1. La intersección
Jennifer caminaba a la misma lentitud del pasito de la abuela Tota. Es claro, trabajaba
de eso. De cuidarla y también pasearla. La abuela era de piel muy blanca. Jennifer muy
morocha. Tota, como toda señora muy mayor de una clase mediaalta, tenía una gran
cultura a pesar de que estaba vieja y mucho tenía para decirle a Jennifer en esos paseos
en los que llevaba una hora dar la vuelta a la manzana. Jennifer era por humilde más
bien cariñosa y delicada como lo suelen ser las chicas que vienen del interior o países
cercanos con la gente mayor a su cuidado. Tota hablaba de barcos, viajes y guerras.
Jennifer de comida, compras y familiares en desgracia. ¨ ¡Jenny (así le decía Tota) vos
tenés que evitar a esos hombres que te ven como carne de cañón! ¨. Y la cantidad de
consejos y advertencias, bien documentados en hechos que Tota rebalsaba de conocer,
le daban a Jenny un ¨ ¡cuidado con todo! ¨ como mensaje. Pero Tota daba de sí con un
lenguaje propio de su educación en el que a Jenny se le escapaba el significado de
muchas palabras si bien nunca la interrumpía para preguntarle. Entonces en muchas
palabras ella trataba de adivinar o suponer en su interior qué significaban en cada parte
de los relatos de Tota. Y así cuando escuchaba ¨ argumentar ¨ entendía ¨ mentir ¨, o
¨ paupérrimo ¨ le era ¨ cariño ¨ y ¨ retórica ¨ le era ¨ torcido ¨ o ¨ malversar ¨ parecía
¨ conversar ¨. Jenny usaba esas palabras del léxico de Tota con la gente pobre de su
barrio con mucho entusiasmo pronunciándolas detenidamente casi con placer y dándose
aires de ser muy inteligente gracias a su oído puesto en Tota. La gente del barrio
empezó a usar ese vocabulario a fuerza de que Jenny insistía mucho en algunas palabras
y nadie estaba seguro de qué significaba eso que repetía de ella pero que les parecía
divertido, casi un juego. Un día en la ventanilla de un banco uno de ellos dijo para
causar buena impresión ¨ el coloquio que le arrebatará de su pusilánime divertimento
2. una cuantitativa sumatoria de efectos defenestrados para focalizarse en mi potencial
insoslayable ¨…. ¨ eso ¨ es lo que quiero, y se rió por dentro. El empleado presionó un
botón bajo el mostrador tratando de ser natural y hacer de cuenta que no había nada de
que preocuparse y en 30 segundos llegó gente fuertemente armada y se escucharon
sirenas y gritos de advertencias para que todo el mundo se tirase al piso en el banco.
Tota fue con Jenny a la cárcel a pagar la fianza de el amigo de su discípula asegurando
que todo había sido un malentendido. El comisario le repitió lo que el tal José había
dicho al empleado bancario, aunque en maneras circundantes al entendimiento muy
limitado de lo policiaco, trabándose un poco pero disimulando también su ignorancia.
Tota fue encerrada también ante la duda por ¨ sospechosa de complicidad en intento de
asalto ¨.