Crítica de Nietzsche a la Cultura Occidental. Explicación para clase en tiempos de confinamiento.

1. Nietzsche – Crítica a la Cultura Occidental – Página 1
Belén Camacho - Dpto Filosofía - IES Almenara
Crítica a la Cultura Occidental de Nietzsche
La filosofía de Nietzsche no se nos presenta de forma ordenada.
Nietzsche estuvo enfermo toda su vida y las continuas recaídas en las que se
incapacitaba impedían que llevara a cabo en sus obras un desarrollo argumental largo y
detallado, así que escribía en
AFORISMOS
¿Quién más lo hizo antes que él? Heráclito de Éfeso, el Oscuro.
Debido a todo esto, la filosofía de Nietzsche es poco sistemática y la mayoría de
los textos que hay sobre ella realizan un acercamiento por conceptos, pero yo creo que la
manera más sencilla de acercarse a ella es a través de un concepto que desarrolló al final
de su obra:
la metamorfosis del hombre
¿En qué consiste? Te lo cuento luego.
La finalidad de la obra de Nietzsche es explicar por qué en el siglo XIX se rechaza
todo lo que la Cultura Occidental nos ha legado a lo largo de los siglos y qué hacer ante la
crisis de valores tan grande que surge al rechazar la manera de hacer de la Cultura
Occidental y no tener otra de repuesto que la sustituya.
Su filosofía, por tanto, va a
1.- revisar el legado de la Cultura Occidental
y mostrarnos qué ideal de vida defiende,
2.- analizar la situación de crisis de valores
que se da en el siglo XIX
3.- y proponer una solución para sus
contemporáneos.
¿Cómo va a hacer todo esto? Usando lo que él llama el
método genealógico
¿En qué consiste? En estudiar algo desde sus orígenes hasta ahora explicando
todas las circunstancias por las que ha pasado. Por ejemplo, si te explico quién soy
usando el método genealógico te contaría dónde nací, quién es mi familia y todo lo que
que me ha pasado en la vida hasta ahora. No es describirme, ojo. Es contar lo que me ha

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pasado para que tú te hagas una idea de quién soy. Dice Nietzsche que este método te va
a permitir conocerme mejor que si te intento contar yo quién soy describiéndome.
¿Recuerdas lo que descubrió Nietzsche sobre el hombre griego trágico? Él dice
que el hombre griego trágico pensaba que la mejor manera de vivir era enfrentándose a la
vida asumiendo que era trágica, es decir, que estaba constituida por fuerzas apolíneas y
dionisíacas, que lo pasaríamos muy bien y muy mal en ella y que “había que disfrutar del
viaje”
Pues bien, Nietzsche cree que lo que está en la base de toda la crisis del siglo XIX es
resultado de la transformación que sufre esta concepción griega de la vida a lo largo de
la Historia y eso es lo que va a estudiar.
¿Cómo lo explica de forma clara y fácil? Hablando de que el hombre griego trágico
ha sufrido una metamorfosis que lo ha hecho pasar por varias fases a través de las cuales
se convierte en camello y, después, en león. Él va a proponer que la solución a esa crisis
de valores de la Cultura Occidental está en convertirse en niño. Esta es la metamorfosis
del hombre de la que te hablaba antes.
Veamos cómo empieza a cambiar y en qué consiste eso de ir dando bandazos de
un animal a otro ..
Heráclito y Parménides habían visto que había estas dos facetas de la realidad que
conocen los griegos, la cambiante o dionisíaca y la estática o apolínea, y defienden que
pueden conocerse por los sentidos y la razón, respectivamente.
Los presocráticos pluralistas no toman partido por uno u otro sino por los dos: la
realidad está formada por partes cambiantes que varían y partes estáticas, eternas e
inmutables.
¿Qué hacen primero Sócrates y, después, Platón? Tomar partido.
Sócrates va a defender que lo más importante es buscar las definiciones
universales de las cosas y a ello dedica su investigación filosófica a través del método
mayéutico. Es decir, prima el conocimiento que no varía, busca el conocimiento objetivo y
eterno, el de las esencias de las cosas.
Platón va a decir que la realidad está formada por el mundo visible y el inteligible,
pero el más real es el inteligible, es decir, lo estático, inmutable y eterno. Y que el
conocimiento mejor, el más verdadero, es el que aporta la razón. Los sentidos y el mundo
material son “cascarilla”, meras copias a las que no hay ni que prestales mucha atención
porque lo importante es dedicarse a estudiar lo otro, lo que está más allá de nuestros
sentidos y del mundo visible que captamos con ellos.

3. Nietzsche – Crítica a la Cultura Occidental – Página 3
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Y tooooooooooda la Cultura Occidental surge a partir de lo que ellos dicen: lo
importante no es lo que vemos, sino lo que está más allá. Lo importante no es Dionisos
sino Apolo, no es la pasión sino la razón. Y consiguen, entre todos, convertir al hombre
griego, trágico, en un camello.
Camello:
Yo debo.
Representa al
hombre
occidental que
entiende la
vida como un
conjunto de
obligaciones y
deberes que
no dejan
tiempo para la
parte
dionisíaca (el
cuerpo, la
pasión, las
emociones, la
fiesta, la
alegría,...)
¿Los responsables? Estos tres:
- Filosofía Occidental: Todos los filósofos, desde Sócrates y Platón,
han defendido que la Filosofía debe buscar la Verdad, lo Universal, lo
Objetivo e Inmutable, lo que no varía, lo que está más allá, las
Ultimidades, el Ser Perfecto, el Bien, las Ideas o esencias de las cosas,
las Sustancias, las Formas, lo que debermos hacer (esto lo dice Kant,
pero no hemos visto su Ética), a Dios, el Alma y el Mundo.
El problema es que nada de eso se encuentra en el mundo
material, visible y cambiante que nos rodea. Yo tengo mi verdad
particular, una visión del mundo desde mi perspectiva y mi punto de vista,
hago lo que puedo y me apetece, que no siempre coincide con lo que
debo hacer…
Lo que hace la Filosofía es decirnos “la Verdad y la Realidad
con mayúsculas están más allá de ti”. Y a eso se dedica el filósofo, a
buscar más allá de sí mismo la Auténtica Realidad, el Auténtico Ser, el
Conocimiento Verdadero…
- Religión judeo-cristiana: La Religón Judeo-cristiana dice que la
Tierra es un valle de lágrimas y que aquí sufrimos y lo pasamos mal, pero
si somos buenos, si nos portamos suficientemente bien soportando sin
quejarnos la vida que nos ha tocado vivir, nuestro será el Reino de los
Cielos. Bienaventurados los que sufren, porque de ellos será el Reino de
los Cielos.
¿Qué significa esto? Que aquí en la Tierra no encontraremos una
vida buena; que, de hecho, tendríamos que renunciar a cualquier placer
terrenal pasajero porque eso redundaría en un beneficio celestial y
eterno. Es decir, de nuevo, la idea de que lo bueno está más allá de
donde se encuentra el hombre y este debe sacrificarse para conseguirlo.
También defienden un concepto lineal del tiempo: Desde el
Génesis, en la Biblia, hasta el Apocalipsis, desde el origen del universo
creado por Dios hasta el Juicio Final.
¿Y quién es aquí el hombre ideal? ¿Quién es bueno? El sumiso,
el humilde, el que se da cuenta de que lo que tiene es nada y se esfuerza
y padece por mejorar en el más allá. No son mejores los que destacan
porque se enorgullecen de algo que no les va a durar.
Se produce un cambio con respecto a la moral de esclavos y
señores del pensamiento griego. Ahora los buenos son los sumisos (los

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fieles cristianos somos el rebaño y Jesús, el buen pastor.) Los ideales de
excelencia, competencia, osadía,… son señalados como vicios, como
pecados de soberbia y la humildad, la colaboración, el no destacar dentro
del rebaño se consideran virtudes que nos llevarán a disfrutar de la Vida
Eterna… cuando nos muramos, claro.
- Ciencia: La Ciencia busca las leyes universales y objetivas, las
regularidades de la Naturaleza que son inmutables, eternas y nos
permiten explicar todo.
La Ciencia busca explicar la gravedad, al margen del dolor que
me causa que me haya caído un macetón desde lo alto de una estantería
en el pie. De nuevo, lo inmutable en vez de lo particular, lo que está más
allá en vez de lo que me acaba de pasar a mí ahora mismo y que me
afecta tanto.
Pero, ¿qué persigue la Cultura Occidental con todo esto?
La Cultura Occidental,
constituida por la Filosofía,
la Religión y la Ciencia, va
en busca del
Ideal Ascético que defiende que lo mejor no
es lo que tenemos sino lo que está más allá
y nuestra obligación es esforzarnos para
conseguirlo.
De esta forma, se nos deja siempre
insatisfechos con lo que tenemos y bajo el
peso de un montón de responsabilidades y
obligaciones. Lo bueno no es lo que te
apetece o lo que te pasa ahora, es lo que
debes hacer según el método cartesiano
indique o el Deber te marque. Lo bueno es lo
que la razón te indica, al margen de lo que el
cuerpo te pida: ¡Abajo Dionisos, larga vida a
Apolo! Así se convierte el hombre en un
camello que enfrenta sin quejarse largas
travesías por el desierto sin agua y cargado
al máximo.

5. Nietzsche – Crítica a la Cultura Occidental – Página 5
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¿Y qué pasa en el siglo XIX? Pasa la Revolución Industrial y los proletarios, que
trabajan en interminables jornadas en las fábricas sin derechos de ningún tipo y tan mal
pagados que lo que cobran apenas les da para pan.
Recordad que hasta los niños de las familias proletarias desde los cinco o seis
años trabajaban junto a sus padres para poder comer. No había dinero para médicos ni
educación ni para vivir decentemente en ningún sentido.
¿Qué surge de eso? Una profunda crisis de valores. El convencimiento de que la
Cultura Occidental, constituída por la Filosofía, la Religión y la Ciencia, entre otras, no es
capaz de dar respuesta a las necesidades que posee el hombre del siglo XIX.