Este documento resume las respuestas a tres preguntas sobre la cultura y su relación con la universidad. Según Marco Morales Gómez, la cultura es una síntesis histórica que resulta de la interacción dinámica entre grupos y que se enriquece continuamente. La cultura se concibe como un proceso porque es el resultado de una actividad creadora constante para mejorar, y porque cambia a través del tiempo a medida que las reglas culturales se aprenden, comparten e influyen mutuamente entre grupos. Finalmente, la universidad tradicionalmente ha
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Universidad y cultura valeria benavides
1. Valeria Benavides Diaz
Docente: Gregorio de Jesús Higirio Romero
Universidad del Atlántico
Facultad de ciencias de la Educación
Programa de Licenciatura en Educación Infantil
Cultura Ciudadana- Grupo 4
Universidad y cultura
Barranquilla/ 2018-02
2. PREGUNTAS
1. Para el autor Marco Morales Gómez, ¿Qué es cultura?
La cultura es síntesis histórica y conjunción dinámica de grupos, etnias, razas,
ideologías, conocimiento, nacionalidades, etcétera. La interrelación genera la
posibilidad de que sea un proceso progresivamente enriquecido.
2. ¿Por qué la cultura es concebida como un proceso?
Según Morales, es concebida como un proceso porque “es resultado de una
actividad creadora, como el modo de vida de una lucha constante por mejorar
y ser mejores”.
Por otro lado, Carol Brunson Phillips menciona 6 razones por las cuales la
cultura se concibe como proceso:
La cultura es un conjunto de reglas de conducta. No se puede “ver” la
cultura porque no se puede ver las reglas; solamente se puede ver los
productos de la cultura, en el sentido de que se puede ver las conductas
que las reglas producen.
La cultura es característica de los grupos. Las reglas de una cultura son
compartidas por el grupo, no inventadas por el individuo; las reglas del
grupo que pasan de una generación a la próxima forman el núcleo de
la cultura.
La cultura es aprendida. Ninguno nace aculturado (con cultura
asimilada); más bien, se nacemos con una capacidad biológica para
aprender. Lo que cada persona aprende depende de las reglas
culturales de la gente que la cría.
Los miembros individuales de una cultura encajan a diferentes
niveles dentro de su cultura. A causa de que la cultura es aprendida,
puede ser bien aprendida por algunas gentes en el grupo y no tan bien
aprendida por otros(as). Mientras que los niños/las niñas se aculturan,
ellos/ellas generalmente aprenden las reglas principales de su cultura,
pero es posible que no siempre aprendan cada regla cultural
igualmente bien. Algunas familias son más orientadas a la tradición,
3. otros menos. Además, aun cuando las familias y los individuos aprendan
las reglas culturales, es posible que ellos no siempre se conduzcan de
acuerdo con lo que han aprendido—algunas personas son conformistas,
otros no lo son.
Las culturas prestan y comparten reglas. Cada grupo cultural tiene sus
propios conjuntos de roles de comportamiento esenciales y es por lo
tanto única: sin embargo algunas de las reglas de la Cultura A pueden
ser las mismas que las reglas de la Cultura B. Esto sucede porque las
reglas culturales evolucionan y cambian a través del tiempo, y a veces
cuando dos grupos tienen mucho contacto uno con otro, existe influencia
mutua en algunas áreas.
Los miembros de un grupo cultural pueden ser expertos en
comportamientos culturales pero incapaces de describir las reglas. La
aculturación es un proceso natural, y cuando no se acultura, no se está
consciente que cada idea y comportamiento está tomando forma por un
único conjunto de reglas.
3. Relación entre universidad y cultura
Claudio di Girolamo (2005) “La Universidad, además de ser el espacio en el
cual se forjaba la cultura en las diferentes áreas del saber, fue la principal
creadora y transmisora de las sensibilidades humanísticas dentro de la
sociedad. Esto, hoy tiende a desaparecer y, en no pocas ocasiones, la
Universidad se va convirtiendo, poco a poco, en un supermercado de
conocimientos “útiles”, en el que los “alumnos clientes”, pueden obtener el
cartón reglamentario, para así encaramarse rápidamente en las estructuras de
la nueva sociedad de la competitividad económica.
Es decir, se está desvirtuando el carácter eminentemente cultural, científico y
creativo que ella ha tenido hasta ahora y se reemplaza, en el imaginario
colectivo, con un nuevo concepto de conocimiento, visto como apetecible
mercancía, para obtener resultados inmediatos y de considerable plusvalía.