El documento describe dos tendencias opuestas en la economía internacional, con la tendencia neoliberal dominante enfrentada a una contratendencia en América Latina. También discute el marco económico internacional entre 2003-2006, con Estados Unidos como locomotora y China impulsando la demanda de materias primas. Propone alternativas como el Banco del Sur y Fondo Monetario del Sur para canalizar las reservas de los países en desarrollo hacia inversiones productivas en lugar de deuda, con control popular y un enfoque socialista.