SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 7
‘El malestar en la cultura’
de Sigmund Freud
 La situación política de Europa en 1929 daba motivos a Freud para pensar el
lazo social y en las consecuencias de su ruptura
 Pese al carácter trágico de la época, su escrito no se presenta en modo alguno
como conformismo o nihilismo
El malestar en la cultura (Amorrortu), deSigmund Freud, no está dirigida a los
especialistas, ni trata de precisar la técnica psicoanalítica o perfilar sus
conceptos; sin embargo, su interés teórico y la reflexión ofrecida sobre lo que
nos aflige son estimables. El prólogo Jacques Andrépara la clásica Amorrortu,
un psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica de Francia, director del Centro
deestudios en psicopatologíay psicoanálisis(ParisVII)y dela Petit Bibliothèque
de Psychanalyseen Les Presses Universitaires de France(PUF). Su participación
en la revista ALTER promociona la investigación y las traduccionesinéditas de
psicoanálisis. Su trabajo en este texto subraya la necesidad de conectar el
psicoanálisis con los problemas actuales que se presentan en el campo de las
ciencias sociales.
Freud entregó el manuscrito una semana después del 29 de octubre de 1929,
el “martes negro”. Aqueldía se hundió la bolsa neoyorquina, provocando una
suerte de hundimiento del mundo. Un mes antes había muerto un hombre
clave para la posible unión entre Austria y Alemania: Gustav Stresemann. Pese
a que el Tratado de Versalles (1919) prohibió la añorada anexión (Anschluss),
Stresemann había conseguido en 1926 el Premio Novel de la Paz, generando
expectativas nuevas sobreel acercamiento. Pero su muerte dejó al Volkspartei
(Partido del Pueblo) en manos de la derecha más recalcitrante1
, lo que supuso
una fragmentación en el parlamento, que acabó por debilitar mortalmente la
maltrecha República de Weimar.
1 [persona] Que se mantiene firme en su comportamiento, actitud, ideas o intenciones, a pesar de estar
equivocado.
No es casualquecomienceesta obracon el análisisdeuna expresióndeRomain
Rolland. El afamado escritor había recibido de Freud, como cortesía, el
manuscrito que le implicaba. Y Rolland respondió con una opinión no muy
favorable. A esto se sumó el envío ese verano de los detalles de las biografías
que fraguaba Stefan Zweig. La suya —la de Freud—entraba en serie con la de
Mesmer y con la de alguien menos honorable, la de Mary Baker-Eddy, una
furibunda iluminada queandaba por América y Europa predicando la Christian
Science para aglutinar adeptos. Para colmo, Friderike Zweig, la compañera del
escritor, seguía con intensidad las campañas del “apóstol de la paz”, mientras
algunos fieles seguidores iban y venían en busca del Nobel para Freud. Premio
este concedido precisamente a Rolland en 1915 “como tributo al elevado
idealismo de su producción literaria y a la simpatía y el amor por la verdad con
el cual ha descrito diversos tipos de seres humanos”. En fin, un premio a la
prédica del “apóstol de la paz” por la unión, la paz y el amor.
Si a esto sumamos la experiencia de la Gran Guerra, Freud tenía motivos para
pensar el lazo social y en las consecuencias de su ruptura. Ruptura, disolución
o destrucción vienen de la mano de Thanatos. Aquí proponetres fuentes para
ese efecto de “malestar”: el cuerpo, el mundo y la relación con los otros. Esta
como fuente principal, e incluso como “destino ineludible”.
Efectivamente, es la dialéctica de la relación con el otro la que alimenta el
malestar en la cultura. Pero “en la cultura” no remite a un particular marco
histórico, ni siquiera a los cuerposretorcidos, al hundimiento del mundo o a la
aniquilación detodo lazo provocado por la última guerra. Remite a los aspectos
transhistóricos, que convierten al “malestar” en un sufrimiento de
desencuentro, de inadecuación estructural. Freud resume aquí gran parte de
su teoría en línea con Tótem y tabú y El porvenir de una ilusión, en donde ya
había tratado los aspectos subjetivos de la religión como forma de
apaciguamiento de esta infelicidad consustancial.
Pero El malestar es una obra más radical y su análisis más demoledor. Es
interesante observar que, pese a la efervescencia de la extrema derecha —
nazis, Stahlhelm, Jungdo etc.—, la desesperanza de la izquierda y el callejón sin
salida de la inadecuación del hombre a “la cultura”; pese a todo este carácter
trágico, su escrito no se presenta en modo alguno como conformismo o
nihilismo. La vida hay aceptarla en sus goces y en sus sombras, al margen de la
utopía y de toda idealización de lo humano. Pero no por ello, hayqueconsentir
con la injusticia concreta. Se trata pues, de una visión fragmentaria y de una
incompletud plenamente actual, reflejada en este importantetexto, escrito en
un tiempo de incertidumbre cercano a la pesadumbre que invade al nuestro.
Al hilo de la experiencia cuasi mística deRolland, en dondehabla defusión y de
“sentimiento oceánico”, Freud se plantea una cuestión política de fondo,
aunque en el espacioso marco de antropología: ¿cómo es posible la cohesión
de masas, y qué fuerzas se oponen a esta “unión” para destruirla y sumir a los
individuos en un malestar sin solución?
La expresión “sentimiento oceánico” venía a ser el origen de la necesidad que
tiene el hombre de una dimensión religiosa. Freud desmonta esa ficción y
vuelve sobre los pasos, para preguntarse por el origen del pensamiento
religioso. No hay tal sustrato sentimental, pero sí una cierta economía libidinal,
cuya sede la encuentra en lo que él denomina “Yo del placer” (Lust Ich). Ese
sentimiento “oceánico” y esa fusión con el todo, esas ideas sobre la eternidad
y la infinitud no son otra cosa que ideaciones hiperbólicas propias de una
proyección narcisista de ese estadio. La realidad idealizada se fundecon lo que
place al sujeto, lo displacentero es rechazado como exterior hostil.
Freud no cree que el yo sea la instancia evolutiva e independiente, soldada a
una conciencia libre postulada por el humanismo, sino algo más coriáceo, algo
del orden de la imagen (ideal) que captura al sujeto alienándolo en series
sucesivas de capas de identificaciones. Identificaciones que lo comprometen y
lo ligan a los otros; y precisamente, a través de ellas, se vehicula (en cada caso
de manera particular) lo que está a la base del malestar: la pulsión de muerte.
Entonces, hay un determinado lazo social —basado en esta economía
narcisista— que une a los individuos y expulsa el objeto a destruir. Pero,
¿cómo? La respuesta era aparentemente simple: la cultura, entendida como la
formación de construcciones e instituciones al servicio del programa de
mantenimiento del principio del placer, se soporta sobre la base de estas
“potentes identificaciones”. Léasereligiones, ejército, movimientos lideradoso
partidospolíticos. Eros,capturado en elespejo de Narciso,construyeeinstituye
así lazos afectivos, que sirven a la causa de esta necesaria cohesión social.
Kantya había planteado elproblema en su Fundamentación dela metafísica de
las costumbres: los animales tienen el instinto para cumplir su programa de
satisfacción de la necesidad, pero el hombreestá dotado depensamiento y eso
complica las cosas. Cuando Kantplantea el problema dela cultura, mira alcielo
buscando el sentido último de ese don celestial. Borra con ello la peculiaridad
deseante de cada sujeto. El sujeto, en su relación con los otros, se entiende
desdelo universal,en línea con unprogramaético perseguidordefinesúltimos.
Ignora así la dimensión que aporta el lenguaje en ese particular
encadenamientodel sujeto a la repetición deser, fantasmáticamente...criatura
de lenguaje: forofo “partidario”, “skin head” o autoinmolable “muyahidín”.
Darwinbajó la escala delcielo kantianoa la filogénesis dela especie, y pusootra
vez al hombregenérico en la trayectoria animal. Pero Freud ve ahíun hiato, un
salto del animal al humano. Ese salto no lo podía explicar la descripción
evolutiva darviniana y mucho menos la metafísica. Esto le lleva más en su
análisis: ¿por qué el hombre tuvo necesidad de crear la cultura como medio
paramantener esa economíadel principiodel placer?¿Porqué la búsquedadel
placer y la evitación del dolor lleva al hombre a esa otra “evolución”
descomunal que es la civilización? El tratamiento de esta cuestión le conduce
—con paradasinteresantesen el erotismo anal—alanálisis de la formación del
yo, y a la configuración inicial de los instintos: Eros y Thanatos.
Freud, adherido a la evolución, la entiende como la conquista por parte de los
instintos de nuevos modospara su satisfacción. Pero en esta conquista, han de
contar con una resistencia: la inercia al abandono de las viejas formas de
descarga. Sobre este modelo evolutivo trata de explicar lo que observa más
nítidamente en su consulta: las transformacionesdela pulsión de muerte. Esta
es la guía fundamental que encontró en 1920 para la práctica clínica: su
localización mediante la palabra y el silencio; y por oposición, las barrerasque
construye Eros (más frágil y débil) para contenerla. Es mediante Eros que nos
distanciamosde la repetición inercial de la muertey nos elevamos a relaciones
cada vez más complejas de la palabra.
Eros y Thanatos son para Freud una exigencia teórica necesaria para entender
la economía y la dinámica del aparato psíquico. Eros imbricado con Thanatos,
Eros interponiendo defensas contra la eclosión de Thanatos. Parece un mito
milenario. Pero si nos quedamos ahí, no entendemos a Freud.
Pues bien, la primera barrera quela cultura anteponea la pulsión de muertees
la prohibición del incesto. Una primera detracción de libido a la vida sexual por
parte de la cultura. Una prohibición que separa evolutivamente la “horda
primitiva” de la primera institución del “Derecho” y de la “Ley”: el totemismo.
Freud creía esta versión de la antropología, la que entonces existía. Sin
embargo,consideraqueel peso de la ley, en su formamáselaborada,sólo llega
con el monoteísmo, con el judaísmo.
Las religiones monoteístas introdujeron la dimensión del padre con todo su
peso simbólico e imaginario. Simbólico por lo que tiene de deuda, de
sometimiento a la ley... De servidumbre voluntaria y obediencia al super-yo.
Una instancia psíquica que encuentra su soporte real en las instituciones. Esta
obediencia “interna” a la ley sólo es posible con el desenlace del Edipo. La ley
marca los límites a la satisfacción, tanto en su transgresión, como en la
prohibición, que permite acceder a un terreno libre de tensiones, autorizado.
Pero hay un resquicio en este desenlace mediante el cual la pulsión no puede
localizar en el exterior un destino para su descarga, sino en el interior a la
manera de irredenta culpabilidad y castigo. La neurosis obsesiva da cuenta de
este destino para la pulsión thatánica.
En cuanto al padre imaginario, es la sumisión a lo que Freud llama “autoridad
exterior” (äussere Autorität). Se trata de un mandato que funciona sólo en
tanto hayuna“autoridadexterior”.Aparececomo“presencia”quenosintimida
y nos recuerda, quesi no cumplimos el deseo del Otro, el mandato, vendrá “la
retirada del amor”.
Al afecto que produce el temor a dicho elemento externo, que obliga cuando
somos niños pero también cuando se hace presente el padre terrible (no se
puede leer el deseo del Otro) lo llama “soziale Angst”. De manera que hay
presencia amenazante, directa o indirecta, y con ella, ajuste al mandato. Pero
si tal presencia no existe, la prohibición falla, y el sujeto no tiene porqué
abandonar el modo de satisfacción adquirido. Evidentemente, el sujeto no
tiene consciencia de esta dependencia de la demanda del Otro en la escalada
cultural (la de la madre, del maestro o del padre, etc.).
Fenomenológicamente el padre imaginario puede aparecer de múltiples
formas, pero no hay un punto “0” de partida del deseo así constreñido, sino un
juego de miradas, de ilusión mediante el cual, el sujeto encuentra el camino
para incluirse en la demanda de un otro que le captura fantasmáticamente.
Este análisis de la dependencia delLust Ich, delyo primitivo del placer, quesólo
reconoce la amenaza exterior y por eso se somete, lleva a Freud al análisis de
la unidad imaginaria en las formacionesde masas. Si no hay ley interiorizada, si
no hay Super-Yo, no hay individuo, hay autoridad externa e identificación al
significante común por miedo a la “pérdida deamor”. La pérdida de amor es la
pérdida de lazo, de “masa” para soportar la entrada en el desamparo
(Hilflosigkeit).
La identificación imaginaria al semejante permite no sólo sostenerse como ser
deseante en el juego de miradas, en la reflexión de imágenes en espejo, sino
que brinda a la pulsión de muerte una localización fuera del “nosotros”, en el
exterior en donde se arroja lo displacentero. Un exterior marcado como causa
de todo mal, que el discurso localiza: “los gentiles” para la comunidad cristiana
a partirdeSan Pablo,“losjudíos” paralos naziso “losextranjeros”parael actual
ultranacionalismo. Freud analiza cómo solucionan el malestar este tipo de
agrupaciones, cohesionadas por identificaciones especulares: simplemente
sitúan la pulsión de muerte fuera del campo propio, en esa extimidad tan
cercana inconscientemente (el extranjero), pero tan ajena para la conciencia.
Estas identificaciones imaginarias abren cauces a una economía libidinal
sostenida por el narcisismo. Se construye barreras, instituciones, ejércitos
atrincherando la satisfacción erótico-narcisista en el campo de “los nuestros”,
mientrasse eyecta la agresividad(un modode la pulsión de muerte)contra “los
otros”. Y si llega el caso que, por efecto de la rivalidad o el odio, ocurra algo
reprochablepara los propios, siemprepodrá deslizarse la pulsión hacia el otro,
tachándole de causante, incitador, o peor aún, de traidor. En definitiva, como
en el transitivismo infantil: el otro se convierte en culpable y merecedor del
castigo que entraña el acto del propio o los propios. Hay un ejemplo que
conocemos bien los españoles: es el “y tú más”. Así, tal como demostraron las
pasadas elecciones, por ejemplo, el sujeto plenamente identificado a ese
significante (las siglas de su partido) en el que se ha alienado, es impermeable
a toda crítica. Su consistencia depende de lo excluido. Nada malo le atañe, ni la
propia corrupción, pues “lo hacen los otros”, así que nada hay que le
interrogue. Cuanto peor para el otro, mejor. Ha exorcizado el malestar. Por
tanto, habrá encontrado una causa externa sobre la cargar las tintas.
*Sergio Hinojosa es profesor de Filosofía.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...
Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...
Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...Adolfo Vasquez Rocca
 
'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...
 'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A... 'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...
'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...Adolfo Vasquez Rocca
 
La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...
La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...
La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...Deborah Tuggy
 
Historia, CivilizacióN Y Progreso Murray Bookchin
Historia, CivilizacióN Y Progreso   Murray BookchinHistoria, CivilizacióN Y Progreso   Murray Bookchin
Historia, CivilizacióN Y Progreso Murray Bookchinguest8dcd3f
 
Introduccion al pensamiento complejo parte1
Introduccion al pensamiento complejo parte1Introduccion al pensamiento complejo parte1
Introduccion al pensamiento complejo parte1Valentin Flores
 
Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1
Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1
Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1Gaveta del Filosofo
 
Introduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completo
Introduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completoIntroduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completo
Introduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completoSonia Edith Julián
 
Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1
Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1
Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1Sonia Edith Julián
 
Conversaciones con Héctor P. Agosti
Conversaciones con Héctor P. AgostiConversaciones con Héctor P. Agosti
Conversaciones con Héctor P. AgostiIADERE
 
El che guevara y la filosofía de la praxis
El che guevara y la filosofía de la praxisEl che guevara y la filosofía de la praxis
El che guevara y la filosofía de la praxisMaria Luisa Mazzola
 
1914, los últimos catilinarios
1914, los últimos catilinarios1914, los últimos catilinarios
1914, los últimos catilinariosLagranpartida
 
El diablo y el periodismo
El diablo y el periodismoEl diablo y el periodismo
El diablo y el periodismoDamián Andrada
 

La actualidad más candente (14)

Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...
Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...
Dr. adolfo vásquez rocca: del “humanismo” de sartre al “anti humanismo” de he...
 
'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...
 'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A... 'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...
'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...
 
La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...
La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...
La filosofía y los temas de Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor. The ph...
 
Historia, CivilizacióN Y Progreso Murray Bookchin
Historia, CivilizacióN Y Progreso   Murray BookchinHistoria, CivilizacióN Y Progreso   Murray Bookchin
Historia, CivilizacióN Y Progreso Murray Bookchin
 
Introduccion al pensamiento complejo parte1
Introduccion al pensamiento complejo parte1Introduccion al pensamiento complejo parte1
Introduccion al pensamiento complejo parte1
 
Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1
Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1
Morin introduccion al-pensamiento-complejo parte1
 
Morin - Introduccion al pensamiento complejo
Morin - Introduccion al pensamiento complejoMorin - Introduccion al pensamiento complejo
Morin - Introduccion al pensamiento complejo
 
Introduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completo
Introduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completoIntroduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completo
Introduccionalpensamientocomplejo morin1990(1)completo
 
Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1
Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1
Morin edgar introduccion-al-pensamiento-complejo_parte1
 
Conversaciones con Héctor P. Agosti
Conversaciones con Héctor P. AgostiConversaciones con Héctor P. Agosti
Conversaciones con Héctor P. Agosti
 
Nietzsche
NietzscheNietzsche
Nietzsche
 
El che guevara y la filosofía de la praxis
El che guevara y la filosofía de la praxisEl che guevara y la filosofía de la praxis
El che guevara y la filosofía de la praxis
 
1914, los últimos catilinarios
1914, los últimos catilinarios1914, los últimos catilinarios
1914, los últimos catilinarios
 
El diablo y el periodismo
El diablo y el periodismoEl diablo y el periodismo
El diablo y el periodismo
 

Similar a El malestar en la cultura de Freud

Lecturas prescriptivas
Lecturas prescriptivasLecturas prescriptivas
Lecturas prescriptivasoliviaradop
 
La revolucion psicoanalítica
La revolucion psicoanalítica La revolucion psicoanalítica
La revolucion psicoanalítica fsfreud
 
La revolución psicoanalítica
La revolución psicoanalíticaLa revolución psicoanalítica
La revolución psicoanalíticafsfreud
 
Power Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptx
Power Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptxPower Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptx
Power Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptxFrancoAregall1
 
Filosofia humana y sus tipos
Filosofia humana y sus tiposFilosofia humana y sus tipos
Filosofia humana y sus tiposHeber Valenzuela
 
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La MuerteEl Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerteguestfe3fb48
 
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La MuerteEl Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerteguestfe3fb48
 
Sintesis del pensamiento de Nietzsche
Sintesis del pensamiento de NietzscheSintesis del pensamiento de Nietzsche
Sintesis del pensamiento de NietzscheE Cabanero
 
04 FILOSOFIA: ser humano
04 FILOSOFIA: ser humano04 FILOSOFIA: ser humano
04 FILOSOFIA: ser humanoeulexal
 
La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...
La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...
La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...Adolfo Vasquez Rocca
 
Erich+fromm+ +el+corazón+del+hombre
Erich+fromm+ +el+corazón+del+hombreErich+fromm+ +el+corazón+del+hombre
Erich+fromm+ +el+corazón+del+hombreMARYCIELO RODRIGUEZ
 
Freud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdf
Freud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdfFreud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdf
Freud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdfHercilia Sepulveda
 
Nietzsche
NietzscheNietzsche
Nietzscheángel
 

Similar a El malestar en la cultura de Freud (20)

Lecturas prescriptivas
Lecturas prescriptivasLecturas prescriptivas
Lecturas prescriptivas
 
La revolucion psicoanalítica
La revolucion psicoanalítica La revolucion psicoanalítica
La revolucion psicoanalítica
 
La revolución psicoanalítica
La revolución psicoanalíticaLa revolución psicoanalítica
La revolución psicoanalítica
 
Filosofos de la sospecha
Filosofos de la sospechaFilosofos de la sospecha
Filosofos de la sospecha
 
Power Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptx
Power Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptxPower Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptx
Power Point Sobre Posmodernidad Lyotard.pptx
 
Hombre, sociedad y estado filosofia
Hombre, sociedad y estado filosofiaHombre, sociedad y estado filosofia
Hombre, sociedad y estado filosofia
 
Filosofia humana y sus tipos
Filosofia humana y sus tiposFilosofia humana y sus tipos
Filosofia humana y sus tipos
 
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La MuerteEl Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
 
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La MuerteEl Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
El Sentido De La Existencia Humana. El Dolor Y La Muerte
 
Sintesis del pensamiento de Nietzsche
Sintesis del pensamiento de NietzscheSintesis del pensamiento de Nietzsche
Sintesis del pensamiento de Nietzsche
 
Trabajo de Nietzsche
Trabajo de NietzscheTrabajo de Nietzsche
Trabajo de Nietzsche
 
Biografías
BiografíasBiografías
Biografías
 
04 FILOSOFIA: ser humano
04 FILOSOFIA: ser humano04 FILOSOFIA: ser humano
04 FILOSOFIA: ser humano
 
1er cap freud
1er cap freud1er cap freud
1er cap freud
 
La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...
La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...
La evolución del mundo como una fiesta de suicidas; sloterdijk y el pesimismo...
 
Erich+fromm+ +el+corazón+del+hombre
Erich+fromm+ +el+corazón+del+hombreErich+fromm+ +el+corazón+del+hombre
Erich+fromm+ +el+corazón+del+hombre
 
V39p73 82
V39p73 82V39p73 82
V39p73 82
 
Nietzsche
NietzscheNietzsche
Nietzsche
 
Freud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdf
Freud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdfFreud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdf
Freud_ una historia política del siglo XX - Eli Zaretsky.pdf
 
Nietzsche
NietzscheNietzsche
Nietzsche
 

Último

LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTOLA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTOManuelLopez134892
 
Cultura y estigma, la experiencia moral..pdf
Cultura y estigma, la experiencia moral..pdfCultura y estigma, la experiencia moral..pdf
Cultura y estigma, la experiencia moral..pdfJosé María
 
Novena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdf
Novena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdfNovena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdf
Novena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdfpatitapetit
 
Walter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bien
Walter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bienWalter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bien
Walter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bienlasmaslistas24
 
"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf
"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf
"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdfLuisMarioLosadaSuare1
 
Soterologia. Doctrina de la salvación. pdf
Soterologia. Doctrina de la salvación. pdfSoterologia. Doctrina de la salvación. pdf
Soterologia. Doctrina de la salvación. pdfcantosinfantilescdos
 
Trabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdf
Trabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdfTrabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdf
Trabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdfUniversidadPrenatalT
 
Fundamentos de terapia ocupacional y características
Fundamentos de terapia ocupacional y característicasFundamentos de terapia ocupacional y características
Fundamentos de terapia ocupacional y característicasleslycandela
 

Último (10)

LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTOLA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
 
FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdfFESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
FESTIVAL IMPERDIBLE24 - Calaceite -15-16 junio.pdf
 
Cultura y estigma, la experiencia moral..pdf
Cultura y estigma, la experiencia moral..pdfCultura y estigma, la experiencia moral..pdf
Cultura y estigma, la experiencia moral..pdf
 
Novena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdf
Novena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdfNovena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdf
Novena [nueve días] A San Benito de Nurcia .pdf
 
Walter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bien
Walter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bienWalter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bien
Walter-Riso.pdf Pensar bien, sentirse bien
 
"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf
"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf
"CUENTOS PROHIBIDOS POR LA ABUELA"...pdf
 
Soterologia. Doctrina de la salvación. pdf
Soterologia. Doctrina de la salvación. pdfSoterologia. Doctrina de la salvación. pdf
Soterologia. Doctrina de la salvación. pdf
 
Trabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdf
Trabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdfTrabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdf
Trabajo de grado de Alejandra Paisano Belankazar (1).pdf
 
FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdfFESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
 
Fundamentos de terapia ocupacional y características
Fundamentos de terapia ocupacional y característicasFundamentos de terapia ocupacional y características
Fundamentos de terapia ocupacional y características
 

El malestar en la cultura de Freud

  • 1. ‘El malestar en la cultura’ de Sigmund Freud  La situación política de Europa en 1929 daba motivos a Freud para pensar el lazo social y en las consecuencias de su ruptura  Pese al carácter trágico de la época, su escrito no se presenta en modo alguno como conformismo o nihilismo El malestar en la cultura (Amorrortu), deSigmund Freud, no está dirigida a los especialistas, ni trata de precisar la técnica psicoanalítica o perfilar sus conceptos; sin embargo, su interés teórico y la reflexión ofrecida sobre lo que nos aflige son estimables. El prólogo Jacques Andrépara la clásica Amorrortu, un psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica de Francia, director del Centro deestudios en psicopatologíay psicoanálisis(ParisVII)y dela Petit Bibliothèque de Psychanalyseen Les Presses Universitaires de France(PUF). Su participación en la revista ALTER promociona la investigación y las traduccionesinéditas de psicoanálisis. Su trabajo en este texto subraya la necesidad de conectar el psicoanálisis con los problemas actuales que se presentan en el campo de las ciencias sociales. Freud entregó el manuscrito una semana después del 29 de octubre de 1929, el “martes negro”. Aqueldía se hundió la bolsa neoyorquina, provocando una suerte de hundimiento del mundo. Un mes antes había muerto un hombre clave para la posible unión entre Austria y Alemania: Gustav Stresemann. Pese a que el Tratado de Versalles (1919) prohibió la añorada anexión (Anschluss), Stresemann había conseguido en 1926 el Premio Novel de la Paz, generando expectativas nuevas sobreel acercamiento. Pero su muerte dejó al Volkspartei (Partido del Pueblo) en manos de la derecha más recalcitrante1 , lo que supuso una fragmentación en el parlamento, que acabó por debilitar mortalmente la maltrecha República de Weimar. 1 [persona] Que se mantiene firme en su comportamiento, actitud, ideas o intenciones, a pesar de estar equivocado.
  • 2. No es casualquecomienceesta obracon el análisisdeuna expresióndeRomain Rolland. El afamado escritor había recibido de Freud, como cortesía, el manuscrito que le implicaba. Y Rolland respondió con una opinión no muy favorable. A esto se sumó el envío ese verano de los detalles de las biografías que fraguaba Stefan Zweig. La suya —la de Freud—entraba en serie con la de Mesmer y con la de alguien menos honorable, la de Mary Baker-Eddy, una furibunda iluminada queandaba por América y Europa predicando la Christian Science para aglutinar adeptos. Para colmo, Friderike Zweig, la compañera del escritor, seguía con intensidad las campañas del “apóstol de la paz”, mientras algunos fieles seguidores iban y venían en busca del Nobel para Freud. Premio este concedido precisamente a Rolland en 1915 “como tributo al elevado idealismo de su producción literaria y a la simpatía y el amor por la verdad con el cual ha descrito diversos tipos de seres humanos”. En fin, un premio a la prédica del “apóstol de la paz” por la unión, la paz y el amor. Si a esto sumamos la experiencia de la Gran Guerra, Freud tenía motivos para pensar el lazo social y en las consecuencias de su ruptura. Ruptura, disolución o destrucción vienen de la mano de Thanatos. Aquí proponetres fuentes para ese efecto de “malestar”: el cuerpo, el mundo y la relación con los otros. Esta como fuente principal, e incluso como “destino ineludible”. Efectivamente, es la dialéctica de la relación con el otro la que alimenta el malestar en la cultura. Pero “en la cultura” no remite a un particular marco histórico, ni siquiera a los cuerposretorcidos, al hundimiento del mundo o a la aniquilación detodo lazo provocado por la última guerra. Remite a los aspectos transhistóricos, que convierten al “malestar” en un sufrimiento de desencuentro, de inadecuación estructural. Freud resume aquí gran parte de su teoría en línea con Tótem y tabú y El porvenir de una ilusión, en donde ya había tratado los aspectos subjetivos de la religión como forma de apaciguamiento de esta infelicidad consustancial. Pero El malestar es una obra más radical y su análisis más demoledor. Es interesante observar que, pese a la efervescencia de la extrema derecha — nazis, Stahlhelm, Jungdo etc.—, la desesperanza de la izquierda y el callejón sin salida de la inadecuación del hombre a “la cultura”; pese a todo este carácter trágico, su escrito no se presenta en modo alguno como conformismo o nihilismo. La vida hay aceptarla en sus goces y en sus sombras, al margen de la
  • 3. utopía y de toda idealización de lo humano. Pero no por ello, hayqueconsentir con la injusticia concreta. Se trata pues, de una visión fragmentaria y de una incompletud plenamente actual, reflejada en este importantetexto, escrito en un tiempo de incertidumbre cercano a la pesadumbre que invade al nuestro. Al hilo de la experiencia cuasi mística deRolland, en dondehabla defusión y de “sentimiento oceánico”, Freud se plantea una cuestión política de fondo, aunque en el espacioso marco de antropología: ¿cómo es posible la cohesión de masas, y qué fuerzas se oponen a esta “unión” para destruirla y sumir a los individuos en un malestar sin solución? La expresión “sentimiento oceánico” venía a ser el origen de la necesidad que tiene el hombre de una dimensión religiosa. Freud desmonta esa ficción y vuelve sobre los pasos, para preguntarse por el origen del pensamiento religioso. No hay tal sustrato sentimental, pero sí una cierta economía libidinal, cuya sede la encuentra en lo que él denomina “Yo del placer” (Lust Ich). Ese sentimiento “oceánico” y esa fusión con el todo, esas ideas sobre la eternidad y la infinitud no son otra cosa que ideaciones hiperbólicas propias de una proyección narcisista de ese estadio. La realidad idealizada se fundecon lo que place al sujeto, lo displacentero es rechazado como exterior hostil. Freud no cree que el yo sea la instancia evolutiva e independiente, soldada a una conciencia libre postulada por el humanismo, sino algo más coriáceo, algo del orden de la imagen (ideal) que captura al sujeto alienándolo en series sucesivas de capas de identificaciones. Identificaciones que lo comprometen y lo ligan a los otros; y precisamente, a través de ellas, se vehicula (en cada caso de manera particular) lo que está a la base del malestar: la pulsión de muerte. Entonces, hay un determinado lazo social —basado en esta economía narcisista— que une a los individuos y expulsa el objeto a destruir. Pero, ¿cómo? La respuesta era aparentemente simple: la cultura, entendida como la formación de construcciones e instituciones al servicio del programa de mantenimiento del principio del placer, se soporta sobre la base de estas “potentes identificaciones”. Léasereligiones, ejército, movimientos lideradoso partidospolíticos. Eros,capturado en elespejo de Narciso,construyeeinstituye así lazos afectivos, que sirven a la causa de esta necesaria cohesión social.
  • 4. Kantya había planteado elproblema en su Fundamentación dela metafísica de las costumbres: los animales tienen el instinto para cumplir su programa de satisfacción de la necesidad, pero el hombreestá dotado depensamiento y eso complica las cosas. Cuando Kantplantea el problema dela cultura, mira alcielo buscando el sentido último de ese don celestial. Borra con ello la peculiaridad deseante de cada sujeto. El sujeto, en su relación con los otros, se entiende desdelo universal,en línea con unprogramaético perseguidordefinesúltimos. Ignora así la dimensión que aporta el lenguaje en ese particular encadenamientodel sujeto a la repetición deser, fantasmáticamente...criatura de lenguaje: forofo “partidario”, “skin head” o autoinmolable “muyahidín”. Darwinbajó la escala delcielo kantianoa la filogénesis dela especie, y pusootra vez al hombregenérico en la trayectoria animal. Pero Freud ve ahíun hiato, un salto del animal al humano. Ese salto no lo podía explicar la descripción evolutiva darviniana y mucho menos la metafísica. Esto le lleva más en su análisis: ¿por qué el hombre tuvo necesidad de crear la cultura como medio paramantener esa economíadel principiodel placer?¿Porqué la búsquedadel placer y la evitación del dolor lleva al hombre a esa otra “evolución” descomunal que es la civilización? El tratamiento de esta cuestión le conduce —con paradasinteresantesen el erotismo anal—alanálisis de la formación del yo, y a la configuración inicial de los instintos: Eros y Thanatos. Freud, adherido a la evolución, la entiende como la conquista por parte de los instintos de nuevos modospara su satisfacción. Pero en esta conquista, han de contar con una resistencia: la inercia al abandono de las viejas formas de descarga. Sobre este modelo evolutivo trata de explicar lo que observa más nítidamente en su consulta: las transformacionesdela pulsión de muerte. Esta es la guía fundamental que encontró en 1920 para la práctica clínica: su localización mediante la palabra y el silencio; y por oposición, las barrerasque construye Eros (más frágil y débil) para contenerla. Es mediante Eros que nos distanciamosde la repetición inercial de la muertey nos elevamos a relaciones cada vez más complejas de la palabra. Eros y Thanatos son para Freud una exigencia teórica necesaria para entender la economía y la dinámica del aparato psíquico. Eros imbricado con Thanatos, Eros interponiendo defensas contra la eclosión de Thanatos. Parece un mito milenario. Pero si nos quedamos ahí, no entendemos a Freud.
  • 5. Pues bien, la primera barrera quela cultura anteponea la pulsión de muertees la prohibición del incesto. Una primera detracción de libido a la vida sexual por parte de la cultura. Una prohibición que separa evolutivamente la “horda primitiva” de la primera institución del “Derecho” y de la “Ley”: el totemismo. Freud creía esta versión de la antropología, la que entonces existía. Sin embargo,consideraqueel peso de la ley, en su formamáselaborada,sólo llega con el monoteísmo, con el judaísmo. Las religiones monoteístas introdujeron la dimensión del padre con todo su peso simbólico e imaginario. Simbólico por lo que tiene de deuda, de sometimiento a la ley... De servidumbre voluntaria y obediencia al super-yo. Una instancia psíquica que encuentra su soporte real en las instituciones. Esta obediencia “interna” a la ley sólo es posible con el desenlace del Edipo. La ley marca los límites a la satisfacción, tanto en su transgresión, como en la prohibición, que permite acceder a un terreno libre de tensiones, autorizado. Pero hay un resquicio en este desenlace mediante el cual la pulsión no puede localizar en el exterior un destino para su descarga, sino en el interior a la manera de irredenta culpabilidad y castigo. La neurosis obsesiva da cuenta de este destino para la pulsión thatánica. En cuanto al padre imaginario, es la sumisión a lo que Freud llama “autoridad exterior” (äussere Autorität). Se trata de un mandato que funciona sólo en tanto hayuna“autoridadexterior”.Aparececomo“presencia”quenosintimida y nos recuerda, quesi no cumplimos el deseo del Otro, el mandato, vendrá “la retirada del amor”. Al afecto que produce el temor a dicho elemento externo, que obliga cuando somos niños pero también cuando se hace presente el padre terrible (no se puede leer el deseo del Otro) lo llama “soziale Angst”. De manera que hay presencia amenazante, directa o indirecta, y con ella, ajuste al mandato. Pero si tal presencia no existe, la prohibición falla, y el sujeto no tiene porqué abandonar el modo de satisfacción adquirido. Evidentemente, el sujeto no tiene consciencia de esta dependencia de la demanda del Otro en la escalada cultural (la de la madre, del maestro o del padre, etc.).
  • 6. Fenomenológicamente el padre imaginario puede aparecer de múltiples formas, pero no hay un punto “0” de partida del deseo así constreñido, sino un juego de miradas, de ilusión mediante el cual, el sujeto encuentra el camino para incluirse en la demanda de un otro que le captura fantasmáticamente. Este análisis de la dependencia delLust Ich, delyo primitivo del placer, quesólo reconoce la amenaza exterior y por eso se somete, lleva a Freud al análisis de la unidad imaginaria en las formacionesde masas. Si no hay ley interiorizada, si no hay Super-Yo, no hay individuo, hay autoridad externa e identificación al significante común por miedo a la “pérdida deamor”. La pérdida de amor es la pérdida de lazo, de “masa” para soportar la entrada en el desamparo (Hilflosigkeit). La identificación imaginaria al semejante permite no sólo sostenerse como ser deseante en el juego de miradas, en la reflexión de imágenes en espejo, sino que brinda a la pulsión de muerte una localización fuera del “nosotros”, en el exterior en donde se arroja lo displacentero. Un exterior marcado como causa de todo mal, que el discurso localiza: “los gentiles” para la comunidad cristiana a partirdeSan Pablo,“losjudíos” paralos naziso “losextranjeros”parael actual ultranacionalismo. Freud analiza cómo solucionan el malestar este tipo de agrupaciones, cohesionadas por identificaciones especulares: simplemente sitúan la pulsión de muerte fuera del campo propio, en esa extimidad tan cercana inconscientemente (el extranjero), pero tan ajena para la conciencia. Estas identificaciones imaginarias abren cauces a una economía libidinal sostenida por el narcisismo. Se construye barreras, instituciones, ejércitos atrincherando la satisfacción erótico-narcisista en el campo de “los nuestros”, mientrasse eyecta la agresividad(un modode la pulsión de muerte)contra “los otros”. Y si llega el caso que, por efecto de la rivalidad o el odio, ocurra algo reprochablepara los propios, siemprepodrá deslizarse la pulsión hacia el otro, tachándole de causante, incitador, o peor aún, de traidor. En definitiva, como en el transitivismo infantil: el otro se convierte en culpable y merecedor del castigo que entraña el acto del propio o los propios. Hay un ejemplo que conocemos bien los españoles: es el “y tú más”. Así, tal como demostraron las pasadas elecciones, por ejemplo, el sujeto plenamente identificado a ese significante (las siglas de su partido) en el que se ha alienado, es impermeable a toda crítica. Su consistencia depende de lo excluido. Nada malo le atañe, ni la
  • 7. propia corrupción, pues “lo hacen los otros”, así que nada hay que le interrogue. Cuanto peor para el otro, mejor. Ha exorcizado el malestar. Por tanto, habrá encontrado una causa externa sobre la cargar las tintas. *Sergio Hinojosa es profesor de Filosofía.