1. INFLUENCIA DE LA CULTURA
AFRICANA EN COLOMBIA.
El termino cultura (del Latín “cultus”) en su origen solo fue usada con el sentido exclusivo
de cultivar, cuidar, mejorar o ennoblecer los procesos de la naturaleza. En general, la cultura
es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad
maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son
aspectos incluidos en la cultura. Rico, M. E. D. (2009).
Esta incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos
los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no sólo en la familia, sino también al ser
parte de una sociedad como miembro que es. Para la UNESCO 2001, la cultura es
un "Conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras,
los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias.”
La cultura colombiana está formada a partir de la herencia de los pueblos
indígenas presentes en el territorio desde tiempos ancestrales, las tradiciones
españolas adoptadas durante la época colonial y los innumerables aportes culturales de las
costumbres africanas que han permitido que Colombia sea hoy un país rico en sabores,
sonidos, rituales y danzas. Ortiz, J. A. C. (2011)
Es importante reconocer que somos una nación diversa, pluri-étnica y multicultural y
destacar las raíces afro y su legado cultural en el país, es decir; debemos tener presente
que nuestra cultura está levantada sobre pilares africanos.
Los afros introdujeron nuevas formas artísticas, técnicas y una nueva concepción filosófica
de la música pero los aportes negros no sólo se dan en la música, sino abarcan la danza, la
pintura, la escultura, el lenguaje, la literatura, las artesanías, la gastronomía, las tecnologías
y el deporte. Rojas, M. P. Hitos (1987)
La influencia de las costumbres heredadas del África ha marcado definitivamente nuestra
cultura en especial la afro caribeña, cómo en nuestra gastronomía dejando una red de
transmisión de saberes acerca de ciertas formas de preparación de las comidas. El arte de
cocinar es parte notable de la identidad de los pueblos afrocolombianos. La sazón de la
comida se destaca por la fina mezcla de aromas y sabores combinados con sensibilidad e
imaginación. Sus cocinas se engalanan con toda clase de utensilios. Pardo, Mauricio. (2004)
La riqueza vegetal y animal de las regiones habitadas por los pueblos afrocolombianos se
refleja en sus dietas cotidianas. Las preferencias culinarias son tan variadas como los mismos
ecosistemas en los cuales han desarrollado sus culturas. Restrepo, Eduardo (1996)
2. En los documentos dejados por la Inquisición de Cartagena, en donde se realizaron
numerosos juicios y contra los africanos, hay menciones de las comidas en las juntas
(realizadas por los esclavizados en medio del monte lejos de las casas de sus mos). En esta
región del Caribe colombiano, la gente africana consumía el al-cuz-cuz es decir sémola de
trigo cocida al vapor. Arboleda, Ignacio (2006)
También comían plátanos y bebían vino. También se encuentra el gusto compartido por el
ají, el jengibre, y toda clase de pimientos o raíces picantes. El tratamiento de granos mediante
cocción y pilado como base para aderezos de pescado, carne salada o carne de cerdo también
aparece en todas las regiones afroamericanas del continente. Cassiani, Alfonso. (2001)
En las danzas y bailes colombianos están presentes rasgos africanos. La salsa, la cumbia, el
vallenato, entre otros, tienen sus raíces en la cultura negra. La cumbia es una música de
baile popular en la costa atlántica de Colombia de la cultura afrocolombiana y es una de las
expresiones más representativas melódicas de Colombia. Reúne las tres culturas. Córdoba,
Darcio. (1994)
La cultura africana influencia el ritmo de los tambores, mientras que la flauta indígena
basada en la mezcla de la melodía. La influencia europea ofrece algunas variaciones en las
melodías, coreografía y el vestuario de los bailarines.
Las raíces de la cumbia se debaten, pero no se debate que la cumbia vino de las poblaciones
afro- descendientes. Durante la década de 1960, vemos cambios estilísticos que ocurren en
la Cumbia. Secciones de viento se añadieron con el acordeón y el bajo. Además, la
popularidad se extendió Fuera del país. Grupos como Los Corraleros, Los Graduados,
ayudaron a difundir una versión simple de la Cumbia fuera de Colombia. Por la década de
1970, el vallenato, otro estilo afrocolombiana, fue suplantado la Cumbia colombiana como
el estilo más representativo de la música.
También podemos encontrar la salsa cómo uno de los ritmos Afro-caribeños que nace de
una fusión que llevaron a cabo las personas de color en el Caribe cuando oyeron la
música europea para luego mezclarla con sus tambores. Otro fenómeno musical y cultural,
también considerado baile de la región caribe colombiana, de hecho social y género
musical de origen local de las zonas afro-descendientes es la Champeta. Entre los músicos
afrocolombianos se destacan Joe Arroyo, Piper Pimienta, Alejandro Durán, Totó la
Momposina,Leonor González Mina (la negra grande de Colombia), Calixto Ochoa y Alexis
Lozano, así como Jairo Varela y su internacionalmente reconocida agrupación salsera, el
Grupo Niche.
Las tres culturas dieron paso a la pintura de carácter eclesiástico fue la predominante de los
siglos XVII, XVIII y comienzos del XIX. Las formas estéticas africanas crearon nuevas
corrientes pictóricas en Europa, las cuales fueron trasplantadas a América y aún mantienen
3. vigencia. Por otro lado la arquitectura y la escultura africana están presente en el uso de
materiales livianos aprovechados del medio ambiente.
En la búsqueda de la expresión tradicional de su propia gente. Sus escritos dejan ver la
complejidad de la narrativa y de la poética, de los símbolos y significados, de los personajes
y situaciones que expresan una vigorosa influencia africana, toda ella enmarcada en el ritmo
del habla y en la teatralidad de la expresión.
El cuentero y el decimero, los rezanderos y las cantadoras rememoran al griot africano,
relator de cosmovisiones, de historia y genealogías, de sabidurías sagradas y profanas. En
muchos lugares de Colombia, especialmente rurales, estos personajes mantienen halos
similares a los de otros en culturas afroamericanas. Pavy, Paul D. (1968)
En la literatura la cultura africana ha sido una de las protagonistas en la construcción del
acervo literario colombiano. Desde la llegada de la gente africana a Cartagena de Indias, la
voz sagrada y profana de los esclavizados diálogo con las lenguas indígenas y europeas. Este
destino de encuentros moldes universos de creación en los cuales refulge el despliegue
poético y narrativo de la palabra escrita, dicha, cantada o recitada. Las literaturas
afrocolombianas conservan el legado ancestral de valores que aluden al ser individual y al
ser colectivo. Entre ellos se destaca el profundo amor por la palabra. Hernández, Ángela.
(1990)
En 1877 un nativo de Mompox, Candelario Obeso, se convirtió en el primer poeta
afrocolombiano en publicar un libro: Cantos populares de mi tierra. A lo largo del siglo XX
muchos otros tomaron la pluma para narrar sus experiencias, sus sueños y la condicion social
de su pueblo. Vásquez, Germán. 1985
Por otra parte, ha permanecido la particular teatralización de su puesta en escena. La
expresión corporal que acompaña siempre la enunciación de relatos, cuentos, mitos o poemas
es otro de los legados, cineticos en este caso, de africa a la cultura afrocolombiana y
colombiana en general.
Durante el siglo XIX afloraron en Colombia numerosas obras de las cuales los descendientes
de la gente africana fueron protagonistas o autores. Eustaquio Palacios, Tomas Carrasquilla
y Jorge Isaacs encontraron fuente de inspiración en individuos de origen afrocolombiano y
los transformaron en personajes de sus escritos. West, Robert. 2000.
Aunque desde los tiempos coloniales, las prácticas y los objetos rituales y festivos afro- como
el currulao y otros bailes, instrumentos musicales como la marimba y el tambor, sus prácticas
medicinales y curativas13 - fueron estigmatizadas y/o condenadas por la iglesia católica
como actos y objetos sospechosos, oscuros o del demonio entre las culturas
afrocolombianas, los velorios de los santos, las novenas para los muertos, las luminarias y
muchas otras celebraciones sagradas y profanas son ámbitos culturales de evocación de
4. memorias ancestrales mediante la puesta en escena de la palabra. Los ritos y las tradiciones
afrocolombianas condensan la resistencia ancestral de estas comunidades, la cual les permitió
conservar su cultura y sus saberes ancestrales. Rentería, Trismila. (1991)
Las comunidades negras que fueron traídas a lo que hoy es Colombia fueron portadoras de
destrezas artísticas y artesanales muy importantes, entre las cuales vale la pena destacar la
talla en madera y el conocimiento de la orfebrería, la cerámica, la cestería, el trabajo en
bronce y cobre, y la sabiduría sobre las fibras vegetales.
La sociedad blanca ha asimilado valores negros en aspectos como el peinado, las túnicas,
las camisas, los nuevos colores, los objetos de cuero y las sandalias, un ejemplo de las
artesanías en Colombia es El pueblo guajiro, y otros grupos que fabrican mochilas,
cinturones, chinchorros tejidos manualmente etc. Bravo, Hernando. (1990)
La creatividad de los grupos afrocolombianos se expresa tanto en el campo del arte como
en el de las artesanías. Su arte representa un proceso de creación anclado en lo colectivo, a
diferencia del sentido individual que prima en la sociedad occidental. Lo colectivo del arte
afrocolombiano no sólo fluye en la narración de lo propio, también relata las zonas de
empalme e influencia con lo
otro, expresando de este modo sus contactos con otros grupos o ideologías. Su aferramiento
a lo tradicional no lo exime de su búsqueda de contemporaneidad. Castillo, Luis Carlos.
(1989)
Arte y artefactos afrocolombianos están presentes en los litorales colombianos, en los valles
cálidos interandinos y, hoy en día, en todas las grandes ciudades del país. Además de la
poética de estas creaciones, ellas encierran la memoria histórica y cultural de sus pueblos.
En Colombia existen muy pocos estudios acerca del arte y de la artesanía afrocolombianos.
Sin embargo, es tiempo de comenzar a realizar investigaciones al respecto para
incorporarlos de manera digna en los repertorios del patrimonio cultural de la Nación.
Las tecnologías aportadas por los afro-americanos dejan sus huellas en las actividades mine-
ras, en la agricultura, ganadería, medios de transporte, caza y pesca. Las cuales permitieron
una mayor densidad de población que la economía de caza y recolección por la disponibilidad
de alimento para un mayor número de individuos.
En el África occidental y central, de donde procedía la gente que llegó al puerto de Cartagena
de Indias a partir del siglo XVI, predominó la agricultura extensiva, realizada con sofisticados
instrumentos de labranza fabricados en hierro. Entre los más importantes estaba la azada,
empleada en las labores de tala y quema. También practicaban la irrigación para lograr
buenas cosechas en tierras áridas. En muchos casos estas actividades se complementaban con
la ganadería. Rojas, Jeannette. (1996)
Por último, el aporte cultural de los negros se da en el campo deportivo especialmente en el
atletismo ha sido uno de los deportes más representativos del país y uno de los que cuenta,
5. en la actualidad, con mayor participación de afrocolombianos, entre los que sobresalen Silvio
Marino Salazar, Gilmar Mayo Lozano, Norfalia Carabalí, Zorobabelia Córdoba, Luis Carlos
Lucumí, Felipa Palacios, Mabel Mosquera y María Isabel Urrutia (estas dos últimas en sus
inicios deportivos). En el ámbito internacional, los atletas colombianos han logrado
presentaciones aceptables gracias a sus esfuerzos individuales, siendo Caterine
Ibargüen quien ha logrado los mayores éxitos para el atletismo del país.
Aporte de sus expresiones en la vida nacional es numeroso. La cumbia, el ritmo nacional por
excelencia, y el sancocho, el plato típico más conocido, hubieran sido imposibles sin su
participación. Hasta el célebre nombre de Macondo, crucial en la creación de Gabriel García
Márquez, tiene origen africano. Entre los aportes que la Unesco reconoce como Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad como por ejemplo está la fiesta de San Francisco de Asís en
Quibdó, las músicas de marimba y cantos tradicionales del Pacífico norte, el espacio cultural
de Palenque de San Basilio y el carnaval de Barranquilla.
Los afrocolombianos celebraron este 21 de mayo y por segunda vez en la historia el “Día
de la afrocolombianidad”, conforme a lo establecido en la Ley 725 de 2001, proclamada
para conmemorar los 150 años de la abolición de la esclavitud y para reconocer la
plurietnicidad y multiculturalidad existentes en Colombia.
La población afrocolombiana representa aproximadamente el 26%del total nacional, con
más de 10.5 millones de habitantes. Después de Brasil, Colombia es el País de América
Latina con mayor número de población negra
la afrocolombianidad o identidad de étnica afrocolombiana es el conjunto de aportes y
contribuciones materiales y espirituales desarrolladas por los pueblos africanos y la
población afrocolombiana en el proceso de construcción y desarrollo de su nación y las
diversas esferas de la sociedad colombiana , para concluir seria que los colombianos
deberían construir en la niñez y la juventud una ética de respeto a las diferencias y a la
diversidad étnica y cultural!
6. BIBLIOGRAFIA
Ortiz, J. A. C. (2011). La Cátedra de Estudios Afrocolombianos como proceso diaspórico y
Saberes,
Rico, M. E. D. (2009). Desde fuera y desde dentro: de los estudios sobre identidad cultural
en afrocolombianos.
Rojas, M. P. Hitos (1987) de la investigación social, histórica y territorial afrocolombiano
Valero, S. M. (2000) Los complejos caminos de las políticas de identidad
“afrodescendiente”.
Benei, V. (2011). Olvido y memoria en Colombia: El punto ciego de la esclavitud.
Zapata-Cortés, D. C. (2010). Mestizaje nacional: una historia” negra” por contar. Memoria
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Guzmán, E. C. (2011). “La letra con raza, entra” textos escolares y escritura
afrocolombiana.