fortalecimiento.
Como una empresa, la Iglesia tiene dueño, empleados, clientes, y
administradores buenos y malos. Cuando un administrador se
equivoca, se corrige ó se despide, pero no se cierra la empresa. Eso
es lo que no han entendido muchas personas que, al primer
inconformismo, abandonan la empresa y huyen a otra donde
encuentran confort. Dejemos ya de huir y de criticar lo que dejamos
corroer! Dejemos de congregarnos por agradarnos a nosotros
mismos. Hagámoslo por agradar a Dios. El nos guiará para que
ayudemos a corregir los errores de nuestra Iglesia.
Tengamos en cuenta también que los mayores errores que se
cometen en las Iglesias, se debe a personas que adoptan los títulos
sin ejercer la profesión. El hecho de que entremos a un garaje, no
nos hace automóviles. Igualmente, el hecho de entrar a un templo,
no nos hace católicos ó evangélicos. Infortunadamente, la mayoría de
las personas que se congregan, no lo hacen por convicción, sino por
tradición. Creen en Dios pero no hacen lo que a él le agrada. Por lo
tanto, sus desacertadas acciones son las que se anuncian a viva voz
para desacreditar a toda una congregación.
Por un lado, los que asistimos a la Iglesia Católica nos debemos
preguntar. ¿Qué tanto conocemos de la Palabra de Dios? Criticamos a
los cristianos no católicos dizque porque mantienen la Biblia como
desodorante, porque agradecen a Dios por todo, porque le cantan en
las calles, en las Iglesias, porque dejan a la Virgen a un lado, porque
visitan de puerta en puerta los hogares, etc. Muchas familias
Católicas incluso, colocan calcomanías y otros letreros en sus puertas
que dicen: ―somos católicos. No insistan‖. ¿Por qué? Acaso no nos

10. dice Pablo en la carta a los Romanos 15:1: “Nosotros los que sí
sabemos lo que Dios quiere, no debemos pensar sólo lo que es
bueno para nosotros mismos. Mas bien debemos ayudar a los
que todavía no tienen esa seguridad”.
¿Por qué se les cierra la puerta si antes es una oportunidad para
hacerles caer en cuenta de su error? No nos mintamos que mientras
ellos se apoyan -bien o mal- en la Palabra y cumplen un mandato del
Señor: “Id y predicad el evangelio”, los católicos nos apoyamos en
las tradiciones y en lo poco que pescamos entre sueños, distracciones
y hasta ronquidos, durante las tres lecturas dominicales que
escuchamos en la Iglesia, y eso, si vamos a misa.
Aquí viene la pregunta del millón: ¿Has pensado ¿qué tanto conoces
de tu Iglesia y de la Palabra de Dios? si soy cristiano universal, lo
mínimo que debo conocer es el catecismo, la jerarquía de la iglesia y
la Palabra de Dios. Los invito a que hagamos una prueba rápida y
respondamos estas preguntas:
1. Sabes que diferencia a un laico, un diácono, un sacerdote
religioso, un sacerdote diocesano, un obispo, un arzobispo, un
cardenal ó un Papa?
2. Sabes los temas principales de los concilios de Nicea, del Cisma
del siglo XI, y del concilio de Trento?
3. Sabes en qué siglo y por qué razones surgió la reforma
protestante?
4. Sabes de donde salió la oración Magnificat?
5. Sabes por qué los testigos de Jehová dicen que no se pueden
comer alimentos impuros, tales como la sangre de los
animales? En qué pasajes Bíblicos te basarías para sacarlos de
su error?
6. Sabes cuales son los libros que conforman el Pentateuco?
7. Sabes sacar de su error Biblia en mano a un testigo de Jehová
cuando argumenta que Jesús era un profeta más y que por
tanto, era inferior a Dios?
8. Sabes cómo probar que el hombre fue creado por Dios y no
fruto de la evolución del mono?
9. Sabes probarle a los Físicos, Químicos, Biólogos, Astrónomos, y
demás científicos que todos sus hallazgos se encuentran desde
hace miles de años en la Biblia?
10. Qué pruebas hay de que sea Jesús el Mesías y no ningún otro
de los casi cuarenta que desde entonces, se ha venido
proclamando como el auténtico enviado por Dios?
¿Cómo te fue? ¿las contestaste todas? ¿la mitad? Pero eres católico!
Si por la Iglesia Católica llueve, por las sectas protestantes no
escampa. Cuando Juan pablo II les pidió perdón, lo aceptaron?

11. Reconocieron también sus pecados? Hagamos un breve análisis del
origen, tesis, intención y consecuencias de la reforma protestante:
Empecemos por comentar que niegan ser una religión. Veamos
entonces la definición de religión. Según la sociología, la religión es
“un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se
articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el
destino de los seres humanos”. Por su parte, la antropología, dice que
la religión engloba entre otros los siguientes elementos: tradiciones,
culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y
credos, experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones...
De acuerdo a lo anterior, se contradice quien afirma que es cristiano
pero no es religioso ó que cree en Dios, le ora y le canta pero no es
religioso. Las sectas dicen ser no religiosas ya que no siguen las
costumbres de la religión católica. Sin embargo, realizan cultos con
una agenda preestablecida de ritos y oraciones –alabanza, lecturas,
prédica, ofrenda, milagros-.
¡Ahora! Luego de conversaciones con cristianos protestantes, observo
que tampoco tienen un adecuado conocimiento de su historia. Al igual
que los católicos, poco se preocupan por conocer sus raíces. No saben
qué fue lo que realmente los desmembró de la Iglesia Cristiana
Universal. Por ejemplo, uno me dijo ser evangélico pero que no está
de acuerdo con Lutero. Es como decir que es cristiano pero no
comulga con las enseñanzas de Pedro ó Pablo.
Afirman ser de la Iglesia de Cristo pero no comparten el credo que
menciona a una Iglesia santa, católica, apostólica y romana.
Desmenucemos esta afirmación sobre la Iglesia de Cristo. Es Santa
porque tiene a Jesucristo como su salvador, sacerdote y cabeza. Es
católica porque su significado es “universal”. Es decir, está
conformada por todos los seres humanos que aceptamos a Jesucristo
como su salvador, sin importar donde vivamos. Es apostólica porque
Jesucristo la conformó con doce apóstoles que se fueron
multiplicando a través de los tiempos. Quienes vivimos y predicamos
el evangelio, seamos sacerdotes, pastores ó laicos, somos apóstoles
de Jesucristo. Y es romana, porque Pedro inició el cristianismo en
Judea mientras Pablo lo hacía en Antioquía y estos pueblos
pertenecían al imperio romano.
Erróneamente afirman que la Iglesia Católica fue creada por
Constantino, un pagano que introdujo la Idolatría y otros
perversiones a la Iglesia primitiva. Si se devuelven a mi primer libro,
observarán que yo mismo lo escribí porque en ese entonces me limité
a considerar a Constantino como lo que había sido: Un emperador
romano pagano. Si consultaran más a fondo, encontrarían como
encontré yo, que Constantino I el grande, era efectivamente, un

12. emperador romano entre los siglos III y IV pero además de eso, fue
el legalizador de la religión cristiana por el Edicto de Milán en 313
despenalizándola y devolviéndole las propiedades de la Iglesia. Dio
una buena posición social y económica a su organización –hasta
entonces perseguida y esclavizada-, concedió privilegios, apoyando la
construcción de templos y dando preferencia a los cristianos como
colaboradores personales.
Convocó el Primer Concilio de Nicea en 325, para calmar los
desórdenes religiosos y terminar con algunos de los problemas
doctrinales que infectaban la Iglesia de los primeros siglos,
especialmente el arrianismo –hoy, testigos de Jehová-.
Aunque era de origen pagano, fue bautizado cuando ya se encontraba
en su lecho de muerte, buscando ser perdonado por sus pecados.
Constantino fue usado por Dios tal como ocurrió siglos atrás con
Saulo de Tarso –Pablo- y como Ciro en Babilonia. Lo importante aquí
no es qué hacía antes, sino que se convirtió al cristianismo y participó
en su legalización y expansión. Durante su mandato, muchos templos
paganos fueron destruidos por las hordas cristianas. Se prohibieron
prácticas paganas como la haruspicina, la magia y los sacrificios
privados.
En el año 326, Constantino, siguiendo las instrucciones de su madre
Elena, destruye el templo del dios Asclepio en Aigeai de Cilicia y
muchos más de la diosa Afrodita en Jerusalén, en Afka en el Líbano,
en Mambre, Fenicia, Baalbek, etc. Luego, retiró hasta su propia
estatua de los templos paganos. La reparación de estos templos fue
prohibida, y los fondos fueron desviados en favor del clero cristiano.
Se suprimieron las formas ofensivas de adoración, fueran cristianas o
paganas.
Estableció la cruz como símbolo del cristiano, la cuál fue impresa en
los estandartes de su Ejército.
En resumen, Constantino reemplazó el paganismo, legalizando la
religión cristiana en el imperio romano, aboliendo la persecución,
esclavitud, tortura y muerte de sus seguidores.
Ahora veamos las afirmaciones generales que describen las creencias
de los cristianos, independiente de su religión o secta:
Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo
Testamento y el hijo de Dios. Las corrientes principales del
cristianismo aseguramos que es completamente Dios (o divino)
y completamente humano: dos naturalezas en una persona.

13. La Trinidad, esto es, que Dios es un ser único y eterno que
existe como tres personas eternas, distintas e indivisibles:
Padre, Hijo, y el Espíritu Santo.
La salvación, mediante el perdón de los pecados y la victoria
sobre la consecuencia del pecado, la muerte. Esta salvación es
otorgada por la gracia de Dios y fue conseguida por Jesucristo
en su crucifixión y su posterior resurrección, mediante la cual
se obtiene la vida eterna.
La ascención de Jesucristo al cielo, la instauración del Reino de
Dios o del señorío de Jesucristo y su Segunda Venida.
La "Resurrección General", en la cual las personas que han
vivido se levantarán de la muerte al final del tiempo, para ser
juzgadas por Jesucristo.
Jesús, en los evangelios y Pablo en la primera carta a Timoteo nos
advierten sobre la presencia de falsos profetas entre ellos.
Concretamente de sectas que se decían cristianas cuyas disputas se
centran en la divinidad de Jesús, la Trinidad, o ambos. Ejemplos de
esto incluyen a los grupos ebonitas y testigos de Jehová, los cuales
niegan la divinidad de Jesús, así como los grupos docetitas y
gnósticos, que niegan que Cristo haya sido humano, o los arrianos,
quienes rebaten que el Padre y el Hijo sean "un ser".
Si descartamos a estos grupos del cristianismo por ser heréticos,
podemos decir que existía una sola Iglesia que seguía el cristianismo
primitivo de los discípulos de Jesús, la cuál luego de ser legalizada
por Constantino y establecida como religión oficial del imperio
romano bajo Justiniano I (siglo VI); Con el transcurrir de los Siglos,
se dio el desarrollo de antiguas comunidades minoritarias en Persia,
India, y China; y la conversión de varios reinos europeos, hasta
expandirse en todo el globo terráqueo, convirtiéndose en Iglesia
Universal –entiéndase católica-.

14. En el Siglo XI se dio el Gran Cisma donde se separó el cristianismo
ortodoxo de oriente del Catolicismo romano. Luego se presentó la
pérdida del norte de África y el Medio Oriente a manos del Islam.
En el Siglo XVI surge la Reforma Protestante con la publicación por
parte de Martín Lutero de sus 95 tesis en 1517; la expansión del
cristianismo en las Américas, Oceanía, las Filipinas y Corea del Sur; la
división del protestantismo en cientos de denominaciones destacando
últimamente el rápido crecimiento del pentecostalismo y los
evangélicos; además de sectas de reciente surgimiento con la nueva
era.
Centrémonos ahora en la reforma protestante que fue la que dio
origen a las sectas evangélicas y pentecostales. Ya dijimos que ésta
se originó por las tesis de Martín Lutero. Me parece sumamente
importante que los protestantes conozcan su historia. Que es la
misma historia de la iglesia cristiana universal por 16 Siglos, hasta su
separación de ella, hace ya cinco siglos. Por ello, trataré de resumirla,
así:
Martín Lutero, fue un teólogo, fraile católico agustino recoleto y
reformador religioso alemán, vicario de su orden, con once
monasterios a su cargo. Además de sus deberes como profesor,
Martín Lutero sirvió como predicador y confesor en la Iglesia de Santa
María de la ciudad. También predicaba habitualmente en la Iglesia del
Palacio, llamada también "de Todos los Santos", debido a que tenía
una colección de reliquias-entiéndanse imágenes- donde había sido
establecida una fundación por Federico III de Sajonia.
Estudió las Escrituras en profundidad, graduándose como Teólogo y
Doctor en Biblia. Cuando realizó su visita a Roma, tuvo una gran
decepción al percatarse del estado vano y mundano en el cual había
caído la curia romana. En otras palabras, no compartía la manera
como actuaba el Papa León X, para adquirir recursos con la intención
de construir la Basílica de San Pedro. La controversia por las
indulgencias es la real razón por la cuál Lutero se separó de la
Iglesia Católica. Es decir, Lutero compartía toda la doctrina de la
iglesia católica, excepto el tráfico de indulgencias.
En aquella época, cualquier persona podía comprar una indulgencia,
ya fuera para sí misma o para sus parientes muertos que
permanecían en el Purgatorio. El fraile dominico Johann Tetzel había
sido reclutado para viajar por los territorios episcopales de Alberto de
Brandeburgo (Arzobispo de Maguncia) vendiendo indulgencias; con el
dinero obtenido por dicho medio, se esperaba financiar la edificación
de la Basílica de San Pedro en Roma, Italia, y comprar un obispado
para Alberto de Hohenzollern.

15. Lutero vio esto, no solo como un abuso de poder, sino como una
mentira, que no teniendo base en las Escrituras podría confundir a la
gente, llevándola a confiar solamente en la compra de las
indulgencias, dejando de lado la confesión y el arrepentimiento
verdadero. Ojo a este punto. Lutero tenía claro que el cielo no se
compra con dinero, destacando la importancia de la confesión para la
absolución de la culpa, por parte del sacerdote y que la indulgencia –
remisión del castigo- por parte de Dios.
Publicó sus 95 tesis, traducidas rápidamente al alemán y
ampliamente copiadas e impresas. Esas tesis básicamente eran las
razones por las cuales se debía derogar al Papa León X. Al cabo de
dos semanas se habían difundido por toda Alemania y, pasados dos
meses, por toda Europa. Lutero, que antes profesaba obediencia a la
Iglesia y comulgaba con su doctrina, negaba ahora abiertamente la
autoridad papal de León X. Resumiendo esto, Lutero no casó la
pelea contra la Iglesia Católica sino contra un papa en
particular.
Después de hacer caso omiso a Lutero diciendo que era un "borracho
alemán quien escribió las tesis" y afirmando que "cuando esté sobrio,
cambiará de parecer", el Papa León X ordenó en 1518 al profesor
dominico de teología Silvestre Mazzolini investigar el tema. Éste
denunció que Lutero se oponía de manera implícita a la autoridad del
Sumo Pontífice, al mostrar desacuerdo con una de sus bulas, por lo
que declaró a Lutero hereje y escribió una refutación académica de
sus tesis. En ella mantuvo la autoridad sobre la Iglesia y condenó
cada "desviación" como una apostasía. Lutero replicó de igual manera
y se desarrolló una controversia.
Convencido ahora de que la Iglesia había perdido la visión de varias
verdades centrales que el cristianismo enseñaba en las Escrituras.
Lutero empezó a enseñar que ―la salvación es un regalo
exclusivamente de Dios, dado por la gracia a través de Cristo y
recibido solamente por la fe, independiente de las obras que la
persona realizara en su vida terrenal‖. Lutero desconoce mediante
esa afirmación lo que nos dice la Biblia en Mateo 7.16: ―Por los
frutos los conoceréis”. ... Jesús quiso que supiéramos que Él juzgara
a todo hombre por sus obras, o lo que nos dice la carta de Santiago
2:14-20: “―Hermanos en Cristo, ¿de que sirve que algunos de
ustedes digan que son fieles a Dios, si no hacen nada bueno
para demostrarlo? ¡Así no se van a salvar!....Demuéstrame que
es posible ser fiel a Dios sin tener que hacer lo bueno, y yo te
demostraré que soy fiel a Dios por medio del bien que hago.
Tu crees que existe un solo Dios. ¡Muy bien! Pero hasta los
demonios creen en él y tiemblan de miedo. No seas tonto.
Debes aceptar que de nada te sirve decir que eres fiel a Dios y
confiar en él, si no haces lo bueno”.

16. Lutero creía que su principio de interpretación era un punto inicial
esencial en el estudio de las Escrituras. Notó que la falta de claridad
al distinguir la Ley Mosaica de los Evangelios era la causa de la
incorrecta comprensión del Evangelio de Jesús en la Iglesia de su
época, institución a la que responsabilizaba de haber creado y
fomentado muchos errores teológicos fundamentales. Es decir, Se
oponía a los judíos y a aquellos que tomaran al antiguo testamento,
como la guía de su vida. Esto llama la atención si tenemos en cuenta
que los protestantes de hoy, dicen que la Biblia hay que acatarla en
su totalidad, aunque en la práctica toman lo que les conviene del
Antiguo Testamento. Por ejemplo, no apedrean ni matan a nadie por
pecar pero exigen el diezmo como si fueran levitas, invocando a
Malaquías y juzgando que ―quien no diezme, le está robando a Dios‖.
Si Lutero se oponía a los Judíos, ¿cómo es que sus seguidores siguen
algunas de sus prácticas? Acuérdense de la reprensión de Pablo a
Pedro: “El que nace para Cristo, muere para la ley”.
En los tratados de Lutero hay también muchas cosas que son
tergiversadas por los protestantes actuales. Por ejemplo, sobre la
eucaristía, Lutero afirmaba el dogma de la transustanciación, es
decir, la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en la
eucaristía. Hoy las sectas dicen que es solo una representación de
ello.
Sigamos la historia. El 3 de enero de 1521 fue publicada en Roma la
bula papal, por la que León X excomulgaba a Lutero. El emperador
Carlos V inauguró la Dieta imperial de Worms el 22 de enero de 1521
y Lutero fue llamado a renunciar o reafirmar su doctrina y le fue
otorgado un salvoconducto para garantizar su seguridad.
Lutero se presentó ante la Dieta el 16 de abril. Johann Eck, un
asistente del Arzobispo de Tréveris, presentó a Lutero una mesa llena
de copias de sus escritos. Le preguntó a Lutero si los libros eran
suyos y si todavía creía en lo que esas obras enseñaban. Lutero pidió
un tiempo para pensar su respuesta, el cual le fue concedido. Cabe
aquí la pregunta: Si Lutero estaba seguro de sus tesis, ¿Por qué pidió
tiempo para pensar su respuesta? Jesús nunca pidió tiempo y sus
discípulos tampoco lo hicieron. Se sostuvieron en sus enseñanzas a
sabiendas que iban a ser torturados hasta la muerte.
Lutero oró, consultó con sus amigos y mediadores y se presentó ante
la Dieta al día siguiente. Cuando se trató el asunto en la Dieta, el
consejero Eck le pidió a Lutero que respondiera explícitamente:
"Lutero, ¿rechaza sus libros y los errores que en ellos se contiene?", a
lo que Lutero respondió: "Que se me convenza mediante testimonios
de la Escritura y claros argumentos de la razón —porque no le creo ni
al papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han
errado, contradiciéndose a sí mismos— por los textos de la Sagrada

17. Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la
palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada,
porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni
saludable". De acuerdo a la tradición, Lutero entonces dijo estas
palabras: "¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura! ¡Que Dios
me ayude!"
Lutero renunció en ese momento a lo que siempre defendió. Sin
embargo, en su comentario sobre San Juan reconoció que la Biblia
viene de la Iglesia católica apostólica y romana : "Estamos obligados
de admitir a los papistas que ellos tienen la Palabra de Dios, que la
hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún
conocimiento de ésta". Vuelve y juega. Reconoce la autoridad del
papa en general, pero no de uno en particular. Hoy, los
descendientes de su protesta, niegan la autoridad de cualquier papa.
Lutero tradujo la Biblia al alemán para hacerla más accesible a la
gente común y para erosionar la influencia de la jerarquía eclesiástica
y los sacerdotes. La tarea la inició durante su estadía en el castillo de
Wartburg en 1521 e inicialmente sólo incluía el Nuevo Testamento.
Sin embargo, tenía una mala percepción de los libros de Ester,
Hebreos, Santiago, Judas y del Apocalipsis. Llamaba a la epístola de
Santiago una "epístola de paja", encontrando que era muy poco lo
que apuntaba a Cristo y su obra salvadora. También tenía duras
palabras para el Apocalipsis, del que decía que no podía "de ninguna
forma detectar que el Espíritu Santo lo haya producido". Aun así, no
los eliminó de su edición de las Escrituras.
Lutero incluyó como apócrifos aquellos pasajes que, encontrándose
en la Septuaginta griega, no lo estaban en los textos Masoréticos
disponibles en aquel entonces. Estos fueron incluidos en las primeras
traducciones, pero luego omitidos y calificados como "de buena
lectura", pero no como Palabra inspirada por Dios.
La exclusión de estos textos fue adoptada desde un comienzo por casi
todos los evangélicos. Aquí surgen otras preguntas. Si Lutero
realmente estaba haciendo lo correcto y era inspirado por Dios,
¿cómo es que no eliminó de su Biblia los libros que consideraba
heréticos? ¿por qué hoy sus Biblias conservan éstos libros y los
siguen radicalmente? Por qué si estaba inspirado por Dios, volvió a
retirar los libros que había incluído? Esto confirma que Lutero no
estaba tan seguro de lo que hacía. Parecía que daba ―palos de ciego‖.
Ahora veamos la implicación social de su protesta:
La Guerra de los campesinos (1524–25) fue una respuesta de la
prédica de Lutero y otros reformadores. Muchos campesinos creían

18. erróneamente que el ataque de Lutero a la Iglesia y la jerarquía de la
misma significaba que los reformadores les ayudarían en su ataque a
las clases dominantes. Sin embargo, Lutero dependía del apoyo y la
protección de los príncipes y la nobleza y tenía miedo de
indisponerlos en su contra. Parecía que Lutero sufría de la misma
enfermedad del papa –poder y dinero-. Por esta razón, muchos de los
revolucionarios consideraron las palabras de Lutero como una
traición. Otros desistieron al darse cuenta de que no había apoyo ni
de la Iglesia ni de su oponente principal. La guerra en Alemania
terminó en 1525, en la que, en total perecieron entre cien mil y
ciento treinta mil sublevados según diferentes estimaciones.
En los territorios luteranos disminuyó grandemente el poder absoluto
de los reyes. Católicos y protestantes sostuvieron entre sí terribles
guerras religiosas. Un siglo después de las protestas de Lutero, una
revuelta en Bohemia provocó la Guerra de los Treinta Años, un
conflicto entre católicos y protestantes que arrasó gran parte de
Alemania y acabó con la vida de cerca de un tercio de la
población. El resultado inmediato de la guerra, y que sin embargo
iba a perdurar durante cerca de dos siglos, fue la consagración de
una Alemania dividida entre muchos territorios, todos los cuales, a
pesar de su continuidad en la pertenencia al imperio hasta la formal
disolución de éste en 1806, tenían soberanía de facto. Se ha
especulado que esta debilidad fue una de las causas subyacentes al
posterior militarismo alemán. No solo se dividió la religión, sino que
se dividieron sus pueblos. Vuelve y juega: ¡Divide y reinarás, dice
Satanás!.
Pero, ¿cuál fue el detonante? Los bohemios eligieron como su líder a
Federico V del Palatinado, (sucesor de Federico IV, que había sido
creador de la Liga de la Unión Evangélica). Cuando Fernando II envió
a dos consejeros católicos, (Martinitz y Slavata) y sus
representantes al castillo de Hradcany en Praga en mayo de 1618,
para preparar el camino a su llegada, los calvinistas de Bohemia los
secuestraron y los arrojaron por una ventana del palacio. Los dos
dignatarios y el escriba que fueron arrojados cayeron sobre un
montón de estiércol y no sufrieron lesiones importantes. ¿Eran estos
los comportamientos de un buen cristiano?
Por otra parte, las opiniones de Lutero sobre los judíos han sido
descritas como antisemitismo racial o religioso o como antijudaísmo.
En los inicios de su carrera pensaba que los judíos no habían creído
en Jesús a causa de los errores de los cristianos y de la proclamación
de lo que para él era un evangelio impuro. Sugería que responderían
favorablemente al mensaje evangélico si se les presentaba de la
forma adecuada. Cuando descubrió que no era así, atacó con furia a
los judíos.

19. En su Von den Juden und ihren Lügen (Sobre los judíos y sus
mentiras), publicado en 1543, escribió que debían realizarse contra
los judíos acciones como quemar las sinagogas, destruir sus libros de
oración, prohibir predicar a los rabinos, “aplastar y destruir‖ sus
casas, incautarse sus propiedades, confiscar su dinero y obligar a
esos “gusanos venenosos‖ a realizar trabajos forzados o expulsarlos
“para siempre‖. Según la opinión del Dr. Robert Michael, parece que
Lutero también aprobaba el asesinato de judíos. Sus palabras no eran
precisamente las de un hombre de fe. Claramente se nota el odio en
sus comentarios.
Para el historiador británico Paul Johnson, Sobre los judíos y sus
mentiras es el “primer trabajo del antisemitismo moderno y un paso
de gigante en el camino hacia el holocausto‖. Cuatro siglos después
de haber sido escritos, los nazis citaron los ensayos de Lutero para
justificar la Solución Final. Lo innegable es que fueron millones los
Judíos sacrificados en los campos de concentración nazi. La
Iglesia Católica pidió perdón por su silencio ante el holocausto. ¿Lo
han hecho los protestantes por provocarla?
Para terminar esta breve revisión, veamos algunos comentarios de
Lutero, en los que reconoce los efectos negativos de la Reforma de
parte de aquellos que la entendieron mal. Veamos apartes de algunos
de sus escritos:
¿Quién se habría puesto a predicar, si hubiéramos previsto que de
ello resultarían tantos males, sediciones, escándalos, blasfemias,
ingratitudes y perversidades? Pero ya que estamos en ello, hay que
tener contra la mala fortuna buen ánimo‖.
Los hechos de Lutero (, t. I, p. 74)
Y anuncia sus frutos: "Este no escuchará del bautismo, aquél niega el
sacramento, el otro pone un mundo de diferencia entre éste y el
último día: Algunos enseñan que Cristo no es Dios, otros enseñan
esto y aquellos lo otro: existen tantas sectas y credos como hay
cabezas. Ningún patán es tan rudo como cuando tiene sueños y
fantasías, cree haber sido inspirado por el Espíritu Santo y ser un
profeta."
(De Wette III, 61. Citado en O’Hare, Los hechos de Lutero, 208.)
"Hombres de alcurnia, ciudadanos, campesinos, todas las clases
entienden el Evangelio mejor que yo o San Pablo; ahora son sabios y
se piensan más educados que todos los ministros."
(Walch XIV, 1360. Dicho en O’Hare, Ibíd. , 209.)

20. «Con esta doctrina, cuanto más se avanza, peor se torna el mundo;
es la obra y el trabajo de este diablo maldito. Bastante se ve cómo el
pueblo es ahora más avaro, más cruel, más impúdico, más
desvergonzado y peor de lo que era bajo el papismo»
(Cfr. WA, t. I, p. 14).
«Nosotros, los alemanes, pecamos y somos esclavos del pecado,
vivimos en los placeres carnales y nos arrojamos a la libertad con el
corazón alegre hasta las orejas. Queremos obrar a nuestra manera,
servir los intereses del diablo y ser libres de hacer únicamente lo que
nos place... Estamos muy contentos de habernos desembarazado del
Papa, de los oficiales y de las otras leyes, pero de saber cómo debe
servirse a Cristo y librarse de los pecados nadie se preocupa»
(Cfr. WA, t. XLVIII, p. 389).
Si eso pensaba cuando la reforma protestante apenas comenzaba,
imagínense cómo se revolcará ahora que hay más de 600 sectas
acéfalas, creadas cada que alguien le da una interpretación diferente
a las escrituras, además de los millones de muertes humanas
generadas al cabo de los siglos, como consecuencia de su reforma?
Recuerden la propuesta que me hizo otrora un pastor protestante
acerca de que creara una nueva Iglesia con el nombre de Señor
Jesucristo, Rey de reyes y que no aceptara en ella ni enfermos ni
desempleados ya que no eran bendecidos por Dios. ¿qué habrá más
absurdo que eso? Cuando no conocemos la historia, corremos el
riesgo de repetirla.
Después de todo, creo que también les viene bien una reflexión,
reconocimiento, confesión y arrepentimiento por sus pecados pasados
y presentes.
Después de este breve paso por la historia, retomemos las
inquietudes de los lectores de Una Media al Revés y de otras
tantas, fruto de los grupos de oración.
Antes de escribir estos párrafos, una persona que asistió al grupo de
oración me preguntó que si una persona que cree en Dios, que reza
el Padre Nuestro y el Rosario todos los días, va a ganar la vida
eterna, aunque no vaya a misa, no lea la Biblia ó no participe de los
sacramentos. Sólo le respondí que los mandamientos de Dios van
mucho más allá de rezar. La invité a revisar los mandamientos, las
cartas de Pablo y la epístola de Santiago en la que se nos ilustra
cómo debe vivir un verdadero Cristiano. Su cara cambió desde el
primer renglón de Hebreos 13: “Ámense siempre los unos a los
otros, como hermanos en Cristo”. Eso implica amar a mis
enemigos, perdonar, compartir, a no pecar de pensamiento, palabra,

21. obra u omisión. Qué difícil. Pero…Somos Cristianos. “No se olviden
de recibir bien a la gente que llegue a sus casas”. Pero
respondemos: “Somos católicos. No insista”. En otras palabras,
estamos contradiciéndonos: Le creemos a Dios pero no seguimos su
mandato.
Pasemos al asunto de las oraciones.
Como un guerrero de Dios y utilizando los dones que me ha regalado
el Espíritu Santo, he podido discernir muchas cosas que antes
cuestionaba desde mi punto de vista humano. Por ejemplo, he escrito
que a Dios no le gusta que repitamos como loros muchas oraciones,
como lo hacen quienes no lo conocen verdaderamente (Mateo 6:6-8).
Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos utilizar oraciones
escritas por los reyes, profetas, apóstoles y teólogos, quienes a
través de la experiencia acumulada durante siglos, saben que esas
oraciones tienen poder. Para citar un ejemplo, si durante una
liberación yo le ordeno a un espíritu inmundo que se retire, me puede
hacer mucho daño, pero si lo hago en el nombre de Jesucristo ó del
Espíritu Santo, obedece ya que no soy yo sino Dios quien libera y
sana, utilizándome a mí como su instrumento.
Imagínense a las personas que se les dificulta hablar hasta para dar
un recado. Con mayor razón se les dificulta usar sus propias palabras
para orarle a Dios y es allí donde cobran valor las oraciones escritas
por otras personas y que expresan una gratitud ó una petición con la
cuál se identifica el individuo. Lo importante es que no se usen esas
oraciones como colecciones de poesías bonitas y repetirlas como
loros. Hay que decirlas de corazón para que sean escuchadas por
Dios.
Referente a las medallas, camándulas, Vírgenes y Santos de moda.
Es muy delgado el hilo que separa la devoción del fanatismo. No
critico que una persona use un escapulario ó cualquier otra reliquia.
Lo que no es correcto es que pongan toda su fe en el objeto y no en
el sujeto. Que crean más en la medalla que en el poder de Dios. Hay
mucha gente que se siente desprotegida si deja su reliquia en la casa,
dejando de lado que el nombre de Nuestro Señor Jesucristo es el
escudo que nos protege del mal y del maligno. Aquí vemos grandes
fallas en la catequesis.
Igual ocurre con el Santo Rosario. De nada sirve que una persona
repita cincuenta veces el ave María, si lo hace como un loro y sin
saber lo que está repitiendo. Creo que todos hemos escuchado en las
casas algo así: ―Dios te salve María…Mija! Vaya a ver si el arróz ya
secó…llena eres de gracia…callate culicagado ó te doy una pela….el
Señor es contigo…‖. La palabra Rosario viene de ramo de rosas.

22. Pensemos que cada que oramos un ave María, es como si le
regaláramos una rosa a la Virgen.
A propósito, mi entrega al Señor y mi testimonio sobre su grandeza,
hizo que en el libro anterior dejara de lado a la Virgen María. Incluso
algunos me preguntan que si es que no creo en ella. Claro que creo
en ella. De lo contrario no creería en las Sagradas Escrituras de que
Jesucristo nació de ella por obra y gracia del Espíritu Santo y que
desde la cruz nos la presentó como Madre nuestra a todos sus
descendientes.
La majestuosidad de María se aprecia claramente en Apocalipsis
12:1-2: “Luego se vio en el cielo algo muy grande y misterioso:
Apareció una mujer envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de
sus pies, y llevaba en la cabeza una corona con doce estrellas.
La mujer estaba embarazada y daba gritos de dolor, pues
estaba a punto de tener a su hijo”.
Sobre nuestra descendencia de ella, apreciamos en Apocalipsis
12:13-17 “Cuando el dragón se dio cuenta de que había sido
lanzado a la tierra, empezó a seguir a la mujer que había
tenido a su hijo. Pero Dios le dio a la mujer dos grandes alas
de águila para que escapara volando, lejos del dragón,
[]…Entonces el dragón se enojó mucho con la mujer, y fue a
pelear contra el resto de sus descendientes, es decir, contra
los que obedecen los mandamientos de Dios y siguen
confiando en el mensaje de Jesús”.
La Iglesia Católica tiene claro que sólo se adora a Dios y por tanto, no
debemos tener dioses aparte de Él. Que debemos seguir a María
como ejemplo de pureza, obediencia y humildad, y como una criatura
llena de gracia –sin mancha- que fue escogida por el mismo Dios
como Madre de su Hijo encarnado. Debemos amarla y respetarla.
Qué puede haber de malo ante los ojos del Señor en orarle a la
Virgen María, a los ángeles ó a los Santos pidiéndoles intercesión ó
ayuda? Lo malo sería cambiar la fe en el Señor por la del Santo X ó Y.
Recuerden cuando Jesús escuchó la intercesión de María en las bodas
de Caná, convirtiendo el agua en vino. Para no ir muy lejos, recuerde
en su vida personal que cuando su papá no le daba permiso ó no le
concedía un capricho, hay mismo usted acudía a su mamá como
intercesora y terminaba yendo a donde quería ó comprando el antojo
que tenía.
Otro detalle importante que no voy a dejar pasar por alto. Los no
católicos tratan a Maria como a una mujer cualquiera. Dicen que es
un ser humano como tú o yo que simplemente tuvo la misión de
tener un hijo. ¿Acaso tú o yo, bajamos del cielo, envueltos en el sol,
con la luna bajo los pies y una corona con doce estrellas en nuestra

23. cabeza? En su afán de menospreciarla y vituperarla, se aprenden de
memoria a Mateo 12:46-50 y 13:55-56, Marcos 3:31-35y 6:3, Lucas
4:22 y 8;19-21, Juan 2:12 y 7:3-10, donde se da a conocer la visita
de María y los hermanos de Jesús, incluso con nombres propios: José,
Simón, Santiago y Judas, dando la interpretación errónea de que
María dejó de ser Virgen ya que tuvo otros hijos. ¡Nada más
equivocado que esa aseveración! Observe que en ninguna cita
menciona a los hijos de María, sino a los hermanos de Jesús.
Aquí les aplica lo que bien les dijo Jesucristo a los escribas y fariseos:
“Esta gente, por más que escuche, nunca entenderá; y por
más que mire, nunca verá. Pues no aprende ni piensa, sino
que cierra los ojos para no ver, y se tapa los oídos para no oír.
Si hiciera lo contrario, entendería mi mensaje, cambiaría su
manera de vivir, ¡y yo la salvaría!” mateo 13:14-15
Si vieran más allá de sus narices, si despejaran sus mentes y se
atrevieran a consultar un poco más sobre la vida de nuestros
antepasados, encontrarían que los evangelios apócrifos fueron
escritos en los primeros siglos del cristianismo y cuentan historias
relativas a Jesús, María y José; que contienen episodios omitidos en
los textos canónicos y que han servido de inspiración para la
celebración de la natividad y otras fiestas religiosas.
Cabe comentar que el término apócrifo no indicaba en sus orígenes
falsedad sino misterio. Se refiere a libros que no están incluidos en
el canon de la Biblia, pese a estar atribuidos a autores sagrados y que
simplemente no fueron aceptados por la ortodoxia católica, porque
muchos de ellos no tienen un estilo evangélico, además de otras
razones doctrinales. Sorprende que nuestros abuelos y los clérigos
conocen muchas de sus narrativas. ¿Porque las nuevas generaciones
no? Sencillo! Porque no amamos a la Iglesia como ellos, ni nos
interesamos por su historia. A nuestros antepasados los llamamos
rezanderos ó camanduleros.
Revisemos entonces un poco del Protoevangelio de Santiago y de la
Historia Copta de José El Carpintero:
María nació de Ana, una mujer estéril que le pidió a Dios su bendición
para tener un hijo al igual que lo hizo con Sara, esposa de Abraham.
A ella se le presentó el Ángel del Señor y le dijo: “Ana, Ana, el
Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás, y
parirás, y se hablará de tu progenitura en toda la tierra. Y Ana
dijo: Tan cierto como el Señor, mi Dios, vive, si yo doy a luz un
hijo, sea varón, sea hembra, lo llevaré como ofrenda al Señor,
mi Dios, y permanecerá a su servicio todos los días de su
vida”.

24. Empecemos aclarando entonces que no es una persona como tú o yo.
No nació fruto de una relación sexual sino directamente de la mano
de Dios. Tal como ocurrió con Isaac, Juan el Bautista y Jesucristo
¡Una gran diferencia!
Cuando María cumplió un año y fue presentada a los sacerdotes,
estos la bendijeron diciendo: “Dios de nuestros padres, bendice a
esta niña, y dale un nombre que se repita siglos y siglos, a
través de las generaciones. Y el pueblo dijo: Así sea, así sea. Y
Joaquín la presentó a los príncipes de los sacerdotes, y ellos la
bendijeron, diciendo: Dios de las alturas, dirige tu mirada a
esta niña, y dale una bendición suprema”. ¡Otra gran diferencia!
El nombre de María se repite por los siglos de los siglos y obtuvo la
bendición suprema de Dios. Vaya a Lucas 1:46-48 y verá lo que María
le dice a Isabel: ―Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra
mi espíritu en Dios mi salvador! Porque se ha fijado en la humillación
de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones porque el Todopoderoso ha hecho grandes obras por
mí!.
Por estas razones la iglesia católica honra a María. Honrar es muy
distinto a adorar. Honrar significa felicitar, enaltecer, dar importancia,
respetar. Dios estableció como un mandamiento, “honrar a Padre y
Madre”. ¿Si yo le llevo flores, beso y le pido consejos y ayuda a mi
Madre, la estoy adorando? No! La estoy honrando. Así como la gente
lleva flores a los cementerios para adornar las tumbas de sus seres
queridos, así también nosotros llevamos flores a la Virgen, adornando
su representación. No es al bulto a quien honramos, es a la Virgen.
Sólo las mentes cerradas no pueden entender eso.
Sigamos con María. Desde sus tres años fue consagrada al servicio
del templo –otra gran diferencia- y al cumplir los 12 años, los
sacerdotes se congregaron, y dijeron: “He aquí que María ha
llegado a la edad de doce años en el templo del Señor. ¿Qué
medida tomaremos con ella, para que no mancille el
santuario? Y dijeron al Gran Sacerdote: Tú, que estás
encargado del altar, entra y ruega por María, y hagamos lo que
te revele el Señor”.
“Y el Gran Sacerdote, poniéndose su traje de doce
campanillas, entró en el Santo de los Santos, y rogó por María.
Y he aquí que un ángel del Señor se le apareció, diciéndole:
Zacarías, Zacarías, sal y reúne a todos los viudos del pueblo, y
que éstos vengan cada cual con una vara, y aquel a quien el
Señor envíe un prodigio, de aquel será María la esposa. Y los
heraldos salieron, y recorrieron todo el país de Judea, y la
trompeta del Señor resonó, y todos los viudos acudieron a su
llamada”.

25. La Historia Copta de José el Carpintero, nos narra su vida y muerte,
según a cómo se lo refirió Jesús a sus apóstoles en el monte de los
Olivos. Los mismos apóstoles escribieron sus palabras y las
depositaron en la Biblioteca de Jerusalén. Dice: “Había un hombre
llamado José, natural de la villa de Bethlehem, la de los judíos,
que es la villa del rey David. Era muy instruido en la sabiduría
y en el arte de la construcción. Este hombre llamado José
desposó a una mujer en la unión de un santo matrimonio, y le
dio hijos e hijas: cuatro varones y dos hembras. He aquí sus
nombres: Judá, Josetos, Jacobo y Simeón. Los nombres de las
muchachas eran Lisia y Lidia. Y la mujer de José murió, según
ley de todo nacido, dejando a su hijo Jacobo de corta edad. Y
José, varón justo, glorificaba a Dios en todas sus obras. E iba
fuera de su villa natal a ejercer el oficio de carpintero, con dos
de sus hijos, porque vivían del trabajo de sus manos, según la
ley de Moisés. Y este hombre justo de que hablo es mi padre
carnal, a quien mi madre María fue unida como esposa”.
Sigue en el protoevangelio de Santiago: “Y José, abandonando sus
herramientas, salió para juntarse a los demás viudos, y, todos
congregados, fueron a encontrar al Gran Sacerdote. Este tomó
las varas de cada cual, penetró en el templo, y oró. Y, cuando
hubo terminado su plegaria, volvió a tomar las varas, salió, se
las devolvió a sus dueños respectivos, y no notó en ellas
prodigio alguno. Y José tomó la última, y he aquí que una
paloma salió de ella, y voló sobre la cabeza del viudo. Y el
Gran Sacerdote dijo a José: Tú eres el designado por la suerte,
para tomar bajo tu guarda a la Virgen del Señor”.
¿Has notado que en las imágenes de San José, lo muestran sujetando
una vara florecida? ¿Has escuchado que a José se le floreció la varita?
Lo comprendes ahora? ¿Comprendes ahora porque no se habla de los
otros hijos de María, sino de los hermanos de Jesús?
“Mas José se negaba a ello, diciendo: Soy viejo, y tengo hijos,
al paso que ella es una niña. No quisiera servir de irrisión a los
hijos de Israel. Y el Gran Sacerdote respondió a José: Teme al
Señor tu Dios, y recuerda lo que hizo con Dathan, Abiron y
Coré, y cómo, entreabierta la tierra, los sumió en sus
entrañas, a causa de su desobediencia. Teme, José, que no
ocurra lo mismo en tu casa”.
Y José, lleno de temor, recibió a María bajo su guarda,
diciéndole: He aquí que te he recibido del templo del Señor, y
que te dejo en mi hogar. Ahora voy a trabajar en mis
construcciones, y después volveré cerca de ti. Entretanto, el
Señor te protegerá”.

26. Entiendes ahora que José no era un quinceañero sino un anciano,
viudo, con hijos, algunos de los cuales se llamaban José –Joseto-,
Santiago –Jacobo-, Simón –Simeón- y Judas –Judá-? Que al ser José
padre putativo de Jesús, Los hijos de él, se convierten
automáticamente en hermanos de éste. Abre tus ojos y tus oídos.
“Busca y hallarás”.
En los evangelios sinópticos que vemos en la Biblia, se describen
muchos detalles del embarazo de María, nacimiento y vida de Jesús
pero faltan otros muy importantes: A los 14 años, María bajo la
custodia de José, se dedicaba a hilar el velo para el templo del Señor.
Un día, “María tomó su cántaro, y salió para llenarlo de agua. Y
he aquí que se oyó una voz, que decía: Salve, María, llena eres
de gracia. El Señor es contigo, y bendita eres entre todas las
mujeres. Y ella miró en torno suyo, a derecha e izquierda, para
ver de dónde venía la voz. Y, toda temblorosa, regresó a su
casa, dejó el cántaro, y, tomando la púrpura, se sentó, y se
puso a hilar.
“Y he aquí que un ángel del Señor se le apareció, diciéndole:
No temas, Maria, porque has encontrado gracia ante el Dueño
de todas las cosas, y concebirás su Verbo. Y María, vacilante,
respondió: Si debo concebir al Dios vivo, ¿daré a luz como
toda mujer da?”
“Y el ángel del Señor dijo: No será así, María, porque la virtud
del Señor te cubrirá con su sombra, y el ser santo que de ti
nacerá se llamará Hijo del Altísimo. Y le darás el nombre de
Jesús, porque librará a su pueblo de sus pecados. Y María dijo:
He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.
Cuando el Ángel del Señor le ratifica a María que no dará a luz como
toda mujer, hace otra gran diferencia frente a los demás seres
humanos. María daría a luz sin perder su virginidad. Como decía el
catecismo del padre Astete: “Como el rayo del sol pasa por un cristal,
sin romperlo ni empañarlo”. Esto lo veremos más adelante.
Ya conocemos los pasajes Bíblicos sobre la visitación, el encuentro de
María con José, su confrontación con el Ángel y su viaje hacia Belén.
Pasemos entonces al momento del parto.
José, desesperado ante el inminente alumbramiento en la gruta de
Belén, salió a buscar ayuda “Y he aquí que una mujer descendió
de la montaña, y me preguntó: ¿Dónde vas? Y yo repuse: En
busca de una partera judía. Y ella me interrogó: ¿Eres de la
raza de Israel? Y yo le contesté: Sí. Y ella replicó: ¿Quién es la
mujer que pare en la gruta? Y yo le dije: Es mi desposada. Y
ella me dijo: ¿No es tu esposa? Y yo le dije: Es María, educada

27. en el templo del Señor, y que se me dio por mujer, pero sin
serlo, pues ha concebido del Espíritu Santo. Y la partera le
dijo: ¿Es verdad lo que me cuentas? Y José le dijo: Ven a verlo.
Y la partera siguió”.
“Y llegaron al lugar en que estaba la gruta, y he aquí que una
nube luminosa la cubría. Y la partera exclamó: Mi alma ha sido
exaltada en este día, porque mis ojos han visto prodigios
anunciadores de que un Salvador le ha nacido a Israel. Y la
nube se retiró en seguida de la gruta, y apareció en ella una
luz tan grande, que nuestros ojos no podían soportarla. Y esta
luz disminuyó poco a poco, hasta que el niño apareció, y tomó
el pecho de su madre María. Y la partera exclamó: Gran día es
hoy para mí, porque he visto un espectáculo nuevo”.
“Y la partera salió de la gruta, y encontró a Salomé, y le dijo:
Salomé, Salomé, voy a contarte la maravilla extraordinaria,
presenciada por mí, de una virgen que ha parido de un modo
contrario a la naturaleza. Y Salomé repuso: Por la vida del
Señor mi Dios, que, si no pongo mi dedo en su vientre, y lo
escruto, no creeré que una virgen haya parido”.
“Y la comadrona entró, y dijo a María: Disponte a dejar que
ésta haga algo contigo, porque no es un debate insignificante
el que ambas hemos entablado a cuenta tuya. Y Salomé, firme
en verificar su comprobación, puso su dedo en el vientre de
María, después de lo cual lanzó un alarido, exclamando:
Castigada es mi incredulidad impía, porque he tentado al Dios
viviente, y he aquí que mi mano es consumida por el fuego, y
de mí se separa”.
“Y se arrodilló ante el Señor, diciendo: ¡Oh Dios de mis padres,
acuérdate de que pertenezco a la raza de Abraham, de Isaac y
de Jacob! No me des en espectáculo a los hijos de Israel, y
devuélveme a mis pobres, porque bien sabes, Señor, que en tu
nombre les prestaba mis cuidados, y que mi salario lo recibía
de ti”.
“Y he aquí que un ángel del Señor se le apareció, diciendo:
Salomé, Salomé, el Señor ha atendido tu súplica. Aproxímate
al niño, tómalo en tus brazos, y él será para ti salud y alegría”.
“Y Salomé se acercó al recién nacido, y lo incorporó, diciendo:
Quiero prosternarme ante él, porque un gran rey ha nacido
para Israel. E inmediatamente fue curada, y salió justificada
de la gruta. Y se dejó oír una voz, que decía: Salomé, Salomé,
no publiques los prodigios que has visto, antes de que el niño
haya entrado en Jerusalén”.

28. Ahora entiendes por qué Maria fue Virgen antes, durante y después
del nacimiento de Jesús?
Si quieren conocer más detalles de la historia de Maria, les
recomiendo leer el protoevangelio de Santiago –conocido también
como Santiago el Justo ó Jacobo, hermano de Jesús- (no está
impreso en la Biblia). Narra hechos anteriores al nacimiento de Jesús
y no fue tomado como evangelio porque es más la biografía de un
santo, centrada en María, que un evangelio propiamente dicho. Sin
embargo, es el modelo y el más antiguo apócrifo de la Natividad.
También Les recomiendo revisar la Historia Copta de José El
Carpintero –otro evangelio apócrifo que reposa en la biblioteca de
Jerusalén-.
Después de éste paréntesis sobre la vida y honra de María,
retomemos el tema de la intercesión.
Dios nos escucha nuestras súplicas. Jesucristo dijo: “Yo soy el
camino, la verdad y la vida y sólo se llega al Padre por mí”
(Juan 14:6). Es clarísimo que quien no acepta al Hijo, no acepta al
Padre y por tanto, no se salvará. Sin embargo, Pablo en sus cartas
les pide a sus discípulos que oren por él. En las liberaciones le
pedimos a Dios que ayude a otra persona. Entonces, si tenemos una
Madre en el cielo por que no podemos pedirle que interceda por
nosotros, así como nosotros intercedemos por la liberación de otra
persona? No tendrá María más privilegios como intercesora que
nosotros?
Hablemos ahora sobre milagros, apariciones e imágenes.
Sobre este tema, también debo reconocer que escribí con ligereza en
Una Media al Revés. Dije que si Dios aborrece las imágenes, cómo
iba a manifestarse a través de ellas. Con la experiencia he aprendido
que Dios se nos manifiesta de muchas maneras y una de ellas es a
través de imágenes suyas y de la Santísima Virgen María. La razón es
muy sencilla; Se nos presentaría el Señor como una araña o como
una cucaracha? Claro que no. Así no sabríamos que es Él. Para que lo
sepamos, se nos presenta con la imagen que nos hemos hecho de él
ó con la imagen que tenemos de la Santísima Virgen María.
Confieso que yo era muy escéptico de las apariciones. Hoy, gracias a
Dios y a la Virgen María, he podido vivenciar muchas manifestaciones
sobrenaturales de su presencia en la Iglesia y en Santuarios como es
el caso del Alto de la Virgen, en Guarne, Antioquia, en la Basílica del
Señor de los Milagros, en Buga y en el Santuario del Jordán, en
Pereira.

29. Ratifico mi énfasis en que no es lo mismo tener una imagen que nos
recuerde al Señor, a un Santo ó a la Virgen María, que adorar la
imagen y postrarse ante ella como si la estatua fuera él ó ella. Hoy
también debo corregir este concepto. Pienso que es razonable que la
Iglesia afirme que así como nosotros recordamos con amor a
nuestros seres queridos y guardamos con aprecio sus fotografías, no
hay nada de malo en guardar estampitas, imágenes en madera ó
yeso representativas del Señor, de un Santo ó de la Santísima Virgen,
si somos conscientes de que es a Dios, a los Santos ó a la Virgen a
quien nos dirigimos y no al bulto de yeso.
Veamos el primer mandamiento según el Éxodo 20:3-5: “No tengan
otros dioses aparte de mí. No hagan ídolos ni imágenes de
nada que esté en el cielo, en la tierra o en lo profundo del mar.
No se arrodillen ante ellos ni hagan cultos en su honor”. La
advertencia y el énfasis que nos hacen las Sagradas Escrituras es que
no caigamos en la idolatría de los pueblos paganos del tiempo de los
profetas para quienes cualquier palo era Dios y de hecho, había
dioses con nombre propio –astarté, chemos, moloch, baalzebú-. Ellos
adoraban a lo creado y no al creador y les ofrecían sacrificios
humanos. No podemos pensar que por tener una artesanía de un
caballo o una paloma en la sala, ya sea un altar al dios caballo o a la
diosa pájara, o que por tener la foto de un ser querido, ya sea un
altar a la diosa abuela. Igualmente, el hecho de tener una escultura
religiosa no implica tener otros dioses. Significa una representación
artística de alguien a quien respetamos por su santidad.
Pero, infortunadamente hay una gran ignorancia por parte de muchos
feligreses –a veces, bajo la complicidad de la Iglesia- que fijan la fe
en las reliquias y estatuas en lugar de colocarla en Dios. Y créanme
que esto es bien aprovechado por los no católicos para vituperar a
nuestra Iglesia. A propósito; Sin son tan radicales, no deberían tener
imágenes ó cuadros de paisajes, esculturas, afiches de artistas ni de
futbolistas pues todas son imágenes de cosas que están en la tierra.
Solo existiría el arte abstracto. Puedo asegurar que nuestros
hermanos no católicos también guardan fotos, artesanías, adornan
sus casas, disfrutan del fútbol y se emocionan cuando gana su
equipo.
También he sido testigo del poder de muchos elementos y símbolos
sacramentales. He visto el sufrimiento de espíritus demoníacos, de
brujería y hechicería al ser tocados con agua, sal, aceite ó vino
exorcizados. He escuchado los gritos de dolor de las brujas al
quemarse con estos elementos, así como también al acercar en los
cuerpos de sus víctimas la medalla de San Benito ó un Crucifijo
bendecido.

30. Sin embargo, también he visto a muchas personas, unas poseídas y
otras influenciadas por espíritus de la oscuridad, portando medallas,
camándulas, oraciones y escapularios. En este caso es cuando me
refiero a tener amuletos. Mucha gente cree que con portarlas ya
están protegidas ó salvadas. Otros creen que su casa estará libre del
mal, con sólo abrir su Biblia en el salmo 91, en la sala de su casa. Lo
único que nos protege y nos salva del maligno es la auténtica fe en
Dios Padre Yahvé, en Dios Hijo redentor del mundo y en Dios Espíritu
Santo Paráclito. La Biblia sólo sirve si la usamos como lo que es.
Nuestra carta de navegación. Nuestro manual de instrucciones para
llegar a puerto seguro.
Toda liberación se realiza en el nombre de Dios, uno y trino. Los
espíritus inmundos sienten especial temor por la Sangre de Jesucristo
y el Fuego del Espíritu Santo. También notamos su temor al invocar
la ayuda de la Virgen María, Rosa Mística, Madre de Jesús y Madre
nuestra, de San Miguel, San Rafael ó San Gabriel. No podemos
desconocer el nexo de la Virgen María con la Santísima trinidad.
Maria es Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo y
que escrito está, que también es enemiga de la serpiente.
Mis amigos no católicos me dicen que usar sacramentales ó pedir
ayuda a los santos ó a la Virgen es como poner en duda el poder de
Dios. No es así. Dios nos proporciona los instrumentos necesarios
para cumplir su propósito. Tan útil es un santo ó un ángel en una
guerra espiritual como lo es un médico para aliviar las dolencias
físicas. Apuesto a que los no católicos también van al médico y toman
medicamentos.
Otro aspecto a tener en cuenta, es llevar una vida con propósito.
Cuando compramos un electrodoméstico, lo primero que hacemos es
ver las instrucciones para su adecuado funcionamiento. Pero, qué
pasa con nuestro funcionamiento? Dónde está escrito? Pues en las
Sagradas Escrituras. Léelas y sabrás la razón por la cuál fuiste creado
y el propósito que tiene Dios con tu vida. No naciste para recibir
honores ni glorias. No naciste para enriquecerte. Naciste para servirle
al Señor y a tus semejantes. “Pidan a Dios, y él les dará. Hablen
con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los
atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide,
encuentra lo que busca y, si llama, es atendido”. Mateo 7:7-8.
Luego de escribir el libro Una Media al Revés, he encontrado un
excelente grupo de personas escogidas por Dios para ayudar a los
demás a librarse de las influencias del maligno. Es maravilloso ver
como Dios a cada uno nos da Dones del Espíritu Santo diferentes y
luego nos une como una sola Iglesia para cumplir con una misión
encomendada en las Sagradas Escrituras: “Los que confíen en mí y
usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán

31. expulsar demonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños;
podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les
pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los
sanarán.” Marcos 16:17-18.
Jamás terminaría de escribir sobre las maravillas del Señor. Sin
embargo, considero muy importante adicionar algunos testimonios
vividos en una Iglesia de renovación carismática al lado de grandes
guerreros espirituales. Aprendí que no es huyendo de nuestras
Iglesias como encontramos la verdad. Dios me regresó a la Iglesia
Católica haciéndome entender que es siguiendo su doctrina y no la de
hombres, lo que nos permite acercarnos a la Salvación. El nos da el
discernimiento y nos permite ser instrumentos para que esos errores
que se viven en nuestras congregaciones puedan ser identificados e
intentar corregirlos.
No les pido que me crean, pues están escritas las palabras de
Jesucristo que: “El discípulo no es más importante que su
maestro, ni el esclavo es más importante que su amo. Lo más
que puede hacer el discípulo es ser igual a su maestro, y el
esclavo, igual a su amo. Si la gente dice que yo soy el diablo,
entonces, ¿qué no dirán de ustedes, que son mis discípulos?”
Mateo 10:24-25.
Los invito a que busquen la Palabra de Dios, consulten sobre la
Historia del cristianismo, sus concilios, sus divisiones. No sean
espectadores pasivos. Sean artífices de una Iglesia universal, sólida,
íntegra. Sigan la Palabra de Dios, pero amplíen su conocimiento.
Conozcan las diferencias entre la Biblia católica y la evangélica.
Revisa los evangelios apócrifos. Pídele discernimiento al Espíritu
Santo para que los puedas entender sin caer en falsas doctrinas. Abre
tu corazón al Señor!
Los cristianos debemos tener muy presente la recomendación de
pablo en la carta a los romanos 14:7-10: “Nuestra vida y nuestra
muerte ya no son nuestras, sino que son de Dios. Si vivimos o
morimos, es para honrar al Señor Jesucristo. Ya sea que
estemos vivos o que estemos muertos, somos de él. En
realidad, Jesucristo murió y resucitó para tener autoridad
sobre los vivos y los muertos. Por eso no deben ustedes
criticar a los otros hermanos de la Iglesia, ni despreciarlos,
porque todos seremos juzgados por Dios”.
No pienses que eres protestante ó católico. Piensa que eres Cristiano
y que por tanto debes girar en torno a Jesucristo y no en torno a tu
congregación. Congrégate para compartir la Palabra de Dios, para
crecer espiritualmente y no para criticar a las congregaciones que no
comparten tus razonamientos humanos que te llevaron a decidirte

32. por una en particular. La Iglesia de Cristo es una. No hay Cristos
divididos. En las disputas y las divisiones, solo hay un ganador:
¡Satanás!.
“Busca y Hallarás”.

33. CAPITULO II
QUIEN ES EL ENEMIGO.
Antes de iniciar la lectura, le recomiendo que se proteja orándole al
Señor para que le de discernimiento espiritual y además, lo selle con
la preciosa sangre de Jesucristo, contra todo ataque del mal ó el
maligno. Satanás se vale del miedo para evitar que usted lea esto y
conozca la manera de defenderse de él y sus secuaces.
En el principio Dios existía en su Gloria rodeado por los ángeles,
espíritus puros creados como una emanación de su Presencia. Existía
uno que estaba adornado con atributos especiales y brillaba por
encima de los demás, su nombre era Lucifer, que quiere decir lleno
de luz o portador de luz. Ezequiel 31:3-11, Ezequiel 28:13-19.
Dios le anunció a los ángeles que iba a crear en el orden del tiempo
criaturas quienes también participarían en su Reino, y que también el
iba a participar de la naturaleza humana en la carne para ser su Amo
y para liberarles de la maldad.
Ireneo, nacido en torno al año 140 en Asia Menor, obispo de Lyon,
fue el fundador de la Iglesia en la Galia (Francia); murió en torno al
202. En su obra Adversus haereses (Contra los herejes), describe que
los ángeles son parte del cosmos creado por Dios; y el diablo, como
los demás ángeles, es también un ángel creado bueno; pero «cometió
apostasía» y, por tanto, fue arrojado del cielo. Por eso Satanás es el
apóstata del universo, que «quiere engañar nuestras mentes, ofuscar
nuestros corazones y tratar de persuadirnos de adorarlo a él en vez
de al verdadero Dios».
Pero sus poderes sobre nosotros son limitados porque no es más que
un usurpador de la autoridad, que legítima y fundamentalmente
pertenece a Dios; por lo tanto, «no puede obligar a pecar».
Ireneo afirma que Satanás perdió la gracia angélica porque sintió
envidia de Dios, deseando «ser adorado como Él»; y sintió también
envidia del hombre, como imagen creada a semejanza de Dios,
superior a los ángeles, no estando de acuerdo en postrarse a nuestro
servicio. Por eso entró en el edén con el corazón corrompido por el
deseo de llevar a la ruina a nuestros progenitores y
consecuentemente a toda la humanidad. Dios creó a Adán y Eva y los
puso en el paraíso para que vivieran felices, en estrecha relación con
él. Pero Satanás, conociendo su debilidad, entró en el jardín y,
asumiendo el aspecto de una serpiente, los tentó.

34. La maldad de Satanás habría podido quedar sin efecto si Dios no
hubiese concedido a la humanidad la libertad de elegir entre el bien y
el mal. Satanás «no obligó» al primer hombre y a la primera mujer a
pecar; “lo eligieron libremente ellos, porque Dios los creó
precisamente concediéndoles el máximo don, el libre albedrío‖. Por
eso todos los seres humanos participamos del pecado de Adán y Eva.
―En el momento de la desobediencia de nuestros primeros padres,
nos convertimos en esclavos del demonio y, peor aún, impotentes
para liberarnos de él, desprovistos de nuestra libre elección. Sujetos
a Satanás, hemos distorsionado la imagen y semejanza divina,
condenándonos así a muerte. Dado que dimos la espalda a Dios por
nuestra libre voluntad, nos pusimos en manos de Satanás; por lo
tanto, es justo que Satanás nos haya tenido en su poder hasta que
fuimos redimidos. Dios habría podido dejarnos en manos de Satanás
para siempre; pero su misericordia le hizo enviarnos a su Hijo para
salvarnos.‖
La obra salvadora de Cristo comienza con las tentaciones de Satanás
contra el segundo Adán por parte del diablo, a modo de
«recapitulación» de la tentación del primer Adán. Pero esta vez el
diablo fracasa y resulta irreparablemente derrotado por Cristo.
Pero la batalla no ha concluido en absoluto, porque los demonios
seguirán poniendo a prueba a los bautizados, con el permiso del
Creador, “ya sea para castigarles por sus pecados, ya sea para mejor
purificarles, ya sea para adiestrarles en la caridad fraterna‖; pero
sobre todo para mantenerles siempre «vigilantes y fuertes en la
fe».Dios no reniega nunca de sus criaturas. Por eso también Satanás
y los ángeles rebeldes, incluso en su distanciamiento de Dios, siguen
conservando su poder, su rango (tronos, dominios, principados,
potestades...), aunque hacen un mal uso de él. No exagera san
Agustín al afirmar que si Dios le dejara las manos libres a Satanás,
«ninguno de nosotros permanecería con vida». Al no poder matarnos,
trata de hacernos sus seguidores, buscando nuestra confrontación
con Dios, del mismo modo que él se opuso a Dios.
He aquí entonces la obra del Salvador. Jesús vino «para deshacer
las obras del diablo». 1 Juan 3:8, para liberar al hombre de la
esclavitud de Satanás e instaurar el reino de Dios después de haber
destruido el reino de Satanás. Pero entre la primera venida de Cristo
y la parusía (la segunda venida triunfal de Cristo como juez) el
demonio intenta atraer hacia él a tanta gente como puede; es una
lucha que lleva a cabo por desesperación, sabiéndose ya derrotado y
«sabiendo que le queda poco tiempo». Apocalipsis 12:12.

35. Por eso los “fieles deben esforzarse por mantenerse firmes contra las
asechanzas del demonio y hacerle frente‖.
¿De qué modo el demonio se opone a Dios y al Salvador? Queriendo
para sí el culto debido al Señor y remedando las instituciones
cristianas. Por eso es anticristo y antiiglesia. Satanás se vale de la
idolatría del sexo, que degrada al cuerpo humano convirtiéndolo en
instrumento de pecado. Además, remedando el culto divino, tiene sus
iglesias, su culto, sus consagrados (a menudo con pacto de sangre),
sus adoradores, los seguidores de sus promesas. Del mismo modo
que Cristo dio poderes concretos a los apóstoles y a sus sucesores,
orientados al bien de las almas y los cuerpos, así Satanás da poderes
concretos a sus secuaces, orientados a la ruina de las almas y a las
enfermedades de los cuerpos. Ahondaremos en estos poderes al
hablar del maleficio y de la “nueva era”.
Algunos se asombran de la posibilidad que tienen los demonios de
tentar al hombre o incluso de poseer su cuerpo (nunca el alma, si el
hombre no quiere entregársela libremente).
Otro aspecto que se debe clarificar es acerca del infierno. Estar en el
infierno o no es más una cuestión de estado que de lugar. Ángeles y
demonios son puros espíritus; para ellos la palabra «lugar» tiene un
sentido distinto que para nosotros. Lo mismo vale para la dimensión
del tiempo y del espacio: para los espíritus es distinta que para
nosotros. Un espíritu puede medir tres, diez ó cincuenta metros y
caber en un niño ó en un adulto –en las liberaciones nos percatamos
de que se ocultan en los espacios intercostales, en las extremidades,
en la cabeza, etc-.
El Apocalipsis nos dice que los demonios fueron precipitados sobre la
tierra; su condena definitiva aún no se ha producido, si bien es
irreversible la selección efectuada en su momento, que distinguió a
los ángeles de los demonios. Todavía conservan, por tanto, un poder,
permitido por Dios, aunque «por poco tiempo». Por eso apostrofan
a Jesús: «¿Has venido aquí a atormentarnos antes de
tiempo?» Mateo 8:29. El juez único es Cristo, que asociará a sí
mismo su cuerpo místico –la iglesia-. De tal modo debe entenderse la
expresión de Pablo: «¿No sabéis que nosotros juzgaremos a los
ángeles?» 2 Corintios 6:8. Es por este poder que aún ostentan por
lo que los endemoniados de Gerasa, volviéndose a Cristo, le rogaban
«que no les mandase volver al abismo. Como había allí [...]
una gran piara de cerdos paciendo, los espíritus le rogaron
que les permitiera entrar en ellos» Lucas 8:31-32.
Cuando un demonio sale de una persona y es arrojado al infierno,
para él es como una muerte anticipada y definitiva. Por eso se opone

36. tanto como puede. Pero deberá pagar los sufrimientos que causa a
las personas con un aumento de pena eterna.
El nombre Satanás quiere decir obstáculo, también se conoce en
Hebreo como Abadón, en Griego como Apolión que quiere decir
destructor. Otros nombres que se le dan son príncipe de la oscuridad,
adversario, acusador, engañador, dragón, mentiroso, leviatán,
asesino, serpiente, atormentador y dios de este mundo.
Hemos sido creados en la imagen y semejanza de Dios. Somos
templos vivientes del Espíritu de Dios. La vida que corre por nuestras
venas no es nuestra, es un regalo divino, un pequeño aliento de Dios
que nos sostiene.
Por esta razón debemos vivir nuestra vida con gran reverencia ante
nuestro creador, pues en el vivimos, nos movemos y tenemos
nuestra existencia. Cuando optamos por llevar una vida
desobediente, despreciamos el espíritu de Dios que mora en
nosotros, no escuchamos la voz de la conciencia y escogemos
desafiar a Dios con nuestro pecado.
En este momento autorizamos al enemigo para que gobierne sobre
nosotros, quien sutilmente nos hace caer en el pecado y poco a poco
nos quita el temor de Dios hasta hacernos dudar de su existencia.
Desde entonces ya no podemos decir que somos templos del Espíritu
santo sino templos de Satanás. Allí empieza el gran problema
espiritual del cual pocos logran salir triunfantemente.
Como seres humanos nuestra pelea con estos espíritus es muy
desigual puesto que nosotros caemos fácilmente en el pecado y
automáticamente ya le damos territorio al enemigo. Para poder
luchar contra el, tenemos que ser gente de Dios, vencerle primero
personalmente como lo hizo Jesús en el desierto y después junto con
el resto de la Iglesia luchar espiritualmente a través de nuestra
oración para poder ser liberados de este enemigo mortal.
San Pablo en la carta a los Efesios 6:12-18 nos dice: ”Porque
nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los
principados, contra las potestades, contra los dominadores de
este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están
en las alturas. Por eso, tomad las armas de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido
todo, manteneros firmes. ¡En pie!, pues; ceñida vuestra
cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza,
calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la
paz, embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis
apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno.
Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del

37. Espíritu, que es la Palabra de Dios; siempre en oración y
súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos
con perseverancia e intercediendo por todos los santos.
San Pedro en su primera carta 5:8-9 También nos dice: “Sed
sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como
león rugiente, buscando a quién devorar. Resistidle firmes en
la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo
soportan los mismos sufrimientos”.
Claro que en el caso de víctimas inocentes de influencia, vejación ú
obsesión, no existe ninguna culpabilidad en la persona, sino que se
nos presenta un caso ante el cual podemos ejercer nuestra
misericordia como hijos de Dios y viene allí nuestro empeño en orar
por la liberación de aquellos que sufren este mal espiritual. He aquí la
importancia de la Renovación Carismática.

38. CAPITULO III
POSESIÓN, VEJACIÓN, INFLUENCIA Ú OBSESIÓN
DEMONÍACA, INFESTACIONES DIABÓLICAS Y MALEFICIOS
Empecemos diciendo que Satanás puede ejercer acciones ordinarias y
extraordinarias sobre nosotros.
Las acciones ordinarias se basan en la tentación que nos hace
Satanás con las cosas del mundo. Las acciones extraordinarias –de
las que nos ocuparemos- son aquellas que Dios le consiente sólo en
determinados casos.
Según la información del Nuevo Testamento, el demonio tomaba
posesión de una víctima y en algunos casos causaba locura, ceguera
o mudez. No quiere decir que todos los locos, ciegos o mudos estén
poseídos por el demonio.
Muchas acciones demoníacas suceden en personas inocentes que son
víctimas de la maldad de otras personas, inclusive familiares. En
otros casos de influencia, sujeción y posesión demoníaca, la víctima
ha contribuido a su estado por causa de su desobediencia a las leyes
de Dios y a su curiosidad en lo oculto.
Sufrimientos Físicos: Existen casos de golpes y flagelaciones
provocadas por Satanás sobre algunos santos. Es el caso de San
Pablo de la Cruz y del Padre Pío. Dios ha permitido estos sufrimientos
como una vía de purificación.
Posesión Demoníaca. Es el tormento más grave y tiene efecto
cuando el demonio se apodera de un cuerpo (no de un alma) y lo
hace actuar o hablar como él quiere, sin que la víctima pueda
resistirse y, por tanto, sin que sea moralmente responsable de ello .
Es común en casos de aquellos que están poseídos el tener ciertos
signos supernaturales tales como el producir una voz grotesca de
tono bajo imposible de ser imitada por seres humanos, suelen
mostrar fortaleza superior a cualquier ser humano, conocen los
pecados de las personas presentes si no han sido confesados,
conocen el futuro, leen la mente y muestran mucho orgullo al hablar,
pueden hablar cualquier idioma con total facilidad.
Los poseídos por el demonio, se llenan de odio y blasfemia por todas
las cosas santas, emiten sonidos furiosos, se mueven y actúan con
conducta muy extraña, tienden a herir su cuerpo o a mutilarse,
entran en periodos de trance, vomitan y hacen funciones biológicas
como si fuesen animales, se vuelven una amenaza para los familiares
y aquellos alrededor, pues pierden su contacto con la sociedad. En
otras palabras reciben el nombre de locos y generalmente la gran

39. mayoría terminan en un sanatorio mental donde son dopados de por
vida sin ninguna ayuda espiritual.
Vejación Demoníaca: Trastornos y enfermedades desde muy
graves hasta poco graves, pero que no llegan a la posesión, aunque
sí a hacer perder el conocimiento, a hacer cometer acciones o
pronunciar palabras de las que no se es responsable. Algunos
ejemplos bíblicos: Job no sufría una posesión diabólica, pero fue
gravemente atacado a través de sus hijos, sus bienes y su salud. La
mujer jorobada y el sordomudo sanados por Jesús no sufrían una
posesión diabólica total, sino la presencia de un demonio que les
provocaba esos trastornos físicos. San Pablo, desde luego, no estaba
endemoniado, pero sufría una vejación diabólica consistente en un
trastorno maléfico: «Por lo cual, para que yo no me engría por
haber recibido revelaciones tan maravillosas, se me ha dado
un sufrimiento, una especie de espina en la carne [se trataba
evidentemente de un mal físico], un emisario de Satanás, que
me abofetea» 2 Coríntios 12:7; por tanto, no hay duda de que el
origen de ese mal era maléfico.
Las posesiones son todavía hoy bastante raras; pero encontramos un
gran número de personas atacadas por el demonio en la salud, en los
bienes, en el trabajo, en los afectos... Que quede bien claro que
diagnosticar la causa maléfica de estos males (o sea comprobar si se
trata de causa maléfica o no) y curarlos, no es en absoluto más
sencillo que diagnosticar y curar posesiones propiamente dichas;
podrá ser diferente la gravedad, pero no la dificultad de entender y el
tiempo oportuno para curar.
Influencia demoníaca. Es un estado mas leve de posesión
demoníaca. Aquel que sufre la influencia del demonio, resulta
haciendo cosas malignas sin explicación, puede resultar blasfemando
de Dios sin saber por que lo hace, puede escuchar voces que le llevan
a hacer cosas indeseables, puede obsesionarse con el suicidio y
terminar matándose o matando a otra u otras personas.
Estas personas se pueden especializar en cometer cualquiera de los
pecados capitales que son: orgullo, avaricia, envidia, ira, lujuria,
glotonería, y pereza. Esto lo hacen influenciados por el malvado,
como un escape a su frustración, y por la pérdida del temor de Dios.
En otras palabras todavía pueden darse cuenta por su conducta de
que algo está mal y que pueden hacer algo al respecto. En algunos
casos pierden el coraje al tratar de obtener liberación porque sienten
que el enemigo los maltrata y no los deja en paz. Algunos van a la
confesión, pero aún no llevan el arrepentimiento suficiente para poder
orar por ellos mismos y ser liberados. Otros son personas del mundo
que no conocen a Dios.

40. La influencia demoníaca puede empezar por interés en lo oculto,
consultas de horóscopo, leída de las manos, predicciones del futuro,
tabla de ouija, brujería, hechizos, mal de ojo, maldiciones de otras
personas, odios, espiritismo, magia, yoga, péndulo, comunicación con
espíritus, clarividentes, cartas, adivinaciones, supersticiones,
amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y
exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.
Infestación Diabólica: en casas, objetos y animales. Casos
frecuentes de ruidos, a veces en forma de crujidos, otras de golpes;
frecuentemente se tiene la impresión de una presencia, de que nos
miran, o nos tocan, o nos empujan. Es evidente que en estos casos
puede jugar un gran papel la sugestión, el miedo que da cuerpo a las
sombras. Pero hay muchos casos más complejos. Puertas que se
abren y se cierran a una misma hora; pasos que se oyen en los
pasillos; objetos que se desplazan o que desaparecen para reaparecer
luego en los lugares más inesperados; animales que no se ven pero a
los que se oye moverse. Insectos, gatos y serpientes que se han
materializado; la mayoría de veces la presencia maléfica en un
ambiente se manifiesta causando trastornos físicos: insomnio, dolores
de cabeza o de estómago, un malestar general que cuando la persona
se va a otro sitio no se produce.
Es interesante el comportamiento de los animales domésticos ante
estos fenómenos. Ocurre a menudo que, cuando se tiene la impresión
de la presencia de una persona en la propia habitación, el gato o el
perro mantengan la mirada fija en un punto; y sucede que a veces
huyen de golpe, aterrorizados, como si ese ser misterioso se acercara
a ellos. Los animales no ven nada concreto, pero tienen una mayor
sensibilidad que el hombre ante una eventual presencia.
Sujeción diabólica: Llamada también dependencia diabólica. Se
incurre en este mal cuando nos sometemos deliberadamente a la
servidumbre del demonio. Las dos formas más usadas son el pacto de
sangre con el diablo y la consagración a Satanás. Aquí cobran
importancia el satanismo y la brujería en los que la persona hace
pactos voluntarios con Satanás, buscando poder a cambio de su
alma.
Maleficios
Un maleficio consiste en hacerle daño a una persona por intervención
del demonio; es decir, cuando se recurre a las ciencias ocultas a
través de la brujería, la hechicería, del budú, la macumba, o la
santería.

41. Estas personas hacen pactos con el demonio para hacer daño a los
demás, valiéndose de elementos ú objetos sobre los cuales se invoca
a Satanás para que les imprima su fuerza maléfica.
Tanto el Padre Gabriele Amorth en su libro “Habla Un Exorcista”,
como Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo en su libro “Angeles y
Demonios”, hacen una extensa ilustración al respecto. Debido a que
es la práctica más utilizada, dedicaré un capítulo Independiente a
este tema.

42. CAPITULO IV
MALEFICIOS
Lo primero que es necesario advertir, es que no todo a lo que se le
llama maleficio, lo es en realidad. Hoy día muchas personas atribuyen
sus dificultades financieras a que les echaron sal ó que les hicieron un
conjuro. Es posible que su situación obedezca a una crisis económica.
Lo cierto es que, no pocas veces, sí se debe a maleficios, los cuales
representan cerca de un 90% de las influencias malignas, y que
requieren de liberación. La experiencia nos muestra que casi siempre
se da en mujeres y obedece principalmente a envidia ó a celos. Es
decir, la razón de la maldad humana, concuerda con la razón por la
cuál Satanás se hizo enemigo del hombre.
Como ya lo manifesté en el capítulo anterior, un maleficio consiste en
hacerle daño a una persona por intervención del demonio; es decir,
cuando se recurre a las ciencias ocultas a través de la brujería, la
hechicería, del budú, la macumba, o la santería u otras prácticas de
ocultismo.
Podemos citar algunos trastornos de carácter general que pueden
indicar una causa maléfica, aun cuando no siempre se trata de este
mal: no son suficientes para un diagnóstico, pero pueden ayudar a
formularlo.
Las negatividades, o sea los demonios, tienden a atacar al hombre en
cinco puntos, de modo más o menos grave según la causa: en la
salud, en los afectos, en los negocios, en las ganas de vivir y en el
deseo de morir.
En la salud. El maligno tiene el poder de provocar males físicos y
psíquicos. Ya he mencionado los dos males más comunes, en la
cabeza y en el estómago. En general, éstos son males permanentes.
Otros males son pasajeros, a menudo afectan incluso sólo durante el
exorcismo. Se trata de bubones, grietas, cardenales, razguños.
Muchos tumores y quistes de los que los médicos están seguros,
desaparecen luego de las liberaciones. Usualmente son enfermedades
que no han tenido ninguna explicación ni tratamiento médico.
En los afectos. El maligno puede dar tensión nerviosa y mal humor
incontenibles, especialmente con las personas que más nos quieren.
Así, rompe matrimonios, deshace noviazgos, suscita disputas con
voces destempladas y estrépito en familias en las que, en realidad,
todos se quieren; y siempre por motivos fútiles. Trunca las
amistades; da a la persona afectada la impresión de que no es grata
en ningún ambiente, de que se la evita, de que debe aislarse de

43. todos. Incomprensión, no amor, vacío afectivo total, imposibilidad de
casarse. También éste es un caso muy corriente: cada vez que se
inicia una relación de amistad que podría desembocar en amor, o
incluso cuando ha habido una declaración expresa, de golpe todo se
esfuma sin motivo.
En los negocios. Imposibilidad de encontrar trabajo, incluso cuando
se llega a la casi certeza de lograr un puesto; no existen motivos o
son absurdos. O bien personas que encuentran trabajo, pero luego lo
dejan por motivos banales; con dificultad encuentran otro, pero luego
ni siquiera se presentan a él o lo abandonan también, con una
ligereza que a los parientes les parece inconsciencia o anormalidad.
Familias muy acaudaladas que caen en la más negra miseria por
motivos humanamente inexplicables. Caída en las ventas, errores
burdos y deudas a granel; pérdida de clientes fieles. En síntesis, se
ha tratado de la imposibilidad de encontrar cualquier trabajo, o bien
del paso de la normalidad económica a la miseria, de un trabajo
intenso al paro. Y siempre sin motivos razonables.
En las ganas de vivir. La persona de pronto se llena de un
pesimismo y su vida sólo presenta matices negativos. La invade una
especie de incapacidad para el optimismo o al menos para la
esperanza; la vida aparece totalmente negra, sin posibilidad de
salida, insoportable.
En el deseo de morir. Es el punto final que el maligno se propone:
Hacer llegar a la desesperación y al suicidio. Y me interesa decir
inmediatamente que cuando uno se pone bajo la protección de la
Iglesia, incluso con una sola bendición, este quinto punto queda
excluido. Parece que se revive lo que el Señor respondió al demonio
respecto de Job: «Está bien, haz con él lo que quieras, con tal
de que respetes su vida». Job. 2:6.
Hoy, prácticas satánicas se entremezclan con “Estilos de vida” en los
jóvenes quienes, en medio de su irreverencia a lo sagrado –muchas
veces fruto de la despreocupación de los padres para orientarlos y
fortalecerlos espiritualmente- entran a formar parte de grupos de
“rockeros”, “raperos”, “punkeros”, “góticos”, “emos”, etc. Advierto
que la mayoría de suicidios en jóvenes obedece a sus filosofías de
desprecio a la vida. Filosofías adquiridas en la música y en estas
sectas.
Entremos pues de lleno al tema de los maleficios y luego nos
ocuparemos de la “nueva era” y del satanismo. Algunas personas
realizan pactos con el demonio para hacer daño a los demás,
valiéndose de elementos ú objetos sobre los cuales se invoca a
Satanás para que les imprima su fuerza maléfica.