Desafíos que nos presenta hoy el mundo, vistos desde la tecnología, la educac...
EAS Comunitario Paseo Ecológico 2013
1. DESDE LA COORDINACIÓN
Número 34 – Mayo 11 de 2013
E A S
COMUNIDADES CRISTIANAS COMPROMETIDAS EAS DE
COLOMBIA
CIUDAD DE MEDELLÍN - COORDINACIÓN DE LA CIUDAD
Dada la importancia de la información, la coordinación de ciudad ha
considerado que conviene generar, con la mayor frecuencia posible,
documentos que la mantengan en contacto con los EAS y con las
comunidades. Por ello ha decidido publicar este boletín “DESDE LA
COORDINACIÓN”. Agradecemos enormemente que lo lean, que lo
comenten y que nos den sus impresiones por este mismo medio o
directamente hablando con nosotros.
En este boletín, presentamos el informe del Paseo Ecológico 2013,
en la vereda San Andrés de Girardota realizado el pasado domingo
21 de Abril de 2013.
Queremos invitarlos a que participen lo más activamente que
puedan en los distintos eventos y actividades. Queremos resaltar el
Retiro Espiritual que sostendremos del viernes 17 al domingo 19 de
Mayo en la Casa de La Montañita. Nos acompañará el padre
Federico Carrasquilla, conferencista de talla mundial.
Bueno, hay que participar en todo lo que se pueda para sentir esa
esencia EAS y disfrutar a tope de este mundo comunitario. ¡No se lo
pierdan!
Con cariño en el Señor
Enrique Posada y Luz Alba Pineda
Coordinadores de ciudad
EAS de Medellín
1
2. 1- CRÓNICA DEL PASEO ECOLÓGICO EAS COMUNITARIO DE
2013
Esta es una actividad que celebramos anualmente, como un símbolo de la
importancia de nuestro compromiso con el sostenimiento digno de nuestro
planeta y de nuestro amor comunitario por la naturaleza que Dios nos ha
entregado para nuestro cuidado y aprovechamiento respetuoso. En esta
oportunidad se contó con la gran colaboración de las comunidades De La Luz,
Constructores de Vida, y Amor del Campo en todo lo que tuvo que ver con la
organización del paseo. Contamos con la asistencia de 40 EAS y amigos de los
EAS. A continuación, ilustraremos las actividades con la ayuda de fotografías
tomadas por Nubia Prada, Ricardo Sepúlveda y Ricardo Posada
El paseo lo llevamos a cabo el pasado en la Vereda de San Andrés del
municipio de Girardota. De ese lugar es nuestra comunidad Amor del Campo.
Nuestro entorno: Antioquia y Girardota
Iniciamos esta crónica con un pequeño resumen histórico de nuestra región (el
Valle de Aburrá y del Municipio de Girardota), tomado de fuentes de internet.
Este boletín llega a otros países y ciudades y vale la pena detenerse un poco
sobre ello.
2
3. El origen del nombre de Antioquia
Nuestro departamento se llama Antioquia. Acerca del origen del nombre de
Antioquia hay dos teorías, una que viene d una voz indígena que significa
montaña de oro; la otra que es una remembranza de la ciudad y provincia
turca de Antakya (Antioquía), nombre dado por el conquistador griego
macedonio Ptolomeo en honor a su padre Antíoco, General de Alejandro
Magno, región que posteriormente se convertiría en la provincia romana de
Siria. Allí surgieron los primeros cristianos de origen no judío, tal como se lee
en los Hechos de los apóstoles.
Los indígenas
Cuando llegaron los españoles en el siglo XVI, las tierras de Antioquia estaban
pobladas por tribus indígenas de dos grandes familias étnicas: los Caribes y
los Chibchas. Según los registros arqueológicos, los primeros se habían
extendido desde la zona antioqueña de la Costa Atlántica hacia el sur del
departamento y a los valles de los ríos Atrato, Cauca y Magdalena. Es de
advertir que los españoles denominaban como "caribes" a los grupos indígenas
que ofrecieran resistencia armada. Por esa época la etnia Caribe tenía varias
familias en Antioquia: dos de ellas, los Tahamíes y los Nutabes, habitaban en
la región comprendida entre los ríos Cauca y Porce, mientras que los Chocóes
ocupaban las vertientes del río Atrato y los Pantágoras se asentaban en las
vertientes del Magdalena. El principal grupo Chibcha estaba en el Golfo de
Urabá, donde vivían los Urabáes y Cunas. También pertenecían a esta familia
los Ebéjicos, Ituangos, Peques, Nores, Guacas, Aburráes y Sinifanaes.
Llegan los españoles
El primer español que pisó Antioquia fue Rodrigo de Bastidas, quien estuvo
en la región del Darién antioqueño en el año 1501. Posteriormente, en 1504,
Juan de la Cosa visitó Urabá y el Darién y sometió a los caciques de la región;
sin embargo, estas dos primeras incursiones españolas fueron pasajeras y no
condujeron a ninguna fundación o asentamiento estable. Pero en 1510, Alonso
de Ojeda, quien había sido nombrado gobernador de la provincia de Nueva
Andalucía, la cual comprendía la zona de Urabá, fundó allí el primer
asentamiento español en territorio colombiano que pretendía servir de base y
cuartel general para sus exploraciones al interior del continente. Se bautizó
con el nombre de San Sebastián de Urabá, cerca de lo que hoy, en 2009, es el
municipio de Necoclí, Antioquia. En poco tiempo fue abandonado por los
españoles, quienes agobiados por la hostilidad de los indios se trasladaron a
otro lugar del Darién, en el litoral opuesto del golfo de Urabá, el occidental,
donde había mejores perspectivas de estabilidad para su base de operaciones.
Allí fundaron a Santa María de la Antigua del Darién a fines de 1510. Desde
esta ciudad, primera fundación del continente con características de poblado y
3
4. relativa estabilidad, se hicieron algunas expediciones al territorio antioqueño,
por el río León y el río Atrato. Pero también Santa María de la Antigua fue
abandonada hacia 1520, y los pocos españoles que sobrevivieron a sus
conflictos bélicos se trasladaron a Panamá.
La segunda ciudad española del continente fue fundada también en Urabá,
casi en el mismo sitio de la primera fundación. En 1535 los conquistadores de
Cartagena de Indias fundaron a San Sebastián de Buenavista. Este pueblo se
convirtió en la nueva base de las incursiones hacia Antioquia. Desde allí
salieron la expediciones de Pedro de Heredia hacia Dabeiba en 1536, la de
Francisco César en 1537, que llegó hasta Guaca, escenario de una violenta
batalla, donde gobernaba el cacique Nutibara, y la de Juan Vadillo en 1537,
quien fue igualmente a Guaca y Buriticá, y siguió por el Cauca arriba hasta
Caramanta y Cali.
Los informes de Vadillo atrajeron el interés de los conquistadores que venían
del sur, comandados por Sebastián de Belalcázar. Uno de sus tenientes, Jorge
Robledo, que había fundado ya a Cartago y Anserma, organizó en 1541 la
expedición que descubrió el Valle de Aburrá, y quien ese mismo año fundó
además, en el valle de Ebéjico, la ciudad de Antioquia. Esta fue trasladada al
poco tiempo a la región de Frontino, y en 1548 a la ciudad de Santa Fe de
Antioquia, que el mismo Jorge Robledo había fundado dos años antes.
Los conquistadores de estas tierras agrestes desconocían el terreno y la
vegetación. Los pobladores indígenas, que no aceptaron someterse a los
invasores que venían a dominarlos, y sujetos a múltiples atropellos y
arbitrariedades, se enfrentaron duramente a los españoles, y se produjeron
diversas rebeliones indígenas para defender los territorios aborígenes.
La conformación de Antioquia
El territorio antioqueño se llamó inicialmente Provincia de Antioquia e hizo
parte, hasta 1569, de la gobernación de Popayán. En ese año el rey de España
estableció la gobernación de Antioquia, sujeta a la Audiencia del Nuevo Reino
de Granada. Conservó este nombre de provincia o gobernación, y la
dependencia del Nuevo Reino de Granada hasta 1810. El último gobernador
de la provincia antes de la Independencia, fue don Francisco de Ayala.
A partir de la entrada de los españoles a estas regiones, se fue conformando lo
que se puede denominar como el pueblo antioqueño, uno de los más
caracterizado y diferenciado de Colombia. Su particular cultura ha hecho que
se tejan muchas especulaciones acerca de su origen paisa. Históricamente los
antioqueños proceden del indígena, el español y el negro. Luis López de Mesa
decía: “La región antioqueña… étnicamente debiera clasificarse como… ibero-
afroamericana”. Los estudios genéticos recientes han comprobado la
información de los historiadores: como no había casi mujeres españolas, el
grupo antioqueño recibió su herencia femenina de los indígenas, mientras que
4
5. los españoles representan más o menos las dos terceras partes del aporte
masculino, los indígenas entre el 25 y el 30%, y los africanos entre el 5 y el
15%.
Aunque el número de indígenas de la provincia de Antioquia era elevado,
probablemente de más de un millón de personas para 1500, se redujo
rápidamente, y para 1560 no superaba los 100.000. Esta drástica disminución
fue causada por el enfrentamiento a la conquista española y sobre todo por el
impacto de las enfermedades europeas.
En la vereda de San Andrés, hay una gran prevalencia de personas de raza
negra. James J. Parsons, investigador norteamericano, realizó por 1949 un
estudio bastante detallado sobre el origen de los antioqueños y, entre otros,
suministra los siguientes datos respecto de la población negra de esta región:
“En 1759 había en Antioquia 900 negros que en 1767 habían aumentado a
4.296; en 1797 la cifra anterior se había duplicado. El censo de 1808 arrojó
10.045 esclavos, aunque ya para esta fecha muchos de ellos no eran peones
mineros sino dependientes domésticos. En algunos distritos los mulatos eran
más numerosos que los mestizos y blancos. Los negros eran numerosos en los
campos mineros”. Según el censo de 1788, que muestra una estructura étnica
que poco cambió en el futuro dado el aislamiento demográfico de la región, la
población estaba divida en ese momento en un 14% de blancos, un 64% de
mestizos -sobre todo descendientes de mujeres indígenas y conquistadores
españoles-, un 16% de esclavos negros y un 6 % de indios.
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6. El ancestro español de los antioqueños inicialmente estuvo constituido por
unos pocos centenares de varones de familias vascas, andaluzas y castellanas,
de las cuales según López de Mesa, un 30% correspondieron al primer grupo.
Por su parte, el historiador Octavio Arizmendi Posada anota el hecho de que
las actuales familias antioqueñas proceden de unos “pocos centenares de
españoles inmigrantes”. Entre ellos se destacan o reconocen como típicamente
antioqueños los apellidos Uribe, Mejía, Londoño, Jaramillo y Arango. A los
pobladores castellanos se deben tal vez la dignidad y el orgullo colectivos, la
vocación para grandes empresas, y una cierta austeridad. De la herencia
andaluza se habrían recibido la viva imaginación y la riqueza expresiva del
lenguaje.
El origen sefardita de los antioqueños es reconocido por el mediano éxito que
los antioqueños han tenido en los negocios de comestibles y telas, el cual se ha
asociados con un posible ancestro judío. Esta hipótesis se ha fortalecido en los
últimos años y dice que a Antioquia llegaron cristianos nuevos (marranos),
que ocultaron su verdadero origen practicando la religión católica de una
manera vehemente, y adoptando apellidos tomados de las regiones del norte
de España. Los judíos que llegaron a América del Sur no lo hicieron en gran
número. Casi todos provenían de Portugal. Los pocos que llegaron a
Antioquia -entonces región por excelencia de la minería del oro-, eran
sefarditas en su mayoría, y quedan registrados en ciertos apellidos,
especialmente de origen lusitano: Cardoso, Espinosa, Rodrígues, Péres,
Sánches, Lópes (todos con "s", sin la zeta), Nieto, Vidal, Lobo, Senior, Santa,
Santamaría, De La Calle y otros más.
Las principales ciudades antioqueñas fundadas en el siglo XVII fueron
Buriticá, Sabanalarga, San Jerónimo, Sopetrán, Marinilla, y las del Valle de
Aburrá, Copacabana, Girardota, La Estrella y Medellín.
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7. El valle de Aburrá
El Valle de Aburrá, en donde hoy se asientan Medellín y Girardota, fue visto
por primera vez por los españoles el 24 de agosto de 1541. Una expedición de
32 hombres venía en búsqueda de tierras y riquezas al mando de Jerónimo
Luis Tejelo, un adelantado capitán protegido por Robledo. Los indios dueños
del Valle de Aburrá, armados con dardos, macanas y tiraderas, ofrecieron una
feroz resistencia, y se dice que muchos se suicidaron para evitar ser
dominados. Luego de su paso inicial por el valle, esta primera expedición
española de Tejelo pasó de largo y continuó su exploración hacia el río
Magdalena, hacia el oriente.
Gaspar de Rodas, gobernador de Antioquia, llegó al Valle de Aburrá, según
parece, en 1574, desde la región del occidente de Antioquia, por el Llano de
Ovejas (San Pedro de los Milagros), y se encantó con el clima del lugar. De esta
excursión se recuerda el Cerro Nutibara, muy vigente aún hoy, que en
principio se llamó Morro de Marcela de la Parra y luego Morro de los
Cadavides.
Hacia los 1600s había llegado a Antioquia, desde Zaragoza, don Francisco
Herrera y Campuzano, oidor de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá, quien
finalmente fundaría a Medellín en el Valle de Aburrá. Con un carácter
bondadoso y justo, el oidor dictó varias ordenanzas en favor de los indios en
Santa Fe de Antioquia, donde permaneció unos diez meses. En 1615 y 1616
fundó tres poblaciones: San Jerónimo (originalmente San Juan del Pie de la
Cuesta), Nuestra Señora de Sopetrán, y San Lorenzo de Aburrá, en el valle del
mismo nombre en la actual ciudad de Medellín, en su sector al sur de la
misma hoy conocido como El Poblado.
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8. Esta fundación, en el 2 de marzo de 1616, se realizó con el nombre de San
Lorenzo del Aburrá. Inicialmente se trató del establecimiento de un resguardo
para la protección de los naturales, para ampararlos y defenderlos en su
libertad. Como ya había comenzado la crisis en la producción de oro en toda la
provincia de Antioquia incluida su capital Santafé, al valle de San Lorenzo de
Aburrá comenzaron a llegar, entre otros, muchos mineros de Santafé, y fue en
esta época cuando la región comenzó a adquirir una creciente importancia que
posteriormente haría trasladar a él desde Santa Fe, la capital de Antioquia.
Entre 1630 y 1650, el Valle de Aburrá comenzó a poblarse por parte de
descendientes de los primeros españoles y por inmigrantes nuevos. En 1637, y
luego en 1646, se trasladaron los habitantes del Valle de Aburrá al ángulo
formado por el río Aburrá, hoy río Medellín, y el riachuelo de Aná, (hoy
quebrada Santa Helena).
Girardota
La zona en la que hoy se encuentra Girardota fue habitada por los indios
Nutabes y Yamesíes, que se dedicaban básicamente a la agricultura. En 1620
un grupo de colonos de Antioquia se ubicó en el paraje de San Diego y fundó
el caserío, el cual quedó dependiendo de la ciudad de Santa Fe de Antioquia
(capital del departamento en ese entonces), hasta 1675 que pasó a depender
del caserío de la Villa de Medellín. En 1648 adquirió estas tierras doña
Margarita de Alarcón, viuda de Miguel Marín, a la muerte de ésta fueron
rematadas en la plaza pública de Santa Fe de Antioquia en 1651, las adquirió
Antonio Gómez de Salazar para su hermano Juan Gómez de Salazar
gobernador de la Provincia, quien estableció su morada en el paraje que se ha
conocido como San Esteban donde tuvo un hato que denominó "Hatogrande"
y un poco hacia el norte otro, el "Hatillo" tal vez por ser de menores
proporciones. Esos hatos, al igual que el llamado "Hatoviejo" pasaron a poder
de doña Ana de Castrillón. El 11 de mayo de 1734 compró las tierras de
Hatogrande, el doctor Sancho Londoño Zapata, hermano de doña Javiera. Las
heredó el Pbro. Sancho Londoño Piedrahíta, sobrino de doña Javiera y de éste
pasaron al Pbro. Manuel Londoño Molina a quien se considera como el
fundador de la población. Fue el padre Manuel Londoño M. persona muy
acaudalada. Era dueño de una capilla en Hatogrande la que dotó con
prodigalidad y para la que hizo traer la imagen del señor Caído.
El 31 de diciembre de 1757 el gobernador José Barón de Chaves creó el partido
de Hatogrande, dependiente del Cabildo de Medellín. En lo eclesiástico
dependía de Copacabana. El 21 de septiembre de 1833 el gobernador Juan de
Dios Aranzazu creó la parroquia. Dice la parte principal del decreto: "Eríjese
en el partido de Hatogrande, en donde está la Capilla del Señor Caído una
nueva parroquia con el nombre de Girardota para conservar la memoria del
esforzado Coronel y distinguido Atanasio Girardot . . . ". El gobierno central
dio su aprobación poco después. La población fue erigida con 1.824 habitantes,
comenzando así la vida civil del nuevo Municipio de Girardota.
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9. Asentamientos arqueológicos en el Valle de Aburrá y en Girardota
El registro arqueológico presenta en el valle de Aburrá vacíos entre el siglo X y
el XIV, pero para los siglos XV y XVI se reporta una buena cantidad de
información proveniente, en su mayoría, de sitios de enterramiento y algunos
sitios de vivienda. El estudio de este tipo de evidencias muestra una
importante población presente en el valle, que realizaba rituales funerarios de
gran interés, como lo muestran las estructuras funerarias en forma de vivienda
encontradas en el cerro El Volador y las tumbas de pozo con cámara lateral en
los cerros tutelares del valle. En estos contextos se reportan elementos
materiales que nos hablan de otros aspectos sociales de estos grupos como es
el caso del hallazgos de numerosos volantes de huso, sellos y pintaderas al
interior de las tumbas, registro que plantean la actividad textil. La cerámica
característica de este último periodo muestra una ruptura con la de los
períodos anteriores, se caracteriza por su sencillez y acabados burdos, en
términos generales para el Valle de Aburrá ha sido llamada cerámica Tardía.
En los últimos años, tres de los trabajos arqueológicos adelantados en el Valle
de Aburrá han reportado valiosa información sobre la arqueología del
municipio de Girardota en estos se han reportado evidencias arqueológicas en
las veredas El Totumo, Manga Arriba y Las Cuchillas ubicadas hacia el oeste
de la cabecera municipal; Juan Cojo, El Barro, Jamundí parte alta y parte baja,
hacia el sur del casco urbano y las veredas Encenillos, San Diego en la parte
sureste de la zona urbana, El Incendio, La Matica, loma de Los Ochoa, San
Esteban, Portachuelo hacia el noroeste de la zona urbana y hacia el sector
norte del municipio en las veredas San Andrés, La Palma, El Socorro,
Potrerito.
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10. Bueno, luego de este sencillo resumen, que esperamos haya sido de interés
para todos, procedemos a narrar lo que sucedió en nuestro paseo ecológico.
Nuestro paseo
Acá vamos en un bus
camino hacia Girardota
atraídos por una luz
que es de lo más hermosa.
Es la luz de la amistad
que jamás será apagada
pues es amistad de verdad
que no se agota con nada
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11. Al recibir la sonrisa
de una amiga iluminada
nos sentimos en familia
y emprendemos la jornada
con la alegría entusiasta
del caminante curioso
que se adentra con confianza
por un sendero precioso.
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12. Acá el grupo baja del bus y se dirige a la parroquia de la Sagrada Familia
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13. Que la sonrisa que ahora muestras
por todo el tiempo perdure
y que ninguna traidora pena
te entristezca o te perturbe.
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14. Al caminar en la fe
atraes a padres y amigos
pues en tu cara se ve
la fuerza del compromiso.
Amistad sin fronteras
que se construye poco a poco
dejando que los amigos
se cuelguen de tus hombros
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15. Confía en mí, enamorada;
acércate a mi regazo.
Bien cerquita. No habrá nada
que juntos no venzamos.
María Inés, Manuel, Luz Alba, Amparo y su hija, con la V de la vida.
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16. Los miembros de la comunidad OEAS traen juventud y alegría al paseo
Jairo, Beatriz, Nury, Nubia y Constanza, cinco comunidades acá representadas.
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17. Constanza y Ricardo Jairo Arango y Constanza
Manuel y Ricardo Juan Manuel, Claudia y Juan Diego
Beatriz y Constanza Jorge y Gloria
Para que no olvidemos este encuentro
para que no se pierdan estos momentos
los registramos en imágenes
que luego se tornarán en recuerdos.
Algún día los reviviremos,
algún día los contaremos,
con sonrisas de nostalgia
por aquellos idos tiempos.
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18. A las 10:30 am se celebró una Eucaristía especial para las comunidades EAS
por parte del padre John Jairo Yepes, párroco de la sagrada Familia, parroquia
de la vereda San Andrés. En ella celebramos los 50 años de matrimonio de,
amigos de Juan Diego y Claudia, quienes viven en Cali y nos acompañaron al
paseo con un grupo de familiares.
Luego de la Eucaristía nos reunimos en los jardines y prados de la parroquia,
para oír con toda atención al Señor Cadavid, habitante de la vereda e
historiador, quien nos compartió muchos detalles bien interesante sobre esta
región. Esta charla fue organizada por la comunidad Amor del Campo, de la
vereda que visitamos.
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19. La hermosa casa de más de 100 años de antigüedad, donde funcionan las Casa Cural y
el centro de servicios de la parroquia de la Sagrada Familia
Los bellos jardines de la parroquia
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20. Todo el grupo de paseantes ecológicos muy atentos a las explicaciones del señor
Francisco Cadavid sobre las tradiciones e historia de esta vereda y de Girardota
20
21. Por fin en camino los caminantes
a las alturas se dirigen expectantes
porque saben que en estas montañeras tierras
tienen que hacer el mejor uso de sus fuerzas
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22. El verde de las montañas antioqueñas da un aliento de frescura a los caminantes,
cuyas figuras se riegan por la pradera
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23. Nos encontramos en el camino una piedra llena de extrañas formas hace pensar en
algún antiguo trabajo indígena, lo cual no sería extraño en esta zona donde se han
encontrado petroglifos.
Las autoridades municipales han hecho una bella obra y el camino se torna cómodo
antes de llegar al nuevo puente que cruza la quebrada que baña la vereda
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24. Sorprende en verdad este puente, rico en diseño y en colores, algo poco usual en los
campos colombianos. ¿Seña de mejores tiempos que se acercan poco a poco?
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25. Ea, vamos caminantes
crucen puentes y veredas
aprovechen los instantes
para tender los puentes EAS
y crear comunidades abundantes.
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26. Si el camino se torna difícil
deja que tus ojos contemplen el paisaje
para que todo se haga más fácil
para que no te canses
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27. Ya estamos a punto de llegar a la casa de Nelly y Manuel donde vamos a almorzar y a
pasar un rato de descanso amenizado con la música del grupo Aires del Campo
Por fin llegamos a la casa de Nelly y Manuel. Tres de los niños hijos de los miembros
de la comunidad Amor del Campo nos alegran con sus sonrisas.
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28. Es la hora del almuerzo comunitario, muy merecido, muy agradable.
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29. Escenas del almuerzo comunitario, de la muy buena asistencia a la actividad y
de la integración que se logra
Luego del almuerzo, la comunidad Amor del Campo nos tenía dos agradables
sorpresas. La primera de ellas fue un delicioso plato de hojuelas con natilla,
para todos los asistentes que hicieron la caminata. ¡Qué les parece! Luego
tuvimos una presentación musical del grupo Aires del Campo, el cual es
dirigido por Manuel Cadavid, integrante de la comunidad.
Debemos resaltar y agradecer la acogida tan especial que recibieron las
comunidades EAS de Medellín y sus amigos y familiares asistentes al paseo
por parte de los EAS de Girardota. Que el Señor dé ánimo, vida y permanencia
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30. en los EAS a esta gente tan especial. Que nos inspire a acompañarlos con
persistencia, cariño y fe.
Manuel se dirige a los presentes y les comparte sobre el grupo Amor del Campo.
En proceso de afinación de instrumentos (guitarra, tiple, bandola)
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31. A los sones de Amor del Campo, se arma el baile y el grupo pasa momentos muy
agradables
31
32. Departiendo Observando y comentando
Celebrando y disfrutando El baile del gallinazo
Escenas de compartir y del baile que se armó mientras escuchábamos a Amor
del Campo
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34. Luego de pasar este rato tan agradable, nos regresamos, no sin antes apreciar
el cariño y el compartir que se tuvo durante esta bella actividad. Al bajar,
pudimos apreciar, a lo lejos, el hermoso Valle de Aburrá en la zona de
Girardota.
2- REGALO LITERARIO Y ARTÍSTICO
Durante el paseo ecológico invitamos a las participantes a escribir sobre las
impresiones que compartieron con sus compañeros de viaje, a medida que iba
avanzando la caminata desde la parroquia hasta la casa de Manuel y de Nelly.
Luis Misas de OEAS lo hizo allí mismo con una tremenda improvisación en
verso que fue muy aplaudida. Enrique Posada y Ricardo Sepúlveda nos
hicieron llegar sus colaboraciones, que a continuación compartimos con
ustedes.
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35. De Ricardo Sepúlveda
PASEO ECOLOGICO
Mano amiga
que me invita a caminar.
Exploramos las verdes montañas
en la vereda San Andrés,
cuna de indios y morenos.
Hoy florece con música y baile
el amor del campo.
¡Qué bonita acogida!
Con el paisaje como marco
me sentí cercano al cielo.
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36. De Enrique Posada
Caminando con Manuel Cadavid
Hombre, don Enrique,
le voy a mostrar las cosas
que más me gustan de aquí
cuando camino con gente
que se interesa por mí.
Mire ese cañaduzal
y su tremendo trapiche
acá en tiempos de cosecha
se produce la panela
más dulce de la vereda.
Esa piedra llena de huellas
no es una piedra cualquiera
que los indios la tallaron
para hacer unas ceremonias
que ya se nos olvidaron.
Allá en la colina pelada
se reunían las brujas
para bailar en las noches
preparando unos bebedizos
para hechizar a los hombres.
Ese árbol gigantesco
está aquí desde hace siglos.
A él se arrima el ganado
a protegerse del sol
cuando está muy alborotado.
Y en ese otro montecito
encontraron el entierro
de un famosos cacique.
Pero de ello no quedó nada
por lo menos eso dicen.
Mire el puente nuevo
que nos construyó el gobierno.
Ha quedado muy bonito
y muy bien construido
aunque no lleve a ningún sitio.
En ese terreno pelado
había una casa grande.
Pero todo está derrumbado
por peleas de herederos
y eso fue lo que heredaron.
Este camino nuevo
era antes una hondonada
La rellenaron con piedra
quedando bien aplanado
para el bien de la vereda.
Esa quebrada que cruzamos
por este puente tan lindo
es la cosa más hermosa
que tiene esta montaña.
¡Si no se pone borrascosa!
Y esta es mi casa don Enrique,
y es la casa de los EAS
Cuando quiera venga y vuelva
para mostrarle más cosas
de mi querida vereda.
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