40 revelación profética para desarrollar discernimiento entre lo santo y lo profano

Ministerio Profético Impacto de Dios

Gobierno del Dios Eterno en la tierra
Tabernáculo de la Nueva Jerusalén

Revelación Profética para Desarrollar
Discernimiento entre lo santo y lo profano
Primera Edición - Octubre 2013

Ezequiel 22:26 "Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis
cosas sagradas. No hacen diferencia entre lo santo y lo
profano, ni enseñan a distinguir entre lo impuro y lo puro. Con
respecto a mis sábados esconden sus ojos, y he sido profanado
en medio de ellos.
Ezequiel 44:8 No habéis guardado las ordenanzas respecto de
mis cosas sagradas, sino que habéis puesto extranjeros para
guardar las ordenanzas de mi santuario a vuestro gusto.
Apocalipsis 22:11 El que es injusto, haga injusticia todavía. El
que es impuro, sea impuro todavía. El que es justo, haga
justicia todavía, y el que es santo, santifíquese todavía.

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Índice General

Pág.
Introducción
2
A. Antecedentes sobre la santidad
2
B. Porqué hoy es importante aprender a discernir entre lo santo
y lo profano
3
C. Lo inmundo, lo impuro, lo puro y lo santo
4
D. Requisitos para que algo sea aceptado y considerado como
santo por el Eterno
6
E. Clasificación de las cosas santas
9
F. La diferencia entre lo Santo y lo Profano
12
G. Cómo se profanan hoy las cosas santas del Eterno
18
H. Sanciones establecidas por la ley del Señor para aquellos
que profanen sus cosas santas
19
I. El ministerio del portero como guardián de los lugares y de las
cosas santas
20

Levíticos 22:15 No profanarán, pues, las cosas sagradas que
los hijos de Israel apartan para Jehovah

1


Introducción
Lo que he escrito aquí no me fue enseñado por sangre y carne
Gálatas 1:12, sino que me fue revelado por mi Padre Eterno a
través de su Santo Espíritu, y lo pongo a su disposición para
que se prepare y así sea digno de ser librado de la ira que
pronto vendrá sobre nuestras naciones, pues el Señor en este
tiempo quiere un pueblo verdaderamente santo 1 Pedro 1:1516 y que respete sus cosas santas Levíticos 22:2.
En este tiempo el pueblo del Señor habla mucho de santidad,
pero tiene solo conceptos humanos, opiniones e
interpretaciones sobre la misma, pues para obtener el
verdadero conocimiento y entendimiento de la santidad, se
necesita la revelación del Padre Eterno y Santo. Por esa razón,
lo que de gracia hemos recibido, lo damos de gracia Mateo
10:8, para que todo el pueblo del Señor reciba y entienda en
parte la revelación que hemos recibido de la santidad del Señor,
así como la diferencia entre lo que es santo y lo que es profano,
y de esta manera se santifique más Apocalipsis 22:11 y
perfeccione su santidad a través del conocimiento que el Señor
da 2 Corintios 7:1.
Este material es una introducción para poder entender la “Ley
del Santuario y de la Santificación” que pronto publicaremos por
este mismo medio. Ley fundamentada en las Sagradas
Escrituras y que regirá los lugares santos y la santidad del
Reino del Señor en Venezuela y en la tierra.

A. Antecedentes sobre la Santidad
Éxodo 3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies,
porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
El termino santo, santificar, santuario o santidad solo aparece
una sola vez en Génesis (Génesis 2:3) cuando hace referencia
al día de reposo, pero aparece 839 veces en 744 textos del
resto de los libros del pentateuco (este conteo fue realizado
sobre la versión Reina Valera 1960). En cambio el término


justo, justicia, injusto, injusticia o sus similares aparece en
Génesis al menos 15 veces. Esto nos aclara, que el Dios Eterno
inicialmente enseñó su justicia y demandaba justicia a su
pueblo (justicia y santidad no son lo mismo aunque están muy
vinculadas). La Sagrada Escritura menciona que el Eterno
encontró que Noé era un hombre justo Génesis 6:9 (pero no
dice que era santo). También dice que Abraham creyó al Padre
Celestial y actuó conforme a su fe, por lo que su fe le fue
contada por justicia Génesis 15:6, por tanto Abraham por haber
creído y por haber actuado con justicia fue declarado por el
Eterno como un varón justo Santiago 2:21-24 (no dice que
Abraham era santo).
En cambio, en Éxodo la palabra santidad, santo o sus similares
aparece al menos 50 veces y la primera vez que se nombra, es
cuando el Dios Eterno se aparece a Moisés y le dice que quite
el calzado de sus pies porque estaba en un lugar santo.
¿Moisés conocía y entendía la profundidad y el significado de la
palabra santo o santidad? Por supuesto que no. Cuando el
Eterno llama a Moisés al ministerio, conocía sobre la santidad
mucho menos de aquello que conoce la iglesia en este tiempo,
esto es, casi nada (nosotros tenemos la Sagrada Escritura,
Moisés no la tenía). Pero posteriormente el Señor comienza a
revelar a su siervo Moisés el significado de esta palabra y todo
lo que ella implicaba para un pueblo, porque su propósito era
levantar una nación con esa cualidad, es decir, una nación
santa Éxodo 19:5-6. En las revelaciones que recibe Moisés del
Señor y en sus escritos (en su mayoría en el libro de Levíticos)
nos dejó un gran legado sobre la santidad, pero
lamentablemente sus libros en este tiempo se leen como una
historia que ocurrió en el pasado y cuyo contenido
supuestamente no tiene vigencia para este tiempo ¿será eso
cierto? ¿Puede algo perder vigencia simplemente porque no se
entiende o comprende su aplicación?.

2


Las enseñanzas de Moisés sobre la santidad no han
perdido vigencia como algunos piensan
El capítulo 4 de Malaquías es una palabra profética dada para
los tiempos finales, esto es, para nuestro tiempo. Allí se
profetiza sobre el día de la ira del Eterno que pronto vendrá
sobre las naciones de la tierra y que aún no ha ocurrido para
nuestro tiempo Malaquías 4:1, Apocalipsis 6:15-17, pero allí
también hace una exhortación: "Acordaos de la ley de mi siervo
Moisés, a quien encargué en Horeb leyes y decretos para todo
Israel” Malaquías 4:4. Muchos cuando leen este capítulo solo
hacen referencia al ministerio conciliador de Elías (4:5-6), pero
obvian el ministerio legislador de Moisés a quien le fueron
dadas leyes y decretos para transformar a Israel en una nación
santa Levíticos 20:7-8. La Iglesia acepta los pocos
mandamientos que el Eterno declaró a su pueblo en el Sinaí
Éxodo 20:1-17 ¿pero esos mandamientos eran los únicos que
le fueron dados a Moisés en el Sinaí? Levíticos 27:34
Las más profundas enseñanzas sobre la santidad están en
el Antiguo Testamento
Las mejores y más profundas enseñanzas sobre la santidad no
están en el Nuevo Testamento ¿Por qué? Porque la santidad
no es algo que surge en el Nuevo Testamento, sino que, era un
tema muy bien conocido por los sacerdotes del antiguo pacto.
Además, Jesucristo, el apóstol Pablo y los demás apóstoles y
profetas no hicieron reformas profundas a la santidad ¿ahora el
Eterno es menos Santo que antes? ¿Ahora el Señor ya no
desea que su pueblo sea justo, puro, santo y perfecto?
Apocalipsis 11:22, Hebreos 12:14, ¡Claro que no!. Cuando el
apóstol Pablo hablaba de la pureza y de la santidad 2 Coríntios
7:1, 1 Tesalonicenses 3:13, 4:4, lo hacía en los mismos
términos o bajo los mismos principios que la enseñaron Moisés
y los profetas, pues las enseñanzas del apóstol estaban
fundamentadas en los escritos de Moisés y de los profetas
Hechos 26:22, 28:23, por tanto, si usted parte sólo de las
enseñanzas del Apóstol Pablo para entender lo que es la


santidad, va a llegar a conceptos incompletos y errados, pues
aún Pablo usaba el Antiguo Testamento para enseñar sobre la
santidad que demanda el Señor de su pueblo. Por lo tanto, la
verdadera revelación de la santidad no está en el Nuevo
Testamento sino en el Antiguo, por esa razón la santidad en
este tiempo es un misterio que necesita ser revelado por el
Padre Eterno Apocalipsis 10:7, 22:11.

B. Porqué hoy es importante aprender a discernir
entre lo santo y lo profano
Ezequiel 44:23 Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia
entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo
limpio y lo no limpio.
Cuando el Eterno va a habitar entre los hombres, elige un lugar
en la tierra para hacerlo su Santuario o el lugar de su morada
Deuteronomio 12:5, 16:16 y allí edifica su tabernáculo conforme
a sus diseños Éxodo 25:8-9, Ezequiel 37:25-28 pero también a
través de sus leyes (ordenanzas) Ezequiel 44:8, enseña a ese
pueblo entre los cuales va a habitar, para que le den el trato
debido a las cosas santas y a los lugares santos que Él ha
elegido para habitar entre los hombres Levíticos 22:2, Ezequiel
44:9. Por esa razón, una de las responsabilidades del
sacerdocio del linaje de Aarón era enseñar al pueblo a hacer
diferencia entre lo santo y lo profano Levíticos 10:8-11, Ezequiel
44:23. Cuando un pueblo no hace diferencia o no discierne
entre lo santo y lo profano, trata las cosas santas del Dios
Eterno como si fueran cosas comunes o profanas, tratan los
lugares santos (lugares que el Eterno ha apartado o se le han
consagrado) como si fueran lugares profanos. De igual manera,
Ellos mismos que han sido llamados a ser santos, se conducen
como un pueblo profano, profanando de esta manera su santo
nombre ante los demás pueblos Ezequiel 22:26, 36:21, 23.
En el pasado quizás no era tan importante este conocimiento
que me propongo transmitirle mediante este material (hace 50
3


años por ejemplo), primero porque estábamos en un tiempo de
ignorancia 1 Samuel 3:1 y segundo porque no era el tiempo
profético para hacerlo, pues el Dios Eterno no tenía su
Santuario en la tierra. Pero en este tiempo, ahora si es
importante y los que menosprecien este conocimiento sufrirán
por su ignorancia Oseas 4:6, porque ya se acerca el tiempo de
la gloria postrera de la Casa del Dios Eterno en la tierra
Hageo 2:4-5,9, tiempo del que profetizó Hageo, pero esto no
ocurrirá sin que antes sean estremecidos los cielos y la tierra
Hageo 2:6-7, Joel 3:16, esto es, el día de la ira del Señor
Sofonías 2:1-3, Malaquías 4:1, Abdías 15, Apocalipsis 11:15-18,
y por eso debemos regresar nuevamente a las sendas
antiguas, esto es, a las ordenanzas que el Dios Eterno le
enseñó a Moisés en el desierto Malaquías 4:4, porque el pueblo
del Señor va a ser enviado nuevamente al desierto Apocalipsis
12:14, al desierto de las naciones Ezequiel 20:33-38, porque
primero es el desierto y luego es el Reino Apocalipsis 12:14,
11:15.
La anarquía generada como consecuencia de la falta de una
doctrina sólida como la que enseñaba el Apóstol Pablo en su
tiempo, le ha hecho mucho daño a la Iglesia de Jesucristo
Isaías 5:13, Oseas 4:6. Solo aquellos ministros del sacerdocio
actual que entiendan estas cosas y que hagan conforme a la
voluntad del Dios Eterno para este tiempo, formarán parte del
nuevo sacerdocio del linaje de Sadoc 1 Samuel 2:28-36, que
utilizará el Señor para ministrar en sus lugares santos que muy
pronto levantará en Venezuela y en las demás naciones
Ezequiel 44:10-16. Sacerdocio que también usará para enseñar
al pueblo a discernir entre lo santo y lo profano Ezequiel 44:23,
Apocalipsis 22:11, porque el Santuario del Dios Eterno
estará otra vez en la tierra como lo estuvo en los tiempos de
Moisés y de Salomón Éxodo 25:8-9, 1 Reyes 6:11-13, Ezequiel
37:24-28. Este es un tiempo de vino nuevo y de convertirnos en
odres nuevos, porque el Dios Eterno habitará entre nosotros
Levíticos 26:10-12, Lucas 5:38.


C. Lo inmundo, lo impuro, lo puro y lo santo
1 Tesalonicenses 4:7 Porque Dios no nos ha llamado a la
impureza, sino a la santificación.
Para discernir entre lo santo y lo profano, también es necesario
previamente saber discernir entre lo que es puro e impuro, pues
todo lo santo debe ser necesariamente puro. Veamos los
siguientes conceptos:
Inmundo: es todo aquello que es impuro, pero que por su
condición o naturaleza nunca llegará a ser puro. Ejemplo: el
cadáver de un animal impuro Levíticos 5:2 o el cadáver de una
persona Números 19:11,13, el cerdo Levíticos 11:7-8 y demás
animales impuros Levíticos 11:1-47, o algún objeto de barro que
se haya contaminado de impurezas Levíticos 11:33,15:12,
Números 19:15 por cuanto no pueden ser purificados de
ninguna manera, entonces se consideran inmundos. La
naturaleza del hombre no es ser inmundo, pero necesita ser
purificado a través de la palabra del Eterno y de la sangre de
Jesucristo para ser limpios y puros Ezequiel 36:25, Juan 15:1-3,
17:17 Hechos 10:15, Efesios 5:26, Hebreos 9:22. La escritura
también describe a los espíritus de las tinieblas como inmundos
ya que ellos no podrán ser purificados jamás Mateo 12:43,
Marcos 5:8.
Impuro: es toda aquella persona que no ha sido lavada por la
Palabra del Eterno Ezequiel 36:25 y de la preciosa sangre de
Jesucristo Hebreos 9:22, es decir, todo impío es impuro. Pero
también lo es toda aquella persona o cosa que estaba pura y
luego se contaminó de cualquier manera con impurezas
Levíticos 22:5. Estas personas o cosas podrán posteriormente
alcanzar su estado de pureza nuevamente, después de aplicar
el respectivo procedimiento para la purificación según lo
establece la Ley de Santidad Levíticos 11:32, 39-40. La persona
impura que no se purifique correctamente corre el riesgo de
contaminar el Santuario del Eterno, las personas y las cosas
santas Levíticos 15:31, Números 19:20, 22.
4



ha sido consagrado y apartado para el Eterno Éxodo 30:25-30.
Solamente lo puro puede ser santificado Números 3:13, 18:15,
1 Timoteo 4:5. Lo impuro solo puede ser santificado cuando sea
puro Hechos 10:15, 28 y lo inmundo nunca podrá ser
santificado Números 18:15, Éxodo 3:20. (Por esa razón solo se
debe usar el aceite que es símbolo del Espíritu Santo para ungir
a personas del pueblo de Dios y no a impíos Éxodo 30:31-33,
Romanos 15:16, 1 Pedro 1:2, Santiago 5:14.

La carne de cerdo y su grasa es aceptada como un alimento por
muchas culturas, pero no es aceptada como alimento en el Reino del
Eterno porque fue, es y será un animal inmundo Deuteronomio 14:8.
Jesucristo no murió en la cruz para hacer limpio al cerdo que era
inmundo, por tanto este y otros animales aceptados como alimentos
por culturas paganas son rechazados bajo los principios del Reino. La
persona que come carne de estos animales se hace detestable para
el Señor Levíticos 20:25-26.

Puro: es toda aquella persona que ha sido lavada por la
Palabra y la Sangre de Jesucristo y no se ha contaminado con
impurezas Juan 15:3, Hebreos 9:13-14. También lo es todo
animal clasificado por el Eterno y su ley como puro Génesis 7:23, Levíticos 11:1-47, 20:25 o toda cosa u objeto que no se ha
contaminado con algún tipo de impurezas, según lo establece el
Eterno en sus leyes. También se dice a toda persona o cosa
impura al que se le ha aplicado el procedimiento establecido
para la purificación Levíticos 11:32, 39-40. Para que algo o
alguien sea puro, primero debe ser limpio (debe ser lavado o
purificado) Levíticos 14:8, 15:8, 15:13.
Santo: (kadosh) se dice a toda persona, animal, lugar o cosa
que cumple con los requisitos exigidos para ser santificado
(debe ser puro, limpio, hermoso, acepto y perfecto) y que luego

Efectos de la interacción entre lo inmundo, lo impuro, lo
puro y lo santo
Es muy importante tener presente los resultados de la
interacción o cuando entran en contacto personas, lugares y
objetos que presentan distintos estados de pureza:
Cuando algún objeto o persona pura entra en contacto con
un objeto inmundo, se puede contaminar haciéndose
impura Números 19:22. La ley del Eterno establece en qué
situaciones y bajo qué condiciones se contamina y en cuáles
no.
un objeto o persona impura, se puede contaminar
haciéndose impura Números 19:22. La ley del Eterno
establece en qué situaciones se contamina y en cuáles no.
Cuando algún objeto o persona que se ha santificado entra
en contacto con un objeto inmundo se puede contaminar
profanándose Números 6:6-9.
Cuando algún objeto o persona que se ha santificado entra
en contacto con un objeto o persona impura se puede
contaminar profanándose Números 6:6-9, Hageo 2:13.
un objeto o persona santa, esta es santificada haciéndose
por tanto santa Éxodo 29:37, Levíticos 6:27, Ezequiel 44:19,
Mateo 23:19.

5


Un basurero es un ejemplo de un lugar impuro. Si usted entra y se
pasea por un basurero, es difícil que no se contamine y por tanto
salga impuro de ese lugar.

Presentaremos de otra manera lo que acabamos de explicar. El
signo más (+) significa el contacto y el signo igual (=) significa el
resultado de ese contacto.
Puro + impuro = impuro (lo puro es contaminado)
Puro + inmundo = impuro (lo puro es contaminado)
Santo + impuro = impuro (lo santo es profanado)
Santo + inmundo = impuro (lo santo es profanado)
Puro + Santo = Santo (lo puro es santificado)
Todas estas cosas tienen su fundamento en las leyes y
ordenanzas del Eterno, que luego explicaremos con más
detalles en este y otros materiales.


Las personas que se acercan a las cosas santas deben
estar puras
Levíticos 22:3 "Diles: ‘A través de vuestras generaciones, todo
hombre de vuestros descendientes, que estando impuro se
acerque a las cosas sagradas que los hijos de Israel consagran
a Jehovah, tal persona será excluida de delante de mí. Yo,
Jehovah.
Tomando en consideración el resultado o efecto producido
cuando interactúan o entran en contacto cosas santas con
cosas impuras o inmundas, cabe señalar lo siguiente: las
ordenanzas del Dios Eterno establecen que solamente las
personas que están puras pueden tener acceso a las cosas
santas, entre ellas cito como ejemplo: ministrar desde los
altares por cuanto son lugares santos, tocar o cantar como
ministro de adoración, hacer guerra espiritual, celebrar las
fiestas del Señor por cuanto son santas, consumir alimentos
que han sido santificados a través de las fiestas, entre otros.
Para entender mejor, lo que se debe hacer para mantenerse
puro y así poder acercarse a los lugares y cosas santas, es
imprescindible que estudien el material “Revelación profética
para desarrollar discernimiento entre lo puro y lo impuro” 1
Tesalonicenses 4:7, Apocalipsis 22:11.

D. Requisitos para que algo sea aceptado y
considerado como santo por el Eterno
Las sagradas escrituras señalan distintas características y
requisitos que deben cumplir todas aquellas personas, lugares
o cosas que han sido consagradas para el Señor. Lo santo
debe ser hermoso Salmos 29:2, 96:6, 110:3, debe ser puro
Levíticos 10:10, 2 Corintios 7:1, Éxodo 34:19-20, debe ser
limpio Levíticos 11:36, 14:4, debe ser acepto o agradable para
el Dios Eterno Levíticos 22:27, 1 Samuel 2:26, Filipenses 4:18,
debe ser perfecto Levíticos 22:20, Salmo 50:2, Mateo 5:48 y
debe ser apartado o consagrado exclusivamente para el
Eterno Levíticos 27:9, Números 6:8, 2 Timoteo 2:21. Veamos
6



cada uno de estos requisitos de manera detallada para su
mayor comprensión.

porque a través de ellos, el Eterno muestra la pureza de su
santidad Levíticos 22:2-3, Ezequiel 36:23.

1. Todo lo santo es puro
El Eterno enseñó al sacerdocio y al pueblo a discernir entre lo
puro y lo impuro (algunas versiones traducen limpio y no limpio)
Levíticos 10:10, Ezequiel 44:23, 2 Corintios 7:1, Apocalipsis
22:11, porque lo que es impuro no puede ser santificado. La
impureza puede formar parte de la naturaleza de las cosas, por
ejemplo, el Eterno creó animales puros e impuros Génesis 7:23, Levíticos 11:7-8, 20:25, esa es su naturaleza, así fueron
creados. Ni usted ni yo podemos cambiar esa naturaleza. Por
esa razón, el Dios Eterno no permitía que animales impuros
fueran dados en primicias, ofrendas o votos, pues todo aquello
que era dado en primicias, ofrendas o votos era santificado, por
cuanto todo lo que pertenece al Señor es santo, como lo es Él
Éxodo 13:12-13, 34:19-20, Números 18:15-17, Levíticos 22:2.
Toda persona impía o que no ha sido lavada por la Sangre de
Jesucristo es impura, pero aquel que acepta al Señor Jesucristo
de verdad, viene a ser purificado Hechos 10:15 por su Sangre
Hebreos 9:13-14.

2. Tolo lo santo es limpio
Para que algo sea puro, necesariamente también debe ser
limpio (como señalamos antes, muchas versiones de las
Escrituras traducen la palabra puro por limpio). La ley del
Eterno establece que aquello que estaba impuro, para ser
purificado tenía que ser lavado con agua Levíticos 15:11 o ser
pasado por fuego (dependiendo del caso) Números 31:19-24.
Por esa razón, lo sucio o contaminado no puede ser santo
Zacarías 3:3-7 y cuando usted ensucia algo que ha sido
consagrado para el Señor, lo está profanando Éxodo 31:14. Los
lugares, personas y cosas que han sido apartadas para el
Señor para ser santos, deben permanecer limpios, porque a
través de ellos, el Eterno muestra la pureza de su santidad
Levíticos 10:3, 22:2-3.

Sin embargo, toda persona que ha sido purificada por el Señor
se puede contaminar de diversas maneras, por eso el Eterno
enseñó a su pueblo costumbres y estatutos Levíticos 20:7-8, 25
a través de los cuales, si el pueblo los cumplía y guardaba no
se contaminaría y se mantendría puro el mayor tiempo posible.
Le recomiendo estudiar detenidamente el material “Los
Estatutos del Eterno para su Reino en la Tierra”, para que
profundice más sobre este tema. El Eterno a través de sus
leyes (Estatutos y Ordenanzas) enseñó a su pueblo a
mantenerse alejados de todo tipo de impurezas, porque esto
afecta la santidad (para que algo sea santo necesariamente
debe ser puro) Números 5:1-4, Levíticos 5:3-4, 21:1-4, Ezequiel
44:25. Los lugares, personas y cosas que han sido apartadas
para el Señor para ser santos, deben permanecer puros,

3. Todo lo santo es acepto o agradable al Señor
Para que algo sea consagrado y santificado para el Dios Eterno
tiene que ser acepto o agradable al Señor Levíticos 22:23, 1
Samuel 2:26, Malaquías 1:8, Efesios 5:10. Hay cosas que son
aceptas o agradables para el hombre desde su propia manera
de pensar, pero que pueden ser no aceptas para el Eterno. El
pueblo del Señor en este tiempo hace muchas cosas para el
Dios Eterno pensando que le son gratas, pero no es así y la
causa está en que no le conocen Jeremías 9:23-24. ¿Cómo
puedes agradar a alguien que no conoces?. Si le vas a preparar
alimentos a alguien para agradarle, ¿Cómo le puedes agradar
si no sabes lo que le gusta a esa persona?. Por tanto,
preocúpate por conocer a tu Señor para agradarle cada día más
Oseas 6:6.
En este tiempo, el sacerdocio organiza los cultos con el
propósito de agradar a los invitados y asistentes ¿será que
agradan al Señor? Gálatas 1:10. ¿no es esto quemar fuego
extraño y profanar los altares? Levíticos 10:1-2.
7


4. Todo lo santo es hermoso
La hermosura tiene que ver con la presentación exterior de las
cosas, de cómo se ven a la vista de las personas Éxodo 28:2.
Pero esa hermosura exterior debe ser un reflejo o una
proyección de lo que hay adentro (la pureza) Mateo 23:27. Por
esa razón, no puede ser santificado aquello que tenga defectos
Levíticos 1:3. Por ejemplo, si usted va a consagrar una casa
para el Señor, debe lucir hermosa o al menos tener buena
presencia. Si usted va a consagrar un vehículo para el Señor,
debe lucir hermoso o al menos no estar chocado y estar bien de
pintura. Recuerde que todo lo que consagramos para el Señor,
es santificado y el Dios Eterno lo utilizará para mostrar la
hermosura de su santidad. Jerusalén fue una ciudad santa y
por tanto una ciudad hermosa, porque ella reflejaba la
hermosura de la santidad del Dios Eterno Salmos 50:2.
5. Todo lo santo es perfecto
El Dios Eterno es perfecto y demanda de nosotros perfección
Mateo 5:48. La santidad está relacionada con la perfección y la
perfección se alcanza andando en el camino angosto que
señala el Señor a través de sus leyes Génesis 17:1, sin
desviarse ni a la izquierda, ni a la derecha Génesis 26:5. Más
adelante hablaremos sobre la complementariedad de la
santidad, donde se entenderá más sobre como la santidad
demanda y requiere perfección.
6. Todo lo santo es apartado y consagrado para el Señor
Hay dos razones para que algo sea considerado apartado o
consagrado para el Señor
a)
Que el Dios Eterno la haya tomado para sí, es decir, que
fue su decisión soberana haber elegido y apartado un lugar, un
objeto, una persona Jeremías 1:5 o una nación para hacerla
suya Levíticos 20:26.
b)
Que el pueblo de manera voluntaria, consagre o aparte
algún lugar, objeto o persona exclusivamente para servir y


honrar al Señor,
Levíticos 22:2.

a través de una primicia, ofrenda o voto

Estudiaremos estos dos casos de manera más profunda para
que lo puedas entender.
a) Personas, lugares u objetos que el Eterno aparta para sí
Las Sagradas Escrituras nos presentan diversos ejemplos de
cómo el Dios Eterno eligió lugares, personas y cosas para sí y
por tanto estas fueron santificadas, veamos:
Eligió, apartó y santificó a Aarón y su linaje para que fueran
sus sacerdotes Éxodo 30:30, por tanto, ellos y sus hijos en
todas las generaciones estarían consagrados para ministrar
en los lugares más santos Números 18:7.
Eligió, apartó y santificó la fórmula para preparar el aceite de
la santa unción, esa fórmula no podría ser utilizada para
ningún otro propósito, sino solo para ungir y santificar
lugares, personas y objetos Éxodo 30:25-33.
Eligió un lugar, tribu o territorio de Israel para habitar entre
su pueblo Deuteronomio 12:5,11, así como eligió un lugar en
este tiempo para habitar entre nosotros su Iglesia que está
en las naciones gentiles y ese lugar está en Venezuela.
Eligió a Israel de entre todas las naciones de la tierra y los
apartó para hacerlos suyos Levíticos 20:26.
Mandó a edificar un tabernáculo y un templo, una edificación
que sería su Santuario para habitar en la tierra entre los
hombres Éxodo 25:8-9, 1 Reyes 6:11-14 Zacarías 2:10, 8:3.
Todos estos ejemplos que hemos mencionado representan
personas, objetos y lugares que el Eterno apartó para sí y por
tanto, se les tenía que dar el trato merecido, por cuanto eran
personas lugares y cosas muy santísimas Éxodo 30:29,
Números 18:2-4. Cuando el sacerdocio y el pueblo no les daba
el trato que el Señor les había enseñado a través de sus
ordenanzas o leyes Levíticos 22:9, estas cosas santísimas
8


eran contaminadas y profanadas, constituyendo esto un pecado
que trae graves consecuencias a los transgresores Ezequiel
22:26, 31.
b) Personas, lugares u objetos que el pueblo consagra o
aparta para el Señor
El pueblo puede consagrar al Señor: personas, lugares u
objetos a través de ofrendas voluntarias, votos y primicias
Deuteronomio 12:5-6. Luego que estas cosas son apartadas
pasan a ser santas o santísimas. En las sagradas escrituras
también tenemos algunos ejemplos para este caso:
Ana a través de un voto consagró a su hijo Samuel al Señor,
por tanto, este acto convirtió a Samuel en un varón santo 1
Samuel 1:11, 28.
Los dirigentes de Israel dieron ofrenda voluntaria al Señor al
culminar la edificación del tabernáculo Números 7:2-6
David y el pueblo ofrendaron voluntariamente al Señor: oro,
plata y otros metales para la construcción del llamado
templo de Salomón 1 Crónicas 29-1-9.
El trato a las cosas santas no se debe hacer según criterios
personales sino conforme a las ordenanzas del Eterno
Levíticos 22:9 Guarden, pues, mi ordenanza, para que no
lleven pecado por ello, no sea que así mueran cuando la
profanen. Yo Jehová que los santifico.
El trato correcto y aceptable a los lugares santos, a las cosas
santas, a los días apartados por el Señor como santos y a todas
las demás cosas santas del Eterno, no debe estar
fundamentado en criterios personales de los hombres, en
doctrinas evangélicas que provienen de reuniones y acuerdos,
sino fundamentado en las Leyes del Eterno, es decir, en las
ordenanzas que el Señor ha establecido para tal fin Levíticos
22:9, Ezequiel 44:8, Zacarías 3:7. Es por eso que ninguna
persona impía e ignorante de estas ordenanzas, debe entrar a


los santuarios del Eterno y mucho menos ministrar en sus
altares Ezequiel 44:5, 7,9; 1 Samuel 2:12-17. Aquel que es
llamado a dirigir y gobernar en la Casa del Señor debe: amar,
conocer, entender y cumplir todas las ordenanzas establecidas
por el Señor Zacarías 3:7, por cuanto Él es muy celoso con sus
lugares y cosas santas.

E. Clasificación de las cosas santas
A continuación mencionaremos una lista de las personas y
cosas que el Eterno aparta para ser santas, para su mejor
comprensión:
1.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

Los lugares o territorios declarados como santos por el
Eterno como: un territorio Éxodo 3:5, Números 35:33-34,
una ciudad Isaías 52:1, el altar desde donde se ministra
al Señor Éxodo 20:25.
Los inmuebles o edificaciones consagrados para el
Eterno, como el tabernáculo, templo Ezequiel 44:7, 2
Crónicas 29:5 o Casa del Señor.
Las cosas u objetos que han sido consagrados para el
Eterno como vehículos Números 7:3, mesas,
instrumentos musicales, las sillas del templo, las
vestiduras usadas para ministrar, los equipos usados
para el culto como plantas, micrófonos, computadoras y
otros Levíticos 22:2, 15.
Los alimentos puros y santos como los utilizados en
las fiestas sagradas o los dados en ofrendas, votos y
primicias 1 Samuel 21:4.
Los dineros (su valor) o tesoros que han sido
consagrados al Señor a través de diezmos, ofrendas,
votos y primicias Números 18:32.
Las personas que se han consagrado al Eterno para
ejercer un ministerio Levíticos 21:9 y en general todos
sus siervos Levíticos 25:55, Números 12:1, 8-9.
Los días apartados por el Eterno como días que se le
deben consagrar, tales como los días de reposo de cada
9


8.

9.

semana Éxodo 31:14, Nehemías 13:17, Isaías 56:2, 6;
Ezequiel 20:13, 21, 22:8 y los días de fiestas sagradas
Levíticos 23:2.
Las reuniones sagradas o cultos Joel 2:16. El servicio
consagrado al Eterno (culto) Levíticos 10:1-3 y todo lo
que se hace en él (la enseñanza de la Palabra, la
adoración, la oración, la alabanza).
Las fiestas: un pueblo santo solo celebra fiestas santas
y estas fiestas deben ser celebradas siguiendo los
estatutos que el Eterno ha establecido para su
celebración porque si no las profanamos Levíticos 23.

Cuando estas cosas no son tratadas por el pueblo, como cosas
santas o santísimas, entonces cometen el pecado de
profanarlas Levíticos 22:15, Nehemías 13:17-18.
Diferencia entre lo santo y lo santísimo
El Señor nos enseña en su Palabra que existen distintos niveles
de santidad y por tanto Él hace diferencia entre:
Personas santas como el pueblo y los levitas Números 18:6
y personas santísimas como los sacerdotes Números 18:7
y el Sumo Sacerdote.
Cosas santas como aquellas que se usaban en los lugares
santos y las cosas santísimas como aquellas que estaban
en el lugar santísimo Éxodo 26:34, 1 Reyes 6:19.
Lugares menos santos como el atrio, lugares más santos
como el lugar donde estaban el candelero y la mesa de la
proposición Éxodo 40:24, 26 y lugares santísimos como el
lugar donde estaba el arca y donde accedía solamente el
Sumo Sacerdote Éxodo 26:33-34.
¿Por qué el Señor diferencia entre cosas o personas santas
y cosas o personas santísimas? Porque las cosas más
santas o santísimas son aquellas que están más cerca de su
presencia, de los lugares que Él ha apartado como suyos para
habitar entre los hombres. Las personas más santas son las


que el Señor ha apartado para que ministren desde los lugares
más santos. El Eterno es Santo, Santo, Santo y se requiere una
santidad especial de los lugares, personas y cosas que están
más cerca de su presencia.
Aún en el cielo existen lugares santos y santísimos; los
lugares santos del cielo son aquellos lugares donde habitan y
permanecen los santos del Señor, mientras que los lugares
santísimos están reservados para aquellos que se les permite
estar más cerca de la presencia del Dios Eterno Apocalipsis
8:2-3, porque aún en el cielo hay un templo Apocalipsis 14:17,
16:17 y con un lugar santísimo Hebreos 9:11-12.
Los niveles de la santidad en el Monte Sinaí
Cuando el Eterno se revela a los Israelitas en este monte,
observamos tres áreas distintas, bien definidas y con sus límites
o fronteras Éxodo 19:12, 21:
El lugar santísimo: es el área del monte donde solo podían
subir Moisés y Aarón Éxodo 19:24, es decir, las personas
que más conocían, entendían y practicaban la santidad del
Señor Éxodo 24:1-2.
El lugar santo: es el área que está más cerca del monte y
donde estaban los sacerdotes del linaje de Aarón que se
acercaban al Señor. Éxodo 19:22, 24, Éxodo 24:1-2.
El atrio: es el lugar más apartado desde el monte y donde
iba a permanecer el pueblo Éxodo 19:21,23. Aún cuando el
pueblo no iba a estar sobre el monte como Moisés y Aarón,
también tuvieron que purificarse y santificarse porque iban a
estar cerca de la presencia del Señor Éxodo 19:10, 14-15.
Como podemos observar, el área más santa era para los
varones más santos y que más conocían acerca de la santidad,
esto es, Moisés y Aarón, mientras el área alrededor del monte
era para el pueblo, el cual no podía tocar o subir al monte
Éxodo 19:12, 21, 23. Aquí podemos ver que el Señor hizo
10


diferencia entre personas más santas y menos santas, así
como entre lugares más santos y menos santos.


El lugar santo donde podían acceder los demás ministros
sacerdotes y levitas llamados a servir en el ministerio Éxodo
26:33, Números 18:6.
El atrio o lugar menos santo, donde podía acceder el
pueblo Éxodo 40:8, Levíticos 6:26.
Los niveles de la santidad en el Templo de Salomón
El diseño del templo construido por Salomón también presenta
los tres distintos niveles de santidad:
El lugar santísimo o el lugar donde habitaba la presencia
del Eterno entre su pueblo. Allí estaban las cosas más
santísimas como el arca y los testimonios. En ese lugar solo
podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año 1 Reyes
6:20, Hebreos 9:25. El profeta Ezequiel vio como la gloria
del Señor salió del templo antes que este fuese profanado y
destruido por los babilonios Ezequiel 10:3-4, 11:22-23.
El lugar santo donde podían acceder los demás sacerdotes
y levitas llamados a servir en las cosas santas y en los
lugares santos 1 Reyes 6:17, 8:8
El atrio o lugar menos santo, donde podía acceder el pueblo
del Señor, 2 Crónicas 29:16, 1 Reyes 6:36

El Sinaí es el primer lugar que señala las sagradas escrituras como
santo, por esa razón Moisés tuvo que quitarse el calzado de sus pies
cuando se acercó a ese lugar mientras pastoreaba las ovejas por el
desierto Éxodo 3:5.

Los niveles de la santidad en el Tabernáculo
El diseño del Tabernáculo o Santuario del Señor también
presenta los tres distintos niveles de santidad:

Los niveles de la santidad en la visión del templo de
Ezequiel
La revelación que recibió el profeta Ezequiel sobre el Santuario
del Señor y el sacerdocio santo que ministrará en él, es una
palabra profética para el futuro y para tiempos de restauración,
por esa razón, esa palabra está aún vigente en nuestro tiempo.

El lugar santísimo o el lugar donde habitaba la presencia
del Eterno entre su pueblo. Allí solo podían entrar los
ministros que el Señor había llamado, preparado y
consagrado para acercarse a Él, es decir, Aarón y su linaje
Números 7:89, 18:7.

El lugar santísimo o lugar donde la presencia del Eterno
nuevamente estará en la tierra entre los hombres Ezequiel
8:3,9, 48:12, pero también el lugar donde podrán ingresar
los varones más santos del Señor y tener acceso a las
cosas más santas o santísimas Ezequiel 44:15, 16.
11


El lugar santo donde accederá el pueblo santo y entendido
en santidad de este tiempo y los que están llamados a servir
en las cosas santas como los levitas músicos, cantores y
porteros Ezequiel 44:10-14, 45:5, 48:13.
El atrio o lugar menos santo, donde estará el pueblo que
menos conoce y entiende sobre la santidad del Señor
Ezequiel 45:6, 48:15.
En las ordenanzas establecidas para el sacerdocio del antiguo
pacto, solo los levitas y sacerdotes tenían acceso a los lugares
santos Números 18:2-7. A los extranjeros y aquellos que tenían
defectos no se les permitía acceder a estos lugares
Deuteronomio 23:1-3, Sin embargo, para este tiempo todo el
pueblo santo del Señor tiene acceso para congregarse y adorar
en los lugares santos y para tocar las cosas santas, que en el
pasado estaban reservadas solo a los sacerdotes y levitas
Isaías 56:3-7, Zacarías 14:20-21, Hebreos 10:19-20.

Entre el lugar santo y el santísimo había una separación que
delimitaba perfectamente los dos lugares. El lugar santísimo estaba
reservado para el sumo sacerdote solamente. En este tiempo el lugar
santísimo corresponde al altar donde debe subir el sacerdocio que el
Señor eligió para ese lugar.


F. La diferencia entre lo Santo y lo Profano
Levíticos 10:10 para poder discernir entre lo santo y lo profano,
y entre lo inmundo y lo limpio
Ya explicamos muchos principios, restricciones y características
acerca de las cosas santas, ahora vamos a ver de manera más
detallada el significado de lo profano, para que desarrollemos
nuestro discernimiento entre lo santo y lo profano.
Profano es todo aquello que no cumple todos los requisitos
exigidos para que sea considerado santo
Ezequiel 22:8 Mis santuarios menospreciaste, y mis días de
reposo has profanado
Todo lo que no es santo, necesariamente es profano (son
antónimos o conceptos opuestos). Para que algo sea
considerado por el Eterno como santo, debe cumplir con todos
los requisitos que señalamos anteriormente, es decir, debe ser
puro, limpio, acepto o agradable al Señor, hermoso, perfecto y
apartado o consagrado exclusivamente para el Señor. Si falta
alguno de ellos, entonces deja de ser santo y se hace profano.
Por ejemplo:
Si una persona que es santa se convierte en una persona
rebelde a los mandatos del Eterno, entonces ya no es
acepto o agradable para el Señor, por tanto se hace profano
(por esta causa Saúl fue desechado de entre el pueblo
santo) 1 Samuel 15:22-23.
Si una persona santa se contamina voluntariamente en
aquellas cosas que no debe contaminarse, se hace impura y
por tanto se profana a sí misma Levíticos 20:25-26.
Si un instrumento musical de la Casa del Señor se presta
a un grupo para usarlo en una fiesta profana, el instrumento
se hace profano, porque no está realmente apartado o
consagrado para adorar al Señor. Este es un ejemplo de
profanación de las cosas santas.
12



Si un lugar (como un templo) que ha sido apartado o
consagrado al Señor, se utiliza para fines distintos para el
cual se ha apartado, tales como celebrar reuniones o fiestas
profanas y/o paganas, entonces el lugar se hace profano.
El día de reposo debe ser apartado y consagrado al Señor
y cuando hacemos nuestra propia voluntad en él, lo
profanamos Isaías 56:6-7, 13-14.
El pueblo del Eterno debe abstenerse de profanar su santuario,
sus cosas santas y todo lo consagrado, porque profanar estas
cosas, constituye un grave pecado delante del Señor Levíticos
22:15, y de esa manera profanamos su Santo Nombre delante
de los hombres y de las naciones Levíticos 22:2, Ezequiel 20:89, 13-14.
No todo lo profano es pecado
Es importante aclarar que no todo lo profano es malo o pecado.
Hay muchas cosas que hacemos todos los días que son
profanas, como por ejemplo jugar en el parque o hacer un
trabajo secular. Cuando jugamos en el parque usamos
vestiduras profanas como un mono y franela, igualmente
cuando trabajamos en algo secular usamos vestiduras profanas
como las que usa un mecánico o albañil. Lo importante es que
debemos evitar realizar aquellas cosas profanas que
constituyen pecado (como mentir o bailar), así como evitar
también realizar actos profanos en los lugares santos (como
celebrar cumpleaños), haciendo una mezcla entre lo santo y
lo profano, y por tanto cometer el error de profanar los lugares
santos y las cosas santas del Señor.

Celebrar una fiesta de cumpleaños es una actividad profana y por esa
razón no se debe realizar en los lugares santos como la Casa del
Señor porque la profanamos.

La profanación es un pecado, como la injusticia o rebeldía
Levíticos 22:15 No profanarán, pues, las cosas santas de los
hijos de Israel, las cuales apartan para Jehová
La profanación es un pecado, como lo es la injusticia, la
iniquidad o la rebeldía. La ley del Eterno establece que para
alcanzar el perdón de este pecado es necesario la confesión, el
arrepentimiento y la restitución Levíticos 5:15-16, 22:14-16. En
este tiempo la profanación de las cosas santas es una
iniquidad que practica el pueblo del Señor por causa de su
ignorancia. Le recomendamos estudiar el material “La ciencia
del pecado” para que entienda más sobre este tema en
particular.
Actos Santos y Actos Profanos
Actos Santos: son todas aquellas actividades que hacemos
para el Señor y que sus ordenanzas me ordenan y/o permiten
realizarlas dentro de los lugares santos, en las reuniones
santas, en los altares y en las fiestas santas. Algunos ejemplos
13


de estas actividades santas son: Orar, interceder, hacer guerra
espiritual, danzar para el Señor, leer y enseñar las Sagradas
Escrituras, comer alimentos santificados, cantar un cántico al
Señor, tocar un instrumento para el Señor, ungir objetos y
personas, dar un consejo conforme a la Palabra, corregir o
amonestar conforme a la Palabra, entre otros.


reuniones santas (como comprar o vender) y otras no se deben
hacer simplemente porque transgreden las leyes eternas del
Señor. Debemos recordar siempre que todas las acciones que
realizamos en los lugares santos deben agradar al Señor (ser
aceptas) y no necesariamente a los hombres, para que dichas
acciones sean santas Efesios 5:10, Gálatas 1:10, Romanos
12:1-2.

Actos Profanos: Son actividades que se realizan como parte
de las costumbres de los pueblos (como comprar, vender y
jugar) y que no están aprobadas por las ordenanzas del Eterno
para que se puedan hacer dentro de los lugares santos o en las
reuniones, altares y fiestas santas.
Como señalamos antes, hay actos profanos que constituyen
pecado y otros actos profanos que no constituyen pecado. Por
ejemplo: hablar mal de una persona es un acto profano y es
también pecado, pero comprar y vender son actos profanos y
no son pecado (a menos que se haga con usura). Como
comprar y vender o negociar son actos profanos, no se pueden
realizar dentro de los lugares santos (como las vendimias,
ventas de libros y Cds) Marcos 11:15-17, Juan 2:14-16. Otros
ejemplos de actos profanos son: contar chistes, hablar de
política, hablar sobre una propuesta de negocios o dictar un
curso de costura o de cualquier otra actividad secular.
Los actos profanos se deben evitar en los lugares santos y en
las reuniones santas, porque cuando los hacemos, profanamos
los lugares y las reuniones del Señor. Realizar un acto
profano es equivalente a quemar fuego extraño, pecado por
el cual el Dios Eterno consumió a los hijos de Aarón con fuego
Levíticos 10:1-2.
Diversos ejemplos de actos profanos que se realizan en los
cultos y en los templos en este tiempo
Muchas de estas cosas que planteamos en la siguiente lista se
pueden realizar pero fuera de los lugares santos y de las

Los ministros del Señor han dejado introducir en los altares y en los
lugares santos la música urbana, siendo que esta es profana.
Recuerde que el Reino del Eterno tiene su propia música y su propia
cultura y no permite la influencia de culturas paganas, por cuanto es
un Reino Santo y conformado por un pueblo santo.

Lista de algunas actividades profanas que se realizan hoy
en los altares y demás lugares santos
Bailar una canción (la danza es para el Señor y es distinta al
baile) 2 Samuel 6:14, 21.
Contar chistes para entretener al pueblo
Hacer muecas o movimientos graciosos para entretener al
pueblo
Hacer juegos para entretener al pueblo
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Proyectar películas con poco contenido educativo (espiritual)
fundamentalmente con el fin de entretener al pueblo
Decorar el templo o Casa del Señor con globos, guirnaldas,
adornos y otras cosas para agradar al pueblo. (como lo que
hacen para la fiesta profana llamada navidad)
Hablar temas políticos donde se favorece o desfavorece un
partido político determinado. El tema político como muchos
otros temas son profanos, aunque puede que algunos de
ellos no sean pecado.
Vender Cds de música y de mensajes o enseñanzas
Vender alimentos, vestimentas, libros o adornos
Promover deportes y encuentros deportivos. El deporte no
es pecado pero es profano, por eso es un tema que no se
debe abordar desde los lugares santos.
Comer alimentos impuros Levíticos 11:7-8, 20:25. (Los
puros si se pueden comer pero deben ser santificados)
Velar cadáveres en los templos. Los cadáveres contaminan
los lugares, las cosas, los alimentos y las personas cuando
están en lugares cerrados Números 19:14-15.
Hacer cultos santos o celebrar fiestas santas en lugares
profanos, por ejemplo en lugares que se utilizan para
practicar el pecado o realizar actos profanos (cines,
auditorios, talleres, clubes, salas de fiesta, cementerios,
funerarias).
Subir a los altares con vestiduras profanas como aquellas
que muestran parte de la desnudez del cuerpo o aquellas
que no son aprobadas por el Señor (no son aceptas).
Adorar al Señor con música profana. Debemos entender que
el Reino del Eterno tiene su propia cultura y sus propios
ritmos musicales (música y ritmos santos).
Adorar al Señor con instrumentos musicales profanos.
Algunos los alquilan o los prestan de personas que los
tienen para usos profanos y otros usan instrumentos no
aceptos o que el Señor no aprueba en la adoración Amós
6:5.


Prestar las sillas del templo o Casa del Señor para usos
profanos como fiestas o reuniones profanas. Las sillas de la
Casa del Señor son objetos santos para ser utilizadas por
personas santas.
Prestar el templo o Casa del Señor para realizar reuniones
profanas donde se tocan temas políticos y/o seculares. El
templo es un lugar santo.
Usar dentro del templo o Casa del Señor, celulares para
enviar y recibir llamadas y/o mensajes.
Usar el templo para estacionar vehículos o guardar cosas
profanas que no forman parte de los utensilios santos
utilizados para el culto santo. El templo es un lugar apartado
y santo.
Lanzar basura en el suelo del templo o Casa del Señor. Lo
santo debe ser limpio y aquel que ensucia lo santo del Señor
lo profana.
Hablar mal del prójimo o de los líderes, chismear o
conversar sobre temas profanos dentro del templo o Casa
del Señor.
Celebrar en los lugares santos o en la Casa del Señor,
fiestas profanas como la de cumpleaños o aniversario.
Celebrar en los lugares santos o en la Casa del Señor,
fiestas paganas como la navidad, día de las madres y otras
más. En los lugares santos solo se deben celebrar las
fiestas santas del Señor Levíticos 23.
Con esta lista de actos profanos y muchas otras cosas más que
no he escrito aquí (las demás cosas la deducirá usted mismo),
estoy demostrando que la profanación de los lugares santos y
de las cosas santas del Señor es una iniquidad que el pueblo
del Señor practica en este tiempo Ezequiel 22:26 por causa de
su ignorancia Oseas 4:6.
Lo profano y lo pagano
Ezequiel 20:23-24 También les alcé yo mi mano en el desierto,
jurando que los esparciría entre las naciones, y que los
15


dispersaría por las tierras, porque no pusieron por obra mis
decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis
días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los
ojos.
Hay cosas que se pueden catalogar como profanas pero que no
son paganas. Pero también hay cosas profanas que se deben
clasificar como paganas por causa de su origen y propósito
para el cual fueron creadas. Jugar en un parque es una
actividad profana pero no es pagana. Sin embargo jugar a la
ojiva es una actividad profana y pagana, por cuanto está
vinculada al ocultismo. Celebrar la semana aniversario en una
congregación es una actividad profana (no aprobada por las
ordenanzas del Reino para los lugares santos), sin embargo,
celebrar la navidad o el día de las madres en la Casa del Señor,
significa profanarla a través de una actividad o fiesta pagana,
por cuanto su origen y propósito es netamente pagano Ezequiel
20:24, 22:26..
Diversos ejemplos de lugares, objetos y alimentos santos:
Vestiduras santas: un pueblo santo y ministros santos usan
vestiduras santas para las reuniones santas Ezequiel 42:14,
44:17, 19. Los sacerdotes del linaje de Aarón usaban vestiduras
santas Éxodo 29:29, porque estas fueron ungidas y
consagradas para ser usadas en lugares santos y para actos
santos (servicio en el altar) Levíticos 16:4. Esta ordenanza debe
ser restaurada en este tiempo nuevamente, porque el nuevo
sacerdocio que el Señor desea para este tiempo se debe regir
por las ordenanzas que el Dios Eterno dejó para su sacerdocio
del linaje de Sadoc Ezequiel 42:14, 44:17, 19, sacerdocio
profetizado por Ezequiel y que se levantaría en tiempos de
restauración del Reino. Las vestiduras santas se caracterizan
porque son limpias Éxodo 19:10, son aceptas o agradables al
Señor (se rigen conforme al diseño del Padre Eterno)
Deuteronomio 22:5, Éxodo 28:42, 1 Corintios 11:5-6, 10, son
hermosas Éxodo 28:2 y son aquellas que han sido apartadas o
consagradas para estar en los lugares santos y/o ministrar con


ellas, por lo que no se deben utilizar para usos profanos ni en
lugares profanos. Para entrar y permanecer en lugares santos
se deben utilizar vestiduras santas solamente Ezequiel 42:14.
Alimentos santos: un pueblo santo, consume solo alimentos
puros y santos, porque a través de esos alimentos, ese pueblo
es santificado 1 Timoteo 4:5. Pero para que un alimento pueda
ser santificado, primeramente debe ser puro, limpio y no
inmundo Levíticos 11:7-8, 46-47, 20:25, debe ser acepto o
agradable al Señor Levíticos 22:8-9, 29 y luego consagrado o
santificado a través de ofrenda, voto, primicia o a través de la
oración 1 Timoteo 4:5. Las personas impuras e impías no
deben comer de los alimentos que han sido santificados porque
los profanan Levíticos 22:10. Solo personas puras podrán
consumir alimentos santos Levíticos 7:19-20.

¿Este plato le es familiar? Pues es un plato típico, que está
relacionado con la celebración de una fiesta pagana. Comerse una
hayaca no es pecado, el problema radica en que lo hacemos para
celebrar junto a los pueblos paganos, lo que ellos también celebran.
Este plato está cargado de impurezas, pues el jamón del pan y el
pernil provienen de un animal inmundo Levíticos 11:7-8, 20:25. Es
muy común ver comer este plato en los lugares santos ¿no es así?.
Recuerde que lo impuro e inmundo no puede ser santificado, pues
quebranta los principios de la santidad y del Reino. Si no entiende
esto, revise este material desde el principio.
16


Lugares santos: un lugar santo, es aquel que el Dios Eterno lo
ha elegido y apartado como suyo Éxodo 3:5, o también aquel
que el pueblo santo haya consagrado para Él. Ejemplos de ellos
son: el templo o lugar donde se reúnen los santos (Casa del
Señor), el altar desde donde ministra el sacerdocio santo y una
granja o una finca que ha sido consagrada para hacer retiros
espirituales. En los lugares santos solo pueden entrar personas
puras y santas 2 Crónicas 23:19, Ezequiel 44:5-9 y esas
personas deben permanecer descalzos (sin calzado en sus
pies), en los lugares más santos (santos y santísimos) en señal
de humillación 2 Samuel 15:30, respeto y reverencia al Señor
Levíticos 26:2, por cuanto el Dios Eterno habita en esos lugares
Éxodo 3:5, Josué 5:14-15.
Días santos y fiestas santas: El Dios Eterno enseñó a su
pueblo, que de los siete días de la semana había apartado y
consagrado un día para ser santificado Génesis 2:3, Éxodo
20:8. Así mismo apartó o consagró varios días del año para que
se hiciera solo su voluntad en ellos (las fiestas santas) Levíticos
23, Isaías 56:6-7, 58:13-14. Por esa razón estos días deben ser
santificados por el sacerdocio y el pueblo Ezequiel 44:24. Entre
ellos tenemos el día de reposo de cada semana y los días de
fiesta solemne como la pascua, los panes sin levadura y la
fiesta de los tabernáculos Levíticos 23. Una buena parte del
tiempo de estos días de fiesta el pueblo santo no debe laborar
Éxodo 20:10, Levíticos 23:3, 7, 25, 35 pues deben ser
consagrados totalmente al Señor y su finalidad es que el
sacerdocio en este tiempo enseñe las leyes del Señor al
pueblo, que debe estar atento a sus enseñanzas para que se
convierta en un pueblo puro y santo de verdad.
La complementariedad de la santidad
Es muy importante entender el principio de la
complementariedad de la santidad, pues este principio es el que
perfecciona la santidad del Señor en su pueblo Salmos 101:6.


Este principio está relacionado con el hecho de que todos los
elementos que intervienen o participan en una actividad santa
deben ser santos también, si al menos uno de ellos es profano,
entonces se hace profana toda la actividad, pues un poco de
levadura leuda toda la masa Gálatas 5:9.
Un pueblo santo debe habitar en una tierra santa, practicar
costumbres santas Levíticos 18:1-5, consumir alimentos
puros y santos Levíticos 20:25-26 y también celebrar fiestas
santas Levíticos 23, porque de lo contrario ese pueblo se
profanaría.
Un culto o reunión santa debe ser realizado en un lugar
santo (Casa del Señor) y debe estar formada por una
asamblea o congregación santa 2 Crónicas 23:19, Ezequiel
44:5-9. En él debe dirigir y enseñar un ministro santo
(sacerdote) Ezequiel 44:15-16, que usa vestiduras santas
Ezequiel 42:14 y que solo realiza actos santos durante el
servicio santo. En ese culto o servicio solo se deben usar
utensilios santos (equipos, instrumentos, micrófonos, sillas,
mesas, etc.) Ezequiel 44:13.
Una fiesta santa sólo debe ser celebrada por un pueblo
santo Números 9:5-11 y realizada en un lugar santo
Deuteronomio 16:16. Debe ser dirigida por ministros santos,
que realizan actos santos. La adoración en la fiesta debe ser
dirigida por adoradores y músicos santos y usando
instrumentos santos 1 Crónicas 15:22, 2 Crónicas 7:6. En
esa fiesta solo se deben consumir alimentos santos Mateo
26:26-27 que sean preparados por manos santas.
Una persona santa debe usar vestiduras santas Éxodo
29:29, practicar costumbres santas Levíticos 18:1-5, hablar
un lenguaje santo Salmos 37:30-31, celebrar fiestas santas
Levíticos 23, consumir alimentos puros Levíticos 20:25-26 y
santos Levíticos 22:10. También debe habitar y/o
permanecer en lugares puros y santos Zacarías 14:20-21.
En un lugar santo como la Casa del Señor solo deben
entrar personas puras y santas Ezequiel 44:5-9, 2 Crónicas
17



23:19, usando vestiduras santas. En él solo debe ministrar
un sacerdocio santo que realiza actos santos. En ese lugar
solo deben permanecer utensilios santos Zacarías 14:20-21.
Cuando al menos uno de los tantos elementos que usamos en
el proceso es impuro, inmundo, profano, pagano o no acepto
(agradable al Señor), estamos profanando todo lo demás que
hacemos para el Señor Gálatas 5:9, y por tanto estaremos
alejando la presencia del Señor de ese lugar, por cuando el
Eterno solo habita en la santidad Isaías 57:15. He aquí la
importancia de discernir entre lo santo y lo profano.

G. Cómo se están profanando hoy las cosas
santas del Eterno
Levíticos 22:15 No profanarán, pues, las cosas santas de los
hijos de Israel, las cuales apartan para Jehová
Profanación de lugares santos: el templo donde adoramos al
Señor debe ser un lugar santo o un lugar consagrado para el
Señor. No es la casa del pastor o la casa de las ovejas sino la
casa del Señor Éxodo 23:19, Isaías 56:7, Marcos 11:17, Juan
2:16, por esa razón no le podemos dar un uso distinto de aquel
para el cual el Señor lo apartó Levíticos 26:2, porque si no lo
profanamos. Si usted usa la casa del Señor para estacionar
vehículos, para vender cosas Marcos 11:15-17, Juan 2:14-16,
para guardar corotos o para trasladar cosas Marcos 11:16, la
estará profanando Marcos 11:16 y estará activando el celo del
Señor por su casa Juan 2:17.

La realización de velorios es muy común en la cultura de las naciones
paganas cuando fallece alguna persona, donde por varios días se
mantienen las personas cerca del cadáver en un lugar cerrado como
en una funeraria, un templo o en una casa, sin saber que los
cadáveres no solo contaminan las personas, sino que también
contamina los objetos y alimentos que están en el lugar cerrado
donde se encuentra el cadáver Números 19:14-18.

Profanación de alimentos santos: Los alimentos santos, son
aquellos que se han consagrado al Señor a través de ofrendas,
votos o primicias, o también que son utilizados en la celebración
de las fiestas santas. Hoy el pueblo del Señor no discierne entre
alimentos puros e impuros y usa cosas que no son alimentos
para celebrar sus fiestas Levíticos 20:25-26. Además personas
impuras e impías también participan de esos alimentos santos
profanándolos Levíticos 7:19-20.
Profanación de personas: Cuando un santo del Señor se
contamina de impurezas, se profana y se hace impuro Levíticos
21:1, 4. El sacerdocio hoy por su ignorancia se está profanando
y estando impuros entran en los lugares santos y los están
profanando 2 Crónicas 23:19. ¿Ustedes dirán, de qué manera
nos estamos profanando? Lo hacen porque las ordenanzas
establecidas por el Señor para su sacerdocio no se están
cumpliendo, tales como:
18


Se profanan al asistir a funerales o al acercarse a cadáveres
que no les está permitido Levíticos 21:1-4, Ezequiel 44:2526, Lucas 9:60.
Se profanan usando vestiduras no acordes a su llamado y
ministerio
Se profanan al usar cosas inmundas como si fueran
alimento Levíticos 11:7-8, 20:25.
Se profanan al unirse en yugo desigual y que no les está
permitido en las ordenanzas Levíticos 21:7, 13-14
Están siendo profanados por sus hijos porque no los han
tenido en sujeción Levíticos 21:9, 1 Timoteo 3:4-5, Tito 1:6.
Profanación del culto santo: el culto es un servicio
conformado por actos santos, que debe realizarse para agradar
al Señor y no al hombre, esto es, debe ser acepto Gálatas 1:10.
Hoy en los cultos se realizan actos profanos y paganos, se toca
música profana y pagana, se hacen en ellos actividades
profanas como el cantar cumpleaños, celebrar fiestas profanas
y paganas como la navidad o la fiesta aniversario que es
profana. El sacerdocio por su ignorancia está haciendo mezcla
de lo santo con lo profano en los cultos que se hacen para el
Señor y esto significa que están quemando fuego extraño
Levíticos 10:1-2. Si no ha caído fuego del cielo y nos ha
quemado a todos en este tiempo como sucedió con los hijos de
Aarón, es porque el Señor ha tenido en cuenta nuestra
ignorancia. Pero esto no será así por muchos días, porque ya
es el tiempo de dejar las viejas costumbres y comenzar a
practicar las ordenanzas que ha establecido el Eterno en su
palabra para ministrar en los lugares santos Zacarías 3:7. Pero
solamente el nuevo sacerdocio del linaje de Sadoc será
entendido en estas cosas y por esa razón serán ellos los que
ministrarán en los altares del Eterno en la tierra Ezequiel 44:1516.


Profanación de los días y fiestas santas:
El pueblo del Señor está profanando los días de reposo porque
no los está guardando conforme al estatuto, muchos realizan
trabajos en él y en vez de hacer la voluntad del Señor, hacen su
propia voluntad pues dejan de asistir a la Casa del Señor para
ser enseñados por ir a otros lugares Levíticos 23:3, Jeremías
27:17, Nehemías 13:15-18. Aún las fiestas las están profanando
porque en ellas consumen alimentos impuros y no las celebran
conforme al estatuto.

El Eterno creó las fiestas con varios propósitos y entre ellos: traer
liberación a su pueblo, enseñar sus leyes, restaurar las familias y el
sacerdocio familiar, pero en este tiempo nuestras fiestas se parecen
más a las fiestas paganas que a las fiestas que el Eterno mandó a
celebrar a su pueblo Israel, pues están llenas de actividades
profanas.

H. Sanciones establecidas por la ley del Señor
para aquellos que profanen sus cosas santas
Las leyes del Eterno establecen sanciones para aquellas
personas de su pueblo que sin temor profanen las cosas
santas del Señor Levíticos 22:15, Nehemías 13:17-18, se
profanen a sí mismas sin temor, profanen los lugares santos o
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cuales quiera de las demás cosas santas del Dios Eterno.
Recuerde que la profanación constituye un pecado y cuya
sanción según los decretos del Señor puede ser:
Lepra (enfermedades de la piel, cáncer y otras
enfermedades degenerativas) 2 Crónicas 26:18-21
El destierro de su pueblo Levíticos 7:21, Números 19:20
La muerte física Levíticos 15:31, 22:9, Éxodo 19:21, 30:20,
Números 4:19.


El portero levita es el ministerio responsable de salvaguardar o
estar al cuidado del tabernáculo o Casa del Señor 1 Crónicas
23:32, 26:1-20, del cuidado de todo lo consagrado, de los
objetos utilizados para el culto, de llevar su registro y cuenta y
de ministrar o servir junto al sacerdocio y estará a su
disposición para toda la obra del servicio en la casa del Señor
Números 1:52-53; 8:19, 22; 18:4-5, 2 Crónicas 8:14.

Cuando el Santuario, templo o Casa del Señor es profanado de
manera generalizada por todo su pueblo y su sacerdocio,
entonces el Eterno entrega a esa nación a terribles juicios y a
su tabernáculo, templo o Casa del Señor para la destrucción
Salmos 74:7-8, 79:1-3, Isaías 64:10-11, Jeremías 7:14,
Lamentaciones 1:10, 2:6-7, Ezequiel 7:20-22, 9:7, 24:21, Mateo
23:37-38, 24:1-2, Lucas 19:41-44.

I. El ministerio del portero levita como guardián de
los lugares y de las cosas santas
Como señalamos anteriormente, el Dios Eterno estableció
niveles de santidad en sus lugares santos y santísimos. Por esa
razón establece límites visibles o fronteras bien definidas entre
un lugar y otro, por tanto estableciendo y distinguiendo entre
lugares impuros Levíticos 14:45, lugares puros Números 19:9,
lugares santos Éxodo 26:33 y lugares santísimos (el santo de
los santos) y todo esto por razones de su santidad Ezequiel
44:10-16.
Por los riesgos que implica profanar los lugares santos y para
mayor seguridad del pueblo Éxodo 19:20-22, Números 18:3, 22,
el Señor ha establecido el ministerio del portero levita con el fin
de evitar que personas ignorantes de las ordenanzas del Señor
arriesguen sus vidas al contaminar los lugares santos del
Eterno Éxodo 26:31, 2 Crónicas 23:19.
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