Este documento presenta una entrevista entre el señor XYZ y Juan sin Tierra sobre el papel de la literatura en la escuela. Juan sin Tierra argumenta que los textos literarios no son los únicos que promueven valores e interculturalidad, y que otras formas de texto también pueden cumplir estas funciones. Además, señala que si bien los textos literarios tienen su propia forma peculiar de comunicación, también lo tienen otros géneros textuales. La discusión gira en torno a si la literatura merece una competencia separada o forma parte de la competencia le
1. Literatura en la escuela
Fernando Llanos / Para EDUCACCIÓN
Esta es parte de una entrevista que le hizo el señor XYZ a Juan sin
Tierra. El entrevistador ha querido mantener su anonimato. Sé que no
es usual. Hay más casos de entrevistados anónimos, pero no de
entrevistadores ocultos. Sea esta entrevista una de las pocas:
XYZ: Se dice que la literatura promueve valores, alienta la
interculturalidad e incentiva la expresión de afectos y
sentimientos. Y por eso su importancia en la escuela. ¿No es
cierto? Entonces eso…
Juan sin Tierra: No siempre, creo. Mejor dicho, si vamos al punto de la
enseñanza moral, no toda literatura deja una enseñanza o promueve
algún tipo de valor de los que se quiere promover en la escuela. No veo
que un texto de Bukowski o de William Burroughs lo haga, por ejemplo.
Por otro lado, no solo un texto literario se relaciona con la
interculturalidad o la expresión de sentimientos; lo puede ser también
un texto periodístico o un ensayo o una crónica o incluso una carta. O
sea, el texto literario no tiene la exclusiva de la interculturalidad y la
satisfacción de las necesidades expresivas, ya sabemos, lo puede hacer
cualquier texto a gusto de lector o del escritor.
XYZ: ¿Pero el texto literario tiene una forma peculiar
de comunicación distinta a otro tipo de textos?
Juan sin Tierra: Sin duda. Como cualquier otro tipo o género textual. En
general, la diversidad textual tiene que ver con formas específicas de
comunicación. Todos los tipos y géneros textuales comunican las cosas
de forma distinta y te hacen ver el mundo de forma distinta. Y a través
del tiempo también son distintas. Tienen una tradición y son productos
históricos. No es lo mismo una noticia del siglo XVIII que la del siglo
XXI. Todo tipo y genero textual tiene formas de construir significados
2. distintos y el lector ensaya distintas estrategias de acercamiento cuando
se topa con una noticia, un texto expositivo académico, una infografía,
una página web, un blog, un posteo del facebook. Actualmente,
además, percibo que hay más y más tipos y géneros textuales entre los
cuales, la línea que los distingue es cada vez más difusa.
XYZ: Pero por su forma particular de lenguaje, ¿no crees que los
textos literarios mueven sensibilidades e incentivan la
imaginación y que eso merece un tratamiento distinto?
Juan sin Tierra: Hay varias cosas. No solo el texto literario. Nos puede
mover y conmover un magnifico post en el feisbuk sobre la unión civil o
un aviso sobre la violación o una crónica sobre la discriminación racial.
Si quieres, puedo admitir que el lenguaje literario ha trascendido la
literatura por decirlo así y ha invadido otros tipos textuales. Puedes
verlo en el estilo de ciertas crónicas o ciertos artículos de opinión.
Además la imaginación o la creación no es monopolio de la literatura. La
puedo ver en otros tipos textuales. Solo date una vuelta por una
infografía o un aviso publicitario. Incluso un texto académico o científico
puede tener mucho de creativo y de imaginativo.
XYZ: Es decir, para ti, un texto literario es un tipo textual más
Juan sin Tierra: Sip.
XYZ: ¿No separarías la literatura como competencia distinta a la
competencia lectora y de producción textual?
Juan sin Tierra: Creo que no. No estoy seguro, en todo caso. Las
competencias lectoras y de producción de textos de discusiones
curriculares estaban diseñadas para la diversidad textual. Sin embargo,
algunos especialistas vieron que algunas capacidades o indicadores no
tomaban en cuenta la naturaleza propia de los textos literarios. Mejor
dicho, no tomaban en cuenta también el carácter peculiar. Y puede ser
cierto. Quizás se terminaba relevando cosas que tenían que ver solo con
3. un tipo de lectura suficiente como para los textos funcionales o
académicos. Sin embargo, se pudo entender que cada una de estas
capacidades e indicadores sí podía jugar de acuerdo al tipo textual y
género que se iba a abordar con los chicos. En todo caso, si no fuera así,
de repente el punto era agregar algunos indicadores que también sean
pertinentes con lo estético o con una interpretación más…
XYZ: O sea, ¿lo estético no podría ser esa particularidad de la
literatura que mereciera estar en una competencia separada?
Juan sin Tierra: Claro, pero el punto es que el lenguaje “estético” ya no
es propio solo de los textos literarios.
XYZ: Sí, pero en los textos literarios predomina más ese tipo de
lenguaje estético
Juan sin Tierra: No estaría tan seguro. Pero en todo caso, ¿por qué no
nos acomodamos a lo que existe en la sociedad? ¿Por qué más bien no
abordamos el lenguaje estético en los textos literarios y no literarios? De
repente indicadores que indaguen por lo estético, en general.
XYZ: El problema es que el enfoque comunicativo parece haber
desterrado no solo la gramática sino los textos literarios, pues no
son funcionales, no “sirven para la vida práctica”. Lo que está
detrás de la diversidad textual es una exclusión paulatina de la
literatura y un mejor posicionamiento del texto funcional o
académico.
Juan sin Tierra: Bueno, todavía no quiero hablar de la gramática.
Definitivamente la gramática debe ser rescatada del olvido curricular de
algún modo. No sé si en las capacidades o indicadores de una
competencia, pero de hecho en las metodologías, en el día a día de las
prácticas pedagógicas. Ahora bien, la gramática en la práctica no ha
quedado desterrada como se dice; la gramática al modo tradicional, se
sigue haciendo en muchas escuelas privadas y estatales, independiente
4. de que documentos curriculares o el enfoque aparentemente lo hayan
excluido o no. Igual es con la literatura. Definitivamente en las prácticas
diarias de los docentes, en su programación, se mantienen intactas. Y
supongo que siempre se la enseña porque la literatura siempre se ha
visto como la práctica cultural motivadora de la lectura, la que produce
el “placer de la lectura”. Desde el punto de vista de muchas personas, si
sabes leer un texto literario puedes leer cualquier texto. Y eso es pensar
que cualquier tipo textual puede leerse de la misma manera. Y no parece
ser así. Si tú…
XYZ: Pero se la maltrata, se sigue enseñando la historia literaria
memorística o verificando solo la comprensión lectora a través
de resúmenes.
Juan sin Tierra: Sí, sí, de acuerdo. Pero eso ya es otro problema. En
general, las estrategias de enseñanza de la lectura con cualquier tipo
textual no siempre ha sido la más apropiada. Los cuestionarios
memorísticos son una práctica cotidiana no solo con los textos literarios.
XYZ: ¿No crees que lo ficcional es lo fundamental en los textos
literarios y que ese rasgo esencial sí podría merecer una
competencia aparte?
Juan sin Tierra: Exacto, para la primera parte de tu pregunta. Eso más
lo estético. Pero creo que habría que ordenarnos. Cuando en
comprensión lectora se habla de “recuperar información”, “reorganizar
información”, “inferir el significado del texto”, “reflexionar sobre la forma
y contenido”, esto lo podemos aplicar en cualquier texto, incluso el
literario. Y trabajar lo inferencial y lo reflexivo en un texto literario será
distinto cuando se trabaje en un texto argumentativo. Y no por eso,
tenemos aparte competencia de textos informativos y competencia de
textos argumentativos y competencia de textos filosóficos y competencia
de textos instructivos.
XYZ: ¿Pero lo ficcional y lo estético?
5. Juan sin Tierra: Creo que eso podría entrar tranquilamente dentro de lo
inferencial y reflexivo. Tranquilamente. Además en la competencia
comunicativa en general siempre se asume el rol interpretativo y crítico
del lector. Hay un problema de coherencia en esto. Si tenemos una
competencia literaria, entonces ¿tendríamos que decir que todas las
otras competencias comunicativas se refieren a los textos no literarios?
¿Que la diversidad textual de la que se habla se refiere a la diversidad
de textos no literarios?… No sé. ¿Esto mismo que estamos haciendo
ahorita en esta entrevista es un texto de ficción? No sé. Pero eso es otro
tema. Ahora bien, hay indicadores de desempeño que forman parte de la
competencia de comprensión de textos escritos y juegan para los textos
literarios: elabora hipótesis, deduce cualidades de los personajes,
deduce relaciones de causa efecto, etc.; de hecho, podría agregarse
otros indicadores más relacionados con otro tipo de relaciones que se
pueden trabajar solo en textos literarios, trabajar lo no dicho, la
relación entre una situación inicial y de conflicto, no sé, cómo cambia el
perfil de los personajes a través del tiempo, etc. Pero no sé si haga falta
crear una competencia más.
XYZ: ¿Y cómo crees que se podría trabajar lo literario?
Juan sin Tierra: Parece que todos tenemos claro que no es por medio de
trabajar una historia de autores, corrientes y obras de modo
memorístico. Realmente es lo único que podemos tener claro, creo.
Entonces hay algunas propuestas que igualmente se plantean
combinadas, pero en cada una hay un riesgo.
XYZ: Por ejemplo…
Juan sin Tierra: Una mala propuesta es reemplazar la clasificación de
autores y corrientes literarias por la lista y clasificación de figuras
literarias, tipos de narradores, tipos de conflictos. Pero, te das cuenta
que te sales de una para caer en otra, ¿no? Estas cosas se vuelven
aplicativas. Agarras un poema modernista de Darío y tu análisis consiste
en identificar las metáforas, sinestesias, hipérboles y afines en uno o
6. varios poemas. Como la sinestesia es el que va a predominar, entonces
esto demostraría la tendencia de Darío y en general del modernismo al
uso predominante de sinestesias. Pero ¿eso es interpretación? ¿Para
qué? Eso es una especie de gramática literaria aplicativa. ¿Y las rimas
con los más pequeños? Lo entiendo como un tema lúdico, recreativo.
Ahora, desde el vanguardismo, es decir, desde inicios del siglo XX, las
rimas ya no son el recurso privilegiado ni siquiera del siglo XX. Seguir
trabajando las rimas es algo anacrónico “literariamente” o haber creado
un tipo de poesía canónica escolar. Y ese es otro tema. Los textos
literarios canónicos que son siempre objeto de análisis. Pero claro, ese
es otro punto. Sin querer desviarme, digamos que no solo identificamos
los tipos de rimas y los tipos de figuras literarias, sino que lo explicamos.
¿Cómo sería eso? ¿Explicamos por qué el autor puso una metáfora
impura en el verso 3, 5 y 7? ¿Qué sería? Ni siquiera el autor lo sabe. No
entiendo esa disección de un poema como si fuera un cadáver. Pero
¿qué pondría? El autor pone esta metáfora porque… porque… no sé,
quiere causar un efecto en el lector, quiere llamarle la atención, quiere
asombrarlo y, en el otro verso, el autor pone una sinestesia porque…
quiere causar un efecto… qué más, es lo mismo, o sea, estás queriendo
adivinar por qué lo puso el autor. O sea. No sé. Es medio raro. Igual
cuando identificas o explicas la clasificación inicio, nudo y desenlace.
¿Qué se puede ganar con eso. ¿Me ayuda a valorar la literatura?
XYZ: Pero reconocer los recursos que utiliza un escritor ¿no es
clave para entender su obra o para que podamos disfrutar al
máximo su obra?
Juan sin Tierra: No sé. Uno puede entender, gustar de su obra sin
necesidad de identificar o explicar las figuras literarias o los conflictos o
las relaciones entre los personajes. A los chicos les puede gustar una
obra por allí. Pero otro tema es analizarlo demasiado.
XYZ: Pero supongo que no te puedes quedar solo con la intuición
del lector. La escuela debería darle algo más.
7. Juan sin Tierra: Okey. De acuerdo. El punto es qué tanto más le puede
dar la escuela a partir de la intuición del lector. Un adolescente puede
leer “Los cachorros” de Vargas Llosa. Los chicos y chicas te pueden decir
“qué paja, varios personajes hablando a la vez, pero ya hay momentos
en que te confunde y te cansa el truco” o “me parecía estupendo lo de la
jerga juvenil y las lisuras”. En base a estos comentarios de intuición de
lector, tú puedes profundizar más y ayudarlo a que se mantenga y le
agarre el hilo narrativo que le permita identificar quién habla qué o
hacerlo que piense algo más, no sé, en qué la jerga puede ser actual o
de otra época o de qué clase social cree que son los personajes. Y si les
había llamado la atención el manejo de los tiempos. Y quién es el que
narra. O sea la conversación o discusión podría ir por allí, siempre desde
el interés de los lectores, y si realmente les interesa y tú no estás
haciendo malabares para que le guste. E incluso podríamos consensuar
algunas etiquetas como “narrador” simultaneidad” “tiempos”. Pero el
tema es hasta qué punto puedo trabajar esta misma obra de “Los
cachorros” sin caer en un análisis demasiado exhaustivo que dure un
mes o más. O sea, trabajar el texto literario depende tanto del nivel de
disfrute, que realmente sería muy feo estropear ese gusto estético por
profundizar tanto en un análisis minucioso y muy lleno de etiquetas sin
sentido en determinados momentos.
XYZ: ¿No crees entonces que se deba analizar un texto literario?
Juan sin Tierra: Algo tiene que hacer la escuela. Algún plus debe darle al
estudiante. Para eso está la escuela. El tema es hasta qué punto se
debería proponer analizar un texto literario sin perjudicar el goce
estético y personal del lector. Qué tan profundo o qué clase de
profundidad es lo que se quiere que el chico logre, sin forzar su interés
genuino por la literatura y hacerle creer que lo que está leyendo es un
novelón o el súmmum de la poesía. Yo simplemente les obligaría a
peñizcar por allí y por acullá, para ver si les gusta, sin decirles que es un
clásico, que es un nobel, porque si haces esto último, le estás diciendo
“cómo no te va a gustar Vallejo”, “es Góngora, no te pases, es un clásico
universal, cómo no te podría gustar”.
8. Además, cuando comienzas con un análisis literario comienzas a trabajar
los textos no literarios o los académicos (expositivos, argumentativos,
descriptivos) y te olvidaste del lenguaje estético, de la belleza de una
novela o de un poema, del misterio de las palabras, de los implícitos que
deben quedarse así, implícitos. No sé.
XYZ: ¿Y el tema de la producción creativa? La creación literaria sí
podría merecer una competencia literaria aparte de las otras
competencias comunicativas. ¿No te parece?
(Continuará)
Lima, 28 de junio de 2015
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Fernando Llanos Masciotti
Experto en lectura, escritura y evaluación. Especialista de Evaluación del área de Comunicación y Coordinador de
Evaluación en Educación Intercultural Bilingüe (EIB) de la UMC en el Ministerio de Educación. Ha sido profesor del
área de Comunicación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y es docente de Posgrado de lectura y
escritura en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.