La historia del arte nos lleva, a veces, por senderos que nos introducen en bosques no deseados. A veces el vuelo defecador deja caer la semilla que no plantamos y que sin embargo, como no desagrada del todo y la dejamos crecer. Esto es lo que me ocurre a mí en este momento. Creo que no es mala idea separarse en este momento de la historia del arte - aunque no del todo - para entender lo que nos pasa aquí, en Europa.
1. Grecorromanos (II).-
Intento ahora estudiar cómo afecta esta contradicción que vimos antes a nuestra concepción del
arte. Sin embargo, se me presenta delante una u otra vez un obstáculo que debo franquear. Lo
pretendo eludir pero no puedo. Está ahí delante insistentemente solicitando una resolución.
Ernesto Cardenal, el religioso y político cubano nos advertía que "todo arte es religión". No está mal
para un teórico materialista-dialéctico. Yo también lo creí mucho tiempo. Hasta que llegué a verme
delante del Cristo crucificado de Bernini en la Basílica del Escorial. Allí, girando a la izquierda nada
más entrar en la iglesia del complejo regio de Felipe II, descubrí que no. Todo arte no es religión. Es
más complejo. El arte se desliza entre la belleza y la religión. Todo arte es belleza en tanto que no es
religión. Todo arte es belleza o pretende serlo. La ausencia de belleza y/o la incapacidad de entender
la belleza es religión. Se puede argüir que nada de eso. Que la religión es lo que existe más allá de la
belleza. Que es como la metafísica de la belleza. Entonces yo digo que de acuerdo. Que más allá de
la belleza pueden existir muchas cosas pero que a mí no me interesan. Yo me quedo con la belleza. Y
punto. No me quiero elevar tanto.
Sin embargo, a pesar de todo, como se ve, en mi definición de arte no he podido prescindir de la
religión. Este es el obstáculo que una y otra vez se me presenta como inapelable. Tenemos que
resolverlo. Y debemos resolverlo antes de situarlo como antítesis de la belleza. Pero tampoco como
antítesis absoluta puesto que se retroalimentan. Es como si el cojo quisiera decir : "Yo camino
gracias a la muleta izquierda". Religión y belleza se excluyen y se complementan puesto que aquella
es necesaria mientras no consigamos la segunda.
Y ahí me encuentro yo que de historia
de las religiones nada de nada. Ni
siquiera de mitología, aunque
conozco al Profesor Carlos García
Gual y me he leido las Metamorfosis
de Ovidio. ¿Qué hacemos? Podemos
empezar disertando acerca de la
libertad del mito griego - una
construcción humana- y del dogma de
la religión egipcia - otra construcción
humana- , pues ese mezcladillo llega
hasta nosotros como ya vimos antes.
Podemos seguir tratando del
mezcladillo de la alegría griega de la
libertad frente al destino frente al
fanatismo dogmático, pesimista y
determinista de raíz egipcio-
mesopotámica. ¿Qué se yo? Pero a
nosotros lo que nos interesa es el
arte. Profundizando en esto
podríamos llegar a la raíz de nuestros
problemas con el sexo, la pederastia,
la violencia, el etnocentrismo, la
corrupción, etc. Etc. Pero a nosotros
lo que nos interesa es el arte.
Tenemos que podar. Aunque los ingleses incluyen el teatro en la historia de su arte. Inlcusión
2. importantísima. Nosotros no lo hacemos. Y ahora echamos en falta poder recurrir al teatro, a la
tragedia para explicar el pensamiento artístico griego y el nuetro propio.
Porque la religión griega no existe. La religión griega es mitología. Y la mitología se convierte en
pensamiento como la flor en fruto. Por eso en Egipto los faraones tuvieron que ponerle grilletes muy
potentes a la libertad. Para que su mitología no fructificara en pensamiento y se conformara con
convertirse en pensamiento solo para la otra vida. Y allí, aunque tuvieron un Temístocles en
Tutmosis III, el corregente de Hatshetput, no llegó nunca un Pericles.
Y ese pensamiento griego que nació con la democracia, como no podía ser de otra forma, rigió, en
mayor o menor medida, el mundo romano hasta Teodosio. Entonces, como ya hemos visto fue
injertado de dogmatismo judeocristiano, la religión cristiana. Y de ese raro mezcladillo estmos
hechos nosotros.
Vamos a concentarnos, ya de una vez, sin más prolegómenos, en ese pensamiento mix del que
hemos hablado.
Pensamiento religioso. Pensamiento único. Ausencia de perspectiva. Punto de vista único. Ausencia
de naturalismo. Trascendencia. Esquematismo. Modelos. Creencias en vez de pensamiento y
sentimiento. Lo colectivo aplastando al individuo. Arte egipcio. Románico. Arte Contemporáneo.
Pensamiento no religioso. Libertad. Racionalidad. Irracionalidad. Belleza como imitación de la
naturaleza y de lo concreto espacial y temporal. Belleza como expresión de sentimientos y
pensamientos. La creatividad individual. Humanismo. Arte clásico. Renacimiento.
Muchas cosas, ciertamente, que desarrollaremos en la próxima entrega. Tenemos el camino, aunque
no sepamos exactamente dónde vamos a llegar.
Bibliografía. -
1.- Yves Bonnefoy, Coordinador, 1982, Dictionaire des mythologies et des religions des societés
tradicionelles et du monde antique, 2V., Flamarion, Paris.
2.- Greek and Egyptian Mithologies, compiled by Yves Bonnefoy, 1992, The University of Chicago
Press, Chicago&London.
3.- García Gual, Carlos, 2014, Historia mínima de la mitología, Turner.
4.- Ovidio Nasón, Publio, Las Metamorfosis, traducción de Ana Pérez Vega, Biblioteca Virtual Miguel
de Cervantes, 2002. Introducción tomada de Metamorfosis, Carlos Ansó, director, 1983, editorial
Bruguera, Barcelona.