2. 1. Perfora dos agujeros en cada lado de la botella.
Estos agujeros serán los puntos por dónde
pasarán los ejes. Ambos deben estar paralelos
entre sí.
2. Consigue los ejes. Puedes utilizar una
variedad de objetos para los ejes, ya sea pajillas,
varillas, mondadientes o alambre (como el de un
colgador de ropa), etc. Si el objeto es largo, como
un lápiz, solo necesitarás dos piezas. Por el
contrario, si es corto, como un mondadientes,
necesitarás cuatro.
3. 3. Consigue cuatro tapas de botella. Las usarás
como ruedas.
4. Coloca los ejes en la botella de plástico.
Dependiendo del material de tu elección,
puedes utilizar dos o cuatro ejes. En el caso de
un eje más largo, pásalo a través del conjunto
de agujeros en el otro lado. En el caso de un
eje más corto, coloca uno en cada agujero.
5. Haz una perforación al final de la
botella, aquí es donde irá el hule amarrado.
4. 6. Perfora un agujero en la tapa. Ata el hule desde el final y
luego pásalo por la tapa. Asegúrate de que el nudo quede en
el interior de la tapa. Conecta esta última a la botella de
plástico.
7. Corta la parte superior de la botella para crear un
parabrisas. Con la ayuda de un objeto puntiagudo, como un
cúter, corta un rectángulo o un cuadrado en la parte
superior de la botella. Solo corta tres lados del objeto de
modo que puedas doblarlo hacia arriba. Córtalo de modo
que cuando lo dobles hacia arriba, el parabrisas apunte
hacia la tapa de la botella.
8. Perfora un agujero en cada una de las cuatro tapas de
plástico. Con la ayuda de un objeto puntiagudo, crea un
agujero en el centro de las tapas. Coloca las tapas de botella en
los ejes del auto. Pasa los ejes a través de los agujeros que
perforaste en las tapas.