El documento define el terrorismo como actos de violencia sistemática y planificada contra personas que buscan desestabilizar el orden constitucional o democrático de un Estado. Señala que el terrorismo puede ser interno, transnacional o internacional dependiendo de dónde opera y que sus principales acciones incluyen asesinatos, secuestros y disturbios sociales. Finalmente, concluye que el terrorismo ha costado miles de vidas y pérdidas económicas, y ha exacerbado la migración a las ciudades.