El documento discute el valor pedagógico de las imágenes y su introducción en el aula. Argumenta que las imágenes son más que representaciones icónicas y deben entenderse como prácticas sociales que usan la representación visual. También explora cómo funcionan diferentes tipos de imágenes como recursos educativos y concluye que las escuelas deben implementar una organización de imágenes que enseñe nuevas formas de ver y que una mirada educativa requiere de la forma para acceder al lenguaje y la elaboración.