Revista Leer por Leer # 4. Portada. Uriel Amaro Ríos
1.
2. Los relatos, anécdotas perso-
nales, bromas, historias de fami-
lia, canciones de cuna, leyendas
y las narraciones infantiles han
estado presentes desde las
primeras reuniones de seres
humanos. Estos intercambios
orales se han trasmitido de
generación en generación
dando cuenta de lo que otras
personas hicieron, cómo lo
hicieron y por qué. Siendo de
esta forma que el lenguaje oral
se ha usado para hablarse unos
a otros de la vida y tratar de
encontrarle sentido.
En los niños, desde antes de
que puedan hablar se les narran
historias, rimas y cuentos infanti-
les. Esas simples palabras y los
sonidos los preparan para más
tarde darse cuenta de quiénes
son, de dónde vienen y por qué
están en este mundo; pero
sobre todo para lo que más
tarde verán impreso. El gusto
por la literatura está enraizado
con la narración oral, es buena
ayuda en la formación como
lectores.
Esta técnica de animación a la
lectura es indispensable para
acercar no sólo a los niños a la
literatura, sino a personas de
todas las edades. Es una buena
forma de que aquellos que no les
gusta leer escuchen viejas histo-
rias, que cuenten las propias: las
de su vida y las que han inventa-
do. En la narración oral se centra
la atención en el intérprete y en la
historia por lo que debe de ser
interesante, divertida y gratifi-
cante.
Algunas recomendaciones
para la narración serían: contar lo
que sea cercano o se es capaz
de trasmitir como propio; si se
van a contar cuentos, realizar
previamente un análisis, si es de
humor, sarcástico, de misterio,
etc.; tomar en cuenta las caracte-
rísticas del público y el espacio
donde se vaya a narrar; incorpo-
rar lenguajes no verbales
(gestos, mímica, miradas,
desplazamientos, etc.) y verba-
les (volumen y matices de la voz,
pausas, ritmo, énfasis, etc.); reco-
rrer los sucesos y verbalizarlos.
Responsable de la revista
Uriel Amaro Ríos
e-mail
uriel.amaro.rios@gmail.com