2. Desde hace unos años:
Según estadísticas oficiales, el aumento de la
participación de la mujer en el mercado del
trabajo, ha ido acompañado de un
incremento en su nivel de escolaridad
3. Sin embargo…
La inserción en el mundo del trabajo no se produce en
un marco de igualdad de condiciones con los
hombres, ya que las mujeres se insertan con ciertas
desventajas que dificultan su acceso y
permanencia.
Debido a pautas culturales que asignan roles femeninos
y masculinos en la sociedad, las mujeres que trabajan
viven una situación de doble responsabilidad
-hogar/trabajo- que les provoca una serie de
conflictos, para su desarrollo personal y profesional.
4. Ello se refleja en las siguientes problemáticas:
Concentración de las mujeres en un conjunto
reducido de ocupaciones que se definen como
típicamente femeninas en términos culturales.
Brecha salarial entre varones y mujeres.
Concentración de las mujeres en los puestos de
menor jerarquía de cada ocupación, con
restricciones para acceder a tareas de dirección y
control.
Además, la división sexual de trabajo y las
desigualdades de género en el hogar condicionan el
acceso y el control de los recursos materiales y
sociales y la participación en la toma de decisiones
tanto dentro del hogar como fuera de él.