42. Al presente ninguna disciplina parece
ser causa de gozo, sino de tristeza; sin
embargo, a los que han sido ejercitados
por medio de ella, les da después fruto
apacible de justicia.
46. Pues en verdad estuvo enfermo, a
punto de morir; pero Dios tuvo
misericordia de él, y no sólo de él, sino
también de mí, para que yo no tuviera
tristeza sobre tristeza.