2. Un vehículo eléctrico es un vehículo propulsado por
uno o más motores eléctricos. La tracción puede ser
proporcionada por ruedas o hélices impulsadas por
motores rotativos, o en otros casos utilizar otro tipo de
motores no rotativos, como los motores lineales, los
motores inerciales, o aplicaciones del magnetismo
como fuente de propulsión, como es el caso de los
trenes de levitación magnética.
4. Los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes y su
fabricación suele ser más respetuosa con el medio ambiente.
2.- El coste de utilización de un vehículo 100% eléctrico es muy bajo.
Durante la prueba del Nissan LEAF hemos logrado realizar unos 100 km
con poco más de un euro.
3.- La ITV la pasaremos a precio de gasolina y nos olvidaremos de la
prueba de gases. Las revisiones son algo más económicas ya que nos
ahorraremos sustituciones de aceites, líquidos y filtros en gran
medida.
5.
6. 4.- En grandes urbes donde los alquileres de plazas de garaje están por las
nubes podremos ahorrar mucho dinero aparcando en zona azul de forma
totalmente gratuita. (Doble ahorro: Coste de aparcamiento y tiempo
invertido en ir a cambiar el ticket)
5.- Con los vehículos de movilidad eléctrica podremos circular por la mayor
parte de las zonas limitadas al tráfico rodado por motivos de contaminación.
6.- Por motivos de prestaciones y características generales de los potenciales
compradores, los seguros son algo más económicos.
7.- Menor nivel de ruido, vibraciones casi imperceptibles y casi no emiten
calor.
8. 1.- Los vehículos 100% eléctricos son a día de hoy excesivamente caros. Los modelos que hay
actualmente en el mercado cuentan con un precio de partida realmente elevado, al que hay
que sumarles en muchos casos alquiler de baterías.
2.- Los tiempos de recarga son por el momento demasiado altos, llegando a alcanzar las 8
horas para su carga completa.
No podemos abusar de los puntos de recarga rápida dado que los fabricantes nos comentan
que podemos fatigar los materiales en exceso. La cargas obtenidas mediante el sistema de
recarga rápida duran menos kilómetros que las que se realizan mediante un punto de
recarga lento o de baja intensidad.
3.- No nos olvidamos de ITV y no tenemos ninguna exención al pasar la misma.
9. 4.- Si bien es cierto que podemos ahorrar miles de euros a la hora de estacionar en
la calle, las plazas con puntos de recarga son muy limitadas y a menudo se
encuentran ocupadas por vehículos de reparto, cuentan con una avería en el poste
de recarga o el mismo está desconectado.
10. 5.- La escasa autonomía de los 100% eléctricos son el principal hándicap para esta clase de
vehículos. La inexistencia de tantos puntos de recarga como gasolineras hay para los vehículos de
combustión, son una clara desventaja.
6.- Si eres de los que viaja deberás plantearte cómo desplazarte durante ese periodo. Tu vehículo
eléctrico se deberá quedar en el garaje y tendrás que desplazarte en un segundo vehículo o realizar
tus viajes en otro medio de transporte.
11. 7.- Olvídate de llevar el coche al “taller de la esquina”. Deberás acudir con tu coche a talleres
especializados preferiblemente de la marca de tu coche ya que por el momento no hay muchos
talleres especializados en coches eléctricos.