2. Las experiencias
docentes son
portadoras de
conocimiento.
Las experiencias son una entradaa la práctica docente y a la
investigación educativa.
Desde hace poco tiempo se
reconoce desde lo teórico, la
función que tiene la narrativa en
la educación ( Enseñanza,
aprendizaje y formación docente)
3. Las narrativas forman parte del interés investigativo de varias disciplinas
como “[…] crítica literaria, semiótica, filosofía, antropología, lingüística,
psicología cognitiva, historia […]” (Gudmundsdottir, 1987: 52)
Los relatos son espejos o ventanas en
palabras de Anijovich (2009: 86) porque
permiten observar, conocer, entender la vida
de una persona; y además acercarnos a
ciertos aspectos de la sociedad, de un grupo
social o de la historia
4. Las narrativas buscan generar
instancias de reflexión porque:
Promueven el pasaje de un
conocimiento tácito a uno
explícito, de una conciencia
práctica a una discursiva para
entender cuestiones internas que
no son conscientes al momento de
escribirlas.
Narrar las historias
personales implican
adentrarse en una tarea
compleja, que requiere
detenimiento, dedicación,
compromiso y una
predisposición especial para
bucear en la memoria.
5. Las narrativas traen aire
nuevo, resignifican el pasado
de las trayectorias en el
presente, vienen con la fuerza
del impulso, la que posibilita ir
más allá de lo que el mismo
sujeto de la narración puede
prever.
Narrar, como cualquier acción
humana puede tornarse tan
impredeciblecomo irreversible,
desde los resultados y las
consecuencias que pueden
generar.
6. Con los relatos se busca reconstruir las experiencias
pedagógicas y las trayectorias de la formación en un proceso
reflexivo – crítico, individual y colectivo
7. Cuando el docente cuenta las acciones pedagógicas
registra un sostenimiento de las prácticas, que pone en
evidencia los modos y las maneras de enseñar, aprender,
sentir, pensar y de resolver.
La interpretación de la práctica profesional sólo será
posible a partir de una actitud crítica, reflexiva y
metacognitiva, que contribuya a producir un cambio
educativo que vaya de un ámbito real a otro ámbito
posible.
8. La circulación de relatos, estimula la intervención e
involucramiento en debates pedagógicos contemporáneos,
tensionando los modos en que se viene pensando, nombrando
y haciendo en educación.
9. Las narrativas plantean saberes densamente significativos,
posibles de ser situados y contextualizados; por lo tanto no
responden a saberes generalizables y estandarizados. De ahí,
el valor y la significatividad de cada experiencia.
Los docentes narradores de las universidades, los institutos de formación
docente, de las escuelas, entre otros; cuentan, escriben, documentan, relatan,
nombran, comparten y buscan transformar/mejorar la educación.
10. Las narrativas posibilitan:
Acrecentar la mirada docente sobre las prácticas.
Afianzar vínculos de confianza y empatía durante la lectura y
escritura de relatos.
Analizar situaciones pedagógicas, alternativas, soluciones, etc.
Ingresar en el mundo de las prácticas y conocer saberes, certezas, y
supuestos que subyacen, entre los docentes.
Conversar e interpelar a distintos docentes narradores.
Interpretar diferentes concepciones docentes
11. Leer, escribir sobre reflexiones, discusiones pedagógicas.
Manifestar una multiplicidad de sentidos que se generan en las prácticas.
Permitir que se visibilice lo oculto y comprender lo implícito.
La creación de nuevas versiones de relatos.
Recrear las experiencias cotidianas que de otro modo se perderían.
Tomar conocimiento de los saberes que se ponen en juego con cada narrativa
presentada, etc.
Las narrativas posibilitan:
12. La documentación narrativa es
centralmente una modalidad de investigación-
formación-acción entre docentes dentro del
campo pedagógico; y a su vez la responsable
de convertir al docente narrador en lector-
intérprete-comentarista del propio proceso
pedagógico