1. ESTRATEGIA DE IMPLANTACIÓN Y EVALUACIÓN
En la etapa de implantación se distinguen tres fases:
La puesta en marcha
La recopilación de experiencias
El mantenimiento del producto
La puesta en marcha consiste en hacer llegar el material al usuario, así como
motivarlo para que lo conozca y lo utilice. La forma de hacer llegar el material es
por medio de un CD (disco compacto) a cada uno de los usuarios, que se
determinó en la etapa de planeación; será necesario dar alguna explicación verbal
o indicaciones sobre la forma de obtener y usar el material.
Se llevará a cabo una calendarización y una bitácora de la implantación, para dar
seguimiento a los resultados. Se pondrá a disposición de los usuarios formas de
comunicación (correo electrónico), para que puedan enviar inmediatamente todas
sus dudas, inquietudes o comentarios con respecto al material. Esta comunicación
es la que permitirá que el material reciba mantenimiento, es decir, que se corrija y
perfeccione.
Para concluir esta etapa, el proceso de implantación debe irse cotejando con una
lista de verificación. Esta lista permitirá, en primera instancia, identificar los puntos
más importantes que debe cumplir el producto según lo planteado en todas las
etapas previas, y en consecuencia, revisar en qué grado se cumplen al momento
de implantarlo.
Son cuatro los aspectos a evaluar:
Opiniones
Aprendizaje
Transferencia
Resultados
Se diseñan cuestionarios que son respondidos por los usuarios, una vez que éstos
han tenido el tiempo suficiente para adentrarse en el material. Pre-test / post-test:
evaluar los conocimientos o habilidades determinados en el objetivo, antes y
después del uso del material. Se calcula entonces el promedio y la desviación
estándar de los datos obtenidos antes y después del uso del material. Con los
resultados se hace la comparación estadística que permite evaluar el aprendizaje;
los instrumentos con los que se evaluará serán cuestionarios, entre otros.