1. TEMA XIII. Siderurgia y primera Edad del Hierro en la Europa templada: Hallsttat.
Cronologías y secuencias. Patrones de asentamiento. Cultura material y estilos
regionales. El simbolismo y el arte. La Europa Atlántica.
PRIMERA EDAD DE HIERRO
1. PANORAMA GENERAL
La Edad del Hierro europea se ha dividido, durante mucho tiempo, en dos períodos
asimilados a las culturas de Hallstatt y La Tène, pero actualmente se prefiere hablar de
Primera y Segunda Edad del Hierro.
1.1 La siderurgia: antecedentes, nacimiento y desarrollo
El lento proceso hacia la utilización del hierro marca el inicio de esta nueva etapa.
Desde el IV milenio a.C. en Egipto y Mesopotamia hay objetos de hierro meteórico y en
el III milenio a.C. se comienzan a fabricar rudimentarios objetos con este mismo tipo de
hierro en Anatolia y Sumeria, sin embargo, el inicio de la siderurgia fue producto de un
proceso pausado. El trabajo del hierro exige conocimientos técnicos especiales por sus
mayores dificultades de fundición (más altas temperaturas de fundición, etc.), lo que
provoca una cierta dificultad en la expansión de la siderurgia, acentuada además por un
secretismo entre los poseedores de este conocimiento, que proporciona un metal más
duro y flexible que el bronce y, además, más abundante.
El empleo correcto del mineral de hierro parece haber comenzado en el II milenio
a.C., entre el Tauro y el Cáucaso, casi con seguridad entre poblaciones armenias o de
Asia Menor. Los hititas fueron el primer reino organizado que controlaron su
producción, hasta aproximadamente el 1.200 a.C., momento en que las destrucciones
que afectaron al Próximo Oriente causan la decadencia del poder hitita y la
imposibilidad de mantener su “secreto”, que se difunde a Europa.
La expansión de este conocimiento se produce desde Irán y, a través del Cáucaso,
hasta Kobán (Osetia), en donde aparece en los siglos XI ó X a.C. Tal vez desde allí pasa
a Europa central.
En la transición entre el II y el I milenio a.C., el uso del hierro se expande, llegando
al occidente europeo, hasta las Islas Británicas, en los siglos VII-VI a.C., por vía
continental y mediterránea. Los colonos griegos y fenicios llevan la siderurgia a las islas
y costas del Mediterráneo (Cádiz, Cartago, Massalia y Ampurias), desde donde se
extiende hacia el interior.
1.2 Transformaciones económicas y sociales
La Edad del Hierro viene marcada por el debilitamiento de los grandes imperios
orientales, el desplazamiento hacia occidente de los grandes centros de poder y la
inclusión del Mediterráneo occidental, costas de Asia Menor y Mar Negro en el
comercio fenicio y griego.
1.3 Cronología y periodización
El final del siglo VIII a.C. (comúnmente se acepta el 725 a.C. para el inicio) limita
el Bronce Final y la Primera Edad del Hierro para Europa Central y Occidental, aunque
la verdadera sustitución del Bronce por el Hierro tarda todavía algo más, en torno al 500
a.C. (se suele aceptar el 425 a.C.).
Tema XIII 1
2. 1.4 Áreas geográficas principales
Lo hallstático se desarrolla en una amplia área geográfica de Europa en la Primera
Edad del Hierro, aunque hay otras manifestaciones culturales paralelas
cronológicamente a este mundo cultural si bien no hallstáticas.
• Europa Nórdica: Entre el 600 y el 425 a.C. hay un desarrollo independiente en
esta etapa, con una Edad del Hierro prerromana local. Dinamarca y el sur de
Suecia se han caracterizado por una serie de poblados de economía aldeana y
continuidad social, cuyos recursos básicos están centrados en la ganadería y la
agricultura. Los poblados típicos están formados por agrupaciones de casas
alargadas y dependencias para el almacenamiento.
• Islas Británicas: En las mismas fechas destacan fortificaciones como Danebury,
con casas circulares de madera, alineadas y separadas por calzadas de grava.
Algunas casas tenían lugares para el almacenamiento de grano. Estas
fortificaciones se abandonan a partir del 400 a.C., aunque algunas perduran
hasta el siglo I a.C.. El sudeste de las Islas Británicas mantiene básicamente
tipos locales anteriores, aunque hay algunos objetos de adorno y armas de tipo
centroeuropeos, consecuencia de los intercambios.
• Zona Atlántica: La distribución de artefactos en toda la zona atlántica entre el
600 y el 450 a.C. pone de manifiesto la existencia de amplias redes de
intercambio. La Península Armoricana y Cornualles proporcionan estaño, cobre,
plata y algo de oro. En Gales y sur de Irlanda hay cobre y oro. En las Islas
Británicas, en el siglo VI a.C. se transformaban grandes cantidades de bronce en
lingotes con forma de hacha, desde donde se distribuían a Francia y al sur de las
Islas Británicas.
• Francia: Dechelette establece una Edad del Hierro que incluye los Campos de
Urnas del Bronce Final y lo hallstático. En el Languedoc sobrevive una industria
metalúrgica denominada Lunaciense, que prolonga en plena Edad de Hierro
modelos típicos de la etapa anterior. En sus depósitos se han encontrado hachas
de cubo, ruedas, navajas de afeitar, brazaletes incisos, etc. En la misma región
destaca el oppidum de Cayla, centro de Campos de Urnas tardíos con cronología
hallstática, ocupado desde el siglo VIII a.C. En el norte de Francia y sur de
Bélgica son escasas las fortalezas excavadas y todas ellas parecen abandonadas
en torno al 400-350 a.C.
• Europa Oriental: En esta zona, desde Hungría y Eslovaquia al Mar Negro surge
un nuevo complejo cultural, con variedad regional en las necrópolis, que usan
tanto la inhumación como la incineración, pero con los mismos tipos de armas
en los ajuares, sobre todo, puntas de flecha y puñales, y con enterramientos de
caballos enjaezados. A menudo este grupo se ha considerado de invasores
escitas, sin que existan evidencias concluyentes en este sentido.
Tema XIII 2
Reconstrucción
en 3D del
poblado de
Danebury
3. 2. EUROPA CENTRAL
2.1 Hallstatt
Las civilizaciones hallstáticas son heterogéneas y evolucionan transformándose a
medida que se alejan de sus zonas de origen.
El área geográfica va desde el Atlántico al Alto Danubio, dejando al margen las
tierras altas de Gran Bretaña, casi toda la Península Ibérica, la Europa Nórdica y algunas
regiones francesas como Languedoc o Champagne, e italianas, así como Sicilia,
Córcega y Cerdeña.
2.1.1 Origen
Muy pronto aparecen en la Edad del Hierro, en Austria y sur de Alemania, nuevas
sociedades dirigidas por una aristocracia guerrera y que, gracias a un armamento
técnicamente superior, el hierro, dominarán parte de Europa en el siglo VII a.C.
2.1.2 Características
La civilización hallstática se caracteriza por estrechar sus vínculos con el
Mediterráneo, especialmente con Italia, además de mantener contactos con gentes de las
estepas del este europeo, como testimonian las sepulturas de carro pónticas y la
reutilización del rito de inhumación.
2.1.3 Grupos
Es un complejo cultural con variantes en dos grandes áreas:
• Oriental: con influencias de pueblos de las estepas como ilirios, escitas y
tracios-cimerios.
• Occidental: influencias de las primeras colonizaciones griegas y etruscas.
2.1.4 Ritos funerarios y enterramientos
El rito funerario de inhumación bajo túmulo volverá a imponerse desde Francia a
Eslovaquia y Yugoslavia. Los más ricos son en cámaras de madera, lo que se ha
explicado como consecuencia de un origen oriental (cultura de las sepulturas de madera
en Rusia), y con carros, que se usan en enterramientos de Asia occidental desde el II
milenio a.C., rito de prestigio que aparece en Bohemia, sur de Alemnia, Suiza y los
Alpes italianos e incluso hasta en la Península Ibérica desde finales de los siglos VIII al
VI a.C. Un ejemplo de ello es Bylany, necrópolis de Bohemia central con rito de
inhumación mixto: inhumación para las sepulturas ricas (sepulturas principescas donde
el inhumado aparece en carro de cuatro ruedas bajo túmulo) e incineración para los
demás. Hallstatt, situada en la Alta Austria, es la necrópolis que ha dado nombre al
período.
Son también destacables en este capítulo los gigantescos túmulos como el de
Hochmichele, cercano al poblado de Heuneburg, en el sur de Alemania, sepultura de un
guerrero vestido con túnica y casco, con un rico ajuar compuesto, entre otros, de copas
de vidrio y un carcaj con adornos de marfil.
Tema XIII 3
Carro que formaba
parte del ajuar del
túmulo de
Strettweg (Austria)
Reconstrucción del
poblado de
Heuneburg
(Alemania)
4. 2.1.5 Asentamientos
Los asentamientos estaban fortificados, como Heuneburg, que se fortificó por
primera vez a mediados del II milenio a.C. y de nuevo a finales del I milenio a.C. (cinco
fases constructivas). Las defensas son en madera recubiertas de piedra. Su momento de
máximo desarrollo se ha fechado en el siglo VI a.C. y comienzos del siglo V a.C., con
muralla defensiva de adobe sobre zócalo de piedra en seco, con bastiones rectangulares.
2.1.6 Economía
La explotación de los estratos ricos en sal gema, iniciada en el Bronce Final, se
convierte en una de las fuentes de riqueza de quienes controlan su comercio. La sal se
exporta por una vía tradicional, que une el sur de Alemania y la Europa occidental con
el mundo mediterráneo, a través de Yugoslavia y Grecia. Ya desde el 1.200 a.C. existía
el comercio de la sal, pero en esta etapa su producción crece enormemente. Los
depósitos terrestres sustituyen cada vez en mayor medida a la sal marina.
Los intercambios con el mundo mediterráneo son evidentes desde el siglo VII a.C.,
pues aparecen en Europa Central esquisto, lignito y coral rojo mediterráneo. Persiste el
comercio de ámbar y el de estaño.
A mediados del siglo V a.C., la economía hallstática occidental basada en los bienes
de prestigio tocó a su fin.
2.1.7 Cultura material
Hay tejidos e industria del curtido de pieles. Nuevas técnicas, como el laminado,
permiten la fabricación de yelmos, corazas, escudos, grebas y recipientes de bronce
como copas, cubiletes y calderos, incluso juegos completos de vino (en la siguiente
imagen, crátera de Vix que formaba parte de un conjunto con copas), cuya decoración,
en algunos casos, es figurativa y animalística, sobre todo caballos y jinetes. Este arte
también aparece en fíbulas, colgantes con formas animales, grandes sítulas y otros
recipientes.
Hay también adornos de oro, generalmente depositados
en sepulturas con ajuares muy ricos.
Se constatan cerámicas pintadas, grafitadas y
excisas, estas últimas, a veces, con incrustaciones.
En hierro hay largas
espadas con pomos
incrustados en hueso,
marfil y a veces ámbar;
puñales con
empuñadura de antenas
y conteras de apéndices
laterales. Las fíbulas
sustituyen a las agujas
de épocas anteriores.
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