Decreto Ejecutivo 255 Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo
Desigualdad política, económica y social en chile
1. 1
Desigualdad política, económica y social en Chile.
Muchas discusiones han habido durante largo tiempo respecto a la desigualdad en nuestro
país, todo ello debido a la evidente y creciente que se ha vuelto en el último tiempo. Todo
partió como nombra Atria y Garretón con las movilizaciones estudiantiles en el 2011,
donde “por primera vez en décadas, los chilenos decidimos preguntarnos sobre la
justificación de aspectos cruciales del modelo económico, político y social” (Atria, 2013).
Es por ello que actualmente se ha tornado una típica forma de expresión social las protestas,
las cuales no solo abarcan el tema de la educación, si no injusticias en el trabajo y sueldo
mínimo, todas ellas ligadas al mismo tema.
Teniendo el PIB de un país desarrollado, admirado por varios países que al igual que
nosotros están en vías de desarrollo, el porcentaje de éste dedicado a protección social en
Chile representa solo el 10,2%, siendo el tercer porcentaje más bajo dentro de los países de
la OCDE.
En conjunto con el último tiempo tener un crecimiento acelerado, la desigualdad es algo
que no se queda atrás, que no se ve opacado por ese gran PIB, si no que Chile a pesar de
tener una buena situación económica a nivel mundial, tiene la mayor desigualdad de
ingresos (medido en coeficiente Gini, correspondiente a un 0,5)1 dentro de los países de la
OCDE.
¿Acaso este desequilibrio en la distribución de ingresos es necesaria para el desarrollo de
nuestro país?, ¿será el modelo actual el que genera o ayuda en el desarrollo de ella?, ¿es el
estado responsable?, ¿estamos haciendo algo para que ya no exista?. Muchas de estas
interrogantes, son las que no han sido respondidas o tratan de evitarse, siendo que la
desigualdad está y no puede ser un tema que se deje de lado.
1 Distribución deingresos y la pobreza. [en línea]. http://www.oecd.org/centrodemexico/estadisticas/
[consulta : 26 Octubre 2014]
2. 2
Podemos partir con la desigualdad que se vive políticamente, donde aquellos que están al
poder (diputados y senadores) siempre han sido los mismos, rotándose los cargos en el
círculo cercano de aquellos que ya accedieron a él. No es extraño que aquellos en los
cargos políticos más altos sean personas, en su gran mayoría, de situación acomodada,
siendo excluídos y muy poco probable que aquellos que no tienen aquellos requisitos
puedan entrar en la política. Es por ello que se ven resignados muchos de ellos a ser
representados por “una suerte de oligarquía privilegiada y parasitaria, más preocupada de
sus propios intereses” (Atria, 2013).
Es así como, aquella “clase política” que representa a la gran mayoría de nuestro país,
elegidos por los ciudadanos, que debería velar por los intereses de todos, tal como dice
Sandel “al debatir sobre la justicia y los derechos, debemos dejar aparte nuestras
convicciones morales y religiosas” (Sandel, 2010).
El ser humano no puede abstraerse de sus propias convicciones e intereses, dejando
totalmente de lado su esencia, por lo cual surge la corrupción política, donde políticos
prefieren subir su sueldo elevado comparado con el ingreso promedio de la mayoría de los
chilenos, a subir el sueldo mínimo que gana gran parte de la ciudadanía.
Siguiendo con el tema, hay que recordar la desigualdad económica –antes evidenciada-, la
cual es la mayor dentro de los países de la OCDE, lo cual se puede apreciar claramente en
la encuesta CASEN, donde el 1% más rico del país gana 40 veces el sueldo de un chileno
promedio (81% de los chilenos). Esta desigualdad, apoyada por el sistema de libre
mercado, el cual fue heredado de la dictadura. De la misma forma nombra Garretón en su
libro “Como indicamos, en el informe de la OCDE de 2004 se dice que la desigualdad no es
un efecto del modelo educacional chileno, sino su objetivo buscado” (Garretón, 2013).
Es así como se vincula con la desigualdad social, donde aquellos que poseen mayores
ingresos pueden acceder a escuelas privadas, donde se relacionan solo con gente del mismo
círculo social. Y por el contrario, donde aquellos que poseen una menor cantidad de
ingresos, tienen solo la posibilidad de acceder a escuelas públicas.
3. 3
No es solo el hecho de la separación social que se hace entre ambos extremos de la
sociedad, sino además la calidad de la educación ofrecida a cada sector la cual ayuda o más
bien promueve la desigualdad social.
Esto se puede evidencia claramente como nombra Sandel en su libro, “los que tienen dinero
se apartan de los lugares y servicios públicos, que quedan solo para los que no pueden
pagar otra cosa (…) esto tiene dos efectos nocivos, uno fiscal y otro cívico. En primer
lugar, los servicios públicos se deterioran, ya que quienes no los usan están menos
dispuestos a costearlos con sus impuestos. En segundo lugar las instalaciones públicas
dejan de ser un lugar de encuentro donde se encuentran ciudadanos que siguen caminos
diferentes en la vida.”
La desigualdad vivida en Chile es un ciclo el cual no ha acabado a lo largo de generaciones,
dado que se ha conservado por el sistema –económico, social, político-, por la tradición, por
comodidad, por privilegios, a veces porque la economía lo permite o necesita. A veces
deberíamos pensar en que se estudian 5 años lo que los sistemas económicos nos dicen, que
se debe distribuir el dinero de la manera más eficiente, y retribuirlo de la mejor manera
posible, pero esa “mejor manera posible” a veces no es la más equitativa, porque a veces el
“consumidor” es humano, y los “supuestos” deberían ser más reales.
En conclusión, se deben buscar mejores políticas públicas, más igualitarias y eficientes, lo
cual aún ni siquiera en teoría ha podido llevarse a cabo, que piensen en el ciudadano como
persona, tratar de cómo dice Rawls de ponerse detrás de un velo de ignorancia y distribuir
tal como si no supiéramos en qué situación nos tocará vivir, efectuando así una política la
cual distribuiría por igual a todos, para lograr cambiar de cierta manera la corrupción que
ha mantenido a los más ricos y a los más pobres en una gran distancia, en una gran
desigualdad.
Marcela Leyton C.
Sección 13
Ayudante: Javiera Ortiz T.