2. Cero multitarea
Practica la monotarea. En
nuestro trabajo tenemos que
manejar multitud de cosas en
paralelo. Pero no todas tienen
que hacerse a la vez.
Ser radical con esto nos
permitirá tener la cabeza
centrada en lo que hacemos y
terminaremos todas las antes.
3. Empieza con un
objetivo en mente
Debemos tener meridianamente
claro desde el día anterior qué
buscamos con cada tarea: qué
necesitamos, qué queremos
conseguir y qué resultado
buscamos.
Esto permitirá empezar la tarea
con más tensión y ritmo. Tener
tensión al trabajar es esencial
para acelerar. Si no, te
acomodas.
4. Termina antes de
empezar
Dejar las cosas a medias es uno
de los mayores errores en los
que caemos.
Dejar algo a la mitad para saltar
a otra cosa (porque ha entrado
un email o alguien lo pide) es un
mal que acaba convirtiéndose
en endémico.
5. Fija un tiempo máximo
para cada tarea
Hay tareas que, como no las
limites en tiempo, se pueden
comer una mañana entera. “El
trabajo se expande hasta llenar
el tiempo de que se dispone
para su realización».
Para la mayoría de las tareas
tenemos un tiempo que le que
debemos dedicar. Esto además
nos ayudará a mantener la
tensión positiva (eustrés).
6. Adapta el plan a
la situación
Si tenemos un día espeso,
hemos dormido mal, o no nos
salen las ideas y vemos que nos
cuesta hacer cierto tipo de
tareas, debemos ser flexibles y
adaptar el plan de trabajo. Ahí
mismo, sobre la marcha.
Lo importante es avanzar y
cerrar temas para no quedarse
parado
7. Aumenta tu tiempo
real de trabajo
Una persona dedica ocho horas
a estar en el trabajo pero tal
vez trabaje cinco o menos.
Para maximizar este tiempo es
clave evitar las pequeñas
pérdidas de tiempo y
aprovechar las horas más
productivas del día para hacer
los trabajos más pesados.
8. Utiliza Internet
solo para trabajar
En el tiempo de trabajo, no
leas, consultes, curiosees, o
chequees cositas en Internet.
Trabaja.
¿Por qué? Terminarás antes las
cosas, serás más eficiente y
luego tendrás más tiempo y
tranquilidad para otras cosas,
como disfrutar de tu tiempo
libre.
9. Prepara el material
por adelantado
Perdemos un tiempo valiosísimo
preparándonos para empezar la tarea en
lugar de empezar y terminarla.
Documentación, información, referencias,
páginas web, localizar un email… todas esas
cosas pueden hacerse por adelantado.
De este modo, será más fácil empezar y
acabar las tareas en menos tiempo.
Prepara el material
por adelantado
Perdemos un tiempo valiosísimo
preparándonos para empezar la
tarea en lugar de empezar y
terminarla.
Documentación, información,
referencias, páginas web,
localizar un email… todas esas
cosas pueden hacerse por
adelantado.
De este modo, será más fácil
empezar y acabar las tareas en
menos tiempo.
10. Deja los detalles
para el final
No te pares en los
retoques mientras haces la
tarea. Déjalos para el final. Si
retocamos cosas a medida
vamos desarrollando la tarea, la
tarea se alargará muchísimo.
Debemos hacer el grueso de la
tarea (80%) de un tirón, y dejar
los detalles para el final.
11. Domina tus
herramientas de
trabajo
Dominar las aplicaciones con las
que trabajamos nos permitirá
terminar antes. Atajos de
teclado, nuevas técnicas,
reutilización de recursos, etc.
Todo esto hará que nos
atasquemos menos con una
tarea, que podamos avanzar
más rápido y que, si surge un
problema, lo podamos resolver
más rápida y eficientemente.
12. Evita centrarte
demasiado en la
herramienta
No debemos volvernos locos con
las herramientas y aplicaciones.
Debemos probar varias de ellas,
ver cuales se adaptan mejor a
nosotros, nuestro estilo y
sistema de trabajo y quedarnos
solo con las que de verdad nos
añadan valor.
13. Mira tu correo solo
cuando tengas tiempo
No tengas tu bandeja de correo
abierta durante todo el día.
Cada vez que llega un mail es
fácil distraerse e interrumpir lo
que se está haciendo.
La mayoría de los mails pueden
esperar unas horas y si hay algo
urgente ya te contactarán por
teléfono o en persona, si fuera
necesario.