2. ¿Es cierto que existe una
distorsión en la capacidad de
análisis del lector que está
atado a la información
reverberante del internet?
¿Cómo se produce ésta?
3. Sí, porque años atrás, si bien
es cierto, para realizar una
investigación o cualquier
trabajo de este tipo, los
estudiantes se internaban en
la biblioteca, devorando libro
tras libro, comparando
información, ejerciendo
crítica sobre esta, para
finalmente hallar la que le
causaba mayor
convencimiento o con la que
se sentía más cómodo. Para
esto, por supuesto, debía
aplicar su capacidad para
recordar lo mencionado en
uno y otro libro consultado.
4. Actualmente el panorama es distinto, pues
los estudiantes nos conformamos, o es que
tal vez estamos automáticamente
programados, para que cada vez que oímos
“Trabajo de Investigación” un buscador
online se abra en nuestra mente, estando
seguros prácticamente a un cien por ciento
de que hallaremos dicha información en
internet y que la búsqueda de ésta, no
requerirá mayor tiempo que el de una tarde,
y esto siendo trágicos y refiriéndonos a un
trabajo con información tal vez, recóndita
en la web. Y es así que una vez hallada ésta,
se procede a ‘copiar’ y ‘pegar’, bastándonos
con que dicho contenido lleve por título el
nombre de lo que buscábamos.
Análisis queda reducido a nada; sin
preguntarnos siquiera “¿será esta
información verídica? ¿Podría yo confiar en
esta fuente?”; y si nos encontráramos con
un raro caso de lo que llamamos ‘análisis’ o
de lo que creemos lo es, éste consistiría en
leer el contenido y entenderlo, mas no, el
compararlo e inclusive criticarlo.