1. MANUEL DE TERÁN
“La disgregación y pluralidad de disciplinas producida por una tendencia muy
marcada hacia una especialización que supera, a veces, el interés por las interconexiones
existentes, puede llevar al desconocimiento de la realidad. Lo real en la superficie de la
tierra no es la forma del relieve, las características climáticas que en él actúan, su
revestimiento vegetal y todo aquello que el afán y trabajo del hombre añade, lo real es
su trabazón.” (Manuel de Terán, La Tierra, 1967).
Anabelle Moreno Sánchez
Grado de Maestro en Educación Primaria, 2ºB
Ciencias Sociales II: Historia y su Didáctica
Carmen Arteaga
Facultad de Educación de Toledo, Campus Fábrica de Armas – UCLM
2. Anabelle Moreno Sánchez
Grado de Maestro en Educación Primaria, 2ºB
Facultad de Educación de Toledo
COMENTARIO DE TEXTO
Las disciplinas se encaminan a una especialización cada vez mayor según
transcurre el paso del tiempo, tanto en el estudio de la Historia (Historia Humanista,
Prehistoria, Arqueología, Arte, Arquitectura, etc.) como en el estudio de la Geografía
(Geografía Urbana, Física, Climatología, etc.), y Terán, consumado geógrafo por
devoción, no niega las especializaciones de las ciencias pero rehúye de su
independencia y del determinismo que supone observar el mundo desde un solo punto
de vista y defiende las relaciones existentes entre las diferentes disciplinas y que los
estudios no pueden realizarse ni comprenderse los unos sin los otros, no se pueden
entender los asentamientos durante un cierto período de tiempo sin estudiar el relieve, la
vegetación o la climatología del lugar habitado.
Pero para comprender este pensamiento de Manuel de Terán se debe revisar un
poco su biografía, sus estudios, sus viajes, sus relaciones, sus influencias, y el contexto
histórico que le rodeaba, se confirmará así el camino de su ideología y el motivo que le
llevó a su pasión por la Geografía, la diversificación de las ciencias y la introducción en
el mundo didáctico de los saberes conocidos como ciencias sociales y económicas.
Manuel de Terán vivió su larga vida enteramente en el siglo XX, nacido en
Madrid en 1904, donde pasó gran parte de su vida y fue en esta ciudad también donde
halló su fallecimiento en 1984.
Se incorporó en el Instituto-Escuela en 1923. Esta institución era un centro de
ensayo y experimentación pedagógica y de formación del profesorado, y estaba
vinculada directamente con la Institución Libre de Enseñanza, inmersa en un marco
político republicano, que abogaba por una praxis científica y la aplicación del método
hipotético-deductivo en cada saber, y para completar la formación en el aula se
realizaban numerosas y frecuentes salidas, visitas a museos, excursiones al campo, etc.,
lo que le ayudó a Terán a profundizar estudios en el paisaje, el relieve, la hidrografía, el
poblamiento y la flora. Aunque en aquellos años aún no se estudiaba geografía en las
escuelas y sólo estaba desarrollada alguna especialización, sobre todo la especialización
en cartografía, Terán inició su vocación como geógrafo en esta etapa a causa de tanta
experimentación fuera de las aulas.
Licenciado en Filosofía y Letras en 1924, en la sección de Historia, y obtenido
un doctorado en Historia del Arte en 1927, carrera en la que sólo estudió una asignatura
de Geografía Política y Descriptiva. En estos años colaboraba en el Archivo Español de
Arte y Arqueología, oscilando su decantación entre la geografía, el arte y la arqueología.
Además de ser aspirante al Magisterio secundario en la sección de Geografía Política e
Historia. Después de pasar por el Instituto de Enseñanza Media de Calatayud, donde
obtuvo la cátedra de Geografía e Historia, regresó al Instituto-Escuela, pero no fue hasta
1934 cuando le concedieron plaza fija.
En el verano de 1933 le seleccionaron como beneficiario de una beca para
ampliar sus estudios con los maestros de la Geografía Francesa en Paris y tuvo la
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oportunidad de entrar en contacto con las principales obras de la que era, sin duda, la
primera escuela geográfica mundial. La herencia que legaron científicos alemanes en el
terreno de la Geografía, Humboldt y Ritter como máximos representantes, a finales del
siglo XVIII y principios del XIX, fue de gran importancia para iniciar a las ciencias
sociales en el método hipotético-deductivo y la inclusión de otras disciplinas en
conexión con la Geografía General, como la climatología, las ciencias naturales y la
geografía humana, lo cual estaba muy presente en dicha escuela francesa. Así mismo,
los estudios de Vidal de La Blache, fundador de la Revista “Annales de Geographie”,
utiliza un método inductivo-historicista, es decir, ve la Geografía como una ciencia de
observaciones, y Emmanuel de Martonne, ya en el siglo XX, marcaron las bases del
asentamiento de la escuela francesa. En ella la Geografía adoptó un papel relevante
como disciplina.
Pocos años después, a causa de la guerra civil española y la derrota del bando
republicano, el Instituto-Escuela, vinculada directamente a la Institución Libre de
Enseñanza, quedó suprimida y clausurada por el General Francisco Franco. Terán fue
repuesto como catedrático de enseñanza secundaria, primero, en el Instituto Isabel la
Católica y, a continuación, en el I. Beatriz Galindo. Entre 1942 y 1951 fue profesor
ayudante de prácticas en la Universidad. Además, desarrolló gran parte de su labor
científica en el Instituto de Geografía Juan Sebastián Elcano, del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, durante los años cuarenta y del que acabó siendo director.
En 1951 obtuvo la Cátedra de Geografía de la Universidad de Madrid hasta que se
jubiló en 1974. En esta última época asentó firmemente las bases de la ciencia
geográfica española y fundó una próspera escuela de geógrafos, inexistente en nuestro
país hasta aquel entonces.
Terán consolidó la Geografía como disciplina en España, lo que otros maestros
comenzaron a principios de siglo XX, destacando a Rafael Ballester Castell o Juan
Dantín Cereceda, y con el devenir de los años tan costosamente se consiguió. Disciplina
entendida como la ciencia del paisaje, naturaleza relacionada directamente con la
cultura, los modos de vida y las actividades económicas. Desarrolló profundamente la
Geografía Urbana, y afirmaba que el paisaje urbano es el resultado de un proceso
histórico, consecuencia de una serie de condicionantes, sociales y funcionales, sobre el
espacio en cada momento histórico.
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CONCLUSIÓN
A modo de conclusión y racionalizando brevemente se confirma que, a pesar de
una, cada vez mayor, especialización de las ciencias durante el último siglo sobre todo,
la interconexión existente entre ellas es de mayor relevancia para su estudio que la mera
descripción de los datos a la que estaba sometida en edades anteriores. Gracias a la
implicación de maestros, hambrientos de adquirir el conocimiento sobre la realidad del
mundo circundante, que se sirvieron de la docencia para desarrollar, experimentar y
avanzar en el método científico para las disciplinas de las ciencias sociales, a la par que
incluían tales saberes en los planes de estudio de las escuelas, hoy día se disfruta del
concepto de Geografía e Historia en sus distintas especializaciones, pero, como dice
Terán, lo real es su trabazón, la realidad no puede entenderse por partes inconexas sino
como un todo con distintas divisiones interrelacionadas entre sí, y ninguna tiene sentido
sin la existencia de las demás.
Para finalizar, puntualizaremos que a través del tiempo se ha dado una
especialización de las ciencias sociales, tanto geográficas como históricas, pero no
pueden entenderse de manera independiente unas de otras, si no que deben ser
comprendidas y estudiadas como parte de un todo comunicándose mediante relaciones
conceptuales y metodológicas. Mientras que en Europa central, Alemania y Francia,
pioneras con sus estudios, el desarrollo de las ciencias sociales avanzaba a un ritmo
escandaloso durante el siglo XIX y se consagró en el siglo XX, en España no fue hasta
el siglo XX cuando se produjo una rotura con la percepción antigua de dichas ciencias e
irrumpió con su concepción moderna.
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BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA
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8ª ed., Cultural, S.A., Madrid
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TERÁN, Manuel de (1967): La Tierra [No he encontrado la obra del texto, por lo que
no he podido completar la reseña bibliográfica con editorial y ciudad.]
http://biblioteca.cchs.csic.es/bibliografias/teran/semblanza_teran.php
http://clio.rediris.es/
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/31/baleares/1343745699.html
http://revistas.ucm.es/index.php/AGUC/issue/view/AGUC818111/showToc