Ensayo sobre la Mujer en la sociedad del conocimiento.

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LA MUJER EN LA SOCIEDAD
DEL CONOCIMIENTO
Nombre: Aransha Rivas Palma
Sección 1
Profesores: Abner Mardones
Pedro Gutiérrez
Santiago, 22 de abril

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Hay hechos en la historia que son totalmente significativos para el mundo
actual. El cambio en los roles femeninos. Estos cambios han afectado a las
personas –hombres, mujeres y niños- y afecta sustancialmente a las sociedades,
porque si bien las mujeres están ocupando lugares a los que antes se veían
imposibilitadas de acceder por distintos motivos, y las cuales es importante
señalar.
La mujer pide a gritos que la rescaten de lo antaño, que dejen atrás esos
tiempos dónde ellas solo se ocupaban de las labores domésticas. La mujer quiere
dejar las injusticias, silencios interesados, falta de reconocimiento, jerarquización
de actividades profesionales y la inutilidad de su existencia.
Esto ha provocado consecuencias en una serie de aspectos. En lo laboral,
la mujer quiso salir del hogar y poder trabajar y abastecerse por sí sola; en la
política, la mujer dio a entender que ella también tiene el derecho de ciudadano, y
que sus opiniones pueden servir para su nación; la educación, la mujer quiso
educarse, luchó para poder tener equidad junto con el hombre de poder aprender
más y poder tener estudios superiores; en la familia, la mujer ahora puede decidir
en formar familia o no, en si desea procrearse o en decidir el número de hijos que
desea.
Los temas recién abordados, entre sí, todos tienen alguna pequeña
relación. La mujer decide entrar al mundo laboral, y para obtener mayor salario, se
anima a adquirir mayor escolaridad, y al adquirir mayor escolaridad, se siente
capaz de lograr nuevos desafíos como el poder involucrarse en la política y al
querer procurar sus grandes metas, deja como último la familia, lo que antes era
primordial para cada mujer.

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La mujer hoy es de decisiones, la mujer hoy dice sí o no según como le
parezca. La mujer hizo cambios y esos cambios hoy se pueden notar.
Estos últimos años se han ido mostrando cambios que han afectado a
nuestra sociedad. Estas variaciones ya se han hecho notar en varios aspectos de
nuestro vivir. Uno de los grandes saltos que se ha hecho notar con total nitidez, es
la importancia y cambios que ha podido lograr la mujer en nuestra sociedad.
A lo largo de la historia, la figura femenina se ha conformado con los roles
que se le preestablecieron por el solo hecho de ser mujer. Recién hacia fines del
siglo XX, se ha logrado comenzar un proceso de inserción, -pero no completa
igualdad- que le permiten en la actualidad poder desarrollarse como un sujeto libre
y autónomo, capas de elegir y decidir sus funciones dentro de la familia y la
sociedad. Pero aun así, no podemos dejar de lado lo penoso que fue haber sido
mujer en el siglo XIX, sufriendo el menos precio y la discriminación de un contexto
social y cultural dominado por la figura masculina.
La conducta femenina fue pautada para cada momento y situación de la
vida. Hacia el siglo XIX, la vida de la mujer se encontraba inexorablemente sujeta
a la del varón, pues, ésta se representaba en la imagen de la novia, la prometida,
la casada y la viuda, es por esto, que la mujer y su conducta era responsabilidad
de su marido, y éste hacía que las actividades de ella se limitaran dentro del
hogar, realizando tareas de orden doméstico y estando a la disposición de su
esposo e hijos, convirtiéndose en la cabeza de la casa, encargada únicamente de
la administración doméstica.
Pero, ¿Por qué las mujeres se encargaban del hogar y la familia? Porque
las mujeres eran educadas para ejercer este oficio, les enseñaban a como formar
una familia y casarse con un esposo proveedor, y no para desarrollarse
profesionalmente, en cambio los hombres tenían asegurado un futuro con un
trabajo remunerado y una profesión.

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Teniendo estos antecedentes de quién era la mujer hace siglos atrás, nos
podremos dar cuenta que hoy la figura femenina ya no es la misma, la mujer
puede tener más independencia, elige si quiere procrear o no, decide si quiere
casarse, decide en qué trabajar, decide qué estudiar, elige vivir sola, tiene
orientaciones sexuales distintas, etc. Pero estos acontecimientos no ocurrieron de
un momento a otro, tuvieron que pasar años para estos cambios tan radicales. La
mujer supo sobrellevar críticas que hasta hoy se pueden escuchar.
Pero los cambios que hubo en la mujer y su figura en sí, tuvieron efecto en
lo que es la sociedad en la actualidad. La alteración que provocó la mujer en la
comunidad es totalmente positiva.
Los primeros cambios que hubieron en la mujer, se desarrolló terminando el
siglo XIX y comenzando el siglo XX. La estructura del modelo femenino sufría
cambios principalmente en la familia y la sociedad que se imponía con mucha más
fuerza. Las mujeres abandonaron sus sueños de convertirse en madres y
esposas, para transformarse en trabajadoras y profesionales, luchando para hacer
un cambio, enfrentándose a lo que fuera para poder dar su opinión y siendo
perseverante para romper tradiciones que para ellas no eran de su agrado.
Como se dijo anteriormente, en el siglo XIX la mujer se encargaba
explícitamente del hogar, la familia y la procreación, ya que sólo el hombre
trabajaba y con esto se podía obtener la felicidad completa. Sin embargo, ¿Qué
impulsos tuvo la mujer para proponerse ingresar al mundo laboral?
 El salario del padre ya no era suficiente para suministrar las grandes
familias, entonces la mujer se veía obligada a salir a trabajar para así
obtener mayor ganancia para la vivienda.
 Era un privilegio para cada familia sustituir las labores de la mujer en el
hogar por la adquisición de bienes o servicios que reemplaza su trabajo en
la vivienda, como son el servicio doméstico, los jardines infantiles y los
bienes electrodomésticos (Marcelo, 2001a).

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 Una mayor escolaridad también incide en otros factores relacionados con
aumentos en la participación de la mujer en el trabajo, como son la
reducción en la tasa de fertilidad, la formación de normas sociales y
preferencias individuales más favorables al trabajo remunerado, así como
un mayor crecimiento económico, con su consiguiente impacto en la
creación de empleos.
La creciente –y positiva- incorporación de la mujer al mercado del trabajo
está creando espacios de desatención hacia los hijos, no por culpa de las mujeres,
sino por la no existencia de políticas prácticas de apoyo para la atención de los
niños y jóvenes en período de tiempo fuera de la escuela (Marcelo, 2001b).
Como dijo Carlos Marcelo la incorporación de la mujer al mercado del
trabajo crea espacios de desatención en los hijos, no por culpa de las mujeres,
sino por falta de políticas de apoyo a la mujer que trabaja.
Las consecuencias que conlleva esto, es que la mujer se siente
desmotivada en tener una familia, ya que sus intereses se balanceaba hacia lo
que era el trabajo. Se presentan problemas en las tasa de fertilidad, porque la
crianza de los hijos se han dejado tradicionalmente encargados a la mujer. Esta
actividad puede ser altamente intensiva en tiempo, en particular en el caso de los
hijos de menor edad, y representar un factor que restringe o dificulta la
participación de las madres en el mercado del trabajo.
Es posible que exista algún grado de causalidad reversa entre escolaridad y
participación laboral. Por ejemplo, la realización de estudios superiores puede
estar fuertemente influida por la decisión de incorporarse posteriormente al
mercado laboral. En cambio, una joven que egresa de la educación secundaria y
que no espera trabajar con remuneración, tendrá menos incentivos para seguir
estudiando.
Quise hacer una conexión del trabajo con la educación de la mujer, ya que,
como se puede analizar, hay una leve relación entre estos dos aspectos.

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Por historia, la mujer se integró después que el hombre a la educación. A la
mujer la educaban pero para ser una “buena esposa”. Al pasar los años, la mujer
pudo ingresar a la universidad, pero siguiendo con el mismo énfasis, la educaban
para ser damas. Y las mujeres de mejores recursos, podía tomar cursos de
música o de otras cosas más sofisticadas para esa época.
La mujer al incorporarse al mundo laboral, se dio cuenta que ella por sí sola
podía lograr ser independiente y que podía sostenerse sin estar sujeta al hombre.
Se dio cuenta que podía estar en igualdad de conocimiento con el hombre, es así
como se propuso desafíos y comenzó a involucrarse al mundo de la educación.
Sin alterar radicalmente la estructura de la relación existente entre el
hombre y la mujer, esta perspectiva que tiene la mujer de incorporarse a la
educación, incluye el modelo auto dependiente de capacitación y autonomía. En
este contexto, autodependencia significa conseguir lo más que se pueda para uno
mismo dentro del sistema actual. Desde este punto de vista, una mujer está
capacitada si sabe leer y escribir, si tiene educación básica, habilidades
productivas y confianza en sí misma. Se considera que esta perspectiva de la
capacitación mediante la autodependencia, la persona no reconoce ni se pregunta
cómo es posible que las mujeres obtengan mayor acceso a los recursos, si siguen
existiendo barreras por la discriminación de género.
La mujer, ya logrando poder ser independiente a través del trabajo y
obteniendo mayor educación, se comienza a cuestionar del por qué no tiene
participación al igual que los hombres en la política, por qué sólo ellos tenían voz y
voto en la política.
La desigualdad de género se vuelve algo cotidiano en los aspectos de
sociedad. En el ámbito político también lo es, la persistente marginación de la
mitad de la población de los órganos de representación, la falta de igualdad en el
acceso a cargos públicos y la dificultad para que los intereses de las mujeres
estén representados, constituye a problemas evidentes del régimen político.

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Como ya sabemos, las mujeres constituyen a más de la mitad de la
población en todos los países y, sin embargo, continúa siendo una minoría la que
accede a los altos cargos en el poder ejecutivo. Pero ¿Cuáles son las razones por
la cuál es pobre la participación de la mujer en la política?
 Las desigualdades de género producidos en el orden
socioeconómico que redundan luego en la esfera política, como la
participación en el mercado laboral, niveles educacionales, etc.
 La poca creencia sobre el rol de las mujeres en la sociedad y la
distribución de roles y sus efectos en la capacidad de interés y
oportunidades de las mismas para acceder al poder político.
La participación de la mujer en la política es importante por la existencia de
movimiento de mujeres que promueven una agenda pro derecho de las mujeres,
partidos políticos comprometidos con la equidad de género y la competencia
electoral equilibrada, mujeres disponibles para asumir una trayectoria política
electoral, así como electorado dispuesto a darle oportunidades a candidatas
mujeres parar demostrar su capacidad como representantes.
Llegando a una última relación, sería una conexión con la familia. Cuando la
mujer ya se siente autosuficiente trabajando, tiene educación apartada con lo que
tiene que ver con el hombre y participación en lo político, se da cuenta que está
haciendo actividades que en siglos antes se veía algo imposible. ¿Qué sucede
con la familia?
Como dijimos anteriormente, hay descenso en la fertilidad, porque hoy en la
sociedad actual, la mujer puede tomar más decisiones, elige si quiere formar
familia o no, elige cuántos hijos desea tener. Entonces, la mujer al verse con tal
grado de importancia, el tiempo se le es limitado para dedicárselo a la familia, la
mujer ya no piensa tanto en los demás, ni en cómo servirle a los demás, la mujer
piensa en ella.

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Hay un factor positivo donde se comienza a sentir el descenso en la
natalidad, así como se constata un envejecimiento en la población (Marcelo,
2001c).
Carlos Marcelo aquí nos habla sobre un factor positivo de la baja de
fertilidad de la mujer, llegan a ser pocos los nacimientos que se han visto ahora,
que la población se envejece por lo mismo, porque para las mujeres, ya no es una
meta de vida el formar una familia, prefieren sobrellevar la sociedad del
conocimiento.
En efecto, la mujer en la sociedad del conocimiento, es una mujer que tiene
decisiones, ya no depende de una tradición para poder vivir, ya no necesita un
hombre a su lado para hacer su vida, la mujer ya no está obligada a hacer una
familia. Ahora la mujer tiene el derecho de hacer lo que a ella le parezca, decidir
con quién estar, decidir si quiere formar familia, decidir en que trabajar o en qué
estudiar. Ahora puede participar en todo. Lo que falta en la mujer, es sacar más a
voz y darse importancia en el sentido de sacar el machismo de la sociedad para
que ella pueda vivir sin las críticas que la atormentan día a día.

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Referencias
Marcelo, C. (2001a). Aprender a enseñar para la sociedad del conocimiento. sevilla.
Marcelo, C. (2001b). Aprender a enseñar para la sociedad del conocimiento. sevilla.
Marcelo, C. (2001c). Aprender a enseñar para la sociedad del conocimiento. sevilla.