2. -Novela de aventuras
-Elementos que componen a una novela
-Entrevista
-Estructura de una entrevista
-Discusión
-Preparemos y organicemos una discusión
-Ejecutamos una discusión
-Preguntas para la entrevista
-¿Cómo se formulan las preguntas?
-Estilos de entrevista
-Tipos de entrevista
3. El género de aventuras
Se considera que los orígenes del género de aventuras se encuentran en La
Odisea y en La Ilíada de Homero (siglo VIII a. d C.) y, por ende, en la épica
clásica. En la primera, el héroe Ulises lucha por volver a su hogar en Ítaca tras
la Guerra de Troya. He aquí el viaje iniciático del protagonista que será la
base para las futuras aventuras narrativas. También los cuentos de Las mil y
una noches, donde encontramos a Aladino o Simbad, el marino.
Con respecto a la Edad Media, los libros de caballerías, como El Libro del
Caballero Zifar o Amadís de Gaula, son una buena referencia. No podemos
olvidar tampoco Don Quijote de la Mancha, inspirado en ellos, el cual cuenta
las aventuras y desventuras del hidalgo Alonso Quijano, obsesionado por salir
en busca de enemigos y salvaguardar su honor y el de su amada Dulcinea.
De 1699 es Las aventuras de Telémaco, de François Fénelon, basado en La
Odisea y que continúa las aventuras en la figura del hijo de Ulises, un libro
que tuvo mucho éxito entre los jóvenes de la época, siendo el más leído y
traducido del momento. Ya en 1719 encontramos la primera obra moderna
del género, Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, quien basó su relato en la
aventura verídica del marinero Selkirk, abandonado como castigo en una isla
desierta. Todos conocemos su éxito, tanto que ha sido muchas veces
adaptada al cine e imitada por otros autores.
Tras Crusoe, llegaron Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift (1726), que,
aunque en origen fue una novela satírica contra la vida política del momento,
encontró un rápido éxito entre niños y jóvenes, encantados con las aventuras
de Gulliver en Lilliput y otros lugares exóticos.
Como ejemplo definitivo del siglo XVIII, El último de los mohicanos de James
Fenimore Cooper (1757), que narra la lucha de dos amigos indios por
sobrevivir durante la colonización inglesa de Norteamérica.
4. Lo primero que llama la atención de la novela de aventuras es que,
siendo una subcategoría de la novela, sus límites son ambiguos, es
decir, que puede albergar en ella otros subgéneros como el histórico,
el policíaco o el romántico, por ejemplo. Muchos la consideran un tipo
de literatura juvenil, aunque todos hemos oído hablar de sus grandes
títulos y en algún momento nos hemos perdido entre sus páginas.
Por lo general, en la novela de aventuras siempre hay un viaje. Un viaje
externo que el protagonista vive, en el que se enfrentará a situaciones
comprometidas o peligros, y también un viaje interior que le hará
crecer y mejorar hasta alcanzar sus metas. Siempre será una iniciación
en un saber que antes no se tenía.
El esquema salida-viaje-retorno se suele repetir en el género, creando
expectación para el lector, quien llega a las últimas páginas en busca
del destino del héroe que lo ha cautivado con sus peripecias. Sí,
siempre hay un personaje principal con el que el lector se identifica
plenamente.
La acción trepidante es otro rasgo fundamental de este género, así
como los diferentes escenarios y lugares que se suceden, casi siempre
exóticos. Los libros de aventuras brindan la posibilidad de visitar
lugares que, de otro modo, sería imposible: el desierto, la jungla, alta
mar, una batalla, etc.
5.
6. Una entrevista es un intercambio de ideas, opiniones mediante una
conversación que se da entre una, dos o más personas donde un
entrevistador es el designado para preguntar. Todos aquellos presentes
en la charla dialogan en pos de una cuestión determinada planteada
por el profesional. Muchas veces la espontaneidad y el periodismo
moderno llevan a que se dialogue libremente generando temas de
debate surgidos a medida que la charla fluye.
Una entrevista es recíproca, donde el entrevistado utiliza una técnica
de recolección mediante una interrogación estructurada o una
conversación totalmente libre; en ambos casos se utiliza un formulario
o esquema con preguntas o cuestiones para enfocar la charla que
sirven como guía. Es por esto, que siempre encontraremos dos roles
claros, el del entrevistador y el del entrevistado (o receptor).
El entrevistador es quien cumple la función de dirigir la entrevista
mediante la dominación del diálogo con el entrevistado y el tema a
tratar haciendo preguntas y a su vez, cerrando la entrevista. A
continuación desarrollaremos los dos tipos principales de entrevistas.
7. Entrevista estructurada y estandarizada
En el primer caso hablamos de una entrevista formal y estructurada
(también llamada estandarizada) que se caracteriza por estar
planteada de una manera estandarizada donde se hacen preguntas
que previamente fueron pensadas y para un entrevistado en particular
que responde concretamente lo que se le está preguntando. Por esta
razón, el entrevistador tiene una libertad limitada a la hora de formular
las preguntas pues no pueden nacer de la entrevista en sí misma, sino
de un cuestionario realizado de ante mano. De todas formas, esta
metodología tiene beneficios así como también algunas desventajas
que serán detalladas a continuación.
En primer lugar, si hablamos de ventajas proporcionadas por esta
tipología, la información es fácil de interpretar favoreciendo el análisis
comparativo; el entrevistador no requiere tener mucha experiencia en
la técnica ya que es cuestión de seguir el cronograma de preguntas. En
segundo lugar, si tenemos en cuenta las desventajas que se dan
podemos hablar sobre las limitaciones a la hora de profundizar en un
tema que surja en la entrevista ya que, al no permitirse que el diálogo
fluya naturalmente es muy complicado que estas cuestiones se den.
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9. Investiga sobre la persona.
Escribe cuál es tu objetivo para la entrevista.
Empieza con una pregunta sencilla.
Haz preguntas abiertas.
Haz una pregunta de reflexión.
Escribe preguntas con respuestas que conozcas.
Haz preguntas que evoquen una respuesta emotiva.
10. Entrevista estructurada y estandarizada
En el primer caso hablamos de una entrevista formal y estructurada
(también llamada estandarizada) que se caracteriza por estar
planteada de una manera estandarizada donde se hacen preguntas
que previamente fueron pensadas y para un entrevistado en particular
que responde concretamente lo que se le está preguntando. Por esta
razón, el entrevistador tiene una libertad limitada a la hora de formular
las preguntas pues no pueden nacer de la entrevista en sí misma, sino
de un cuestionario realizado de ante mano. De todas formas, esta
metodología tiene beneficios así como también algunas desventajas
que serán detalladas a continuación.
En primer lugar, si hablamos de ventajas proporcionadas por esta
tipología, la información es fácil de interpretar favoreciendo el análisis
comparativo; el entrevistador no requiere tener mucha experiencia en
la técnica ya que es cuestión de seguir el cronograma de preguntas. En
segundo lugar, si tenemos en cuenta las desventajas que se dan
podemos hablar sobre las limitaciones a la hora de profundizar en un
tema que surja en la entrevista ya que, al no permitirse que el diálogo
fluya naturalmente es muy complicado que estas cuestiones se den.
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12. Una discusión es espacio de opiniones en donde cada uno de los
intervinientes intenta mostrar sus visiones y consideraciones en lo que
respecta a un tema determinado. La discusión puede darse en buenos
términos o en un contexto de puja. Así, en el primer caso, la idea es
considerar todos los puntos de vista existentes y llegar a una opinión
superadora que los integre; en el segundo caso, en cambio, cada uno
intenta que su visión particular de las cosas se imponga por sobre las
de los demás. Las discusiones pueden tomar lugar en numerosos
contextos, siendo algunos de índole informal mientras que otros son
de índole formal.
Una clase típica de discusión es la que constituye un debate. Este suele
presentar públicamente dos posiciones con respecto a un tema para
que el público pueda elegir aquella que le parece más convincente. Es
un escenario típico de tiempos de elecciones, en lo que diversos
candidatos intentan ganar el favor popular que se trasuntará en votos
para cargos electivos. En este caso, la discusión mostrará a cada
integrante de está intentando persuadir a la audiencia de la
superioridad de sus propuestas y consideraciones. En estos casos suele
existir un moderador que impone algunas pautas de correcta
interacción, como por ejemplo limitación de tiempos para cada
participante, zanjar rispideces personales, poner en común los
diversos temas, etc.
13. ¿Debes organizar un panel de discusión? En primera instancia será
importante que definas el tema a abordar. Conoce a los expertos que
mejor pueden hablar del tema y el formato que más se adecue a los
invitados para que el público pueda comprender lo tratado.
A la hora de abordar un tema complejo y si quieres evacuar las dudas
de un amplio público al respecto, es adecuado que organices un panel
de discusión compuesto por expertos que puedan abordar la temática
con altura. Para esto, debes pensar bien a quién invitar, cuánto tiempo
tendrá cada uno para hacer su exposición y si habilitarás las preguntas
de los presentes.
Además de los panelistas, debes pensar detenidamente quién será el
moderador dado que debe ser una persona informada, de buenos
modales y con facilidad de comunicación y carácter. Éste, así como
también quienes hagan su exposición, deberá saber también que
nunca deberán alejarse del tema a debate durante su ponencia.
14. ¿Cómo organizar un panel de discusión?
#1 Define la meta de tu panel de discusión
Céntrate en uno o dos temas principales para dirigir el debate de una
manera organizada e identifica cuáles son las preguntas generales que
deberán ser contestadas.
#2 Invita a expertos a participar
Elige a individuos informados, expertos o gente implicada directamente en
la temática del panel. Invítalos por los menos dos o tres semanas antes de
la discusión para que tengan tiempo de prepararse.
#3 Elige un moderador
Selecciona a alguien que no tenga conflicto de intereses con el tema y que
no esté parcializado. El moderador deberá saber mantener la conversación
en movimiento y lograr que los participantes cumplan con las normas.
#4 Define las reglas
15. #4 Define las reglas
Puedes preferir una modalidad de discusión abierta, que suele generar
dispersión del tema original. En cambio, si le das a cada panelista una cantidad
determinada de tiempo para hablar y responder cada pregunta, limitarás
significativamente la discusión.
#5 Escribe preguntas para los panelistas
Debes generar preguntas abiertas que puedan ser contestadas con
formulaciones que vayan más allá del “sí” o del “no”
#6 Graba la discusión
Opta por un formato digital que te permita publicarla directamente en
Internet.
#7 Presenta a los panelistas al comienzo de la discusión
El moderador debe informar sobre la finalidad de la discusión y comunicar las
reglas. Asimismo, debe dar una breve introducción biográfica de los miembros
del panel.
#8 Dirige la conversación
El moderador debe hacer preguntas y coordinar el debate.
#9 Saca conclusiones y haz observaciones finales
El moderador debe brindar toda la información pertinente para el seguimiento
de las actividades.