2. La extirpación de los testículos en équidos (caballos, mulos y burros) es con el objeto de dulcificar el carácter del animal para un más cómodo manejo, sigue siendo una operación requerida con frecuencia al veterinario con ejercicio clínico. En nuestra casuística de intervenciones quirúrgicas ocupa el segundo lugar después de las heridas.
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7. A la vez que se realiza una evaluación clínica preoperatoria con palpación de los anillos inguinales superficiales e internos, descartándose para esta técnica cualquier animal sospechoso o de más de 10 años de edad.
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10. Se efectúa la intervención con sedación y anestesia local
11. SEDACIÓN El ayudante sujeta al paciente con un acial y le inyectamos en la vena yugular una combinación de propionil-promacina (Combelén) y xilacina (Rompún) mezclado en la misma jeringa a la dosis de 5 + 1 cc, como dosis estándar, o algo menos en ejemplares de menor peso. En tanto la medicación va surtiendo puesto de manifiesto por la protusión y la relajación peneana, se dispone todo el material de forma ordenada.
12. Se prepara la zona quirúrgica y alrededores (escroto, región inguinal, cara interna de las piernas y pene) con una concienzuda limpieza con agua y jabón, seguida de una desinfección a base de Braunol u otro compuesto yodado apropiado.
13. ANESTESIA La anestesia local la hacemos con cinco inyecciones: infiltración directa dentro del parenquima testicular, ambos cordones espermáticos (infiltración del cordón espermático a nivel de los anillos superficiales) e infiltración subcutánea en el lugar de la incisión. Se emplea lidocaina al 2% (Xilocaina) la dosis de 1 0 a 20 cc por cada testículo.