La mayoría de los vertidos de petróleo en el mar provienen de fuentes terrestres (64%), mientras que los accidentes de petroleros solo representan el 5% del total. Los vertidos, que ascienden a 3 millones de toneladas anuales, causan gran daño a los ecosistemas marinos al matar organismos productores y eliminar su flotabilidad e aislamiento térmico, envenenándolos.