PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
1 deja de enforcarte solamente en ti
1. DEJA DE ENFOCARTE SOLAMENTE EN TI
Iniciamos una nueva serie de sermones sobre cómo debemos construir buenas
relaciones. En la serie pasada tocamos de manera general estos temas, pero
ahora nos concretaremos a tomar nuevos retos que nos ayudarán a mantener
buenas relaciones con tu pareja, con tu mejor amigo, con tu compañero de trabajo,
con tu vecino. En esta ocasión, veremos la manera en cómo nos conectamos unos
con otros, qué elementos requieres para interactuar con las personas con las que
convives, con las que te relacionas más íntimamente, incluso con las que en un
futuro te relacionarás.
La realidad es que todos los seres humanos poseen el deseo de conectarse con
otras personas, no importa si son jóvenes o adultos mayores, introvertidos o
extrovertidos, ricos o pobres, educados o ignorantes. La necesidad de
conectarse con otro es movida por cinco cosas fundamentales: (1)
por un deseo de recibir amor; (2) por sentimientos de soledad; (3) por
necesidad de aceptación; (4) por búsqueda de satisfacción; y (5) el
deseo de tener éxito en los negocios.
2. ¿Cómo puedes conectarte con otros? La primera cosa que debes hacer es
dejar de pensar en ti mismo y empezar a enfocarte en las personas
con quien deseas construir relaciones. ¿Estás dispuesto a enfocarte en los
demás?
Hemos leído la historia famosa de el buen samaritano donde un desconocido fue
golpeado por unos ladrones que le despojaron de todo y lo dejaron medio muerto,
la Biblia no dice cuánto tiempo estuvo en el suelo en esas condiciones, pero lo
cierto es que llevaba cerca de una hora sin poder incorporarse por sí mismo, no
tenía amigos como el fabiruchi que lo llevaron al hospital. Es un hombre
abandonado a su suerte con el riesgo de que los ladrones regresaran a terminar el
trabajito. El texto tampoco dice cuántas personas pasaron cerca del herido de la
calle, pero lo cierto es que se registran tres personas que responde de manera
diferente ante el mismo episodio. —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó,
y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se
fueron, dejándolo medio muerto. Resulta que viajaba por el mismo camino
un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. Así también llegó
a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo. Lucas 10:30-
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El sacerdote y el levita son profesionales en la religión, en teoría saben las
Escrituras, ministran en el Templo de Jerusalén y en las sinagogas, manifiestan
3. apoyo espiritual a las personas que acuden a los lugares religiosos. ¿No deberían
manifestar misericordia por el herido de la calle?, por lo menos, reportar el
incidente a las autoridades para que lo socorran. Simplemente, el primero al verlo,
se desvió y siguió de largo; el segundo, lo vio se acercó un poco, pero también se
siguió de largo. Esta es precisamente la actitud que actualmente se manifiesta en
nuestra sociedad, indiferencia al dolor ajeno, insensibilidad a los problemas de los
otros, poca solidaridad ante las necesidades de los demás.
¿Has conocido personas que muestran indiferencia ante los problemas de los
demás? Quizá has compartido algún problema con alguien, y te dijeron “es tu
problema”. O cuando te has encontrado en alguna situación difícil en tu trabajo, en
la calle, en tu casa, y alguien dice, “mejor no me meto en problemas, mientras no
se metan conmigo”. ¿Sebes porqué hay personas con estos pensamientos y
actitudes como el sacerdote y el levita? Porque son personas que se enfocan en sí
mismos y no en los demás. Este tipo de personas no pueden ver a sus
alrededores porque todo el universo lo acaparan para sí mismos. Te has
percatado que hay compañeros en el trabajo que buscan hacer sus labores para
sacar provecho personal, nunca piensan en los objetivos o la misión de la
empresa, ni mucho menos en sus demás compañeros. Sólo se enfocan en sí
mismos.
4. La razón por la que el sacerdote y el levita no ayudaron al herido de la calle, ni
siquiera lo reportaron a locatel, fue que porque ellos se enfocaban en sí mismos,
no había más mundo que ellos. Parece curioso, estos dos oficiales religiosos
siempre estaban rodeados de personas, pero sólo se enfocaban en ellos mismos.
Para conectarte con los demás debes empezar con la capacidad de pensar en
otra gente antes que en ti. Es el principio más básico en el desarrollo de las
relaciones personales. La gente que permanece centrada en sí misma y que solo
se sirve a sí misma siempre tendrá dificultad para llevarse bien con los demás.
Para ayudarles a romper ese patrón de vida, necesitan ver la realidad de las
cosas, para lo cual requieres de tres elementos:
1. Salir de tu mundo pequeño.
El tercer hombre que pasó cerca del herido de la calle, fue un samaritano. Te
recuerdo que los judíos y los samaritanos en esa época no se llevaban, los
samaritanos se mezclaron con sangre árabe en el tiempo de la deportación de los
judíos en Asiria. Al regresar los judíos de la deportación, los samaritanos ya se
habían mezclado con otros pueblos, por esa razón, les guardaban rencor y los
consideraban judíos de segunda. No les hablaban, los ignoraban al extremo de ni
siquiera pasaban por la provincia de Samaria, prácticamente rodeaban el territorio.
Por consecuencia, los samaritanos también generaron rencor hacia los judíos y no
5. los trataban. Pero este samaritano sin nombre, rompió con las barreras culturales
y los odios del pasado, rompió con su mundo pequeño, dejó de pensar sólo en sí
mismo, para ampliar su cosmovisión a los demás. Pero un samaritano que iba
de viaje llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él.
Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Lucas
10:33-34a.
Este es un gran ejemplo de salir de tu mundo pequeño, en donde empiezas a
pensar en los demás; el samaritano dejó de lado sus rencores culturales, se
atrevió a asistir a un desconocido, se compadeció de alguien que no le iba
devolver el favor. ¿Alguien desconocido te ha brindado una ayuda como esta en
un momento difícil de tu vida? Si algunos de ustedes dijeron que no, entonces
seguramente te preguntarás: ¿Qué puedo hacer para que esas personas me
ayuden? El asunto es al revés, ¿Qué puedo hacer yo para ayudar a esta gente?
Al hacerlo, no solo puedes ayudar a los demás, sino que también recibir todo
tipo de ayuda. Siempre que uno es demasiado egoísta y solo procura sus propios
intereses como el sacerdote y el levita, cuenta con una sola persona que
trabaja a su favor: uno mismo. En cambio, si uno ayuda a una docena de
personas con sus problemas, tendrá una docena de personas dispuestas a
trabajar con uno. Te aseguro que esa persona herida de la calle, buscó hasta al
cansancio al samaritano no sólo para agradecerle por salvarle la vida, sino para
estar a su disposición.
2. Madurez emocional y espiritual.
6. El tercer elemento para enfocarnos en los demás es la madurez espiritual, se
requiere madurez para dejar de enfocarse en sí mismo. Cuando las personas se
enfocan sólo en sí mismos, reflejan inmadurez, de estancarse en una etapa que
no le corresponde. Sólo los niños de preescolar reflejan un alto grado de
egocentrismo, porque piensan que el mundo gira alrededor de ellos. Muchas
personas actúan como preescolares y su perspectiva de la vida es más o menos
así:
Si me gusta, es mío.
Si te lo puedo quitar, es mío.
Si lo tuve hace un rato, es mío.
Si digo que es mío, es mío.
Si parece que es mío, es mío.
Si lo vi primero, es mío.
Si te parece divertido, definitivamente es mío.
Si lo dejas de usar, es mío.
Si está dañado, es tuyo.
Los judíos en los tiempos de Jesús tenían una grandeza: su ego, se sentían el
mejor pueblo del mundo, que nadie los merecía, pero más que virtud, era un
defecto de inmadurez espiritual y emocional. El samaritano había superado su
enfoque en sí mismo, y demostró madurez, porque fue el único que se paró junto
con el herido de la calle y lo curó, no le importó la raza, los rencores del pasado,
reflejó ser un hombre maduro. Los inmaduros siempre se sentirás como los más
7. importantes y superiores a los demás, observa este pasaje: El más importante
de ustedes deberá ser el sirviente de todos. Porque los que se creen
más importantes que los demás será tratados como los menos
importantes. Y los que se comportan como los menos importantes,
serán tratados como los más importantes. Mateo 23:11-12. La madurez
real consiste en entender que el mundo no gira alrededor de nosotros. Es la
capacidad de ver con perspectiva correcta la realidad mayor de la vida.
3. Responsabilidad hacia el otro.
Algo muy notorio en el samaritano fue no sólo que salió de su mundo pequeño, y
desarrolló una madurez emocional y espiritual, sino que mostró una gran
responsabilidad por el otro, en especial por alguien que no conocía. La historia
concluye así: Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un
alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se
las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste
usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva.” Lucas 10:34b-35. Antes de
esto, recuerda que ya lo había curado de sus heridas con aceite y vino, lo vendó.
¿Será que el samaritano llevaba en su equipaje un botiquín de primeros auxilios
por si se encontraba en el camino a un herido? Por supuesto que no, por qué
todavía de curarlo, lo lleva a una casa de huéspedes y paga para que lo atiendas,
¿no era mejor dejarlo en el hospital y olvidarse del asunto? Esto es muestra un
8. gran sentido de responsabilidad por los demás, el ocuparse y enfocarse en otros
que no sea yo únicamente.
Esto fue el problema entre Caín y Abel, el hermano mayor se enfocaba en sí
mismo, buscaba que Dios se fijare en él, buscaba ser el favorito, en cambio,
Abel buscaba enfocarse en Dios, en que su vida le fuera agradable por su
servicio; por eso, Caín asesinó a su hermano. Después de esto, Dios le pregunta
a Caín: — ¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: — No sé. ¿Soy yo
acaso el guarda de mi hermano? Génesis 4:9. ¿Soy responsable de mi
hermano? ¿Eres responsable de tu prójimo? ¿Eres responsable de tu pareja?
¿Eres responsable de tus vecinos? ¿Eres responsable del que necesita de ti aún
cuando no te conozca? ¿Eres responsable de las familias de Tabasco?
Enfocarte sólo en ti, es sinónimo de responsabilidad, porque en la medida que
te comprometas con los demás, es la manera de dejar de enfocarte en ti
mismo. Esto se aplica en cualquier tipo de relación, incluso en la iglesia. Cuando
una persona representa un liderazgo en la comunidad, se revela su nivel de
madurez espiritual y emocional y sentido de responsabilidad. Los líderes
irresponsables tienen una actitud de “primero yo” y usan su posición para
beneficio personal. Los líderes responsables tienen una actitud de “primero los
demás” y usan su posición para servir a la gente, cumplir responsabilidades, ser
un ejemplo, dar a otros el crédito y repara relaciones dañadas. Los buenos
líderes entienden que para poder triunfar, ellos deben dar prioridad a los
demás. Observa esta texto de la Biblia: Cada cual examine su propia
conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con
9. nadie. Que cada uno cargue con su propia responsabilidad. Gálatas
6:4.
10. nadie. Que cada uno cargue con su propia responsabilidad. Gálatas
6:4.