1. Miguel Hernández nació el 30 de octubre de 1910 en Orihuela.
Era el tercer hijo de los siete que tuvieron Miguel Hernández
Sánchez y Concepción Gilabert, el segundo varón. Su familia
se dedicaba a la cría de ganado caprino, lo que motivó que se
trasladaran de la casa donde Miguel nació, (San Juan, nº 82)
a una casa más grande y acorde con el negocio familiar (calle
de Arriba, nº 37), pues está en las afueras. Su padre aspiraba
a ascender socialmente, logrando ser nombrado "alcalde de
barrio"; su madre, por su parte, era una mujer enfermiza
(padecía bronquitis crónica) y a menudo debía guardar cama.
Miguel fue pastor de cabras desde muy temprana edad. Fue
escolarizado entre 1915 y 1916 en el centro de enseñanza
«Nuestra Señora de Monserrat» y de 1918 a 1923 recibió
educación primaria en las escuelas del Amor de Dios; en 1923
pasa a estudiar el bachillerato en el colegio de Santo Domingo de Orihuela, regentado por
los jesuitas, los que le proponen para una beca con la que continuar sus estudios, que su padre
rechaza. En 1925 abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al
pastoreo. Mientras cuida el rebaño, Hernández lee con avidez y escribe sus primeros poemas.
Por entonces, el canónigo Luis Almarcha Hernández inicia una amistad con Hernández y pone
a disposición del joven poeta libros de San Juan de la Cruz, Gabriel Miró, Paul
Verlaine y Virgilio entre otros. Sus visitas a la Biblioteca Pública son cada vez más frecuentes y
empieza a formar un improvisado grupo literario junto a otros jóvenes de Orihuela en torno a la
tahona de su amigo Carlos Fenoll. Los principales participantes en aquellas reuniones son,
además de Hernández y el propio Carlos Fenoll, su hermano Efrén Fenoll, Manuel Molina, y
José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo
de «Ramón Sijé» y a quien Hernández dedicará su célebre Elegía. Desde ese momento
Ramón Sijé se convertirá no solo en su amigo, sino también en su compañero de inquietudes
literarias.
Los libros serán su principal fuente de educación, convirtiéndose en una persona totalmente
autodidacta. Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro
Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, se convertirán en
sus principales maestros.
El 25 de marzo de 1931, con tan sólo 20 años, obtuvo su primer y único premio literario de su
vida concedido por la Sociedad Artística del Orfeón Ilicitano con un poema de 138 versos
llamado Canto a Valencia bajo el lema Luz..., Pájaros..., Sol...El tema principal del poema era
el paisaje y las gentes del litoral levantino destacando el mar Mediterráneo, el río Segura y las
ciudades de Valencia, Alicante, Murcia y, en mayor medida, Elche. Como anécdota cabe contar
que, cuando Hernández recibió la notificación de la consecución del premio, se apresuró a
viajar a la ciudad ilicitana, creyendo que recibiría un premio económico, pero lo que recibiría
sería tan sólo una escribanía de plata.