texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
Transformaciones familiares y atención a los ancianos
1. 1
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
FRANCISCO DE MIRANDA
ÁREA CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE GERONTOLOGÍA
SOCIEDAD Y VEJEZ
UNIDAD II
LA FAMILIA Y EL ANCIANO EN VENEZUELA.
TRANSFOMARCIONES DE LA FAMILIA
Prof. Dra. Blanca De Lima
Coro, 2006
2. 2
ÍNDICE GENERAL
Pág.
2. TRANSFORMACIONES DE LA FAMILIA ........................... 3
2.1 Status y roles de la mujer ...................................................... 4
2.2 La atención al anciano.......................................................... 8
2.3 Conclusiones ......................................................................... 10
Actividades de Autoevaluación ……………………………………… 12
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................... 13
3. 3
2. TRANSFORMACIONES DE LA FAMILIA
Como producto de la interpretación de estructuras sociales propias de
otras realidades económicas y demográficas,1 el concepto de familia ha
llegado hasta nosotros en una versión estereotipada que imagina una
estructura integrada por padres, hijos y abuelos; a los cuales se asocian
otros familiares inmediatos como tíos y sobrinos.
Es necesario, en primera instancia, combatir la idea de esa estructura
familiar rígida, universal, constituida por los cónyuges, sus ascendientes y
una prole numerosa, enlazadas por lazos de sangre y cohabitando bajo un
mismo techo. La familia, como la vejez, es altamente heterogénea, mucho
más que un hecho biológico: es una realidad cultural altamente diferenciada
por épocas, regiones y sistemas económicos, entre otros factores.
Las ciencias sociales han mostrado cómo al interior de la economía
capitalista actual coexisten distintos grupos, todos considerados "familiares":
las familias conyugales por vínculo matrimonial legalizado, las familias
monoparentales, las uniones libres o concubinatos. Estos grupos, además,
1 El estudioso francés Didier Le Gall ha analizado la idea tradicional de la familia europea,
asociada a grupos numerosos, consanguíneos directos y cohabitando juntos; hablando de una imagen
profundamente aferrada al imaginario colectivo pero que es, esencialmente, un mito. Le Gall prefiere
utilizar el término "grupo doméstico". Le Gall, Didier. 1994. Aproximación Sociológica al es tudio de
la familia. Edición LUZ-Universidad de Caen, Francia.
4. 4
no se encuentran siempre aislados, siendo frecuente la interrelación de unos
con otros en lo que podría constituir y considerarse nuevos grupos familiares
que van más allá del hecho legal. Por otra parte, existe el incremento de la
soltería -inadmisible socialmente en otras épocas- no como circunstancia no
deseada sino como una determinación voluntaria de mujeres y hombres que
no encuentran en el matrimonio o el concubinato una opción de realización
personal. En los países viejos es más aguda esta característica.2 Igualmente,
es un hecho el alto porcentaje de divorcios que dan fin a familias conyugales
incrementando los grupos monoparentales donde, en términos generales, la
mujer se convierte en eje afectivo y económico.
Estos cambios en los diversos grupos tienen una estrecha relación
con dos aspectos que son de interés para la Gerontología Social: el estatus y
roles de la mujer y la atención del anciano.
2.1 Estatus y roles de la mujer
Es evidente que, al avanzar el siglo, la participación y representación
femenina es mayor en todos los campos, particularmente en el laboral. La
imagen de una mujer hogareña, sometida al esposo, con una prole numerosa
y bajo o nulo nivel educativo es obsoleta. Sin embargo, es preciso indicar
2 Ibídem, p. 40.
5. 5
que esta participación y representación registra diferencias entre países y
regiones. Los países nórdicos y europeos poseen los avances más
significativos; por el contrario, los países árabes restringen la participación
femenina en la vida pública, su derecho a la educación y por tanto poseen la
menor cuota de democratización con respecto a la mujer. Esto se explica por
factores culturales y religiosos.3
En el caso de América Latina, CELADE afirma:
Una manifestación particularmente inaceptable de falta de equidad en
la región es la que afecta a la mujer. Desde el ángulo de la población,
esta situación se manifiesta sobre todo en la dificultad para ejercer sus
derechos reproductivos, es decir, en la falta de acceso –y de opciones–
en cuanto al uso de método anticonceptivos. Constituye para ellas una
carga desmedida el hecho de tener que asumir la principal
responsabilidad de la planificación familiar, la educación y crianza de
los hijos y el trabajo doméstico, así como el riesgo implícito en las altas
tasas de morbilidad y mortalidad asociadas al embarazo y parto.
También es particularmente grave, por el compromiso de su vida futura,
la situación que afecta a las adolescentes que, carentes de adecuada
educación sexual, educación para la vida familiar y acceso a la
anticoncepción, están expuestas a embarazos indeseados, a los
riesgos del aborto clandestino y a las múltiples restricciones que la
sociedad impone a la ilegitimidad de su descendencia. También
preocupa la alta prevalencia de embarazos entre las adolescentes,
especialmente en los países del Caribe. Además, se ha constatado una
elevada y creciente participación de las mujeres como jefes de hogar,
caracterizadas muchas veces por vulnerabilidad social y precariedad
económica; dicha participación asciende en promedio al 40% en
algunos países. Frente a estas condiciones tan lesivas de la equidad,
es preciso que la sociedad toda se encamine hacia la adopción de
medidas que garanticen un trato paritario para mujeres y hombres.
Debe evitarse, en especial, toda falta de equidad derivada de la
condición de mujer en materia de educación y participación laboral.
3 Para una visualización de la relación y avances mujer-política, leer: Jaquette, Jean. "Las
mujeres en poder: más que nunca", Artículo en Foreign Policy. Edición venezolana. Enero 1998. Nº 1.
6. 6
También ha de dársele prioridad a la solución de los problemas que
afectan a desplazadas y refugiadas. Por último, es imprescindible
adoptar las medidas necesarias y suficientes para erradicar las
prácticas de violencia a las que con frecuencia están sujetas las
mujeres.4
La inserción de la mujer en el mercado de trabajo se ha dado, pues,
en condiciones desventajosas, comenzando por empleos de poca calificación
y baja remuneración. El crecimiento hacia posiciones de alta calificación, la
administración y la gerencia, ha sido lento y altamente dispar. En la medida
en que la mujer ha logrado elevar sus niveles educativos y culturales ha
logrado escalar posiciones públicas, cambiando cualitativamente su
presencia y participación social. Con todo, aún en la actualidad los datos
estadísticos esenciales sobre alfabetización a nivel mundial, hablan de un
rezago femenino en materia educativa.5
En términos generales, la participación femenina en el campo laboral,
la elevación de los niveles educativos y la consecuente salida del hogar, ha
cambiado sus patrones de comportamiento y expectativas individuales, de
pareja y sociales. Esto significa que la mujer con acceso a este tipo de
participación se ubica de manera diferente ante sus roles y estatus, alterando
4 Centro Latinoamericano de Demografía. http://www.cepal.org/Celade-Esp/t07.htm
5 Para 1990, por cada 100 hombres sólo 74 mujeres sabían leer y escribir. En cuanto a los
niños, mientras 52 millones de varones asistían a la escuela primaria, 77 millones de hembras no
tenían este derecho. Todos los indicadores escolares (deserción, ausentismo y repitencia) son mayores
en las niñas. Buvinic, Mayra. "Mujeres en la pobreza: un problema global". Artículo en Foreign
Policy. Edición venezolana. Enero 1998. Nº 1. P. 30.
7. 7
aquellos que conserva, asumiendo otros nuevos y desechando algunos que
ya no se corresponden a su nueva realidad social. La adopción de una
fertilidad diferencial y la baja natalidad, la aspiración a elevados niveles
educativos, el ascenso profesional, una relación conyugal democratizada y
un mayor roce social extrahogar son ejemplos de esta nueva circunstancia
social femenina. Como también lo son la delegación de responsabilidades en
torno a la crianza de los hijos, el cuidado del hogar y la atención del anciano.
Para lograr esta minimización o desaparición de sus antiguos roles, la mujer
acude a una serie de instituciones y sujetos que le garantizan la atención
antes prestada por ella. Así, la escuela, las guarderías, las tareas dirigidas, el
personal de servicio y los abuelos resultan de apoyo efectivo para la mujer
que trabaja.
Pero no siempre la mujer cuenta con las posibilidades de acceder a
estos apoyos, bien por circunstancias económicas o coyunturales. Lo cierto
es que es difícil para ella conciliar trabajo y crianza, trabajo y hogar, trabajo y
ancianos, trabajo y cónyuge. Muchas veces el mismo entorno social carece
de las ofertas adecuadas para apoyarla, y esto sucede incluso en los países
altamente industrializados, siendo uno de los factores que estimulan la baja
de las tasas de natalidad.
En el caso venezolano, la inserción de la mujer en el mercado laboral
ha ocasionado la modificación de los estatus que por tradición detentaba. La
demanda de mano de obra cada vez más calificada y el acceso de la mujer
8. 8
al sistema educativo ocasionó su mejor y mayor preparación, potenciando su
inserción laboral y alterando la dinámica de las familias en todos los estratos
sociales, ya que esta inserción se da desde el ámbito profesional hasta en la
economía informal. Según el censo 1990, de cada 100 profesionales y
técnicos el 55.6% son mujeres. Esto da una idea de la inversión progresiva
del componente por sexo en el mercado de trabajo venezolano y permite
deducir los posibles problemas y conflictos, aún no suficientemente
estudiados, que la participación laboral ocasiona sobre la dinámica familiar,
la socialización del grupo familiar, las relaciones de pareja y otros aspectos.
La Atención al Anciano
El problema de la atención y compañía a los mayores es
particularmente crítico, porque mientras los gobiernos hacen los mayores
esfuerzos por apoyar todo lo conducente a facilitar el manejo de la población
materno-infantil, no sucede lo mismo con la población que envejece.
La mujer era, tradicionalmente, el eje de la atención y apoyo a los
ancianos. De ella dependía todo lo concerniente a su bienestar. Su cotidiana
presencia era factor garante de una vejez estable. Pero esto ha cambiado, al
estar la mujer sometida a horarios de trabajo, salidas programadas o no del
hogar, mayor vida social y generación de nuevos roles e intereses que se
enfrentan a ese tiempo antes dedicado a los cuidados hogareños.
9. 9
La oferta de servicios abiertos, con diversos horarios, calidades y
costos, para efectos de atención a menores es, comparativamente,
abundante: hogares de cuidado diario, escuelas públicas y privadas,
actividades deportivas, ofertas educativas extra-escolares, cuidadoras de
bebés, ... Por el contrario, la atención al anciano tiene un espectro reducido y
costoso. La OPS ha detectado a nivel continental que la familia es la principal
fuente de apoyo para el adulto mayor, y que entre un 50-75% de los
ancianos viven en familias extensas,6 pero este cuidado social informal no
recibe respaldo alguno del Estado.
En el caso venezolano la oferta de servicios abiertos es prácticamente
nula con respecto al universo demandante, a nivel privado no existe. Los
servicios cerrados han sustituido, en su defecto, a la oferta inexistente,
causando severas distorsiones en la dinámica familiar y social. Las leyes
sobre la materia son escasas, anacrónicas y medicalizadas; los proyectos de
ley continúan con un fuerte sesgo geriátrico, reflejo de un interés formal, que
no rebasa los planteamientos tradicionales y es incapaz de ver la necesidad
de incidir sobre políticas sociales para la vejez. De hecho, Venezuela no ha
hecho seguimiento alguno a los documentos internacionales que ha suscrito
referidos al manejo del problema del adulto mayor, de lo cual es muestra su
política de Estado en esta materia.
6 Sánchez, M. El apoyo social informal, pp. 362-363.
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Presionado económica y socialmente, en un país en crisis y en unos
entornos urbanos que dificultan la vida del grupo, alimentando la
individualidad a costa de los elementos de cohesión y apoyo mutuo; el grupo
llega -en los casos extremos- a tener que decidir a quién se prioriza; es decir:
quién se queda y quién se va. La dinámica social es implacable: los menores
son el centro de la atención, el anciano queda desplazado. La realidad de la
institucionalización se presenta y se estimula como alternativa a los nuevos
estatus y roles femeninos y a las dificultades económicas que merman las
posibilidades de sobrevivencia de los grupos domésticos numerosos. El
grupo familiar se achica por dos vías: menos hijos y exclusión de los
ancianos, bien por vía de la no cohabitación o de la institucionalización.
Conclusiones
Existe un fenómeno real, particularmente evidente en las áreas más
urbanizadas: la fragilidad del núcleo familiar. Esta fragilidad afecta a la familia
como fuente de apoyo para el anciano, además de asociarse a otros
fenómenos como el elevado número de divorcios, la soltería y las uniones
libres.
Ha habido un cambio en las formas de operación de las distintas
familias y, contradictoriamente, las familias pobres, extensas modificadas,
poseen mayor margen de maniobra ante los cambios estructurales y por
tanto en ellas se ve menos afectado el apoyo al anciano. No sucede lo
11. 11
mismo con las familias de tipo nuclear, cuya conformación las hace
particularmente débiles para lograrlo, pero que tienen la facilidad de acceder
a la institucionalización por vía privada por corresponderse en su mayoría a
estratos medios y altos.
Lo que sucede es un fenómeno triste y doloroso, por el cual la
sociedad de consumo va, progresivamente, favoreciendo la inserción social
de ciertos individuos -como la mujer- y negando a la vez estructuras de
apoyo y atención al anciano, que ve perderse su tradicional soporte,
sacrificado en aras de ingresar al contingente femenino como productor y
consumidor extra hogar, sin lograr mecanismos alternativos para garantizar
su estabilidad tanto social como al interior de su núcleo familiar.
Es concluyente que una familia extensa, con presencia de mujeres,
sobre todo hijas, es la mayor fortaleza del anciano para recibir apoyo social
informal, estando mejor posicionada la anciana que el anciano debido a que
ejerce mayores funciones al interior del hogar.
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ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN
1.- Defina el concepto familia.
2.- Cuáles son los tipos de familias más comunes en textos de ciencias
sociales.
3.- Qué es una familia matrifocal.
4.- Describa la figura de la mujer-madre en el hogar matrifocal.
5.- Describa la figura del varón-padre en el hogar matrifocal.
6.- Describa la figura de la prole en el hogar matrifocal.
7.- Describa la figura del adulto mayor en el hogar matrifocal.
8.- Qué particularidad presenta la familia matrifocal en las familias pobres
urbanas con respecto al varón-padre.
9.- En qué consiste el problema llamado “feminización de la pobreza”.
10.- En qué consiste la falta de equidad detectada por el CELADE en cuanto
a la mujer de América latina.
11.- Qué países del mundo presentan mayores avances en participación y
representación femenina en todos los ámbitos, y qué países los menores
avances.
12.- Por qué se afirma que la inserción de la mujer en el mercado laboral se
ha dado en condiciones desventajosas.
13.- Explique el problema del cuidado y apoyo al anciano para la mujer que
trabaja.
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BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
- Fernández, Liana. Hábitos de crianza y estructura familiar en familias
corianas: estudio exploratorio. Trabajo de ascenso (Inédito). Área Ciencias
de la Salud, Departamento de Trabajo Comunitario, Universidad Nacional
Experimental Francisco de Miranda. Coro, Venezuela, 1995.
- Fernández, Liana y Reyes, Lila. “Control de comportamiento en familias
extensas”. En: Croizatia, Vol. 1, Nº 1, enero-junio de 2000, pp. 39-45.
- Fromm, Horkheimer, Parsons y otros. La familia. Ediciones Península,
España, 1974.
- Hurtado, Samuel. Trabajo femenino, fecundidad y familia popular-urbana.
Ediciones UCV, 1995.
- Hurtado, Samuel. Cultural matrisocial y sociedad popular en América latina.
Edición FACES-UCV-Fondo editorial Tropykos, Caracas, 1995.
- Moreno, Alejandro. La familia popular venezolana. Edición Fundación
Centro Gumilla, Col. Curso de formación sociopolítica, Nº 15, Caracas, 1997,
segunda edición.
- Platone, María. Familia y sociedad. Edición FHE-UCV, Col. Cuadernos de
Postgrado Nº 19, Caracas, 1999.
- Sánchez, Yulitza. La familia como un apoyo para el anciano. Urbanización
Cruz Verde. Coro, estado Falcón. Trabajo especial de grado (Inédito).
Programa de Gerontología, Área Ciencias de la Salud, Universidad Nacional
Experimental Francisco de Miranda. Coro, Venezuela, 1999.
- Sívoli, Ligdia. Modelo social de envejecimiento. Barrio Pueblo Nuevo. Coro.
Trabajo especial de grado (Inédito). Programa de Gerontología, Área
Ciencias de la Salud, Universidad Nacional Experimental Francisco de
Miranda. Coro, Venezuela, 1994.
14. 14
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
- Buvinic, Mayra. “Mujeres en la pobreza: un problema global”. En: Foreing
Policy. Edición venezolana. Enero 1998, Nº 1, pp. 28-34.
- Castellan, Ivonne. La familia. Edit. FCE, Col. Breviarios Nº 394. México,
1995.
- Cohen, Bruce. Teoría y problemas de introducción a la sociología. Edit.
McGraw-Hill, México, 1986.
- Hurtado, Samuel. Matrisocialidad. Edición EBUC-FACES, Caracas, 1998.
- Le Gall, Didier. Aproximación sociológica al estudio de la familia. Edición
LUZ-Universidad de Caen, Francia. Maracaibo, 1994.
- Sánchez, M. “El apoyo social informal”. En: Anzola y otros (Edits.) La
atención de los ancianos: un desafío para los años noventa. Edición OPS,
Washington, 1994, pp. 360-367.
- Vethencourt, José. “La estructura cultural atípica y el fracaso histórico
cultural en Venezuela”. Revista SIC Nº 362, Caracas, febrero de 1974. pp.
67-69.
- Vethencourt, José. “Hacia el poder social de la familia”. Memorias de las I
Jornadas Nacionales de Organización y Participación Social de la Familia.
Caracas, 1988.
- Yedra, Yulianys. Status y roles del anciano en el medio rural. Trabajo
especial de grado (Inédito). Programa de Gerontología, Área Ciencias de la
Salud, Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda. Coro,
Venezuela, 1995.
FUENTES HEMEROGRÁFICAS
- La Fuente, Sandra. “Cuando la fertilidad eterniza la pobreza”. El Universal,
Caracas, 12 de diciembre de 1991, 4-1.