Western Eastern Divan Orchestra

1. Daniel Barenboim es uno de los directores de orquesta de mayor renombre a nivel internacional. Nació en
Buenos Aires y se trasladó a Israel con su familia cuando niño y a los 7 años ya se presentaba públicamente
como un pianista destacado. Estudió en Europa y en USA, debutando como director de orquesta a los 24
años. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos a nivel mundial.
A lo largo de su carrera se ha destacado por su pensamiento independiente, sin simplificaciones políticas, lo
que lo ha llevado a ser un artista controvertido. Dirigió obras de Wagner (compositor cuestionado por su
antisemitismo) en Israel y también cuestionó las acciones de su propio gobierno en el conflicto con Palestina,
lo que lo convirtió en objeto de críticas entre sus propios compatriotas.
Barenboim tiene ciudadanía española y desde 2008 es también ciudadano palestino, siendo la primera
persona en poseer ambas nacionalidades (palestina e israelí).
Edward Said fue un distinguido escritor y filósofo norteamericano que a pesar de su apoyo a la causa
palestina, mantuvo firmemente una postura pacifista, abogando por el uso de la no violencia como medio
para alcanzar los objetivos de su pueblo.

2. Daniel Barenboim y Edward Said compartían su amor por la música y eran también hábiles pianistas. Pero
por sobre todo los unía su profunda amistad. Un día, mientras charlaban y buscaban soluciones para los
problemas del mundo, se dieron cuenta a que punto los unía la música.
En 1999 concibieron una idea simple y a la vez desafiante. Así fundaron la Orquesta West-Eastern Divan,
compuesta por jóvenes músicos israelíes, árabes y palestinos. Su objetivo era utilizar la música como un
medio para unir en un mundo donde las palabras suelen dividir.
Este proyecto nació con el propósito de combinar el estudio y el desarrollo musical, pero también para
compartir el conocimiento y el diálogo entre culturas que han sido tradicionalmente rivales.
La Orquesta West-Eastern ha llevado a cabo actuaciones en todo el mundo, desde 2002 tiene su fundación
con sede en Sevilla, España. Said y Barenboim fueron galardonados con el Premio Príncipe de Asturias en
reconocimiento a su labor.
No es posible ignorar la compleja geopolítica de la zona ni las terribles acciones cometidas por ambas partes
en las últimas décadas. La música no puede resolver todos los problemas ni reducir la vida a una lucha entre
"los buenos" y "los malos", pero sí para alentar la posibilidad de una esperanza de paz entre ambos países.
Roberto García, 2023