1. Diagnóstico regional de la situación de los
pueblos indígenas viviendo en situación de
aislamiento en América latina
Vincent Brackelaire
vibra2@gmail.com
Noviembre 2007
______________________________________
Estudio realizado para la Unidad de Género y Diversidad
Departamento de Sectores Sociales
Vice-presidencia de Sectores y Conocimiento del Bando Interamericano de Desarrollo
2. Índice general
I Introducción
II. Problemática de los pueblos indígenas aislados y en contacto inicial
III. Antecedentes políticos e institucionales en la región
IV. Contexto político internacional: los diversos instrumentos existentes
V. Pueblos indígenas aislados en Brasil
VI. Pueblos indígenas aislados en Bolivia
VII. Pueblos indígenas aislados en Colombia
VIII. Pueblos indígenas aislados en Ecuador
IX. Pueblos indígenas aislados en Paraguay
X. Pueblos indígenas aislados en Perú
XI. Pueblos indígenas aislados en Venezuela?
XII. Conclusiones: ¿Que hace falta para una protección efectiva de los últimos
pueblos aislados de América latina?
Bibliografía
Abreviaturas
Las opiniones expresadas en este documento son las del autor y no representan
necesariamente las del Banco Interamericano de Desarrollo.
2
3. I. Introducción
La principal referencia y la base para realizar el presente documento fue el
diagnóstico regional sobre el estado de la situación de los últimos pueblos
indígenas aislados en la Amazonia y en el Gran Chaco, que realizamos en
2005 para el Primer Encuentro Internacional sobre Pueblos Indígenas
Aislados organizado en Belem (Brasil) por la Coordenação Geral de Indios
Isolados (CGII) de la FUNAI y el Centro de Trabalho Indigenista (CTI). Si bien
el contexto ha evolucionado mucho en dos años y muchos datos han tenido
que ser actualizados o acrecentados, existe también una base que sigue igual.
La Unidad de Pueblos Indígenas del BID estuvo presente en el evento de Belem
en 2005 y también participó en el Seminario Regional sobre pueblos aislados
organizado en Santa Cruz en 2006, haciendo conocer su nueva política operativa
sobre pueblos indígenas y las salvaguardias relacionadas a la protección de los
pueblos indígenas en aislamiento. Después de muchos impactos negativos para
las poblaciones indígenas amazónicas causados por proyectos de los gobiernos
de la región, a veces con apoyo del BID, pensamos que la oficialización hoy de
una política indígena demuestra una voluntad de cambio en las operaciones del
Banco, y que norteará el apoyo futuro a los gobiernos. Esperamos de esta manera
que las propuestas del BID con relación a la protección de los pueblos aislados,
obligarán los gobiernos de la región a adoptar políticas de protección y a
implementarlas de manera efectiva en las regiones donde viven estos últimos
pueblos. Existe hoy un movimiento mundial para la protección de los pueblos
indígenas aislados; el BID y los gobiernos que apoya hacen parte de ese contexto,
y es necesario ayudarlos a trabajar juntos en la implementación de medidas
estrictas de protección, y siempre en colaboración con las organizaciones
indígenas, las que tienen hoy exigencias claras para la protección de los pueblos
aislados.
El presente estudio hace parte de la Cooperación técnica regional “Apoyo a la
Preparación de un Programa de Estándares para la Protección de los Pueblos
Indígenas en Aislamiento Voluntario” (ATN/NI-9897-RS) del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) que busca facilitar entre los países de la región el
establecimiento de un sistema de protección de los pueblos indígenas aislados y
en contacto inicial de la Amazonia y del Chaco.
Sólo es posible actuar a nivel regional teniendo como base y referencia un análisis
actualizado de la situación de estos pueblos más vulnerables y de las instituciones
relacionadas con su protección, así como de las necesidades que existen para su
protección en los países donde habitan.
De esta manera y con este objetivo, visitamos todos los países de América latina
donde viven los últimos pueblos aislados, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador,
Paraguay y Perú, consultando los actores más relevantes relacionados con su
protección, entre organismos de Estado, especialistas, organizaciones indígenas y
organizaciones especializadas de la sociedad civil.
3
4. Después de una presentación general de la problemática de los pueblos aislados,
presentamos su situación en cada uno de los países donde viven: datos existentes
sobre sus características y su localización, leyes e instituciones para su
protección, medidas necesarias para su supervivencia; así como el contexto
regional e internacional para su protección, y finalmente, con base en las
necesidades identificadas, proponemos los ejes de un sistema regional de
protección.
Este estudio quiere ayudar a consolidar el derecho de estos pueblos indígenas de
poder decidir libremente de vivir aislados. Pensamos que hablar de su existencia y
explicar las razones de su aislamiento, significa ayudarlos a ser respetados por la
sociedad moderna en su decisión de aislamiento, y facilita la protección de sus
territorios por parte de las sociedades latinoamericanas.
Presencia de Pueblos Indígenas Aislados en América latina (2007)
4
5. II. Problemática de los pueblos indígenas aislados y en contacto
inicial
Existen todavía más de sesenta pueblos indígenas en aislamiento con relación a
otros pueblos y a la sociedad moderna de Sudamérica, como condición de
supervivencia y consiguiente opción de vida, y que son llamados también pueblos
“no contactados” porque no mantienen contactos conocidos por lo menos en sus
últimas generaciones, y porque no se sabe nada de ellos, fuera de las huellas que
dejan. Viven en la región amazónica de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú,
y en la región del Chaco de Bolivia y Paraguay, y evitan mantener contactos con la
sociedad nacional, internándose por esta razón a lugares de difícil acceso en los
bosques tropicales. Su supervivencia a través de migraciones depende
exclusivamente de los recursos del bosque, sin querer tener acceso a los bienes
materiales de la sociedad moderna. Por eso mismo, las áreas de bosques donde
viven son todavía intactas; tratando de defender dramáticamente sus territorios,
estos pueblos aislados protegen la extrema riqueza de la biodiversidad que
todavía se encuentra en estas regiones.
El conocimiento de la existencia de pueblos indígenas aislados se basa en indicios
de diferentes tipos que van desde huellas y vestigios (por ejemplo de
campamentos abandonados, hasta encuentros casuales, “avistamientos” (término
utilizado en Perú), relatos de ataques, e historias contadas por visitantes, por
indígenas que habitan las mismas regiones o por segmentos de grupos aislados
que ya salieron del monte, como es el caso de los Ayoreo de Paraguay. Según los
países, estos pueblos indígenas son llamados de distintas maneras: “indios
isolados” en Brasil, “pueblos ocultos” en Ecuador, “pueblos en aislamiento
voluntario y contacto inicial” en Perú, “silvícolas” en Paraguay.
Estos pueblos no tienen defensas orgánicas para combatir enfermedades
externas, encontrándose en una situación de extrema vulnerabilidad y
desprotección frente a los Estados y las sociedades nacionales. En ese sentido,
es necesario identificar sus territorios para que el Estado pueda establecer una
política de protección antes que sean contactados de manera desprevenida y
violenta. El principio básico que se defiende hoy en los foros internacionales
para la protección de estos pueblos es el respeto de su derecho de aislarse
si así lo desean, garantizándoles la intangibilidad de sus territorios y
condiciones preventivas de salud que garanticen su bienestar dentro de su
situación de no contacto con la sociedad nacional, visto que han preferido
apartarse como estrategia de supervivencia, hace años, décadas o siglos,
después de contactos demasiado violentos. Esta situación presenta un reto
fundamental en términos de incluir a estos pueblos y sus derechos en el tejido
social sin forzar el contacto con ellos. En este contexto, la inclusión se traduce en
el respecto a la diversidad social y cultural de estos pueblos y requiere la creación
de estructuras que les permitan ejercer el derecho a la libertad y a la
autodeterminación en sus espacios propios, sin interferencia de otros actores que
acaban provocando su genocidio o etnocidio.
5
6. El concepto de “aislamiento” es cada vez más relativo ya que la sociedad moderna
esta hoy tan cerca que amenaza su supervivencia. La problemática de 1) la
protección de los pueblos aislados y sin contacto y 2) la del acompañamiento de
los pueblos en situación de contacto inicial son íntimamente relacionadas.
Aquellos pueblos aislados que no llegan a ser correctamente protegidos por los
Estados debido a la falta de políticas y programas de protección eficientes, llegan
un día a no poder esconderse más y acaban, de diferentes maneras, contactando
la sociedad moderna, encontrándose entonces en el dramático momento de
“contacto inicial”. En cada país donde existen pueblos aislados, existe también la
situación del “contacto inicial”, sinónimo de “extrema vulnerabilidad”, con la
necesidad de una protección especial, como son los casos de los Akuntsu y de los
Zoé en Brasil, de los Nanti en Perú o de los Yuki y Araona en Bolivia, entre
muchos otros que viven situaciones de emergencia. La situación de contacto
inicial de los pueblos indígenas con representantes de la sociedad moderna es
extremamente delicada para su supervivencia, y necesita un acompañamiento
especializado en atención integral de salud con medidas asistenciales, preventivas
y de promoción para evitar todo tipo de epidemia, así como a nivel antropológico-
cultural y lingüístico. Si es posible afirmar que la gran mayoría de las etnias de la
Amazonia sufren de vulnerabilidad en lo económico, político, social y etno-cultural,
los pueblos en contacto inicial, en particular, se enfrentan a una situación de
vulnerabilidad extrema por las relaciones asimétricas y delicadas en su contacto
con la sociedad moderna, corriendo un riesgo inmediato de etnocidio o extinción
biológica.
La mayoría de los pueblos aislados y en contacto inicial se encuentra en las
cabeceras del sistema peri-fluvial de la Amazonía, que forman un arco siguiendo
toda la frontera amazónica de Brasil desde Guyana hasta Paraguay. Es
precisamente en esa zona de transición de los Andes con las planicies de la
cuenca amazónica que se encuentran los grandes yacimientos de hidrocarburos
cuya explotación está en el centro de las prioridades estratégicas de la mayoría de
los países con territorio en esta zona; de igual manera, toda esta región es
también muy agredida por los madereros ilegales. La llegada en sus territorios
tradicionales de intrusos, como madereros ilegales, compañías hidrocarburiferas,
misioneros, etc., provoca generalmente una presión sobre el territorio de estos
pueblos, empujándolos de manera permanente hacia otras zonas donde deben
encontrar alimento y espacios, ocasionando el acercamiento a asentamientos de
colonos o la invasión de territorios de otras poblaciones indígenas cercanas, con
enfrentamientos muchas veces seguidos de venganza y exterminio.
Son seis los países donde se encuentran de manera comprobada más de sesenta
pueblos no contactados: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú (y
específicamente en dos regiones, la Cuenca Amazónica y el Gran Chaco), países
en los cuales por consiguiente existe también un gran número de pueblos en
contacto inicial. Por otra parte, Venezuela, Guyana y Surinam son países que, a
pesar de no tener más pueblos considerados no contactados, tienen pueblos en
situación de poco contacto o contacto inicial, y que podrían recibir grupos aislados
provenientes de Brasil (en particular grupos Yanomami en Venezuela) que
atraviesan las fronteras amazónicas con este país.
6
7. Brasil fue el primer país del mundo donde “Indígenas aislados” (Indios isolados) se
volvió un concepto legal para definir las sociedades indígenas sobre las cuales se
tiene poca o ninguna información y que evitan mantener contactos regulares y
pacíficos con la sociedad nacional, internándose por esta razón a lugares de difícil
acceso en los bosques tropicales. Su supervivencia depende exclusivamente de
los recursos del bosque, sin querer tener acceso a los bienes materiales de la
civilización occidental. Por eso mismo, las áreas de bosques donde viven son
todavía intactas; tratando de defender sus territorios, estos pueblos aislados
protegen la extrema riqueza de la biodiversidad que todavía se encuentra en estas
regiones. De esta manera, la protección de estos pueblos implica la protección de
los recursos de los bosques donde viven (y vice-versa).
La situación de estos pueblos en Brasil se destaca por su gran número y
diversidad, y porque las consecuencias dramáticas de los contactos pasados llevó
a implementar una política de estricta protección de sus territorios evitando hoy
cualquier contacto que no sea necesario, respetando el deseo de aislamiento.
Para ello existe una instancia gubernamental especializada (la Coordenação Geral
de Indios Isolados – CGII en el seno de la FUNAI con sede en Brasilia) que
asegura la protección de los territorios de los grupos no contactados con base en
Frentes de Protección Etno-ambiental localizados en las regiones que más
necesitan de protección. En 2005, la CGII manejaba información sobre más de 40
posibles grupos indígenas aislados, habiendo comprobado la existencia de la
mitad. Siendo Brasil el único país de la región que presenta el funcionamiento de
una política tan completa, se vuelve una referencia para los países vecinos.
En los demás países, todos fronterizos o vecinos de Brasil, existe una nueva toma
de conciencia del derecho al aislamiento de estos pueblos indígenas, basada en
un llamado internacional para su protección y en ciertos países como Perú,
basada en la perseverante lucha de las organizaciones indígenas. Recién en estos
países, existen nuevas iniciativas de formulación de políticas explícitas de
protección de los pueblos aislados, pero en contextos nacionales donde las
políticas para los pueblos indígenas en general son, según los países, diversas y
contradictorias. Si todos estos países firmaron el Convenio 169 sobre Pueblos
Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que
establece que los pueblos indígenas en general tienen el derecho que sus
costumbres y territorios sean respetados por el Estado, en ninguno de ellos
existen mecanismos de protección que funcionen para respetar y proteger el
derecho de aquellos pueblos que desean mantenerse aislados para no ser
eliminados.
Los países de la región conocen graves crisis económicas y muestran otras
prioridades: muchas veces falta voluntad política como en Ecuador y Perú, donde
las prioridades fueron hasta hoy los beneficios económicos de la explotación de
petróleo y gas, recursos localizados justamente en los territorios más remotos
donde transitan los pueblos aislados, y donde generalmente también faltan
recursos humanos y financieros para proteger los (lo que no significa que sean
aislados de los depredadores). Se puede decir que, salvo la organización indígena
AIDESEP en el Perú que implementa un Programa Nacional de Pueblos Indígenas
7
8. en Aislamiento, las organizaciones indígenas amazónicas nacionales o la COICA
en nivel regional, no habían colocado hasta 2006 la protección de los pueblos
aislados en sus agendas como prioridad.
Los dos países con el mayor número de pueblos aislados son claramente Brasil y
Perú. También disponen de información centralizada sobre ellos (por la CGII-
FUNAI en el caso de Brasil y por la Defensoría del Pueblo y AIDESEP en Perú).
Bolivia, a pesar de ser el tercer país en número de grupos sin contacto, no
presentaba en 2005 ninguna información centralizada sobre sus pueblos aislados,
pero la organización indígena CIDOB realiza ahora un trabajo en este sentido.
Con base en las informaciones que existen en cada país, y que fueron
presentadas en el Encuentro Internacional de Belem, es evidente la existencia de
más de 60 pueblos o grupos indígenas actualmente sin contacto con la sociedad
moderna y que demuestran su deseo de preservar su aislamiento. ¿De que
variables ha dependido hasta hoy la supervivencia de los últimos pueblos sin
contacto, a pesar de que cada país presenta tipos de peligros y agresiones
diferentes?1
:
- En primer lugar, está la capacidad de defender ellos mismos hasta hoy su
aislamiento, reaccionando al ingreso a sus territorios de manera violenta, con
flechas, lanzas o mazas (“macana” era la palabra utilizada en las crónicas, cacete
en Brasil) como medio de defensa, y la capacidad de desplazarse huyendo por la
selva cuando es necesario.
- Es obvio que la protección de estos pueblos depende en gran medida de la
voluntad política manifiesta de los gobiernos para respetar los derechos
indígenas y en particular de los indígenas aislados, y que en este sentido el país
donde se encuentran hoy mejor protegidos es Brasil donde existe una política
específica para su protección (sin olvidar que la política actual de Frentes de
Protección Etno-ambiental existe sólo desde 1996), y en particular con Tierras
Indígenas legalizadas.
- Pero es obvio también que si estos pueblos han conseguido sobrevivir aislados
hasta hoy es porque ocupan las regiones más aisladas del planeta en los países
de la Cuenca Amazónica y del Gran Chaco.
- Es interesante observar que estas regiones aisladas, poco exploradas y
conocidas, con poca presencia del Estado, pero con gran explotación ilegal de
recursos naturales, se confunden casi todas con áreas de fronteras entre todos
estos países. Las tentativas binacionales de protección transfronteriza (entre Brasil
y Perú, Bolivia y Paraguay, Ecuador y Perú, Brasil y Colombia, etc.) son ideas
nuevas, promisorias pero complicadas de implementar a nivel político e
institucional, y que solo comienzan a ser discutidas habiendo llegado casi a los
últimos suspiros de los últimos pueblos aislados.
1
Brackelaire, Vincent. Situación de los últimos pueblos indígenas aislados en América latina.
Documento no publicado, Brasilia, 2006.
8
9. - No es una coincidencia tampoco observar que muchos de estos últimos grupos
aislados se encuentran en áreas protegidas, y en particular en Parques
Nacionales de gran extensión, porque estos últimos rincones perdidos del planeta
son los más ricos en biodiversidad (madera, fauna, petróleo, gas, etc.), y de esta
manera se les dio para su conservación estatus de Parque, lo que debería frenar
los contactos con foráneos (aunque no impedirlos, justamente por causa de la falta
de medios para la protección de regiones asediadas por piratas y mafias
depredadores de los recursos naturales).
- El contexto institucional en el país también es un factor importante. Los
indígenas aislados serán mejor protegidos si alguien defiende directamente sus
derechos y llama la atención de la sociedad para ello: por ejemplo, en Brasil el
Estado se organizó para la protección a través de la CGII-FUNAI, en Ecuador la
sociedad civil constituyó una Veeduría que funcionó algunos años, en Perú la
organización indígena AIDESEP tiene un papel esencial para defender los
derechos de los pueblos aislados, en Paraguay existen alianzas entre
organizaciones especializadas de la sociedad civil y los propios parientes de los
aislados, como es el caso de los Ayoreo Totobiegosode.
Es probable que cientos de pueblos indígenas (culturas y lenguas) hayan
desaparecido en el último siglo de manera casi desapercibida por los gobiernos y
las sociedades nacionales, por procesos de contacto agresivos, cuando no eran
masacres o genocidio planificado. Una violencia más sutil contra los pueblos
aislados siempre fue ejercida por las misiones de todos los tipos, New Tribes
Mission y muchas otras, a través de la manía que demuestran hasta hoy de querer
contactar a todo costo; junto con las empresas petroleras y madereras constituyen
la peor plaga para los aislados. Darcy Ribeiro2
, famoso antropólogo brasileño que
convivió con muchos grupos indígenas en contacto inicial, no exageraba cuando
decía que la historia de contacto ha implicado hasta hoy un verdadero exterminio,
sin ningún lado positivo para los pueblos indígenas contactados.
2
Ribeiro, Darcy. Os índios e a civilização: a integração das populações indígenas no Brasil
moderno. Companhia das Letras. São Paulo, Ediciones de 1970 y de 1996.
9
10. III. Antecedentes políticos e institucionales en la región
En 2007, el contexto internacional para la protección de los pueblos indígenas más
vulnerables se encuentra en plena evolución. Hasta 2006, Brasil era el único
país con una política específica para la protección de los pueblos indígenas
aislados, con una instancia especializada desde 1987, la Coordenação Geral
de Indios Isolados (CGII) dentro de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) y
en particular con tierras indígenas legalizadas para los pueblos aislados. La
CGII maneja en cinco estados amazónicos de Brasil seis “Frentes de
Protección Etno-ambiental” ubicados en las zonas de mayor presencia de
grupos aislados y que realizan el contacto solamente en situaciones extremas,
cuando representa la última oportunidad de supervivencia física para los
indígenas. Los equipos de la CGII realizan el monitoreo de los limites externos
de las áreas de uso de los indígenas aislados, creando condiciones de
seguridad para que puedan sobrevivir, encargándose de la vigilancia y
fiscalización de un área de cerca de 11.300.000 hectáreas de bosque
prácticamente intactos. De esta manera, la experiencia de Brasil puede ser
considerada como una referencia para la protección de estos pueblos en la
región y es demostrativa para los países vecinos.
En noviembre de 2005, la CGII-FUNAI (con apoyo de la ONG Centro de Trabalho
Indigenista - CTI), organizó en Belem (Brasil) el “Primer Encuentro
Internacional Sobre Pueblos Indígenas Aislados de la Amazonia y del Chaco”.
Fueron reunidos por primera vez especialistas y Defensorías del Pueblo de los
6 países donde viven estos últimos pueblos indígenas no contactados, con el
fin de tener un primer diagnóstico de la situación en toda la región3
, así como
una conceptualización de la problemática, lo que permitió también por primera
vez llamar la atención de los gobiernos pidiendo acciones concretas para su
protección. También fue creada una red de especialistas llamada “Alianza
Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas Aislados” para
trabajar con los gobiernos en la implementación de estrategias de protección
locales, transfronterizas y regionales. El Encuentro Internacional constituyó el
elemento articulador a partir del cual una estrategia regional conjunta podría
ser definida, ya que los mejores especialistas involucrados en la problemática
tuvieron la oportunidad de conocerse y de construir una visión común y
homogénea con relación a los principios que deben sustentar la protección de
los pueblos aislados. Esta visión y posición común aparece en la “Declaración
de Belem” que fue escrita conjuntamente entre los participantes del Encuentro
para llamar la atención general sobre la dramática situación de los pueblos
aislados.
Un año después, en noviembre de 2006, la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), con apoyo de la ONG
IWGIA, del gobierno de Bolivia y de la CIDOB, organizó el “Seminario Regional
sobre Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial de la Amazonia y el Gran Chaco”,
reuniendo esta vez a los gobiernos de la región con las organizaciones indígenas.
El evento de Santa Cruz mostró que todos los actores institucionales en la región
3
Ver Vincent Brackelaire
10
11. adquirieron ya una posición sobre el tema y respetan el derecho al aislamiento.
Otro resultado positivo de la reunión fue poder contar ahora con el respaldo oficial
de las Naciones Unidas para la protección de los pueblos aislados. También se
puso en relieve los diferentes acuerdos internacionales que defienden los
derechos de estos pueblos.
Con base en los intercambios y resultados del evento de Santa Cruz, las
organizaciones indígenas que estuvieron presentes, incluyendo la Coordinadora
de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), crearon en abril
2007 el Comité Indígena Internacional para la Protección de los Pueblos en
Aislamiento y Contacto Inicial (CIPIACI), con el propósito de organizarse a nivel
internacional para defender los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento
y contacto inicial, y formularon el “Manifiesto del CIPIACI”. De esta manera, la
protección de los pueblos aislados entra también en la agenda de trabajo de las
organizaciones indígenas de la región, esencialmente gracias a la visión de las
organizaciones indígenas peruanas sobre el tema, AIDESEP y FENAMAD, las que
ya venían trabajando en ese sentido con propuestas concretas. Como es hoy
reconocido en los foros internacionales y nacionales que todos los temas que
conciernen a las poblaciones indígenas deben ser considerados y consultados con
los mismos indígenas, la protección de los llamados “hermanos aislados” también
debe imperativamente ser organizada con ellos.
Tanto el Llamamiento de Santa Cruz, como la Declaración de Belem sobre los
Pueblos Indígenas Aislados, y el Manifiesto del CIPIACI, así como las
Declaraciones anteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la
ONU, de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica
(COICA) y de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), ponen en relieve que la
voluntad de aislamiento debe ser considerada como un derecho humano
fundamental y que debe ser respetada y apoyada creando y consolidando las
condiciones de aislamiento, refiriéndose a la experiencia desastrosa del contacto a
lo largo de los siglos, de las décadas y de los años pasados, que siempre
provocaron y siguen provocando genocidio y etnocidio.
La Secretaría Permanente de la Organización del Tratado de Cooperación
Amazónica (OTCA) reconoce la validez de estas premisas y acompaña la
problemática de la protección de los pueblos indígenas más vulnerables. La OTCA
desde su creación en 1978 viene consolidando la cooperación regional entre los
Estados parte, en particular sobre los asuntos indígenas amazónicos, habiendo
por ejemplo ejecutado durante los años 90 un proyecto regional de “Consolidación
de Tierras Indígenas” apoyando simultáneamente la demarcación de tierras
indígenas en Bolivia, Ecuador y Perú. Hoy, su Secretaría Permanente establecida
en Brasilia tiene un Acuerdo de cooperación con la COICA, y desea ayudar los
países parte a hacer prevalecer los derechos de los pueblos indígenas más
vulnerables, que han escogido el aislamiento como estrategia de supervivencia. La
OTCA apoyó la organización del Primer Encuentro Internacional en Belem y
participó en el Seminario Regional de Santa Cruz. Además, la OTCA respondió
positivamente a una solicitud de apoyo del gobierno del Ecuador para la
protección de los pueblos ocultos de este país. En el marco de la formulación de
11
12. su agenda para los pueblos indígenas y de su agenda de salud amazónica puede
favorecer el establecimiento de un sistema regional de protección de estos
pueblos, vinculando oficialmente a los gobiernos de los países amazónicos donde
viven los últimos pueblos indígenas aislados, y pueblos indígenas en contacto
inicial. A nivel de salud, la Secretaría Permanente se encuentra en 2007
elaborando un Plan de Salud Amazónico (2007-2012) en el cual el tema de la
salud de los pueblos en aislamiento podrá ser incorporado. También la Secretaría
permanente se encuentra formulando un proyecto sobre Sistema de Vigilancia en
Salud Ambiental en fronteras amazónicas, con apoyo del BID. Finalmente, es
esencial relevar que la OTCA tiene un Memorándum de entendimiento con la
COICA y tiene un Acuerdo global con la UICN, lo que puede facilitar la
implementación de ciertas acciones entre aliados.
Los pueblos aislados y en contacto inicial enfrentan una situación dramática y de
difícil supervivencia en cada uno de los países de la región, y su protección
depende ahora de la implementación efectiva de políticas de los gobiernos para
respetar sus derechos y proteger sus territorios. Con el apoyo de las
organizaciones indígenas y de las organizaciones especializadas, y con los
aportes conceptuales y técnicos de los eventos de Belem y Santa Cruz, los
gobiernos de la región se encuentran hoy cada uno a su manera en la
consolidación de políticas de protección y de mecanismos concretos y en la
implementación de algunas acciones piloto de protección en el terreno.
Los Estados sacan poco a poco lecciones de las situaciones pasadas de contacto
inicial y de la evaluación de sus consecuencias sanitarias, sociales, culturales y
ambientales; tienen como referencias una extensa literatura en cada país sobre
las tragedias que viven hasta hoy los pueblos en situación de contacto inicial,
como los Nukak en Colombia, los diferentes pueblos indígenas en la región de
Camisea en Perú, o los Yuki en Bolivia. De esta manera, es necesario el apoyo de
la cooperación internacional para ayudarlos a no repetir los errores del pasado, en
particular en los emprendimientos de explotación de recursos naturales que
muchas veces han coincidido con los territorios de los pueblos indígenas más
vulnerables. Entre los seis países en donde se ha identificado la existencia de
pueblos sin contacto, pocos contaban hasta 2006 con mecanismos y disposiciones
permitiendo la adecuada salvaguardia de su vida, de sus derechos, de su
existencia y reproducción como pueblos, aun cuando existen hoy disposiciones
internacionales con mandatos explícitos.
Solo Brasil utiliza desde más de dos décadas un marco jurídico e institucional de
protección a su integridad física y cultural. Este marco renuncia a las políticas
tradicionales de integración por contacto forzado y ha adoptado una postura de
respeto al aislamiento voluntario y cultura, creando medidas de demarcación
territorial y protección ambiental en las áreas habitadas por estos grupos. Dado
que muchos de estos grupos viven en las zonas fronterizas amazónicas de Brasil,
Bolivia, Colombia, Ecuador Perú y Venezuela, así como en la zona del Chaco
Paraguayo, existe una necesidad urgente no solo de crear marcos jurídicos e
institucionales para su protección al nivel nacional, pero también para sistematizar
el conocimiento, las buenas prácticas y el desarrollo de una normatividad
12
13. consistente entre los varios países que comparten el territorio amazónico y en
cuyas zonas fronterizas se concentran estos pueblos.
Desde la organización del Encuentro de Belem en 2005, existe más conciencia
sobre la importancia de la protección de los pueblos aislados; paradójicamente, al
mismo tiempo es posible observar que la supervivencia de 60 a 100 pueblos
escondidos en los bosques amazónicos constituye un tema complicado para la
cooperación regional. A pesar de ser un tema muy específico y especializado, en
él se cruzan multitudes de intereses contradictorios, cuando no son verdaderos
conflictos institucionales, en nivel nacional y en nivel regional, entre
ambientalistas, indígenas e indigenistas, empresas, instituciones de gobierno y de
cooperación regional. De esta manera, estimular y promover esta cooperación
constituye un ejercicio útil y necesario para clarificación, intercambio, coordinación
en la región, justamente entre todos estos actores con intereses diversos. El
resultado buscado es no solamente la protección física de los pueblos aislados y
sus territorios (muchos de ellos categorizados como tierras indígenas, reservas
territoriales o parques nacionales, y demarcados), sino también un estímulo para
la mejora de las estrategias de conservación, el uso más racional y sostenible de
los recursos naturales junto a las empresas, el ejercicio de los derechos indígenas,
y sobre todo la coherencia dentro de las políticas de los países de la región
amazónica así como la coherencia entre ellos a través de las fronteras.
13
14. IV. Contexto político internacional: los diversos instrumentos
existentes
Existe un contexto político en evolución rápida y favorable a la protección de los
pueblos aislados, con instituciones internacionales que asumen de repente la
necesidad de otorgar una atención especial a estos grupos y que han promovido
instrumentos como declaraciones, convenciones, etc. a favor de la protección,
refiriéndose esencialmente a la aplicación universal de los derechos humanos y la
obligación internacional de proteger la diversidad cultural como parte del
patrimonio común de la humanidad. Esta situación fue claramente presentada por
Mikel Berraondo en el Seminario internacional de Santa Cruz, destacando el papel
que cada actor internacional podría tener para la aplicación de un compendio de
medidas dirigidas a los países donde todavía viven estos pueblos4
.
El principal soporte para la protección de los pueblos aislados y en contacto inicial
es el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, visto que la
mayoría de los países donde existen estos pueblos lo ratificaron. El Convenio que
fue analizado tanto en el evento de Belem como en el de Santa Cruz no hace la
diferencia entre pueblos aislados y otros, sin embargo debe aplicarse a todos los
indígenas, a través de reglamentaciones de las leyes en cada país.
Dentro del sistema de Naciones Unidas, el nuevo Consejo de Derechos Humanos
tiene un papel significativo para la adopción de acciones e iniciativas para la
protección de estos pueblos, visto que sus atribuciones podrían volverlo el máximo
órgano encargado de la protección de los derechos humanos en el desarrollo de
medidas concretas de protección de los pueblos en aislamiento o contacto inicial.
Por otra parte, el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas en el ámbito de
Naciones Unidas, tiene años de trabajo por los derechos de los pueblos indígenas
y es conocido por sus logros conseguidos. También el Foro Permanente sobre
Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas puede tener un rol fundamental y un
compromiso más activo desde 2007 en la protección de los pueblos en aislamiento
(visto que en su VI Sesión en mayo 2007 fueron presentados los resultados de las
reuniones de Belem y de Santa Cruz, y que el CIPIACI presentó su manifiesto
sobre los pueblos indígenas aislados y más vulnerables). El Relator Especial de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los
pueblos indígenas, es importante para los pueblos aislados, no solo desarrollando
las recomendaciones del foro permanente sino también contribuyendo de manera
significativa en la aplicación de los mecanismos internacionales de protección de
los derechos humanos de estos pueblos, por ejemplo solicitando acciones
urgentes al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas o medidas
cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Además de
poder llamar la atención de los gobiernos y agencias internacionales a través de
sus informes y de las visitas que realiza a Estados.
4
Berraondo, Mikel. Buscando protección: pueblos en aislamiento frente al reto de los derechos, in
Pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en la Amazonia y el Gran Chaco,
Actas del Seminario Regional de Santa Cruz de la Sierra. IWGIA, Copenhague, 2007.
14
15. La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos desempeñan un
papel esencial en el desarrollo de mecanismos y medidas de protección para
estos pueblos. Ambos mecanismos, especialmente la Comisión Interamericana,
han mostrado un papel muy activo en la protección, en el reconocimiento y la
adopción de garantías jurídicas respecto de los derechos de los pueblos
indígenas, siendo el sistema internacional de protección de derechos humanos
más sensibilizado con los pueblos indígenas y las violaciones de sus derechos.
Esto les ha llevado a desarrollar una interesante jurisprudencia en materia de
protección de los pueblos indígenas.
La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) estableció una Resolución sobre
pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario y la conservación de la
naturaleza en la región amazónica y el Chaco. En dicha resolución la asamblea de
la UICN requiere a la organización el establecimiento de una coordinación con los
países en cuestión para desarrollar medidas nacionales y regionales que protejan
los derechos de estos grupos. La Declaración de Bariloche con las conclusiones
del Segundo Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y otras áreas
protegidas en Octubre del 2007 reconoce que muchas áreas protegidas de la
región constituyen el espacio de vida de pueblos en aislamiento y que el manejo
de estas áreas debe considerar específicamente los derechos humanos de estos
pueblos.
La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) tiene entre sus
últimos mandatos la protección de los aislados, después de que el gobierno del
Ecuador presentó una solicitud de apoyo en ese sentido, y su Secretaría
Permanente en Brasilia ha incluido en 2007 el tema de la protección de los
pueblos indígenas aislados en su Agenda Indígena.
El Banco Interamericano de desarrollo (BID) tiene desde 2006 una política
operativa sobre pueblos indígenas, aprobada por el Directorio del Banco,
incluyendo salvaguardias en las operaciones del Banco con relación a pueblos
indígenas no contactados y en contacto inicial.
La Alianza Internacional para la protección de los pueblos aislados es una
plataforma creada en el Primer Encuentro Internacional sobre Pueblos Indígenas
Aislados en Belem (Brasil) en 2005 y significativa porque agrupa un gran número
de especialistas involucrados en la protección de los pueblos aislados. Como
producto de este primer evento internacional, la “Declaración de Belem” que fue
escrita conjuntamente entre los participantes del Encuentro para llamar la atención
general sobre la dramática situación de los pueblos aislados, constituyó un
elemento articulador para promover una estrategia regional conjunta y construir
una visión común y homogénea con relación a los principios que deben sustentar
la protección de los pueblos aislados.
El “Llamamiento de Santa Cruz” es el resultado del Seminario Regional sobre
Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial de la Amazonia y el Gran Chaco
organizado en noviembre de 2006 por la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), con apoyo de la ONG
15
16. IWGIA, del gobierno de Bolivia y de la CIDOB, reuniendo a los gobiernos de la
región, las organizaciones indígenas y las organizaciones especializadas de la
sociedad civil.
Con base en los intercambios y resultados del evento de Santa Cruz, y con apoyo
de los organizadores del evento, las organizaciones indígenas presentes crearon
en abril 2007 el Comité Indígena Internacional para la Protección de los Pueblos
en Aislamiento y Contacto Inicial (CIPIACI), con el propósito de organizarse a nivel
internacional para defender los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento
y contacto inicial, y publicaron el Manifiesto del CIPIACI. En octubre del mismo
año, y con el apoyo de las mismas organizaciones internacionales, CIPIACI
organizó en Quito una reunión internacional denominada “Hacia el diseño de
políticas públicas y planes de acción para garantizar el derecho a la salud de los
pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial” que seguramente
servirá de referencia en la región para comenzar a pensar en estrategias de salud
para estos pueblos.
16
17. V. Los pueblos indígenas aislados en Brasil
5.1. Localización geográfica-territorial
Por la extensión de su región amazónica, Brasil es el país amazónico que más
grupos étnicos cuenta: más de 200 pueblos indígenas conocidos y que viven en
contacto estable y permanente con la sociedad brasileña, y puede tener más de
40 grupos aislados (indios isolados) de los cuales se tiene poca información, y
solo se conocen huellas, rumores o alguna historia.
La responsabilidad para la identificación, demarcación y protección de las Tierras
Indígenas en general es de la Fundação Nacional do Índio – FUNAI, órgano del
gobierno de Brasil que establece y ejecuta la política indigenista de Brasil,
cumpliendo de esta manera lo que determina la Constitución de 1988.
Dentro de la FUNAI actúa la Coordenação Geral de Indios Isolados (CGII) cuyos
objetivos son la protección de las tierras que ocupan los pueblos aislados y sus
recursos naturales, así como sus actividades tradicionales. La CGII centraliza en
la actualidad más de 40 informaciones sobre la existencia en Brasil (y la mayoría
en la región amazónica) de pueblos indígenas en situación de aislamiento y de no-
contacto con la sociedad nacional, disponiendo de pruebas concretas de la
existencia de más de la mitad.
En Brasil, seis Tierras Indígenas (TI) son legalizadas exclusivamente para grupos
aislados no contactados, con base solamente en evidencias de su presencia
(también existen grupos indígenas aislados en otras Tierras Indígenas o en tierras
sin estatuto de protección):
- TI Alto Tarauacá (Acre): fisicamente demarcada y homologada.
- TI Hi Merimã (Amazonas), con segmentos en contacto inicial.
- TI Massaco (Rondonia).
- TI Río Muqui (Rondonia): esta área estaba interditada hasta 2003 cuando la
FUNAI dejó la interdicción argumentando que los aislados se fueron hacia la TI
Uru-eu-wau-wau.
- TI Kawahiva del Río Pardo (Amazonas y Mato Grosso) (área interditada desde
2004 y desde 2007 bajo interdição de uso).
- TI Jaminaua-Envira (Acre): antigua TI Riozinho do Alto Envira, recién área
“delimitada”.
Hasta 2006, la CGII/FUNAI atendia a los pueblos en contacto inicial, Zo’é (Terra
Indígena Cuminapanema), Korubo (Terra Indígena Vale do Javari), Akuntsu y
Kanoê (Terra Indígena Omerê), los que pasaron a ser atendidos a partir de 2007
por la nueva Coordenação de Povos Indígenas Recém Contatados de la FUNAI.
17
18. 5.2. Situación legal e institucional
Situación legal
Con relación a la situación jurídica de las tierras habitadas por pueblos indígenas
en Brasil, su reconocimiento como Tierras Indígenas (TI) constituye un
deber constitucional, es decir que tienen un status que las otras Unidades
de Conservación Ambiental (como los parques nacionales, las reservas
extractivas, etc.) no tienen. La responsabilidad para la identificación,
demarcación y protección de las TIs es de la FUNAI, agencia
gubernamental vinculada al Ministerio de Justicia. Estas tierras son
consideradas bienes públicos e integran el patrimonio de la Unión Federal,
siendo asegurado constitucionalmente su usufructo exclusivo para los
pueblos indígenas que viven en ellas.
“Indios isolados” constituye un concepto legal brasileño que define las sociedades
indígenas “sobre las cuales se tiene poca o ninguna información” (Ley 6001, Art.
4º de 1973, “Estatuto do Indio”) y que evitan mantener contactos regulares y
pacíficos con la sociedad nacional, internando-se por esta razón a lugares de
difícil acceso en los bosques tropicales. Su supervivencia depende exclusivamente
de los recursos del bosque, sin querer tener acceso a los bienes materiales de la
civilización occidental. Por eso mismo, las áreas de bosques donde viven son
todavía intactas y, de esta manera, la protección de estos pueblos implica la
protección de los recursos de los bosques donde viven.
La demarcación de las tierras habitadas por indígenas aislados en la Amazonia
sigue un proceso diferente de las tierras ocupadas por pueblos indígenas en
contacto permanente. El proceso tiene dos fases: en primer lugar, equipos
especializados de la CGII-FUNAI ubican señales de presencia y delimitan el área
que ocupan y solicitan al Presidente de la FUNAI su “interdicción”, es decir, la
prohibición formal de la presencia de terceras personas (como garimpeiros,
madereros, ganaderos, turistas, científicos, etc) o su expulsión para asegurar la
protección del hábitat del grupo indígena. Es importante destacar que la fase de
“interdicción” permite a la FUNAI con el apoyo de la Policía de intervenir para
proteger el medio ambiente y por extensión a los indígenas aislados. En una
Segunda fase, la FUNAI organiza un Grupo técnico coordinado por un antropólogo
para realizar los estudios necesarios para la demarcación de la TI.
A pesar de tener la política más avanzada en la región para la protección de los
pueblos aislados, Brasil demoró hasta 2002 para ratificar el Convenio 169 sobre
Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, y sólo en 2004 pudo entrar en vigor,
después del proceso legal.
Cabe destacar también que la protección de los pueblos aislados es, en Brasil, el
resultado de un largo proceso de lucha política, y que no fue tan fácil convencer al
Estado Brasileño de admitir ciudadanos que no puede controlar, principalmente
ciudadanos que no respetan ni siquiera la frontera internacional Brasil – Perú,
viviendo allá y acá sin rendir cuentas a nadie (Carlos Meirelles, 2007).
18
19. Situación institucional
La Fundação Nacional do Indio (FUNAI)
En Brasil, la responsabilidad para la identificación, demarcación y protección de
las Tierras Indígenas en general es de la Fundação Nacional do Índio (FUNAI),
agencia gubernamental vinculada al Ministerio de Justicia. Para proteger los
pueblos indígenas en aislamiento e impedir su desaparición, la FUNAI creó con el
apoyo del Sertanista Sydney Possuelo en 1987 el Departamento de Índios
Isolados (DEII) que cambió su denominación en 2004 para Coordenação Geral de
Indios Isolados (CGII) cuyos objetivos son la protección de las tierras que ocupan
estos pueblos y sus recursos naturales, así como sus actividades tradicionales.
Sus equipos localizados en los diferentes Estados amazónicos eran denominados
antes “Frentes de Contacto”. Hoy son llamados “Frentes de Protección Etno-
ambiental” para mostrar mejor la evolución de la filosofía de la CGII, que recurre al
contacto solamente para las situaciones extremas, cuando representa la última
oportunidad de supervivencia física para los indios (en caso, por ejemplo, de
conflicto manifiesto o latente). Los equipos de la CGII realizan el monitoreo de los
limites externos de las áreas de uso de los indios aislados, creando condiciones
de seguridad para que puedan sobrevivir.
Actualmente, funcionan en la Amazonia de Brasil un total de 6 Frentes de
Protección Etno-Ambientales de la CGII, encargándose de la vigilancia y
fiscalización de un área de cerca de 11.300.000 hectáreas de bosque
prácticamente intactos (los 3 primeros Frentes están relacionados con la región de
frontera Brasil-Perú):
- Frente de Protección Etno-ambiental del Vale do Javari (Estado de Amazonas):
responsable de la protección de la Tierra Indígena Vale do Javari, cuya extensión
territorial es de 8.519.800 hectáreas ya demarcadas por el Gobierno y donde
habita una población de unos 2.500 indígenas en contacto y donde se encuentran
17 malocas de indígenas aislados (Korubo, etc).
- Frente de Protección Etno-ambiental del Río Purus (sur del Estado de
Amazonas, en la Cuenca del Río Purús): responsable por la protección de los
pueblos aislados Hi-merimã y Merimã, cuyos territorios tienen 455.000 hectáreas.
Este Frente se encuentra en proceso de reactivación después de una paralización
de dos años.
- Frente de Protección Etno-ambiental del Río Envira (extremo sur del Estado de
Acre): protección de tres áreas de indígenas aislados (Kampa y Aislados del Río
Envira y Alto Tarauacá, ya “demarcadas” y regularizadas, y Riozinho del Alto
Envira, ya “identificada”). Estas áreas totalizan cerca de 636.000 hectáreas y están
rodeadas por 4 otras Tierras Indígenas ya “regularizadas” por el Gobierno. La CGII
localizó a través de sobrevuelo cuatro diferentes conjuntos de malocas de
indígenas aislados.
19
20. - Frente de Protección Etno-Ambiental del Cuminapanema (Estado de Pará):
responsable por la protección del territorio de los indios Zo’é, recientemente
contactados, y de su territorio de 850.000 hectáreas en fase de demarcación.
- Frente de Protección del Río Guaporé (oeste del Estado de Rondonia):
responsable por la protección de los Massaco e aislados del río Omerê, con
473.000 hectáreas. El territorio de los Massaco fue la primera TI demarcada (en
1998) para usufructo exclusivo de un pueblo indígena del cual no se conocía ni
siquiera su lengua y que vivía allí sin ningún contacto con la sociedad nacional.
- Frente de Protección Etno-Ambiental del Madeirinha (norte del Estado de Mato
Grosso): busca la protección de los aislados Piripicura y del río Muqui.
Los Frentes de Protección Etno-ambiental tienen las siguientes modalidades de
intervención según la situación en la cual se encuentran los pueblos indígenas
aislados:
- Localización de los grupos indígenas aislados, sin establecer contacto, y
dimensionar su territorio de ocupación, proponiendo su interdicción, iniciando así
la defensa y preservación ambiental del territorio. Realizar levantamientos de
datos sobre la situación actual en que se encuentran aquellos grupos indígenas. El
trabajo de este grupo puede dar lugar a una de las dos alternativas siguientes.
- Vigilancia realizada por equipos fijos o móviles cuya misión es de fiscalizar y
proteger los territorios habitados por los pueblos indígenas aislados, protegiendo
su patrimonio ambiental y cultural. Su actuación se da a través de expediciones
fluviales y terrestres, sobrevuelos y por medio de otras acciones apropiadas según
cada situación.
- Contacto, se realiza solamente cuando es imposible asegurar la supervivencia
del grupo aislado y la integridad del territorio que ocupa a través de la modalidad
anterior.
El tema de los indígenas aislados en Brasil es de responsabilidad exclusiva de la
CGII-FUNAI. Sin embargo, algunas ONGs tienen un papel de asesores o de apoyo
técnico, como es el caso del CIMI en particular en Mato Grosso do Sul
acompañando la situación de los aislados del Río Pardo y en Acre, de Kanindê en
Rondônia, y del Centro de Trabalho Indigenista (CTI) con sede en Brasilia y que
ayudó la CGII a ejecutar algunos proyectos relacionados a la protección de
pueblos aislados, en particular un amplio proyecto de fortalecimiento de los
Frentes (con apoyo de la Fundación Moore).5
Después de la salida de Sydney Possuelo de la FUNAI en 2006 por
desentendimiento con el Gobierno de Lula, la FUNAI crea paralelamente a la CGII
la Coordenação Geral de Povos Indígenas Recém Contatados para atender a los
pueblos con menos de 40 años de contacto. La política de atención a los
indígenas recién contactados busca establecer normas y procesos de transición
entre la condición de “aislados” y de pueblos regularmente atendidos por la
estructura de la FUNAI a través de sus Administraciones Regionales. En esta
5
Cabe mencionar el trabajo de información realizado por el Instituto Socioambiental (ISA), con la
producción por ejemplo de la Enciclopedia dos Povos Indígenas (www.socioambiental.org), o con
la publicación quinquenal de Povos Indígenas do Brasil, crónica de los acontecimientos entre los
pueblos indígenas del país.
20
21. nueva fase de la CGII, el numero de puntos posibles de existencia de pueblos
aislados pasó de 42 a más de 60, la CGII recolocando en la lista informaciones
que le pareció que no habían sido debidamente investigadas.
En febrero de 2007, la FUNAI constituyó un Comité Permanente (con participación
de especialistas externos y de representantes de la sociedad civil y de
organizaciones indígenas) con la finalidad de tomar decisiones con relación a los
pueblos aislados de Brasil: 1) sobre la pertinencia de contactar o no un grupo
aislado cuando parece ser necesario para su sobrevivencia, 2) sobre la
transferencia de los grupos que van siendo contactados (en el contexto de tutela
de la FUNAI) de la CGII responsable por los aislados hacia la Coordenação Geral
de Índios Recém Contatados, responsable ahora por el acompañamiento de los
recién contactados, 3) sobre el establecimiento o eliminación de referencias
oficiales de presencia o no de indígenas aislados.
Cabe relevar que la producción escrita hasta hoy sobre la experiencia de la CGII y
de los Frentes de protección etnoambiental está lejos de corresponder al carácter
excepcional de los procesos de contacto realizados con los pueblos aislados (por
ejemplo, los matis y los korubo), del trabajo de monitoreo realizado en el campo y
del acompañamiento de las comunidades. Esta cultura oral se vuelve un limitante
importante en un momento de necesidad de cooperación de la CGII-FUNAI en las
fronteras y con los países vecinos.
Las organizaciones indígenas
Existen en la Amazonia de Brasil importantes organizaciones indígenas que se
dedican a implementar los derechos de los pueblos indígenas que representan;
ellas acompañan de cerca la problemática de la protección de los aislados.
La Coordenação das Organizações Indígenas da Amazônia Brasileira (COIAB) es
la más alta instancia de articulación de los pueblos y organizaciones indígenas a
nivel de toda la Amazonia brasileña. Hoy reúne 165 pueblos indígenas y 75
organizaciones como OPIN en Acre, FOIRN en el Alto Río Negro, CIVAJA en el
Javari, etc, todas con experiencia y en proceso de consolidación. La COIAB hace
parte de la COICA (junto a AIDESEP en Perú, CIDOB en Bolivia, CONFENIAE en
Ecuador, etc.) y ayudó a crear el CIPIACI en 2007.
Es importante relevar que, en el contexto de la tutela de la FUNAI y de un proceso
de cambio institucional paulatino, representantes de las organizaciones indígenas
son cada vez mas responsabilizados por tareas de la FUNAI. Con relación a la
protección de los pueblos aislados, las comunidades y las organizaciones tienen
un papel siempre más importante y participan en el trabajo de los Frentes de
Protección Etno-ambiental.
Procesos de cooperación transfronteriza entre Brasil y sus vecinos
amazónicos
Es necesario observar que la mayoría de los últimos pueblos aislados, viven en
áreas de fronteras entre Brasil y sus vecinos amazónicos. Las tentativas
21
22. binacionales de protección transfronteriza (con Perú, con Colombia, con Bolivia)
son iniciativas con el fin de tener más coherencia y más eficiencia para las
estrategias de protección en la región, sabiendo que los pueblos aislados en
zonas de frontera pasan constantemente de un país a otro, y muchas veces su
sobrevivencia depende de la armonía entre políticas de dos país o de la
cooperación entre ellos. A pesar de ser iniciativas complicadas de implementar por
las diferencias entre los países a nivel político e institucional, representan un
esfuerzo esencial cuyos resultados pueden demorar, pero serán de gran impacto
para la sobrevivencia de los últimos pueblos aislados.
Brasil-Perú
Un primer proceso de cooperación transfronteriza con impacto potencial para la
protección de los aislados fue la cooperación que la CGII-FUNAI y otras
organizaciones, como la exUNI-Acre de Brasil, intentaron implementar con
organizaciones de Perú como AIDESEP y FENAMAD para la protección de los
aislados en la frontera de los dos países (ver capitulo sobre la situación en Perú).
Se consiguió para ello crear a finales de 2003 un Grupo de Acción Binacional que,
a parte de formular un perfil de proyecto binacional, no avanzó mucho por falta de
medios y por las dificultades de trabajar en la frontera y la falta de estimulo para
ello.
Más hacia el Norte, la organización The Nature Conservancy (TNC) promueve un
proyecto binacional6
para la gestión del Parque Nacional Serra do Divisor en Brasil
simultáneamente, con un apoyo para la protección de la Sierra del Divisor en Perú
(donde existen grupos Isconahua aislados) y de las Tierras Indígenas adyacentes.
Se busca así facilitar la creación y el manejo del Parque Nacional Sierra del
Divisor en Perú que colindaría con el Parque Nacional Serra do Divisor en
Brasil, conectando dos áreas protegidas con muy altos niveles de diversidad
biológica y algunos pueblos aislados. El objetivo después sería buscar
conectividad entre las dos áreas protegidas mejorando la comunicación y la
planificación de la conservación entre las fronteras. De esta manera, se
pretende crear un área de conservación más grande que protegerá la
cabecera de los ríos y fortalecerá un corredor de áreas protegidas que
totalizan unos 3 millones de hectáreas, a lo largo de la frontera entre Perú y
Brasil7
. Es posible que, frente a las demandas de las organizaciones indígenas en
6
Con apoyo financiero de la Fundación Moore (USA) la cual constituye en 2005 uno de los
principales financiadores de acciones para la protección de los pueblos aislados en la región
amazónica.
7
Para ello, TNC articula un consorcio de organizaciones entre Brasil y Perú en la región de la
Sierra del Divisor: del lado de Acre en Brasil, es la ONG SOS Amazônia quien trata la cuestión del
Parque Nacional da Serra do Divisor y mantiene una cooperación con la ONG peruana Pro-
Naturaleza, con vistas a la creación del parque del lado peruano. Otra ONG de Brasil, la Comissão
Pro-Indio (CPI), está realizando actividades de etno-mapeo de dos tierras indígenas localizadas
alrededor del Parque en Brasil y de otras siete tierras indígenas localizadas en la frontera entre los
dos países, con la idea de ayudar el monitoreo de la región.
22
23. la región que promueven la idea de Reservas Territoriales, el área se vuelva
primero una Zona Reservada (como se hizo en el pasado para el Alto Purús).
Esta iniciativa promueve acciones promisorias para la protección de la frontera
Acre-Ucayali como la creación del Grupo de Trabalho (GT) para Proteção
Transfronteiriça da Serra do Divisor e Alto Juruá – Brasil/Peru que fue establecido
en 2005 reuniendo organizaciones indígenas y de la sociedad civil, órganos de los
gobiernos federales y estaduales y prefecturas municipales en un proceso de
diálogo y de intercambio de experiencias entre pueblos indígenas de la frontera, a
partir de la evaluación de las políticas de desarrollo e integración en curso en esta
región, de las consecuencias sociales y ambientales de la extracción de madera
del lado peruano y las estrategias de gestión territorial implementadas por los
pueblos indígenas, incluyendo la protección de los pueblos aislados que viven en
la región. Se espera llegar a definir agendas comunes entre organizaciones
indígenas y gobiernos locales de ambos lados de la frontera de los dos países
para políticas de desarrollo, inaugurando alternativas de manejo y vigilancia de los
territorios indígenas y protegiendo la biodiversidad de los bosques y el hábitat de
los pueblos aislados.
Brasil – Perú – Bolivia (MAP)
El MAP constituye desde su creación en 2000 un “espacio de encuentro” entre el
departamento de Madre de Dios (Perú), el Estado de Acre (Brasil) y el
departamento de Pando (Bolivia). El objetivo de esta iniciativa transfronteriza es
preparar las poblaciones de la región frente al impacto que será causado por la
pavimentación a partir de 2006 de la carretera transoceánica que ligará la región
con los puertos del Pacífico en el ámbito del plan IIRSA (Iniciativa para la
Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur). La estrategia del
MAP es ofrecer educación y capacitación a la población para adaptarse mejor a la
situación, y de manera integrada en los tres países de la región MAP8
. Se piensa
en la región que la carretera creará nuevas oportunidades económicas y atraerá a
millones de turistas, pero el MAP destaca que esta obra presentará inmensos
desafíos a los ambientalistas e indigenistas que intentan proteger las zonas
naturales en estado virgen que contiene todavía la región y habitadas por pueblos
aislados. Como la lógica del proyecto de integración es cuestionada visto que las
obras previstas pasan por áreas sociales y ambientales muy sensibles, el desafío
para sus principales patrocinadores (BID, BNDES de Brasil, CAF, etc.) será de
apoyar paralelamente una estrategia de protección socio-ambiental de la región.
Como fruto del MAP, salió el MAP indígena, el que se convirtió en el Forum
Trinacional de los Pueblos Indígenas de la Frontera Brasil-Perú-Bolivia, durante el
8
Cabe resaltar que los pueblos indígenas de la región que hasta hoy integraban el MAP (bajo la
forma de “MAP indígena”) buscan constituir un espacio propio. Esta instancia indígena debe
llamarse “Foro Trinacional de los Pueblos Indígenas de la Frontera Perú-Brasil-Bolivia”; en agosto
del 2007, el II Encontro de Povos Indígenas da Amazônia Sul-Ocidental (Bolivia, Brasil y Perú) en
Acre confirmó su constitución.
23
24. II Encuentro Trinacional de Pueblos Indígenas Brasil-Perú-Bolivia, realizado en
julio del 2007 en Río Branco Acre, Brasil.
El Forum es constituido por participantes de pueblos, organizaciones indígenas
brasileños de Acre, Amazonas y Rondonia, los participantes de pueblos y
organizaciones indígenas bolivianos de la Amazonía Pandina, los participantes de
pueblos y organizaciones indígenas de la selva Peruana de Madre de Díos, los
representantes de las organizaciones indígenas nacionales e internacionales de la
Amazonia COICA – COIAB - AIDESEP. Quiere ser un organismo autónomo,
articulador y coordinador del debate de problemas, proposiciones y alternativas de
interés común de los pueblos indígenas de la frontera Brasil (Acre, Rondonia y Sur
de Amazonas) - Perú (Madre de Díos, Ucayali y Loreto) y Bolivia (Pando, Beni y
Norte de La Paz), y manifiesta ante las sociedades y Estados Nacionales de
Brasil, Perú y Bolivia sus posiciones y reivindicaciones a través de una Carta de
Principios.
Brasil - Colombia
Existen en 2007 discusiones e intercambios entre la FUNAI y la Unidad de
Parques de Colombia en la zona de frontera entre los dos países donde se
encuentra su Frente de Protección Etno-ambiental del Vale do Javari, con el fin de
que la FUNAI pueda aportar su experiencia y asistencia técnica para la protección
de los pueblos aislados de Colombia, que justamente se concentran en el Parque
Nacional del Puré, no lejos de la frontera con Brasil.
Brasil – Bolivia
Contactos informales fueron establecidos en 2007 entre representantes de los dos
países para que Brasil pueda colaborar con el gobierno de Bolivia en su estrategia
de protección. Sin embargo, el contexto de la construcción de una hidroeléctrica
brasileña sobre el Rio Madeira y la polémica sobre el impacto socio-ambiental que
ésta tendría en territorio boliviano no facilita en 2007 el avance de estos
intercambios.
5.3. Medidas necesarias para la supervivencia de los pueblos aislados de
Brasil
A pesar de todo el camino recorrido por las instituciones de Brasil para la
protección de los pueblos aislados, la situación real en el terreno es siempre
precaria y exige una vigilancia constante de la sociedad frente a la falta de medios
para la fiscalización y frente a la falta de voluntad política según los gobiernos, en
particular cuando son lanzados rumores sobre petróleo y gas en la selva y en
particular en las TIs de pueblos aislados. La dinámica de exploración ilegal de la
selva es devastadora y su fiscalización es muy limitada; la voluntad política es muy
variable cuando se trata de proteger tierras indígenas.
En los últimos años, la FUNAI demarcó algunas tierras legalizadas exclusivamente
para los pueblos aislados que allí viven, y sin contactarlos, lo que representó un
logro inmenso y se volvió una referencia internacional. Por ejemplo, en el Estado
24
25. de Acre, en las cabeceras de los ríos Envira y Tarauacá, se encuentran tres de las
TIs brasileñas para pueblos aislados: las TIs Kampa e Isolados do Envira, Alto
Tarauacá y Riozinho del Alto Envira, sumando 636.384 hectáreas donde viven tres
pueblos aislados distintos, rodeados a lo largo de casi toda la frontera con Perú de
otras áreas de preservación: TIs, parques, áreas de conservación, o reservas
extractivas, que representan casi la mitad del territorio del Estado9
. Se trata
justamente de la región intervenida en su parte sur por la Transoceánica que en
2007 estaba en obras en su tramo peruano (Frontera – Puerto Maldonado), y
donde este mismo año el gobierno de repente planifica prospecciones petroleras
(Piedrafita, 2007), dentro y alrededor de estas tierras reservadas, pensando que
podrían existir grandes cantidades de esos recursos minerales, ya que la región se
encuentra rodeada por zonas de yacimientos de petróleo y gas en Bolivia y Perú.
Sería muy grave en el contexto brasileño de grandes avances con relación a la
protección de las TIs, que el gobierno Lula cambie la tendencia y promueva ahora
la explotación mineral, como estudios de prospección de petróleo y gas en tierras
indígenas, especialmente en aquellas destinadas a los pueblos aislados, y en la
región del planeta donde se encuentra la mas grande concentración de estos
pueblos (y que además recibe las migraciones de los aislados de la selva peruana
ahuyentados justamente por la intensificación en territorio peruano de la
explotación maderera y petrolera).
Es esencial para la supervivencia de los pueblos aislados del Brasil que el
gobierno del país refuerce los mecanismos de protección de los pueblos aislados
que lo colocaron a nivel internacional como un modelo a seguir10
, con los medios
básicos para el buen funcionamiento de los seis Frentes de Protección Etno-
ambiental que fueron establecidos. Es también esencial que demuestre
coherencia entre su famosa política de protección de los pueblos aislados, y su
política de exploración y conservación de los recursos naturales, su política
petrolera y de desarrollo de la infraestructura del país11
.
Para garantizar esta coherencia, es necesario crear y consolidar una plataforma
institucional o un espacio de discusión y trabajo conjunto con las organizaciones
9
El sertanista Meirelles de la FUNAI, que ha pasado la mas grande parte de su vida observando
los movimientos de los pueblos aislados del Acre, y protegiéndolos a la cabeza del Frente de
Protección etnoambiental del Rio Envira, explica en algunos escritos difundidos por Internet que la
gran región formada por las cabeceras de los tres mas grandes afluentes del Río Amazonas, los
ríos Madeira, Juruá y Purús en territorio peruano, además de la región de frontera del Estado de
Acre, constituyen un conjunto de más de diez millones de hectáreas alrededor de las cabeceras de
estos tres ríos, donde vive el más grande número de pueblos aislados del planeta. Además, por la
proximidad del piedemonte andino, el relieve accidentado de esta región provoca un fenómeno
rápido de evacuación de las aguas de lluvia con subidas repentinas y enormes del volumen de los
ríos. Meirelles avisa del impacto desastroso que pueden tener las interferencias humanas en estos
ecosistemas delicados.
10
Cabe relevar que la política de protección de los pueblos aislados de Brasil valió varios premios
internacionales a Sydney Possuelo quien la impulsó, como el Premio Bartolomé de las Casas, el
Premio Príncipe de Asturias, entre otros.
11
La explotación de petróleo y gas en TIs y unidades de conservación es prohibida por ley en Brasil, sin
embargo estaba siendo preparado en 2007 por el Ejecutivo un proyecto de Ley queriendo abrir las TIs a
la explotación mineral.
25
26. especializadas de la sociedad civil y con las organizaciones indígenas existentes
en las regiones donde habitan los pueblos aislados, más allá del actual Comité
Permanente lanzado dentro de la FUNAI, en particular para tratar conjuntamente
de la implementación de una estrategia apropiada de salud preventiva para los
pueblos aislados. La participación de la COIAB en este proceso debe ser siempre
más reforzada.
Por otra parte, es necesario tener los medios necesarios para verificar la
existencia o no de los pueblos aislados no confirmados, cuya lista en la CGII pasó
este año de 22 a más de 40.
Cabe relevar que a pesar de tantos años de experiencia, la CGII todavía no ha
sistematizado su experiencia, ni formulado de manera escrita protocolos o guías
de conducta para la protección de los pueblos aislados y sus territorios o para las
situaciones de contacto. Toda la experiencia de contacto y de post-contacto no fue
sistematizada y no existe formulación de procedimientos para el acompañamiento
de los grupos recién contactados, lo que sería muy útil como referencia para el
trabajo de los puestos de control y de los Frentes de protección, además de servir
como referencia para las futuras generaciones de indigenistas que un día deberán
planificar operaciones de contacto y de acompañamiento post-contacto. Esta
laguna también constituye un limitante a la hora de desarrollar intercambios con
los países vecinos y compartir con ellos la extensa experiencia brasileña.
Los esfuerzos brasileños de cooperación transfronteriza son demasiado tímidos
para poder enfrentar decididamente los graves problemas que existen en las
regiones de fronteras, en particular a lo largo de la frontera de casi 2000 Km. con
Perú donde el reto es asegurar la misma política de los dos lados de la frontera.
Finalmente, cabe relevar que el Comité Indígena Internacional para la Protección
de los Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial (CIPIACI), en su reunión de Quito
en octubre de 2007, pide al gobierno brasileño tratar como emergencia a las
epidemias de hepatitis B, C y D, y de malaria, que afectaron a principios de año a
la población de la TI Vale do Javarí, las que no han sido atendidas de manera
eficiente, e insiste en una mayor coordinación con las organizaciones indígenas de
la Amazonía.
26
27. VI. Los pueblos indígenas aislados en Bolivia
6.1. El nuevo contexto boliviano
En el contexto político del gobierno de Evo Morales, hubo importantes avances
con relación al discurso sobre los pueblos indígenas más vulnerables, y en
particular los pueblos no contactados, a tal punto que fue en Santa Cruz de la
Sierra que se organizó en noviembre del 2006 el Seminario Regional sobre
pueblos indígenas aislados, durante el cual los representantes del gobierno
boliviano (la Unidad de Gestión Territorial Indígena dentro del Vice-ministerio de
Tierras, quien tenía a su cargo en ese momento el tema de la protección de los
pueblos aislados) y la organización indígena CIDOB presentaron las primeras
bases y propuestas para una política de protección. El evento en Santa Cruz sobre
pueblos aislados coincidió en el país con un extremo clima de movilización social
por la reforma agraria, siendo aprobada la nueva ley de tierras justamente en esos
días de noviembre 2006, ley que permite la redistribución de las tierras
consideradas improductivas y que debería facilitar la protección de las tierras de
los pueblos indígenas más vulnerables.
Bolivia es el país de la región que ha conocido los últimos años la más amplia
dinámica social y donde más elementos nuevos aparecieron con relación a
conocimiento, leyes e instituciones en beneficio de los pueblos indígenas más
vulnerables, como se podrá apreciar en las páginas siguientes. En general, el
contexto nunca fue tan propicio en Bolivia para la real implementación de los
derechos indígenas.
6.2. Situación geográfica-territorial
En Bolivia existen varios pueblos o grupos indígenas no contactados, en diferentes
zonas de la Amazonia (Departamentos de La Paz, del Beni, de Pando y de Santa
Cruz) y en el Chaco (Departamentos de Santa Cruz y de Tarija). La principal
característica de la situación boliviana es que el proceso de búsqueda de
protección es nuevo y que hasta 2005 no existía información relevante y
centralizada en el país sobre estos grupos, ni políticas para ellos; es más, sólo
algunos especialistas los mencionaban en sus trabajos12
y no constaban en los
planes de desarrollo del Estado o Planes de Vida de los pueblos indígenas. Son
mencionados en los Planes de Manejo de los Parques Nacionales que habitan,
pero sin que sea destacada de manera especial la necesidad de su protección y
de su monitoreo.
Con base en las investigaciones en curso sobre el tema13
, es posible listar por lo
menos cinco zonas con indicios de presencia de estos grupos; cabe destacar que
la mayoría de ellas se encuentra en zonas de Parques Nacionales y en zonas de
12
La principal mención fue en el Diagnóstico del MACPIO en 2001, con financiamiento del Banco
Mundial.
13
Hasta 2006, las investigaciones en curso más relevantes eran de Alvaro Diez Astete (2006) y de
Bernardo Fischermann (2006), así como de Pablo Cingolani.
27
28. fronteras, como el Parque Kaa Yya en el Gran Chaco, colindante con Paraguay. El
orden que utilizamos aquí para presentar estas zonas se basa en la cantidad de
indicios que se dispone en cada zona para identificar la presencia de grupos
aislados.
Parque Nacional Kaa Iya14
del Gran Chaco (Ayoreo)
La parte del vasto hábitat de los Ayoreo que hoy queda en Bolivia constituye un
parque, el Parque Nacional Kaa-Yya que tiene 3.441.100 hectáreas y está entre
las áreas protegidas más grandes de Latinoamérica. Los Ayoreo constituyen un
pueblo de cazadores y recolectores de la familia lingüística Zamuco, cuyo territorio
tradicional se encuentra en el Gran Chaco, en la zona de fronteras entre Bolivia y
Paraguay. Durante las investigaciones para el proceso de creación del parque, los
propios Ayoreo que viven en la parte de Bolivia hablaron de un grupo de Ayoreo
todavía aislado y sin contacto; por esta razón, se lo menciona en el decreto de
creación del Parque, reconociéndole derechos de uso de su territorio en el ámbito
del parque.
No está claro si se trata de un grupo (o varios grupos) que entra desde Paraguay
periódicamente, o si es un grupo que siempre estuvo en territorio boliviano.
Cruzando las pocas informaciones disponibles, el antropólogo Bernardo
Fischermann piensa que puede tratarse de dos subgrupos locales con grupos de
familias aisladas, expulsados tiempo atrás de sus grupos locales originales.
La administración del Kaa Iya es manejada conjuntamente por el Estado boliviano
a través de la autoridad nacional competente, el Servicio Nacional de Áreas
Protegidas (SERNAP) y la Capitanía Indígena del Alto y Bajo Izozog (CABI)15
. El
Parque es inmenso, tiene pocas posibilidades de acceso y cada año sólo se
consigue hacer algunos sobrevuelos para monitoreo, que es la única forma de
verlo en su totalidad.
Región de la TCO Yuqui - Rio Chimoré (Santa Cruz) (Bia o Yuqui)
En la actualidad son alrededor de 250 Yuqui que viven en Bia Recuaté sobre el
Río Chimoré, Municipio de Puerto Villaroel, Provincia Carrasco, Departamento de
14
Creado en septiembre de 1995 después de años de esfuerzos, el Parque Nacional Kaa Iya del
Gran Chaco está ubicado en el corazón de la región del Chaco boliviano, al sudeste de la ciudad
de Santa Cruz hacia la frontera con el Paraguay, el suelo seco del Kaa Iya, junto con su rango de
calor y frío a menudo extremos, la han dejado como una de las zonas de tierra más remotas del
mundo. Kaa Iya también contiene una enorme biodiversidad y gama de especies de animales,
como felinos grandes, etc. El Parque es atravesado por un gasoducto, en un área de 140
kilómetros, en el lado norte del parque. En el Kaa Iya viven grupos étnicos como los pueblos
Ayoreo, Chiquitano y especialmente los Isoceño-Guaraníes, quienes viven al interior y en las
cercanías del parque. El pueblo Isoceño, organizado en la Capitanía del Alto y Bajo Izozog (CABI)
fue la fuerza motriz en el establecimiento del parque. El nombre Kaa Iya proviene de las palabras
guaranies "Protector del Bosque". Así mismo, este parque se viene consolidando como una
experiencia única, en donde un grupo indígena maneja un área protegida y el territorio en donde
vive, utilizando su conocimiento tradicional, asegurando asi el manejo sostenible del Kaa Iya.
15
El Parque cuenta con la asesoría y el apoyo de la entidad americana Wildlife Conservation
Society (WCS).
28
29. Cochabamba. Según Bernardo Fischermann y el antropólogo francés David Jabin,
habría todavía unas familias Yuqui aisladas, recorriendo una zona donde ahora
hay explotación forestal al norte de la Tierra Comunitaria de Origen Yuqui, la que
se encuentra bordeada por los ríos Chapare y Chimoré. La TCO Yuqui
(compartida con Yuracaré, Trinitarios y Movima) también colinda con la TCO
Yuracaré y la reserva forestal del Choré invadida en 2007 por el Movimiento Sin
Tierra en el departamento de Santa Cruz. La población Yuqui en contacto tiene
grandes problemas de salud (micosis pulmonar, tuberculosis) y la actividad
maderera ilegal está poniendo seriamente su territorio en peligro.
La protección de los Yuqui ha sido definida por el gobierno boliviano como acción
prioritaria, ya que la localización de este pueblo aislado es más clara que los otros
pueblos aislados del país. El Vice-ministerio de Tierras tiene entre sus
responsabilidades poner en marcha el “plan de emergencia yuqui” definido por la
Comisión Interinstitucional.
Región de la TCO Yurakaré por el Río Chapare (Yukararé)
La TCO de los Yurakaré se encuentra por el Río Chapare en la frontera entre los
Departamentos de Santa Cruz, Beni y Cochabamba. Según una comunicación del
antropólogo Vincent Hirtzel, existen rumores sobre la posible existencia de familias
Yurakaré aisladas en dos lugares distintos de la TCO. Otros reportes no
confirmados se refieren a la existencia de familias Yurakaré aisladas en el Parque
Carrasco. Los Yurakaré (con lengua no clasificada) constituyen un pueblo
indígena que se volvió ribereño, con una población de alrededor de 2.500
personas..
Norte de Pando (Pacahuara)
Se habla de Pacahuara no contactados (de la familia lingüística Pano), que están
en el norte de Pando, frontera con Brasil. Existen Pacahuara ya contactados, que
son una pequeña familia de algo más de 10 personas que viven con los Chácobo
(tienen una TCO común). Esta familia fue trasladada desde el río Pakawara por
los misioneros del Instituto Lingüístico de Verano y los de Nuevas Tribus, al lugar
donde actualmente habitan, prácticamente en compañía de sus parientes
lingüísticos los Chácobo, en el Alto Ivon. Los Pacahuara todavía no contactados
constituirían entre 1 a 5 familias (pueden ser 50 individuos), según distintas
versiones. Una versión los ubica en el municipio Santa Rosa de Abuná, en la
provincia Federico Román del Departamento de Pando (no lejos de la frontera con
Brasil) donde podrían moverse al interior de las concesiones forestales de las
empresas CIMAGRO y Pacahuara, entre el río Negro y el río Pacahuara. No se
descarta que un grupo haya cruzado al Brasil y cuyo destino es incierto.
Región de la TCO Araona, Norte de La Paz (Araona)
Alrededor de 90 Araona (de la familia lingüística Tacana) viven en la TCO Araona
en el Norte del Departamento de La Paz, y según el antropólogo francés Mickaël
29
30. Brohan (que estudia la cultura araona) existen familias sin contacto en la región,
probablemente en las proximidades del río Manurimi.
Parque Nacional Madidi en el Norte de La Paz (Toromona)
El Parque Nacional Madidi tiene 1.895.740 hectáreas y se encuentra en el Norte
del Departamento de La Paz, frontera Bolivia con Perú. Se habla de posibles
grupos Toromona (posiblemente de la familia lingüística Tacana) y Nahua (Pano),
protegidos por el Parque pero sobre todo por la lejanía de su territorio, en zonas
inexploradas y desconocidas. El texto de zonificación del Plan Madidi realizado por
la organización Wildlife Conservation Society16
(WCS) menciona informaciones de
un grupo no contactado en las cabeceras del río Colorado, en la zona de
protección estricta, siendo uno de los objetivos de esta zonificación el respeto de
su voluntad de aislamiento. Es probable que sean grupos que van y vienen entre
Bolivia y Perú, porque se trata de una selva densa y porque nadie conoce bien la
región17
. Dicen los Araona que los Toromona serían familiares, habiéndose
separados de ellos en el pasado lejano. Sin embargo, sólo existen rumores sobre
este pueblo.
Desde agosto 2006, existe una Resolución de “Zona Intangible y de Protección
Integral de Reserva Absoluta” para el territorio donde habita este pueblo indígena
aislado. El Parque Nacional Madidi posee una gran riqueza biológica, tierras de
vocación forestal y posiblemente importantes fuentes de hidrocarburos, lo que
provoca también una serie de conflictos sociales que amenazan constantemente
su protección, esencialmente conflictos entre pobladores de las áreas
circundantes, debido a los altos índices de pobreza y la falta de cultura
democrática en la región.
Frontera Bolivia – Perú (Ese Eja)
También podría haber grupos Ese Eja (de la familia lingüística Tacana) sin
contacto por la región de frontera entre Bolivia y Perú. Existen contactos
preliminares entre organizaciones de los dos países que trabajan en la frontera
para facilitar una cooperación transfronteriza en esta región en beneficio de los
derechos del pueblo Esa Eja de los dos lados de la frontera, realizando el
seguimiento de sus demandas territoriales de recuperación de su territorio
ancestral, ayudando los Ese Eja de las dos repúblicas a unirse, lo que ayudaría
16
WCS es una ONG americana que acompaña en diferentes niveles el manejo de varias áreas
protegidas en la región amazónica (Kaa Yya, Madidi en Bolivia, Yasuni en Ecuador). Sin embargo,
fuera de respetar el aislamiento, no presenta propuestas específicas para la protección de pueblos
aislados en estas áreas protegidas.
17
El especialista de la región amazónica Norte de Bolivia, Pablo Cingolani, menciona en varios
artículos a un grupo aislado, llamado de Toromona, y que se encontraría al interior del valle del río
Colorado. Cuenta que en 1997, Lars Hafskjold, un científico noruego, se metió sólo, desde el lado
peruano al Parque Madidi para ir al encuentro de ese grupo, pero que nunca más se supo de él. En
2001, Cingolani encabezó una expedición repitiendo la ruta de Percy Fawcett que delimitaba la
frontera entre Perú y Bolivia, y buscando al noruego, pero sin encontrarlo.
30
31. también la protección de los posibles grupos aislados o con poco contacto en
estas tierras.
Con relación a los pueblos más vulnerables como son llamados en Bolivia en un
sentido más amplio, Alvaro Diez Astete destaca la dificultad de análisis de la
situación de los pueblos indígenas de extrema vulnerabilidad, debido a que existen
al menos seis versiones distintas de cuadros de población indígena de Bolivia de
los últimos 10 años, pero calcula su población en más de 5000 personas entre
Araona, Machineri, Yaminahua, Ese Ejja, Pacahuara, Moré, Sirionó, Canichana,
Cayubaba, Bia Auki, Guarayo, Guarayos Urubichá, Guarasug’we.
6.3. Situación legal e institucional en las tierras bajas de Bolivia
Elementos legales
En 1996, a raíz de una marcha indígena, se consiguió incorporar modificaciones a
la Ley de Reforma Agraria (Ley INRA), introduciendo mecanismos que facilitarían
en la Amazonia boliviana (o “tierras bajas” del país) la legalización de los territorios
indígenas, denominados aquí “Tierras Comunitarias de Origen” (TCO). Los
pedidos para el reconocimiento de los territorios indígenas continúan ya que no se
había avanzado mucho en su titulación hasta la llegada de Evo Morales a la
Presidencia. En Bolivia, la falta de políticas adecuadas para los grupos étnicos y la
difícil situación que viven los pueblos indígenas ha generado con el nuevo
gobierno un gran movimiento de cambio con relación a la aplicación de los
derechos humanos, al respeto de las costumbres, de las organizaciones y
autoridades nativas, con el objetivo hoy de participar plenamente en el desarrollo
nacional.
En este contexto promisorio, sin embargo, los pueblos aislados no se beneficiaban
hasta hoy de ningún tipo de política o de visión por parte del Estado, pero
consiguen sobrevivir aprovechando de la relativa protección que les da las figuras
territoriales de Parques Nacionales o de TCO establecidos por otros pueblos
indígenas.
La nueva ley N°3545 de “Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria”
aprobada en noviembre 2006 por el Gobierno Morales, ofrece importantes
avances, como la redistribución de las tierras consideradas improductivas. Este
logro vuelve también más sensible el gobierno a la protección de los pueblos
aislados y de sus territorios. Sin embargo, en la práctica, son necesarios cuidados
para que ello no provoque justo lo contrario, visto que los pueblos aislados son los
enemigos de muchas comunidades indígenas, tanto como lo son los latifundistas,
y ocupan tierras muy deseadas.
Con la elección del Gobierno de Evo Morales, la perspectiva y las propuestas
cambian. A pesar de muchos avances durante los últimos 10 años, existían
grandes problemas en las relaciones de los pueblos indígenas con el sistema
político boliviano, y con su participación en la integración nacional. Ahora, con un
gobierno boliviano de origen indígena, la política de Estado es trabajar en consulta
31
32. y colaboración estrecha con las organizaciones indígenas y campesinas, cuyas
autoridades son muchas veces miembros del gobierno. La nueva Ley de
Organización del Poder Ejecutivo en el marco del “Plan Nacional de Desarrollo”
(2006 2010), otorga al Ministerio de la Presidencia la responsabilidad de trabajar
sobre los derechos colectivos indígenas y originarios, para que esta instancia del
Ejecutivo haga efectiva la “Transversalización” de estos derechos en todas las
instancias del Estado nacional, a través de un “Programa Sectorial de Apoyo a los
Derechos de los Pueblos Indígenas”, empezando por los Vice-ministerios de
Coordinación Gubernamental, de Descentralización y de Coordinación con
Movimientos Sociales y Sociedad Civil, y proyectándose a las Prefecturas y
Municipios.
En cuanto a los derechos de los pueblos extremamente vulnerables y aislados
referente a sus tierras y territorios, el gobierno, a través del Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA), ahora dentro del Vice-ministerio de Tierras18
, inicia un
estudio de evaluación sobre presencia de colonos en Tierras Comunitarias de
Origen que amenacen a pueblos vulnerables y/o aislados. En caso de verificarse
esa amenaza, se prevé la reubicación de los colonizadores en nuevos
asentamientos en tierras fiscales o en tierras recuperadas por los procesos de
reversión previstos en la nueva ley de reforma agraria. El Estado también no
debería permitir más el ingreso de nuevos colonizadores en los territorios de estos
pueblos, y buscará por ejemplo el financiamiento correspondiente para la
demarcación de la Zona de Reserva Absoluta Toromona, creada en 2006.
Existe también con el gobierno de Morales la voluntad de enmarcar estos
esfuerzos en el ámbito regional, con proyección hacia el ámbito internacional. En
ese sentido, se busca por ejemplo establecer una relación de cooperación con los
países limítrofes (Perú, Brasil y Paraguay) para proteger los derechos de los
pueblos aislados y vulnerables ubicados en las fronteras comunes.
Elementos institucionales
En Bolivia, existen dos niveles importantes de instituciones del Estado: por una
parte, los ministerios al nivel central y sus Vice-ministerios; por otra parte, los
gobiernos departamentales con sus administraciones, que son nombrados por el
Presidente de la República para ejecutar las políticas centrales a nivel
departamental, y coordinar su aplicación con los gobiernos municipales. En este
contexto, las actividades de los departamentos pueden coincidir o superponerse o
interferir con las de los gobiernos municipales. En el pasado, las UDAIPO (Unidad
Departamental de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios) eran oficinas
departamentales del antiguo Ministerio de Asuntos Campesinos y Pueblos
Indígenas y Originarios (MACPIO), cancelado con la Ley de organización del
18
Antes del Gobierno Morales, el INRA era una institución en el ámbito del Ministerio de Desarrollo
Sostenible. Ahora desde la promulgación de la Ley de Organización del Poder Ejecutivo (Ley Lope)
en febrero de 2006, el INRA está dentro del Vice-ministerio de Tierras del Ministerio de Desarrollo
Rural, Agropecuario y Medio Ambiente.
32
33. Poder ejecutivo (LOPE) de febrero de 2006 que transversaliza la cuestión indígena
en todo el aparato público (provocando la desaparición de las UDAIPO19
).
En el Gobierno de Evo Morales, el Ministerio de la Presidencia tiene la
responsabilidad de trabajar sobre los derechos colectivos indígenas y originarios,
haciendo efectiva la “transversalización” de estos derechos en todas las instancias
del Estado nacional, a través de un “Programa Sectorial de Apoyo a los Derechos
de los Pueblos Indígenas”, empezando por los Vice-ministerios de Coordinación
Gubernamental, de Descentralización y de Coordinación con Movimientos
Sociales y Sociedad Civil, y proyectándose a las Prefecturas y Municipios.
Este nuevo enfoque del gobierno nacional para la atención a los pueblos
indígenas y originarios se materializa institucionalmente en el Componente de
Transversalización del Apoyo a los Derechos de los Pueblos Indígenas, el cual
presenta en 2007 una propuesta de trabajo para “diagnosticar, defender los
derechos y atender las urgentes necesidades humanas de los pueblos indígenas
amazónicos” incluyendo un Plan de Acción sobre derechos de los Pueblos
Indígenas amazónicos en Situación de Extrema Vulnerabilidad, Aislamiento
Voluntario y Contacto Inicial.
La institución más preparada en 2007 para proporcionar una respuesta a la
necesidad de protección de los pueblos aislados de Bolivia es la Unidad de
Gestión Territorial Indígena del Vice-ministerio de Tierras. El Vice-ministerio ayudó
a organizar el evento de Santa Cruz y, en un contexto de continuos cambios
institucionales, acompaña como puede esta problemática. Por lo menos se trata
de la única instancia en Bolivia que cuenta con dos funcionarios a tiempo completo
para trabajar el tema de la protección de los pueblos altamente vulnerables.
Durante 2007, está previsto que esta unidad terminará de poner en marcha el
“plan de emergencia yuqui”, diseñará un censo para el pueblo ayoreo y un
diagnóstico sobre la situación de los araona. En 2008, deberá realizar estudios
sobre esos dos pueblos y sobre los urus del altiplano. Además ha programado
terminar, junto con CIDOB, la propuesta de lineamientos de política pública
respecto a estos pueblos.
Por otra parte, a nivel del manejo de las áreas de bosques, la Superintendencia
Forestal tiene el papel de supervisar y controlar el manejo forestal y los derechos de
concesión, de acuerdo a los planes de manejo. A nivel regional y local, se ha
establecido una Unidad de Coordinación con Pueblos y Organizaciones Indígenas
(UCPOI), que está a cargo de la aprobación de los planes forestales de las TCO. En
cuanto al Servicio Nacional para Áreas Protegidas (SERNAP), está a cargo de la
administración de las áreas protegidas con administradores locales, con limitantes
en la aplicación de sus políticas de manejo de áreas protegidas, visto que no se
acompaña de procesos de fortalecimiento de las organizaciones indígenas para que
19
Sin embargo, algunos departamentos han conservado una oficina a cargo del tema o bien han
incorporado la temática a alguna de las direcciones prefectorales, es el caso de Santa Cruz que la
ha encargado a su Dirección de Desarrollo Humano.
33
34. puedan hacer su participación más efectiva dentro de los instrumentos de gestión
de estas áreas.
Cabe relevar que Bolivia viene contando desde 1995 con una significativa
cooperación internacional, en particular de DANIDA (cooperación de Dinamarca)
para fortalecer los derechos indígenas en el país, y la que impulsó a la
Subsecretaría de Asuntos Étnicos (SAE) del entonces Ministerio de Desarrollo
Sostenible. En 1996, la SAE elaboró junto a CIDOB una “Plataforma Estratégica”
para el desarrollo indígena. En 1998 se instaló entre la Subsecretaría de
Participación Popular y el nuevo Vice-ministerio de Asuntos Indígenas, el llamado
Programa Sectorial de Apoyo a los Pueblos Indígenas, Participación Popular y
Descentralización, con algunos avances serios en el campo de promover la
titulación y saneamiento de TCOs y la educación intercultural bilingüe de la
Reforma Educativa.
Las organizaciones indígenas
Con relación a las organizaciones indígenas, la Confederación de Pueblos
Indígenas de Bolivia (CIDOB) se creó en 1982 y aglutina al conjunto de
organizaciones indígenas de las tres grandes regiones de las tierras bajas de
Bolivia (Oriente, Chaco y Amazonía). Con sede en la ciudad de Santa Cruz, es la
organización interlocutora indígena ante el Estado y las diversas instancias de la
sociedad. CIDOB posee un Centro de Planificación Territorial Indígena (CPTI) que
acompaña todo el proceso de saneamiento territorial de los pueblos indígenas y
realiza la recopilación de datos en las diferentes TCOs. Puede ser considerado
como brazo técnico de CIDOB con la perspectiva de fortalecimiento de las
actividades de gestión territorial.
CIDOB integra organizaciones regionales como la Central Indígena de la Región
Amazónica de Bolivia (CIRABO), con jurisdicción en la Amazonía norte y sede en
la ciudad de Riberalta, y la Central Indígena de Pueblos Originarios de la
Amazonia de Pando (CIPOAP), con su sede en Cobija, las que representan a los
pueblos Chacobo, Esse Ejja, Cavineño, Araona, Tacana, Machineri, Yaminahua y
Pacahuara; integra también a la Capitanía del Alto y Bajo Izozog (CABI) que
maneja el Parque Nacional Kaa Yya. Varias organizaciones indígenas de esas tres
regiones se han desprendido de la CIDOB, pero no dejan de ser interlocutores
válidos. En el Seminario Regional sobre Pueblos Indígenas Aislados, la CIDOB se
mostró en sintonía con el gobierno de Evo Morales para el diseño y puesta en
marcha de una política pública dirigida a los pueblos aislados y en contacto inicial,
constituyéndose en un interlocutor obligatorio para esta política. El CPTI está
equipado para la realización de mapas y de bases de datos geo-referenciados y
ha realizado por ejemplo un juego de mapas sobre la presencia de pueblos
aislados por regiones, mostrando los diferentes tipos de figuras territoriales
existentes alrededor de los supuestos territorios de los aislados.
Finalmente, existe un número grande de ONGs (como APCOB, CIDDEBENI,
CEJIS, etc.) operando en las tierras bajas de Bolivia y que promueven el
desarrollo integral comunitario y apoyan la gestión indígena de recursos naturales;
34
35. estas organizaciones pueden participar en la protección de los grupos indígenas
en aislamiento.
La Expedición Madidi20
primera iniciativa en Bolivia para los pueblos aislados
En 2000, fue creada la “Expedición Madidi”, un grupo interdisciplinario de
profesionales bolivianos organizado por Pablo Cingolani y dedicado a la
exploración geográfica y la investigación antropológica en el marco de la defensa
de la soberanía nacional boliviana, de sus recursos naturales y de los pueblos
indígenas aislados. La iniciativa contó con el apoyo del Ejército boliviano, del
Instituto Geográfico Militar y de la Dirección Nacional de Arqueología, así como de
unas 20 comunidades indígenas, y fue declarada en dos ocasiones de “Interés
Nacional” por la Cámara de Diputados de la República de Bolivia, en 2001 y 2005.
Las denuncias efectuadas por la Expedición Madidi conciernen la vulnerabilidad
fronteriza, producto de la inexistencia de hitos demarcadores, y la depredación de
los bosques. A raíz de la iniciativa, el presidente boliviano visitó la región para
poner en marcha un plan de “nacionalización” de las fronteras y de las áreas
protegidas, y fue declarada una zona de reserva absoluta para proteger la vida y
los derechos humanos del pueblo indígena aislado Toromona.
Según el gobierno, la nacionalización de las áreas protegidas significa cogestionar
la administración de las mismas con los pueblos indígenas que habitan en ellas,
preservar pero a la vez aprovechar de manera no destructiva sus recursos
naturales, en especial su biodiversidad y afirmar la soberanía y ejercer dominio
territorial sobre todo en aquellas áreas fronterizas, históricamente desguarnecidas.
El plan está siendo coordinado en el Madidi con el Ministerio de Defensa y el
ejército boliviano y se prevé extenderlo a las reservas de Manuripi en Pando, San
Matías, Otuquis y Kaa Iya en el Departamento de Santa Cruz, Aguaragüe en
Tarija, Eduardo Avaroa en los Lípez potosinos y Apolobamba en el norte paceño.
Este control pretende ejercer el estado de manera directa y coordinada con los
pueblos indígenas y las Fuerzas Armadas en las áreas protegidas.
La histórica Resolución 48 con relación al Parque Nacional Madidi
La norma dictada en agosto 2006 declarando “Zona Intangible y de Protección
Integral de Reserva Absoluta” al territorio donde habita el pueblo indígena aislado
que se presume representa a los herederos de los Toromona21
se basa en las
propuestas de Plan de Manejo y Zonificación del Parque Nacional Madidi, así
como en los trabajos realizados con los pobladores de las comunidades originarias
y mestizas situadas en la zona de influencia de los territorios citados22
, en los
trabajos desarrollados en la región por los investigadores de la Expedición Madidi
20
Pablo Cingolani, in El Juguete Rabioso Año 5, N° 160, La Paz, Septiembre 17 de 2006.
21
El Diagnóstico Nacional de Pueblos Indígenas y Originarios de Bolivia del Ministerio de Asuntos
Campesinos, Pueblos Indígenas y Originarios (MACPIO, La Paz, 2001) reconoce a los Toromona,
Nahua y Ayoreodes como “nómades sin contacto nacional” en base a un estudio titulado
Comunidades, Territorios Indígenas y Biodiversidad en Bolivia del Centro de Investigación y
Manejo de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno
(UAGRM), coordinado por Kathy Mihotek, 1996.
22
35