1. Antiguas literaturas orientales
01 Oct
Comenzamos la historia de la literatura universal con las antiguas literaturas orientales
(especialmente, la hindú), que, aunque poco conocidas en el occidente europeo, han servido de
inspiración en muchos casos a autores clásicos y medievales.
Las literaturas asiáticas orientales son las más antiguas. Dos rasgos, además, las definen: el carácter
oral de su transmisión (toda literatura ha sido antes oral que escrita) y el componente religioso y
sapiencial, expresado casi siempre mediante recursos simbólicos (apólogos, fábulas, parábolas, etc.)
y un abundante caudal de fantasía. No hay que olvidar que en las obras literarias se refleja el
pensamiento, las costumbres, las creencias y los ideales de un grupo social; por tanto las obras
literarias del antiguo oriente merecen leerse no sólo por su visión filosófica y sus contenidos
literarios, sino porque ahí está plasmado el espíritu del ser humano, su historia y su forma de
percibir la realidad.
Entre estas literaturas orientales destacan las de China, Persia, Mesopotamia y la India.
En Mesopotamia (territorio que coincide con lo que hoy es Irak), florecieron diversas culturas
desde el IV milenio a.C.: sumerios, acadios, babilonios, asirios, hititas… Estas culturas
desarrollaron las primeras formas de escritura conocidas (la escritura cuneiforme, hacia el año 3000
a.C.), y legaron, a través de tablillas de arcilla, una literatura compuesta fundamentalmente por
textos e himnos religiosos y por poemas épicos sobre los orígenes míticos del mundo, como el
Gilgamésh, del II milenio a.C. Gilgamesh es un despótico rey que gobierna la ciudad de Uruk. Los
dioses escuchan las oraciones de sus desdichados súbditos y envían a un hombre salvaje y brutal,
Enkidu, que reta a Gilgamesh a una lucha sin tregua. Concluida la batalla, sin que ninguno de los
contendientes resulte victorioso, Gilgamesh y Enkidu se hacen grandes amigos. Emprenden viaje
juntos y comparten numerosas aventuras. En una de ellas Enkidu pierde la vida, y Gilgamesh,
desolado, dedica todos sus esfuerzos a la búsqueda de la inmortalidad.
En ella encontramos motivos comunes a otras civilizaciones, recogidos, por ejemplo, en la Biblia
(el episodio del Diluvio) o la epopeya de Hércules.
En la literatura china (escrita en sus orígenes sobre tablas de bambú) sobresalen dos grandes
filósofos, Lao Tse (S. VIII a. C.) y Confucio (S. VI a. C.), además del famoso poeta Li-Tai-Pe (S.
VIII d. C.). Los pensamientos y enseñanzas morales de Confucio fueron recogidos por sus
discípulos en Lun Yü (Los diálogos). Por su parte, Lao Tse reunió en el Tao-Te-king (Libro del Tao
y del Té) sus ideas religiosas y filosóficas, base de la religión taoísta.
El libro sagrado de la literatura persa es el Avesta, atribuido a Zaratustra (s. VIII a.C.), que recoge
las tradiciones religiosas, históricas y literarias de los antiguos persas y fue transmitido oralmente
durante siglos hasta ser fijado por escrito en el siglo I d.C.
La literatura india antigua está escrita en sánscrito, que en la actualidad continúa siendo la lengua
sagrada y erudita de la India. Su primera gran obra son los cuatro libros de sentencias e himnos
religiosos conocidos con el nombre de los Vedas, que fueron escritos a lo largo de muchos
siglos. Los más antiguos se remontan al siglo XV a.C.
Posteriores a los Vedas son las dos grandes epopeyas indias, compuestas con anterioridad al siglo V
a.C. y recogidas por escrito en el siglo II: el Mahabharata y el Ramayana.
El Mahabharata es la obra más extensa de la literatura universal. Consta de más de doscientos mil
versos repartidos en dieciocho cantos. Alrededor de una trama central legendaria sobre las luchas
2. entre los descendientes de dos hermanos (dos ramas de los Bharata), se van intercalando
descripciones, largos discursos, historias secundarias y hasta un tratado filosófico y espiritual, el
Bhagavadgita.
El Ramayana, atribuido en sus orígenes a un tal Valmiki, narra los esfuerzos del rey Rama por
rescatar a su esposa, raptada por el rey de los demonios. De gran cuidado formal, incluye leyendas y
nociones de filosofía. Siguiendo el modelo del Ramayana, a partir del s. VII surgió una épica
artística y culta de tema histórico y legendario.
Por su influencia en la literatura occidental merecen destacarse las colecciones de apólogos, es
decir, breves cuentos o fábulas que tienen como personajes a diversos animales y terminan con una
enseñanza o moraleja. La más conocida es el Pantchatantra (Los cinco libros), traducida al
castellano por Alfonso X el Sabio con el título árabe de Calila e Dimna. Las setenta narraciones de
que consta se ordenan en cinco temas: la separación de los amigos, el modo de hacer amistades, la
guerra de los cuervos y los búhos, la pérdida de lo que se ha ido adquiriendo y las obras hechas sin
reflexión.
Estas colecciones, difundidas a través de versiones árabes, griegas o latinas, ejercieron gran
influencia en la literatura medieval europea (por ejemplo, en el Arcipreste de Hita, don Juan Manuel
-uno de los cuentos más conocidos de El conde Lucanor, “Doña Truhana”, en que se basa la célebre
fábula de La lechera, tiene su origen en el Pantchatantra-). Para poder ver su evolución literaria,
pincha aquí.
En sánscrito escribió también el poeta Kalidasa, autor de una obra dramática y épica titulada
Sakuntala, una bella historia de amor.
LITERATURA HEBREA. LA BIBLIA
En la antigüedad el pueblo hebreo estuvo formado por varias tribus de origen semita. Según la
historia, se cree que estas tribus provenían de la Península de Arabia y que, al buscar tierras
favorables para su asentamiento, llegaron a Mesopotamia donde vivieron años como vasallos.
Se dice que Abraham, el patriarca de este grupo, recibió órdenes de su dios Jehová para buscar la
“tierra prometida” por éste. Así es como después de un largo peregrinar se asentaron en el desierto
de Siria. Antes se habían establecido en otros lugares, pero no por mucho tiempo; finalmente
llegaron a Palestina, en donde continuaron como nómadas un tiempo, hasta que finalmente se
asentaron.
Con el nombre de hebreos, que significa “gente de otra parte”, les llamaron los nativos de los
pueblos vecinos.
La literatura hebrea antigua se concentra principalmente en los diversos libros bíblicos, algunos de
los cuales, como el Cantar de los Cantares o el Libro de Job, poseen un notable tono literario.
También en el Talmud, el otro libro sagrado del hebraísmo, abundan las partes narrativas.
La Biblia (etimológicamente, “Los libros”) contiene el fundamento tanto del judaísmo como del
cristianismo. Es, posiblemente, el libro de mayor influencia en la cultura occidental de todos los
tiempos.
Compuesta por muy diversos autores pertenecientes además a épocas distintas, la Biblia contiene
los libros sagrados de la religión judía y de la cristiana (de ahí la denominación de Sagradas
3. Escrituras, por haber sido inspirada por Dios). Pero aparte de su significado religioso e histórico, es,
desde un punto de vista estrictamente literario, una gran obra de arte.
Los cristianos dividen los libros bíblicos en dos grandes grupos: Antiguo Testamento y Nuevo
Testamento.
Los libros del Antiguo Testamento –los únicos reconocidos por los judíos- tratan de la Antigua
alianza de Yahvé con el pueblo de Israel, y recogen su historia, tradiciones, profecías y enseñanzas
morales. Los libros del Nuevo Testamento narran la vida de Jesucristo y contienen sus enseñanzas,
es decir, tratan de la Nueva alianza de Jesús con la humanidad.
La mayor parte de los libros del Antiguo Testamento fue escrita en hebreo o arameo, y algunos
manuscritos se remontan en algunos casos hasta el siglo x a.C. (anteriormente, durante siglos, se
habían transmitido de forma oral). El Antiguo Testamento se fija de forma definitiva hacia el siglo I
a.C. Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en griego, excepto algunos en arameo. La
primera traducción completa al latín (la Vulgata, realizada por San Jerónimo) data del siglo IV d.C.
Los libros del Antiguo Testamento pueden clasificarse de la siguiente manera:
– Históricos o narrativos, como el Pentateuco, formado por los cinco libros que constituyen
para la religión judía la Thorá, es decir, “la ley”: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio. Según la tradición, fueron escritos por Moisés e inspirados directamente por Dios.
– De contenido filosófico y moral, como el libro de Job o los Proverbios.
– De carácter poético: el Cantar de los Cantares y los Salmos, compuestos la mayor parte por
el rey David.
– Libros proféticos: los profetas (Isaías, Jeremías, Daniel…) transmiten por medio de ellos lo
que quería comunicar Dios a su pueblo.
Tal vez los dos libros que más han influido en la literatura universal sean el Génesis y el Cantar de
los Cantares.
El Génesis comienza narrando la creación del universo por parte de dios, creación que es explicada
como el triunfo del orden frente al caos y que se llevó a cabo en siete días. A continuación se relata
la vida de Adán y Eva en el paraíso terrenal hasta su expulsión por haber comido del árbol de la
ciencia del bien y del mal, y siguen las historias de Caín y Abel, Noé y el Diluvio universal, la torre
de Babel, Abraham, Isaac, Jacob y José. (La historia del pueblo hebreo a partir de su salida de
Egipto y hasta llegar a la tierra prometida está narrada en los otros cuatro libros del Pentateuco)
El Cantar de los Cantares es el libro poético por excelencia de la Biblia. En él se narra de forma
bellísima el amor del Amado o el esposo y la Amada o la esposa. Frente a la interpretación literal –
un simple poema de amor humano de una joven pareja en un ambiente de bodas-, la tradición judía
ha visto en él el relato alegórico de las relaciones de Yahvé con su pueblo, y para la tradición
cristiana simboliza el amor místico de Cristo a su Iglesia.
Entre los libros del Nuevo Testamento destacan los cuatro Evangelios, sobre la vida de Jesucristo, y
el Apocalipsis, escrito por san Juan, libro poético, lleno de imágenes extrañas, alegorías y símbolos,
que describe el fin del mundo.
Más tarde, hacia el siglo V d.C., los doctores judíos de Palestina y Babilonia reunieron el conjunto
de sus tradiciones históricas, de sus principios religiosos y morales en el Talmud, especie de
enciclopedia del saber hebreo.
4. (fuentes: www.kalipedia.com y Literatura española y universal, ed. Almadraba)
Os dejo esta presentación que ilustra los contenidos anteriormente expuestos:
Literatura Universal
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He aquí una excelente presentación de los contenidos, realizada por José María González-Serna.
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