1. Sandra Díaz Pérez
2011/2012
Facultad de Educación
Universidad Castilla-La Mancha
Proceso educativo en la etapa infantil
P: Daniel Rodríguez Arenas
2. 1. ¿Qué es el juego? 3
2. El juego simbólico 4
3. Conductas principales que dan forma al juego 5
4. ¿Por qué es sano jugar? 7
5. Conclusión 11
3. El juego es la principal actividad a través de la cual el niño lleva
su vida durante los primeros años de edad.
Por medio de él, el niño observa e investiga todo lo relacionado
con su entorno de una manera libre y espontánea.
Jugamos porque necesitamos descubrir, conocer, aprender y
entendernos. Necesitamos experimentar sensaciones que nos
provoquen placer.
A partir del juego, relacionan sus conocimientos y experiencias
con otras nuevas, realizando procesos de aprendizaje
individuales.
4. El juego simbólico se da a una edad en la que necesitamos dar
simbología a objetos, personas y situaciones para lograr un
mejor entendimiento con el mundo.
A través de los símbolos, los niños consiguen reducir la
complejidad de la realidad y llevarla a un territorio donde puedan
dominarla.
Se trata de reproducir situaciones reales como si estuviéramos
ensayando el mundo que nos tocará vivir.
5. 1. Conducta despreocupada: Observa objetos y acciones cercanos
a él momentáneamente sin participar directamente. (2 y 2 ½
años)
2. Comportamiento de espectador: Observa mientras otros
juegan, habla con otros pero no se ofrece a participar. (2 y 2 ½
años)
3. Juego solitario: Juega solo con otros juguetes. (2 y 2 ½ años)
4. Juego paralelo: Elige los mismos juguetes que los niños que lo
rodean. (3 años)
(Mack y Gilley 1980: 11-37, Arango 2000: 12-14).
6. 5. Juego asociativo: Forma libre de juego en grupo, es el intento
inicial de actividad colectiva. (3 ½ a 4 años).
6. Juego cooperativo: Actividad colectiva organizada donde
participan en grupo con una meta específica con materiales (4
a 6 ½ años)
7. Juego grupal: Ya puede asociarse y hacer amigos al encontrar
en ellos semejanzas en grupos e intereses (5 ½ a 7 años)
(Mack y Gilley 1980: 11-37, Arango 2000: 12-14).
7. Funciones:
Educativa:
Estimula el desarrollo intelectual del niño, permitiéndole hacer juicios
sobre su propio conocimiento al solucionar problemas, aprendiendo a
estar atento a una actividad durante un determinado tiempo.
Desarrolla su creatividad, imaginación e inteligencia ante la curiosidad
por descubrirse a sí mismo y a su entorno.
El sentimiento de realización y las lecciones que aprende, lo motivan a
ejercitar después sus ideas en situaciones de la vida real.
(Arango, et. Al 2000: 10)
8. Funciones:
Física
El niño desarrolla habilidades
motrices y aprende a controlar su
cuerpo.
Provoca un desahogo de energía
física, a la vez que aprende a
coordinar sus movimientos e
intenciones para lograr los
resultados deseados.
(Arango, et. Al 2000: 10)
9. Funciones:
Emocional
Con el juego el niño expresa emociones que con las palabras no
consigue expresar.
Permite desarrollar una actividad sin tener responsabilidades en sus
acciones.
Fomenta su personalidad e individualidad, ayudándolo a adquirir
confianza y un sentido de independencia.
Puede tomar sus propias decisiones y reglas.
(Arango, et. Al 2000: 10)
10. Funciones:
Social
Se hace consciente de su entorno
cultural y de un ambiente que había
sido durante los primeros años de
vida ajenos a él.
Aprende a cooperar y compartir con
otras personas, conociendo su
ambiente.
Aprende las reglas del juego limpio,
a ganar y a perder.
(Arango, et. Al 2000: 10)
11. Con estas virtudes es imposible imaginar una vida sin juego, de hecho
no desaparece nunca de nuestras vidas. Aunque se atenúe la acción de
jugar, lo que no desaparece es nuestra capacidad para crear.
No se debe de dejar de jugar jamás. En primer lugar, los niños necesitan
el juego para desarrollar todas sus capacidades de una forma divertida,
amena, en la que parece que no están trabajando, pero en cambio,
están ejercitando muchísimos aspectos cognitivos.
En segundo lugar, los adultos tampoco deben dejar de jugar. Cuando se
dice que el juego es beneficioso, lo es para todos. Con el juego reviven
la capacidad de imaginar, de crear, reviven experiencias, emociones, …
Se convierten en lo que un día fueron: niños.