2. El 14 de abril en el
rezo del Reigina Coeli
dijo:
“Anunciar con
sinceridad y coraje
la Resurrección del
Señor”.
3. “la primera
predicación de los
Apóstoles en Jerusalén
llenó la ciudad de la
noticia que Jesús era
verdaderamente
resucitado, según las
Escrituras, y era el
Mesías anunciado por
los Profetas”.
4. “Los sumos sacerdotes y los jefes de la ciudad
buscaron frenar el nacimiento de la comunidad de
los creyentes en Cristo e hicieron encarcelar a los
Apóstoles, ordenándoles de no enseñar más en su
nombre”.
5. “Pedro y los otros once respondieron:
‘Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres.
El Dios de nuestros padres ha resucitado a
Jesús…
lo exaltó con su poder haciéndolo Jefe y
Salvador… Nosotros somos testigos de estas
cosas,
nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha
6. “Entonces hicieron azotar
a los Apóstoles
y les ordenaron
nuevamente de no hablar
más en nombre de Jesús.
Y ellos se fueron
‘dichosos de haber sido
considerados dignos de
padecer por el nombre
de Jesús’.
7. “¿dónde encontraban los primeros discípulos
la fuerza para dar este testimonio? ¿de dónde
les venía la alegría y el coraje del anuncio, a
pesar de los obstáculos y las violencias?”.
8. “Los Apóstoles eran personas simples,
no eran escribas, doctores de la ley,
ni pertenecían a la clase sacerdotal.
¿Cómo han podido, con sus límites
y obstaculizados por las autoridades,
llenar Jerusalén con sus enseñanzas?”.
9. “La fe de los Apóstoles, se basaba en una
experiencia tan fuerte y personal de Jesús
muerto y resucitado, que no tenían miedo
de nada y de ninguno, es más, veían las
persecuciones como un motivo de honor,
que les permitía seguir las huellas de Jesús y
de parecerse a Él,
testimoniándolo con la vida”.
10. “Esta historia de la primera comunidad cristiana nos
dice una cosa muy importante, que es válida para
la Iglesia de todos los tiempos, también para
nosotros: cuando una persona conoce
verdaderamente a Jesucristo y cree en Él,
experimenta su presencia en la vida y la fuerza de la
Resurrección, y no puede no comunicar esta
experiencia”.
11. Si esta persona “encuentra incomprensiones
o adversidades, se comporta como Jesús en
su Pasión: responde con el amor y la fuerza
de la vida”.
12. “pidamos la ayuda de
María Santísima para que
la Iglesia en todo el
mundo anuncie con
sinceridad y coraje la
Resurrección del Señor y
dé testimonio válido con
signos de amor fraterno”.
13. “Recemos en modo
particular para que
los cristianos que
sufren persecución
sientan la presencia
viva y confortante
del Señor
Resucitado”.
14. El 14 de abril en la
Basílica de San Pablo
Extramuros dijo:
Estamos sobre la
tumba de san Pablo,
un humilde y gran
Apóstol del Señor,
que lo ha anunciado
con la palabra, ha
dado testimonio de él
con el martirio y lo
ha adorado con todo
el corazón.
Reflexionemos en
éstos tres verbos:
anunciar, dar
testimonio, adorar.
15. “el Señor nos llama cada día a seguirlo con
valentía y fidelidad; nos ha concedido el gran
don de elegirnos como discípulos suyos; nos
invita a proclamarlo con gozo como el
Resucitado, pero nos pide que lo hagamos
con la palabra y el testimonio de nuestra
vida en lo cotidiano”.
16. “El Señor es el único,
el único Dios de
nuestra vida,
y nos invita a
despojarnos de tantos
ídolos
y a adorarle sólo a él.
Anunciar, dar
testimonio, adorar”,
17. “Pedro y los Apóstoles anuncian con
audacia,
con parresia, aquello que han recibido, el
Evangelio de Jesús. Y nosotros, ¿somos
capaces de llevar la Palabra de Dios a
nuestros ambientes de vida? ¿Sabemos
hablar de Cristo, de lo que representa para
nosotros, en familia, con los que forman
parte de nuestra vida cotidiana?”.
18. “La fe nace de la
escucha, y se refuerza
con el anuncio”.
“el anuncio de Pedro y
de los Apóstoles no
consiste sólo en
palabras, sino que la
fidelidad a Cristo entra
en su vida, que queda
transformada,
recibe una nueva
dirección, y es
precisamente con su
vida con la que dan
testimonio de la fe y
del anuncio de Cristo”.
19. “No se puede
apacentar el rebaño
de Dios si no se
acepta ser llevados
por la voluntad de
Dios incluso donde
no queremos, si no
hay disponibilidad
para dar testimonio
de Cristo con la
entrega de nosotros
mismos, sin reservas,
sin cálculos, a veces a
costa incluso de
nuestra vida”.
20. “esto vale para todos: el Evangelio ha de ser
anunciado y testimoniado. Cada uno debería
preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de
Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y
los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir
como cristiano, bendiciendo a Dios?”.
21. “Es verdad que el testimonio de la fe tiene
muchas formas, como en un gran mural
hay variedad de colores y de matices; pero
todos son importantes, incluso los que no
destacan”.
22. “Hay santos del cada día, los santos ‘ocultos’,
una especie de ‘clase media de la santidad’,
como decía un escritor francés, esa
‘clase media de la santidad’
de la que todos podemos formar parte”.
23. “Pero en diversas partes del
mundo hay también quien
sufre, como Pedro y los
Apóstoles,
a causa del Evangelio;
hay quien entrega la propia
vida por permanecer fiel a
Cristo, con un testimonio
marcado con el precio de su
sangre”.
24. “la incoherencia de los fieles y los Pastores
entre lo que dicen y lo que hacen, entre la
palabra y el modo de vivir, mina la
credibilidad de la Iglesia”.
25. “Anunciar y dar
testimonio de Dios
solamente es
posible, si
reconocemos a
Jesucristo,
porque es él quien
nos ha llamado,
nos ha invitado a
recorrer su camino,
nos ha elegido”.
26. “Tenemos que vivir una relación intensa con
Jesús, una intimidad de diálogo y de vida,
de tal manera que lo reconozcamos como ‘el
Señor’”.
27. “nos hiciéramos todos
una pregunta:
Tú, yo,
¿adoramos al Señor?
¿Acudimos a Dios sólo
para pedir, para
agradecer,
o nos dirigimos a él
también para
adorarlo?”.
28. “Pero, entonces,
¿qué quiere decir adorar
a Dios?
Significa aprender a estar
con él, a pararse a
dialogar con él,
sintiendo que su
presencia es la más
verdadera,
la más buena, la más
importante de todas”.
29. quiere decir darle a él
el lugar que le
corresponde; adorar
al Señor quiere decir
afirmar, creer
–pero no simplemente
de palabra– que
únicamente él guía
verdaderamente
nuestra vida; adorar
al Señor quiere decir
que estamos
convencidos ante él
de que es el único
Dios, el Dios de
nuestra vida, el Dios
30. “Adorar a Dios, tiene una consecuencia en
nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos,
pequeños o grandes, que tenemos, y en los
cuales nos refugiamos, en los cuales
buscamos y tantas veces ponemos nuestra
seguridad”.
31. “Estos ídolos a menudo los tenemos bien
escondidos, pueden ser la ambición, el
carrerismo,
el gusto del éxito, el poner en el centro a
uno mismo, la tendencia a estar por encima
de los otros, la pretensión de ser los únicos
amos de nuestra vida,
algún pecado al que estamos apegados,
y muchos otros”.
32. “Hagamos que resuene en nuestro corazón, y
respondamos con sinceridad:
¿He pensado en qué ídolo oculto tengo en mi
vida que me impide adorar al Señor? Adorar es
despojarse de nuestros ídolos, también de esos
más recónditos,
y escoger al Señor como centro,
como vía maestra de nuestra vida”.
33. El 15 de abril dijo:
“La calumnia es peor que el pecado – una
expresión directa de Satanás. Todos somos
pecadores, todos cometemos pecados, pero
la calumnia es otra cosa. ”.
34. “Por supuesto que también es un pecado, pero es
algo más. La calumnia apunta a destruir la obra de
Dios,
y proviene de una cosa muy mala:
nace del odio y el odio es la obra de Satanás. La
calumnia destruye la obra de Dios en las personas,
en sus almas”.
36. Refiriéndose a San Esteban
dijo:
“No mintió para salvarse.
El miró al Señor y obedeció
la ley,
esto es lo que ocurre con la
historia de la Iglesia porque
desde el primer mártir hasta
hoy,
hay numerosos ejemplos de
valientes testigos del
Evangelio”.
37. “Pero la era de los mártires no ha
terminado,
aun hoy podemos decir en verdad,
que la Iglesia tiene ahora más mártires que
en los primeros siglos.”
38. “La Iglesia tiene muchos hombres y mujeres
que son difamados por la calumnia, que son
perseguidos, que son asesinados por odio a
Jesús,
por odio a la fe”
39. “Algunos son asesinados porque enseñan
el catecismo, otros son asesinados por usar
la cruz. Hoy, en muchos países, son
difamados,
son perseguidos. Son nuestros hermanos y
hermanas que sufren hoy en esta era de los
mártires”.
41. "Pidamos a Nuestra Señora que nos proteja, y en
tiempos de turbulencia espiritual el lugar más seguro
es bajo el manto de Nuestra Señora. Ella es la madre
que cuida de la Iglesia, Y en este tiempo de
mártires, ella es la protagonista, la protagonista de
la protección. Ella es la Madre (...) Digamos con fe:
Madre, la Iglesia está bajo tu protección. Cuida de
la Iglesia”.
42. “El Espíritu Santo siempre nos mueve, nos hace
caminar, empuja la Iglesia a ir hacia delante sin
embargo,
somos como Pedro en la Transfiguración:
‘¡Ah, qué bien estamos aquí, todos juntos!’.
43. “Que no nos molesten.
Queremos que el Espíritu
Santo se adormezca…
queremos ‘domesticar’ al
Espíritu Santo.
Y eso no funciona.
Porque Él es Dios,
Él es ese viento que va y
viene
y no sabes de dónde.
Es la fuerza de Dios,
es quien nos da consuelo e
impulso para seguir
adelante. Pero…
¡seguir adelante!
Es eso lo que fastidia.
La comodidad es mejor”
44. “Que no nos molesten. No queremos
cambiar. ..
Esto se llama ser testarudos, eso se llama
querer domesticar el Espíritu Santo, eso se
llama convertirse en insensatos y tardos de
corazón”
45. “Lo mismo ocurre en la vida personal.
El Espíritu nos empuja a recorrer un camino
más evangélico, pero nosotros nos
resistimos”.
46. “Fieles no opongan resistencia al Espíritu
Santo.
¡Es el Espíritu quien nos hace libres, con esa
libertad de Jesús, con esa libertad de los
hijos de Dios!”.
47. “Es ésta la gracia que yo quisiera que todos
nosotros pidiéramos al Señor: la docilidad al
Espíritu Santo, a ese Espíritu que viene a
nosotros y nos hace avanzar en el camino de
la santidad, esa santidad tan bella de la
Iglesia. La gracia de la docilidad al Espíritu
Santo”
48. Durante la Audiencia
General de los miércoles
dijo:
“Durante la ascensión Jesús
cumple el gesto de la
bendición sacerdotal. Este
es un primer punto
importante: Jesús es el
único y eterno Sacerdote,
que con su pasión ha
pasado por la muerte y la
tumba, resucitó y ascendió
a los cielos y está con Dios
Padre, intercediendo por
siempre en nuestro favor.
Como escribe San Juan en
su primera carta: Él es
nuestro abogado, nuestro
defensor ante el Padre”
49. “¡Qué bello es escuchar estas palabras!
Cuando a uno lo cita un juez o tiene un
pleito, lo primero que hace es buscarse un
abogado para que lo defienda; nosotros
tenemos uno que nos defiende siempre, nos
defiende de las asechanzas del diablo, de
nuestros pecados...”
50. “No tengamos miedo de acudir a pedirle
perdón, bendición y misericordia. Nos
perdona siempre:
es nuestro abogado; nos defiende siempre.
¡No lo olviden nunca!”
51. “Cristo, es como el jefe de un grupo de
montañeros, que llegado a la cima,
tira de nosotros y nos lleva a Dios.
Si le confiamos nuestras vidas; si nos dejamos
guiar por Él estamos seguros de estar en
buenas manos”.
52. “Jesús sabe que el camino de vuelta a la
gloria del Padre pasa por la cruz, por la
obediencia al designio divino de amor por la
humanidad”
53. “también nosotros hemos de saber que
entrar en la gloria de Dios exige la fidelidad
cotidiana a su voluntad, aun a costa de
sacrificios y del cambio de nuestros
programas".
54.
“Luego de la Ascensión,
los apóstoles regresan a Jerusalén con gran
alegría, pues a los ojos de la fe entienden que
aunque ya no lo vean con los ojos,
Jesús permanece con ellos para siempre, no los
abandona y en la gloria del Padre,
los sostiene, los guía e intercede por ellos”.
55. “Lucas coloca la
Ascensión al comienzo
de los Hechos de los
Apóstoles, para subrayar
que este evento es como
el eslabón que engancha
y une la vida terrenal
de Jesús con la de la
Iglesia”.
56. “Se trata de una
invitación a partir de la
contemplación del
Señorío de Jesús,
para recibir de él la
fuerza de dar testimonio
del Evangelio en la vida
cotidiana: contemplar y
actuar. ‘Ora et labora
como San Benito enseña:
ambas son necesarias en
nuestra vida de
cristianos”.
57. abogado que nos
espera
y nos defiende y que
nos guía. Con
nosotros hay muchos
hermanos y hermanas
que...en la vida
familiar y laboral, con
sus problemas y
dificultades, sus
alegrías y esperanzas
viven la fe día a día y
llevan, con nosotros,
al mundo del señorío
del amor de Dios, en
Cristo resucitado,
58. En una carta a Obispos Argentinos dijo:
“Que el Señor nos libre de maquillar nuestro
episcopado con los oropeles de la
mundanidad,
del dinero y del ‘clericalismo de mercado’.
La Virgen nos enseñará el camino de la
humildad y ese trabajo silencioso y valiente
que lleva adelante el celo apostólico”
59. “una Iglesia que no sale, a la corta o a la
larga, se enferma en la atmósfera viciada
de su encierro.
Es verdad también que a una Iglesia que
sale le puede pasar lo que a cualquier
persona que sale a la calle: tener un
accidente. Ante esta alternativa, les quiero
decir francamente que prefiero mil veces
una Iglesia accidentada que una Iglesia
60. “la enfermedad típica
de la Iglesia encerrada
es la autorreferencial;
mirarse a sí misma,
estar encorvada sobre sí
misma como aquella
mujer del Evangelio. Es
una especie de
narcisismo que nos
conduce a la
mundanidad espiritual y
al clericalismo
sofisticado, y luego nos
impide experimentar
‘la dulce y confortadora
alegría de evangelizar’”.
61. “Les deseo a todos ustedes esta alegría, que
tantas veces va unida a la Cruz, pero que
nos salva del resentimiento, de la tristeza y
de la soltería clerical.
Esta alegría nos ayuda a ser cada día más
fecundos, gastándonos y deshilachándonos
en el servicio al santo pueblo fiel de Dios;
esta alegría crecerá más y más en la medida
en que tomemos en serio la conversión
62. “recen por mí, para que no me la crea
y sepa escuchar lo que Dios quiere
y no lo que yo quiero. Rezo por Ustedes”.
63. "Dios es trino, no un Dios indefinido
disperso en el aire como spray"
64. "Dios es una Persona concreta, un Padre.
Por tanto, la fe en Él nace de un encuentro
vivo del que tenemos una experiencia
tangible"
"El que cree tiene vida eterna".
65. “Los católicos creemos en Personas, y
cuando hablamos con Dios, hablamos con
Personas:
o hablo con el Padre, o hablo con el Hijo, o
hablo con el Espíritu Santo. Esta es la fe".
66. "El que cree tiene vida eterna, tiene vida.
Pero la fe es un don,
es el Padre quien nos la da. Nosotros
debemos continuar por este camino".
67. “Todos somos pecadores, y tenemos
siempre cosas que no están bien, pero el
Señor nos perdona si le pedimos perdón y
seguimos andando hacia delante siempre,
sin desanimarnos".
68. "Pidamos al Señor que nos haga crecer en
esta fe,
esta fe que nos hace fuertes, nos hace
alegres,
esta fe que comienza siempre con el
encuentro con Jesús y prosigue siempre en la
vida con los pequeños encuentros cotidianos
con Jesús"
70. La Ascensión de Jesús al cielo no indica su
ausencia, sino que Él vive entre nosotros de
un modo nuevo. Está cerca de cada uno de
nosotros.
71. Entrar en la gloria de Dios exige la fidelidad
diaria
a su voluntad, incluso aunque haya que
sacrificarse.
72. Si deseas recibir mails, relacionados con
la Iglesia: que contienen diapositivas,
vida de Santos, Evangelio del Domingo,
etc.
Escribe a:
unidosenelamorajesus@gmail.com
con el título suscripciones.
Servicio Gratuito.
Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor
a Jesús.