1. Paulo Freire y la Pedagogía del
oprimido
Anabelle Moreno Sánchez Tendencias Contemporáneas en la
Educación
Álvaro Castaño Pérez
Prof.: Daniel Rodríguez Arenas
Alex Ortiz Naharro
2º B Grado Magisterio Primaria
Carlos Alonso Olmedo
UCLM. Facultad de Educación
Rodrigo Vivar Rodríguez Toledo
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2. ÍNDICE
PÁG.
Biografía 3
Contexto 4
Pedagogía de los oprimidos 6
El método de Paulo Freire 8
La alfabetización como camino de liberación 8
Fases del método para la alfabetización 9
Aplicaciones 9
Conclusiones 11
Webgrafía 13
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3. BIOGRAFÍA
Nació en Recife, Brasil, el 19 de septiembre de 1921. Freire conoció la pobreza y el
hambre durante la Gran Depresión de 1929, una experiencia que formaría sus preocupaciones
por los pobres y que le ayudaría a construir su perspectiva educativa.
Freire se matriculó en la Universidad de Recife en 1943, en la Facultad de Derecho,
donde estudió filosofía y psicología del lenguaje al mismo tiempo. Se incorporó en la
burocracia legal pero nunca practicó la abogacía, sino que prefirió dar clases de portugués en
secundaria. En 1944 se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, que era profesora de primaria.
Tuvieron cinco hijos y colaboraron por el resto de su vida.
Se doctoró en 1959 en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis ‘Educación y
actualidad brasileña’, en la que se sientan las bases de su método, según el cual todo proceso
educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo.
En los años 50, perteneció al primer Consejo Estatal de Educación de Pernambuco. En
1961, fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de
Recife. En 1963 puso en práctica su primera experiencia educativa de grupo, dentro de la
Campaña Nacional de Alfabetización, consiguiendo la alfabetización de 300 trabajadores
rurales en mes y medio.
En 1964 un golpe de Estado militar puso fin al proyecto: Freire fue encarcelado como
traidor, su actividad fue calificada de ‘subversiva’, durante 70 días. Tras un breve exilio en
Bolivia, Freire buscó refugio en Chile, durante cinco años, y participó en los planes del
gobierno: Movimiento Demócrata Cristiano por la Reforma Agraria y la Organización para la
Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas. En Chile escribe Pedagogía del oprimido,
cuyo contenido desagrada al gobierno de Santiago, pero fue publicado en 1970.
En 1967 Freire publicó su primer libro, Educación como práctica de la libertad. El libro
fue bien recibido y se le ofreció el puesto de profesor visitante en la Universidad de Harvard en
1969, donde colaboró con los grupos dedicados a la reforma educativa en los ámbitos rurales y
urbanos. En 1970 se trasladó a Ginebra (Suiza), donde trabajó en los programas de educación
del Consejo Mundial de las Iglesias.
Después de dieciséis años de exilio, en 1980 retornó a Brasil, impartiendo docencia en
la Universidade Estadual de Campinas y en la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo,
ciudad esta última de la que fue Secretário de Educação.
En 1986, recibió el premio internacional ‘Paz y Educación’ de la UNESCO. Fue investido
doctor ‘honoris causa’ por una veintena de universidades de todo el mundo. Murió en 1997.
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4. CONTEXTO HISTÓRICO
Pablo Freire conoció desde niño la realidad del nordeste brasileño, en el que hasta
hacía poco se vivía en esclavitud y que por aquellos tiempos las clases rurales vivían en
relaciones laborales de opresión, marginadas del proceso social, político y económico y sin
participación alguna en las decisiones importantes para el país.
Es ahí donde se introduce Paulo Freire, que intenta que sus coterráneos rompan su
pasividad y silencio, que reconozcan la fuerza de su unidad transformadora, que adquieran la
capacidad crítica para relacionarse con la sociedad y que se liberen de sus ataduras, única
posibilidad de cambio de la sociedad. Se inserta en las nuevas ideas revolucionarias que
existían en América Latina en los años 60, imbuido del lenguaje de liberación surgido de de las
corrientes más avanzadas del catolicismo, que provocaron la teología de la liberación, y
utilizando elementos de la dialéctica marxista para la visión y comprensión de la historia.
Muchas veces se ha mencionado que la alianza entre la Unión Soviética con Gran
Bretaña, Estados Unidos y Francia en la Segunda Guerra Mundial era un pacto meramente
circunstancial. La convivencia prolongada entre los regímenes comunistas y democráticos se
haría imposible una vez finalizada la contienda. La "guerra fría" sobre el final de la segunda
guerra, enfrentó así a dos superpotencias: EEUU por un lado y la URSS por el otro.
Durante esta época (1855-1980 aprox.), el mundo estaba dividido en un sistema
bipolar rígido, en el que no eran admitidas posiciones intermedias, que alineaba a dos bloques
de países agrupados en torno a las potencias imperiales: Estados Unidos y la Unión Soviética.
El mundo de la posguerra había sido preparado para contemplar la hegemonía de los tres
grandes, pero el agotamiento del Reino Unido y los graves problemas que le acarreó su
proceso descolonizador, le forzaron a descargar paulatinamente su peso internacional en los
norteamericanos, que se convirtieron así en el contra frente occidental del bloque soviético.
El apogeo del capitalismo en Occidente durante el período de la Guerra Fría, coincide
con la mayor oposición al sistema. Durante estas décadas, las desigualdades reflejadas en
sectores marginados del desarrollo capitalista, genera un espacio propicio para las ideologías
revolucionarias que abrigaban la esperanza de modificar la situación.
De este modo se encontraban por un lado aristocracias-oligarquías y por el otro, las
masas urbano-campesinas, ambos extremos enfrentados como consecuencia natural de la
polarización ideológica que caracterizó a este período. Los conservadores-liberales, se
opusieron así a distintos sectores de izquierda de variado origen, incluyendo a los Sacerdotes
católicos tercermundista, Comunidades cristianas de base, etc.
La propuesta de Paulo Freire se alinea en la crítica ideológica al sistema capitalista y
establece las bases para una educación al servicio de la liberación revolucionaria.
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5. «La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos
momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van
desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su
transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta
pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de
permanente liberación» Paulo Freire.
Los primeros escritos de Freire aparecen durante un período de intenso conflicto
político en que las "luchas de clases" en América Latina, adquieren fuerza expresiva. Por eso el
momento histórico en el que se desarrolla la propuesta de Freire es de suma importancia para
entender las consideraciones y los aportes que este insigne pedagogo hace a la educación, a la
política y a las sociedades Latinoamericanas e incluso del mundo.
El período entre los años 60 y 70 en América Latina fue marcado por hechos
interrelacionados. Entre los más importantes están: el triunfo y consolidación de la Revolución
Cubana (1959-1961) y, la instalación del primer gobierno socialista en la región (1962); el
avance relativo y la consolidación de las formas populares en las que se organizaba la
sociedad, particularmente los sindicatos de clase trabajadora y los partidos políticos de
izquierda (sólo de régimen populista).
Surge además, el proyecto de Alianza para el Progreso, que recibe el apoyo por la
administración Kennedy como una respuesta latinoamericana para la tendencia radical surgida
con la Revolución cubana. Este proyecto tiene obtiene un considerable apoyo financiero para
los programas económicos, políticos y educativos del continente latinoamericano.
Dos aspectos de ese programa de desenvolvimiento deben ser resaltados: primero, el
apoyo a la reforma agraria que trataba de descentralizar el poder de la burguesía agraria
tradicional y, promover el agro–comercio en la región; en segundo, la diversificación y
expansión del proceso de industrialización a través de importaciones durante el período de
consolidación y, la penetración de corporaciones multinacionales de Estados Unidos y América
Latina. Esto conlleva muchas implicaciones que alteran las estructuras políticas, económicas y
sociales.
Este también fue un período en el que se dieron los primeros síntomas de Crisis de
hegemonía. No entró la burguesía tomándose claramente atributos y percepciones en las
decisiones políticas – económicas de algunos países del continente. En particular, las
experiencias populista (bonapartistas) del peronismo y de getulismo, aparecen apenas como
un período entre una crisis de estado oligárquica en los años 30 y, tentativa de establecer una
hegemonía del capitalismo industrial burgués en las sociedades sudamericanas de los años 60.
A diferencia de esa tentativa o activismo político de las masas, provocaron un choque
con la burguesía que conllevó un golpe de estado y un control administrativo de éste por los
militares, como último chance de reestructurar el orden.
Una consecuencia mayor de ese proceso fue la aparición de movimientos populares
revolucionarios en América Latina, con diferentes expresiones y estrategias de acuerdo con la
experiencia histórica de cada país. Por eso, una propuesta de Freire para una educación como
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6. práctica liberadora (opuesta al positivismo y pragmatismo educacional predominante en los
círculos educativos) era una opción atractiva sobre todo, tiene en cuenta a quien iba dirigida: a
los oprimidos, lo olvidados, los que él mismo encuentra insertos en "la cultura del silencio";
asumida por los educadores latinoamericanos progresistas.
En este período, debido a la superestructura política, jurídica y democrática burguesa
de la sociedad latinoamericana, esos movimientos populares fueron capaces de organizar las
masas políticamente, llevándolas, algunas veces, al enfrentamiento con el estado capitalista.
Por lo tanto, la política anticapitalista y antiimperialista produjo intentos grandes de cambios
en los sistemas de administración de los países latinoamericanos, no alejados de resistencias,
violaciones de los derechos humanos, como represalias ante los intentos de transformación y
liberación de los pueblos, como ejemplo de esto podemos recordar, la dictadura militar que
surgió en Argentina durante el período de 1976 a 1983, aniquiló a opositores políticos a través
de detenciones, torturas, asesinatos, y desapariciones de millares de ciudadanos argentinos.
Así, pues, la década de los 60 y 70 se caracteriza como período fértil para el nacimiento
y receptividad de una pedagogía como la de Freire, causando impacto por su propuesta
liberadora, sobre los escenarios de la educación progresista del mundo crítico.
Otra de las consideraciones históricas que enmarcan la propuesta de Freire y no lejana
a su desarrollo es, probablemente, la acción de la Iglesia Católica que vive en esos momentos
profundos y considerables cambios internos iniciados con el Concilio Vaticano II del 62 al 65 y
la propuesta de las iglesias locales en las conferencias de Brasil de 1959 y de Medellín del 69
donde Freire tuvo un importante aporte sobre todo en lo que es la visión sobre los fines de la
Educación en América Latina.
PEDAGOGÍA DE LOS OPRIMIDOS
Pablo Freire es un pensador comprometido con la vida, no piensa en ideas abstractas,
sino que piensa partiendo de la existencia concreta. Su proyecto educativo, que parte de la
praxis, apunta a crear humanización, a liberar al hombre de todo aquello que no lo deja ser
verdaderamente persona.
Es consciente de que la sociedad que le toca vivir posee una dinámica estructural que
conduce a la dominación de las conciencias, lo que se traduce en una pedagogía que responde
a los intereses de las clases dominantes. Los métodos que esta pedagogía utiliza no pueden
servir a la liberación de los oprimidos, sino que más bien pretenden impartir entre éstos, la ley
del temor.
Frente a esta situación reacciona afirmando la necesidad de la humanización del
oprimido que debe partir desde él mismo: es decir es el propio oprimido quien debe buscar los
caminos de su liberación, ya que ésta no puede venir de aquellos que lo mantienen en esta
situación.
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7. La educación debe comenzar por superar la contradicción educador- educando. Debe
basarse en una concepción abarcadora de los dos polos en una línea integradora, de manera
que ambos se hagan a la vez "educadores y educandos". Es imprescindible que el educador
humanista tenga una profunda fe en el hombre, en su poder creador y transformador de la
realidad. El educador debe hacerse un compañero de los educandos.
El pensamiento sólo encuentra su fuente generadora en la acción sobre el mundo,
mundo que mediatiza las conciencias en comunión. De este modo, se hace imposible pensar la
superación de los hombres sobre los hombres.
En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al
educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una especie
de «recipientes» en los que se «deposita» el saber. El único margen de acción posible para los
estudiantes es el de archivar los conocimientos, convertidos en objetos del proceso,
padeciendo pasivamente la acción del educador.
De este modo, a mayor pasividad, con mayor facilidad los oprimidos se adaptarán al
mundo y más lejos estarán de transformar la realidad. La educación bancaria es, por tanto, un
instrumento de opresión
De esta manera, la educación "... ya no puede ser el acto de depositar, de narrar, de
transferir conocimientos y valores a los educandos, menos pacientes, como lo hace la
educación "bancaria", sino ser un acto cognoscente. Como situación gnoseológica, en la cual el
objeto cognoscible, en vez de ser el término del acto cognoscente de un sujeto, es el
mediatizador de sujetos cognoscentes, educador, por un lado; educandos, por otro, la
educación problematizadora niega el sistema unidireccional propuesto por la «Educación
bancaria» ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta, y elimina la contradicción
entre educadores y educandos. Ambos, educador y educandos, se educan entre sí mientras se
establece un diálogo en el cual tiene lugar el proceso educativo. Con la «Educación
Problematizadora» se apunta claramente hacia la liberación y la independencia, pues destruye
la pasividad del educando y lo incita a la búsqueda de la transformación de la realidad, en la
que opresor y oprimido encontrarán la liberación humanizándose
De esta manera, el educador ya no es sólo aquel que educa, sino también aquel que es
educado por el educando en el proceso de educación, a través del diálogo que se sostiene.
Tanto el educador como el educando son a su vez educando y educador en un proceso
dialéctico. Es así como ambos se transforman en sujetos centrales del proceso en un
crecimiento mutuo; aquí la autoridad requiere estar al servicio, siendo con las libertades y en
ningún caso contra ellas.
La «deshumanización» es la consecuencia de la opresión, y afecta a los oprimidos y a
quienes oprimen.
Los oprimidos, en reacción contra los opresores, a quienes idealizan, desean
convertirse a su vez en opresores. Es una gran contradicción, que desafía al oprimido
proponiéndole una nueva fórmula, transformarse en los restauradores de la libertad de
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8. ambos. De esta forma, debería nacer un hombre nuevo que supere la contradicción: ni
opresor ni oprimido: un hombre liberándose, humanizándose.
EL MÉTODO DE PAULO FREIRE
El método de Freire es fundamentalmente un método de cultura popular, que, a su
vez, se traduce en una política popular: no hay cultura del pueblo sin política del pueblo. Por
este motivo, su labor apunta principalmente a concienciar y a politizar. Freire no confunde los
planos político y pedagógico: ni se absorben, ni se contraponen. Lo que hace es distinguir su
unidad bajo el argumento de que el hombre se hace historia y busca reencontrarse; es el
movimiento en el que busca ser libre. Ésta es la educación que busca ser práctica de la
libertad.
La metodología surge de la práctica social para volver, después de la reflexión, sobre la
misma práctica y transformarla. De esta manera, la metodología está determinada por el
contexto de lucha en que se ubica la práctica educativa: el marco de referencia está definido
por lo histórico y no puede ser rígido ni universal, sino que tiene que ser construido por los
hombres, en su calidad de sujetos cognoscentes, capaces de transformar su realidad.
La manera en que Freire concibe la metodología quedan expresadas las principales
variables que sirven de coordenadas al proceso educativo como acto político y como acto de
conocimiento; éstas son: la capacidad creativa y transformadora del hombre; la capacidad de
asombro, que cualquier persona tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura
social; la naturaleza social del acto de conocimiento y la dimensión histórica de éste.
Otras características del método de Freire son su movilidad y capacidad de inclusión.
Por ser una pedagogía basada en la práctica, ésta está sometida constantemente al cambio, a
la evolución dinámica y reformulación. Si el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado
es el centro y motor de esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de
dinamicidad y desarrollo como una constante reformulación.
LA ALFABETIZACIÓN COMO CAMINO DE LIBERACIÓN
Para Paulo Freire, el proceso de alfabetización tiene todos los ingredientes necesarios
para la liberación. «... el aprendizaje y profundización de la propia palabra, la palabra de
aquellos que no les es permitido expresarse, la palabra de los oprimidos que sólo a través de
ella pueden liberarse y enfrentar críticamente el proceso dialéctico de su historización (ser
persona en la historia)». El sujeto, paulatinamente aprende a ser autor, testigo de su propia
historia; entonces es capaz de escribir su propia vida, consciente de su existencia y de que es
protagonista de la historia.
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9. Podemos entender la alfabetización como la conquista que hace el hombre de su
palabra, lo que ciertamente conlleva la conciencia del derecho de decir la palabra.
FASES DEL MÉTODO PARA LA ALFABETIZACIÓN
En la alfabetización es necesario seguir el método activo dialogal, crítico.
1º Fase: Levantamiento del universo vocabular (universo de las palabras
habladas en el medio cultural del alfabetizando) de los grupos con los cuales se
trabaja. Se extraen los vocablos de más ricas posibilidades fonéticas y de mayor carga
semántica, con sentido existencial y emocional.
2º Fase: Elección de las palabras seleccionadas del universo vocabular
investigado.
3º Fase: Creación de situaciones existenciales típicas del grupo con el que se va
a trabajar. Las palabras utilizadas reciben el nombre de generadoras, ya que a través
de la combinación de sus elementos básicos propician la formación de otras. A partir
de esas palabras se configuran las situaciones existenciales.
4º Fase: Elaboración de guías (Flexibles) que auxilien a los coordinadores de
debate en su trabajo.
5º Fase: Descomposición de las familias fonéticas correspondientes a los
vocablos generadores. Se plasman las situaciones en láminas, diapositivas o
proyecciones que, de la experiencia vivida por el alfabetizando, pasan al mundo de los
objetos. De uno en uno, los educandos van todos haciendo palabras nuevas con las
posibles combinaciones a su disposición. Este proceso va creando conocimientos de
palabras que enriquece la posibilidad de decirse diciendo su mundo.
APLICACIONES
La práctica de la teoría docente del filósofo brasileño Paulo Freire hace que cualquier
metodología escogida se adapte a las características individuales del estudiantado. Freire
adelanta un acercamiento que les da voz a los estudiantes para que éstos participen activa y
sistemáticamente en el desarrollo de su aprendizaje.
La estructura tripartita comprende las siguientes etapas:
• La de escuchar -se observan el ambiente que les rodea a los estudiantes y sus
interacciones diarias;
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10. • La de dialogar- los datos recogidos (las codificaciones, según Freire) proveen los
contextos individuales y los estudiantes dialogan entre sí descubriendo las
semejanzas y/o diferencias que comparten al hablar de los asuntos corrientes que
les afectan/importan en el idioma de destino.
• La de tomar acción -que representa la meta máxima de la teoría, o sea, la de
resolver los asuntos y tomar acción.
Un profesor informado de las circunstancias y situaciones cotidianas en las que viven
sus estudiantes podrá ajustar sus lecciones de destino para que se relacionen con los distintos
estudiantes de cada clase que se dicta. Tomemos algunos ejemplos todos tenemos nuestro
propio punto de vista en cuanto a qué significa la familia. Ahora bien, no todas las relaciones
familiares son las ideales, pero el contexto en el que se presentan los temas familiares no
dejan que hablen abiertamente los estudiantes, o, aún peor, que los estudiantes no
reconozcan el tema provisto y, por eso, no tendrán nada que participar, y quedarán callados y
no interesados. ¿Cómo podrá el estudiante huérfano, por ejemplo, hablar de sus propios lazos
familiares y/o comentar de cuántos hermanos tiene y cómo son? ¿Cómo podrá el estudiante
que tendrá que dejar de estudiar a los dieciséis años para poder ayudar a sus padres con las
obligaciones financieras hablar de una familia típica?
Según la filosofía de Freire, para que el profesor se entienda con sus estudiantes y que
la enseñanza se contextualice en base al mundo actual del estudiantado. El profesor tendrá
que dar paseítos por el barrio circundante sacando fotos o tomando apuntes de lo que se
observa para poder enterarse del ambiente que les rodea a los alumnos. Quizás podrá
encontrar una foto de los sin casa en el barrio o una de una mamá solita con varios hijos para
facilitar una discusión del tema de la familia o algo relacionado. La foto dejará que los
estudiantes desarrollen la conversación y/o que busquen el vocabulario necesario para poder
dar su propio punto de vista o para poder evaluarla.
Una foto de una situación conocida invitará a todo alumno que participe y servirá para
darle voz al estudiante. Cualquier foto proveniente de la propia comunidad de los estudiantes
y no la seleccionada por los autores del texto despertará el interés de los estudiantes mientras
van enterándose de las semejanzas que comparten entre sí y/o las diferencias.
Podrán aplicar el vocabulario y los patrones gramaticales en algún conocido contexto
importante e impactante para ellos. Es durante esta segunda etapa; la de dialogar, que los
estudiantes podrán conocerse mejor y darse cuenta de las semejanzas y diferencias que les
caracterizan. Ellos mismos se creerán importantes y dignos de opinar y participar en su propio
aprendizaje. Ellos tendrán la oportunidad de dirigir la clase y hablar de asuntos y cuestiones
concretos que les afectan y, además se lo llevarán a cabo en el idioma de destino. La tercera
etapa; la de tomar acción, es la que les proveerá a los estudiantes el foro para mejorar las
situaciones problemáticas que les rodean, o podrán especular soluciones o podrán proponer
cambios verídicos.
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11. CONCLUSIONES
Al finalizar el trabajo, una de las conclusiones principales a las que hemos podido llegar
es que, la teoría de Freire se presenta con viveza en los principios que sustentan la educación
en la actualidad.
El principio de la individualización se presenta en Freire a través de la valoración del
individuo como ser único, irrepetible, necesario y valioso para el proceso educativo centrado
en el diálogo. En relación al principio de autonomía, Freire hace bastante hincapié en la
necesidad del hombre de alcanzar su libertad y desde ella proyectarse hacia su perfección. No
obstante, Paulo Freire desarrolla toda su metodología sobre el eje de la real liberación del
hombre, que no es otra cosa que su humanización dinámica (en proceso inacabado). Respecto
del principio de socialización, Freire asume verdadera y honestamente el contexto en que le
toca vivir (contexto de injusticia y marginación de los más por los menos) y desde él parte la
formulación de una metodología que busca transformar la realidad social en algo integrador e
incluyente, es decir, en un lugar en que el individuo pueda asumir concretamente su ser y su
ser situado para poder liberarse de todo aquello que no le permita ser cada vez más hombre.
En este sentido es importante la frase de Freire en que señala, que el hombre no se libera sólo
sino en comunión con los demás. La creatividad, principio tan difícil de lograr en la actualidad,
queda salvaguardado por la novedad del método de alfabetización; propuesto por el autor.
Éste formula novedosamente una respuesta apropiada para este contexto específico con sus
necesidades también específicas. Desde esta metodología se desprende con claridad la
presencia del principio de la actividad ya que es el propio sujeto quien y desde quien se
reconstruye la realidad que se vive. El sujeto a quien se dirige el método es aquel que en la
realidad hace posible este proceso.
La propuesta de Freire, nos parece bastante eficaz gracias a que él pudo captar la
unidad indivisible que se da entre lo que llamamos la teoría y la práctica. Fue capaz de
desarrollar todo su esfuerzo desde la propia realidad que vivía su pueblo, realidad concreta y
dolorosa, y proyectar una metodología capaz de responder educacionalmente a los desafíos
que ésta le planteaba. Su esfuerzo no parte de necesidades supuestas por los intelectuales o
por aquellos que muchas veces creemos saberlo todo, sino que por el contrario, parte desde la
manifestación concreta de la realidad, que es la manifestación concreta de los necesitados.
No podemos dejar de destacar el profundo interés que descubrimos en P. Freire por el ser
humano. Todo su esfuerzo educativo se ve plasmado por un gran humanismo, un humanismo
cristiano que sabe preocuparse por aquellos que más lo necesitan por los que son excluidos de
todo, incluso de su propia condición de excluidos. Esto queda explícito en su opción por lograr
que el hombre alcance su libertad, su verdadera libertad, y así pueda ser autor y constructor
de su vida teniendo como substrato de toda este obrar la alfabetización, que es mucho más
que un simple enseñar a leer y a escribir, ya que busca que el hombre pueda llegar a ser
persona.
Estas consideraciones nos muestran el referente filosófico que las sostiene e impulsa;
"el hombre siendo y con el mundo".
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12. Por todo ello, la pedagogía de Paulo Freire tiene mucho que aportar a la sociedad
actual, y nosotros somos los encargados de transmitirla.
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